Aunque el mando militar cubano había advertido sobre la necesidad de evitar que las SADF interviniesen, como ya había sucedido tantas veces, ocurrió lo inevitable.
Las unidades sur-africanas fueron introducidas en combate.
La provincia angolana antes mencionada, toma su nombre por encontrase situada entre los ríos Cuando y Cubango, por lo que podemos catalogarla como una provincia mesopotámica.
Jamba, donde se ubicaba el estado mayor de la UNITA, quedaba situada muy cerca de la franja de Caprivi, que es franco territorio namibiano.
Si estas Brigadas de Infantería Ligera (BIL) de las FAPLA, hubieran sido apoyadas por las correspondientes unidades de helicópteros, jamás hubiera cantado el "Galo Preto"7, ni hubieran tenido, los sur-africanos, la oportunidad de intervenir en la contienda.
La historia de los cañones G-5 y G-6 hubiera sido bien diferente.
Un arma, tan moderna como son los helicópteros, fue menospreciada por el alto mando militar ruso-soviético. Otro tanto menosprecio le fue concedido por el alto mando cubano.
En ningún momento se utilizaron los helicópteros para contrarrestar los medios autopropulsados sur-africanos y por el contrario, se desgastaron en la utilización de la aviación de combate que no estaba designada a tal efecto.
Los aviones Mig 23 y Mig 21 tienen muy pocas posibilidades en el combate aire-tierra, ya sea por su impresionante velocidad de vuelo, como por su escasa capacidad ofensiva.
La cruda realidad es que, estas aeronaves, fueron diseñadas como caza-interceptoras, con posibilidades limitadas de actuar en variante de caza-bombarderos. Pero su función primordial es la interceptación de la aviación enemiga, mientras que los helicópteros MI-24, son diseñados para el combate contra medios blindados.
Ante el empuje de las brigadas FAPLA, las tropas de la UNITA huyeron desaforadamente hasta llegar al paso obligado del río Lomba, donde las unidades FAPLA fueron atacadas por las SADF, retrocediendo en desbandada hacia el único puente existente a tres kilómetros al sur de la confluencia de los ríos Cuito y Cuanavale.
Cualