Reflexiones sobre las operaciones de las SADF
En el supuesto caso de que la UNITA y África del Sur hubieran llegado a dominar el puente (destruido y reconstruido en innumerables ocasiones) ubicado al sur de la confluencia de los ríos Cuito y Cuanavale, junto con el aniquilamiento de las cinco Brigadas FAPLA que se encontraban al este de los mencionados ríos, hubiera quedado abierto el camino hacia Menongue. Se avizoraba la imposibilidad de defender ésta población sin el incremento de nuestras fuerzas.
Aclaro que, en aquellos momentos, no teníamos conocimiento exacto sobre la cantidad de medios y el número de efectivos sur-africanos involucrados en los combates.
Ante el descalabro de las fuerzas FAPLA, considerábamos que las SADF debían haber concentrado una fuerza arrolladoramente superior. Sin embargo la realidad fue bien diferente y posiblemente haya sido el factor que evitó la pérdida de la posición de Cuito Cuanavale y por ende, el éxito de nuestra defensa.
Entre octubre de 1987 y junio de 1988, no ocurrieron fieras batallas convencionales en suelo africano y mucho menos comparables con las que se libraron contra Erwin Rommel (el Zorro del Desierto). La realidad consistió en que los sur-africanos realizaron ejercicios de puntería contra las recién preparadas brigadas angolanas. Este tipo de comparaciones causa risa.
Leyendo las memorias de Winston Churchill, sobre los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, podemos apreciar una situación similar en Dunquerque.
Se trataba de defender una posición, con el objetivo de evacuar, nada menos que dos ejércitos (más de 150 mil hombres y pertrechos de guerra). Lo lograron en menos de un mes, atravesando el Canal de la Mancha. Nosotros demoramos dos meses para cruzar de un lado al otro del río, 20 mil hombres. El puente de Cuito Cuanavale mide 100 metros.
En fin, no valen las comparaciones.
Como consecuencia del fracasado intento de tomar el poblado de Cuito Cuanavale, después de haberlo anunciado a la opinión pública, las tropas sur-africanas, definitivamente bien equipadas y preparadas, no fueron atrapadas, sino obligadas a retirarse. En esta retirada jugó un papel decisivo el avance por el flanco sur-occidental del frente sur.
Reconozcámosle, a las SADF/FALA, el “mérito” de haber parado la ofensiva FAPLA en el río Lomba durante el transcurso de la “Operación Moduler”. Reconozcámosle también el éxito de haber logrado que las cinco brigadas FAPLA, retrocedieran hacia la margen oriental de los ríos Cuito y Cuanavale.
Lo que no podemos reconocer es, que no lograran aniquilar las cinco brigadas FAPLA, que no destruyeran la pista de aterrizaje y mucho menos el poblado de Cuito Cuanavale durante las operaciones “Hooper y Packer”.
Destruyeron el puente. Es verdad, pero fue reconstruido una y otra vez, logrando que las brigadas FAPLA atravesaran el río y una vez en la margen occidental establecieran la defensa.
Muchos de los escritores e historiadores, casi todos ajenos a los acontecimientos y relatando, de oídas, o habiendo tenido acceso a documentos desclasificados de ambas partes, consideran que las SADF perdieron la moral combativa y sufrieron motines por parte de los soldados negros y muchos heridos entre los blancos.
Los sur-africanos refieren que, ante la desesperación, el Presidente Botha tuvo que hacer acto de presencia en el teatro de operaciones cuando el comando operativo de la SADF se mostró supuestamente incapaz de controlar la situación.
Presidente Pik Botha en 1981
En el momento en que las cinco brigadas de las FAPLA comenzaron a retroceder, del río Lomba hacia Cuito Cuanavale, el Alto Mando Militar cubano decidió, con urgencia, incrementar las fuerzas, pero no con el objetivo de pasar a la ofensiva por el flanco sur-oriental, sino con el fin de contener e impedir el paso de las fuerzas sur-africanas y salvar de éste modo a las Brigadas FAPLA que, desmoralizadas, trataban de cruzar el río.
Las fuerzas sur-africanas, en el teatro de operaciones, eran inferiores al número necesario para cubrir aquel inmenso territorio y si comparamos la preparación de las tropas de la UNITA y el MPLA, no queda más remedio que decir que las del último grupo estaban mejor preparadas.
Hacia Ruacaná
Complejo hidroeléctricoMientras las fuerzas combinadas cubano-FAPLA en Cuito Cuanavale defendían sus posiciones, a más de 500 kilómetros de distancia, cinco brigadas de las fuerzas armadas cubanas al mando del General de Brigada Enrique Acevedo, se encontraban, desde el mes de enero de 1988, ocupando posiciones entre Lubango y Ruacaná y tenían un objetivo bien definido:
Irrumpir en el territorio de Namibia y avanzar hacia la profundidad operativa* tomando por asalto todas las bases militares sur-africanas cercanas a la frontera con Angola.
Una división (a la que todos llamábamos División 50) se encontraba
compuesta por las brigadas 40, 50, 60 y 80.
Junto a las brigadas cubanas operaban las brigadas 2 y 61 de las FAPLA
Las primeras unidades cubanas habían llegado hasta el poblado de
Humbe, el día 14 de marzo de 1988.
El día 24 de marzo de 1988 las unidades de esta División comenzaron a cruzar el río Cunene en dirección a Xangongo.
Para el día 6 de abril de 1988, las unidades de Acevedo habían cruzado el río Cunene por el poblado de Xangongo y apuraban los planes de construir un aeródromo de combate en el menor tiempo posible.
Decir que los cubanos estaban confiados debido a que en tres meses construyeran dos pistas de aviación con el propósito de volver a capturar la provincia de Cunene es un soberano disparate.
Antes de comenzar cualquier enfrentamiento bélico, deben estar claros cuales serán los objetivos que se pretenden alcanzar. Al parecer, el alto mando militar cubano siempre tuvo meridiana claridad de cuál era su objetivo operativo y político.
Los sur-africanos sin embargo, solo parecían pretender el apoyo a la UNITA.
Desde el año 1981, Fidel Castro había logrado “descifrar” el “Documento Santa Fe” del presidente Ronald Reagan. Ese documento traería aparejado la intensificación de la carrera armamentista, entre los EE.UU. y la URSS, con el subsiguiente “des-merengamiento”; primero de los países satélites (Mongolia, Viet Nam y Cuba) y luego los llamados países socialistas (que lo único que tenían de socialistas era la imposición, por la fuerza, de un régimen no deseado.
Ronald Reagan 1988
No sucedió exactamente así.
Desde el punto de vista político, que el mando militar cubano le plantease al mando militar soviético o FAPLA, la necesidad de una ofensiva en la dirección Ruacana en el año 1987 era totalmente imposible.
Esto se debía a que en la provincia de Cunene no existían (prácticamente) fuerzas de la UNITA; y desde el punto de vista de la opinión pública internacional una agresión, de fuerzas combinadas (FAPLA-CUBA) hacia el territorio de Namibia, no se entendería y por tanto tendría repercusiones negativas. Además de que, antes de la “Operación Saludando Octubre”, José Eduardo dos Santos no era partidario de semejante empresa. Había dejado, todo el centro y el sur-este de Angola, a merced de la UNITA.
Por esto, aunque el alto mando militar cubano le advirtió a su homólogo soviético que, una ofensiva en la zona del Cuando Cubango no tenía posibilidades de éxito, tampoco hizo el menor esfuerzo por detenerla.
Me atrevo a conjeturar que Fidel Castro debe haber considerado que los sur-africanos podrían caer en la trampa de apoyar a la UNITA en la defensa de Mavinga-Jamba (como ya lo habían hecho en diferentes ocasiones). Esto le daría la oportunidad que tanto había deseado y que en ésta ocasión sería ineludible, pues no habría otra. ¡Atacar por el Flanco Sur Occidental del Frente Sur!
Africa del Sur, en lugar de empeñarse en las operaciones Hooper y Packer, después de haber parado en seco el “Saludo a Octubre” en el río Lomba, hubiera podido esperar pacientemente el desarrollo de los acontecimientos.
Dada la situación política de Glasnost y Perestroika en la URSS, no hubiera sido errado pensar de esa forma, puesto que dos años y medio más tarde, a finales de 1989, habría cambiado totalmente la correlación de fuerzas y, el ejército de Fidel Castro, se hubiera visto empantanado a miles de kilómetros de Cuba.
Aclaro que, al decir esto que, no me estoy refiriendo al pensamiento del ciudadano común, sino al de los Jefes de Estado, los cuales reciben informaciones históricamente desconocidas para el común de los mortales.
Las operaciones Hooper, Moduler y Packer y la dirección Ruacana
Los sur-africanos han negado, en más de una ocasión, que las operaciones “Moduler-Hooper-Parker” consistieran en tomar la capital de la provincia del Cuando Cubango, Menongue (Serpa Pinto), y establecer un gobierno provisional de la UNITA que sirviera de pretexto para el incremento de la ayuda de los EE.UU.
Seis meses les tomó la construcción de caminos y la transportación de equipos pesados hacia Mavinga, para más de 9000 efectivos de la SADF.
A principios del año 1987 instalaron un nuevo radar en Rundú con el objetivo de apoyar las operaciones aéreas más al norte, en la profundidad del territorio angolano. La Base aérea de Rundú distaba solamente 3 kilómetros de la frontera de la RPA.
En el mes de abril de 1987 la SAAF comenzó a planear emboscadas
contra los aviones de la fuerza aérea angolana.
El día 4 de septiembre de 1987 se trasladó el escuadrón no. 3, compuesto por Mirages F1CZ, para la base de Rundú y junto con los aviones se trasladó también una unidad de radares.
Según nos cuentan los sur-africanos, los aviones de la fuerza aérea angolana ya se encontraban sobrevolando sus unidades y actuando contra las unidades de la UNITA en la dirección Mavinga.
Un radar AR3D se encontraba ubicado, según las fuentes surafricanas, en una elevación del terreno a 10 millas al norte de Rundú, dentro del territorio de la RPA. Este radar solo conseguía ver a los aviones de la fuerza aérea angolana cuando estos volaban en alturas superiores a 7,000 metros. Sin embargo, los radares cubanos ubicados en Menongue, debido a la orografía del terreno (en franco descenso hacia el sur), podía ver los aviones sur-africanos apenas despegaban.
La toma de Cuito Cuanavale significaba el control de un paso hacia la ciudad de Menongue. Controlar el paso de unos ríos tan caudalosos era la puerta para el cruce de los medios de combate sur-africanos, con la consiguiente apertura de dos direcciones de combate.
No obstante, solamente existía una región por donde los sur-africanos
podían desarrollar una ofensiva demoledora y en escasos días penetrar
en Luanda.
Esta dirección estratégica podía ocupar un frente de unos 180
kilómetros y una profundidad de más de mil.
Limitaba al sur entre los poblados de Chitado y Namacunde.
Por el nordeste, desde Lubango hasta Jamba (provincia de Huíla que
no se debe confundir con el Estado Mayor de la UNITA en la
provincia de Cuando Cubango).
Al este limitaba entre Ondjiva y Jamba.
Al oeste entre Chitado y Lubango.
En estos lugares existen llanuras arenosas que obligan a utilizar los
caminos y a partir de Xangongo el terreno permite el despliegue de la
técnica.
Es por eso que fue necesario reforzar el contingente de tropas cubanas y, si el alto mando militar cubano consideraba la anterior, como la dirección principal, seguramente esto debían haberlo valorado también los sur-africanos. Solamente en esta parte del territorio podían darse combates de encuentro entre grandes masas de tanques.
¿Por que el mando militar cubano se decidió por la dirección Ruacana? O lo que es igual, el "Flanco Sur Occidental del Frente Sur".
El río Cunene nace en las proximidades de Huambo (Nueva Lisboa).
Algunos kilómetros más al sur es represado por primera vez en un
embalse gigantesco que lleva por nombre Gobi.
Este embalse es la primera reguladora del río. Regula el agua que
debe llegar a la hidroeléctrica de Matala.
Cuando Matala necesita mayor afluencia de agua, Gobi se la proporciona.
Mas al sur se encuentra la reguladora de Xangongo (Rosadas) y luego, un poco mas al sur, la reguladora de Calueque, que realiza el mismo trabajo con la hidroeléctrica de Ruacaná.
Intento explicar que lo que mueve las turbinas no es el agua acumulada en una represa, sino el poderoso caudal del agua del río, ayudado por la orografía del terreno, en suave descenso hacia el sur. Si en Huambo la altitud sobre el nivel medio del mar es de 1500 metros, en Ruacaná esta altitud es inferior a los 1100 metros.
De apoderarse las tropas cubanas de Ruacaná, dominarían un porciento bastante grande de la energía eléctrica de la cual se abastece el territorio de Namibia. Las pérdidas económicas, en el caso de la destrucción de la hidroeléctrica hubiesen sido de considerables proporciones.
Mientras que en los combates del Flanco Sur Oriental del Frente Sur los combates del río Lomba y la defensa del aeródromo y el poblado de Cuito Cuanavale habían sido más o menos intensos, en el Flanco Sur Occidental del Frente Sur (Ruacana) los combates no pasaron de ser escaramuzas entre patrullas de exploración.
Uno de estos encuentros ocurrió el día 4 de mayo de 1988, cerca del poblado de Donguena, donde se encontraron a las 13:40 horas (local) dos compañías de exploración, con la Compañía Bravo de las SADF, compuesta por vehículos Casspir (12 en total) pertenecientes al Batallón 101 de las SADF. Una salva de cohetes anti-tanques destruyó cinco carros blindados de las SADF. Los sur-africanos se retiraron desorganizadamente. Se contaron 20 muertos sur-africanos. Se hizo prisionero al Sargento Johan Papenfus gravemente herido. Bajas cubanas 5 muertos y cuatro heridos.
Ese mismo día la aviación sur-africana bombardeó a las fuerzas cubanas acantonadas en las inmediaciones del poblado de Tchipa.
El día 21 de mayo de 1988 otra patrulla cubana chocó, en Onimonganga, con una compañía de vehículos Unimog de las SADF.
La patrulla cubana sufrió severas pérdidas, perdiendo al jefe y al segundo jefe. No obstante la patrulla resistió hasta la llegada de refuerzos. Al día siguiente la Compañía de UNIMOG perdió 3 vehículos y documentos importantes cayeron en manos cubanas.
El 22 de mayo de 1988 se da una escaramuza a 14 kilómetros al sur de Tchipa. Se le capturan a las SADF tres camiones Unimog.
Los días 20, 22 y 24 de mayo de 1988 las SADF realizaron varias descargas de artillería sobre las posiciones de la 80 Brigada situada en Tchipa. El día 26 de mayo de 1988 las SADF lanzaron 190 proyectiles de G-5 desde Calueque.
El día 27 de mayo se produjo un combate entre un Batallón de tropas especiales cubanas y fuerzas de las SADF. Se le destruyeron 4 tanques Ratel. Las SADF tuvieron 20 bajas. Se produjo a continuación un duelo de artillería por ambas partes.
Ya para esta fecha las tropas cubanas se encontraban a menos de 80 kilómetros de la frontera entre Angola y Namibia.
* La profundidad operativa es la distancia aproximada que pueden cubrir las tropas durante un primer golpe. (N. del A.)
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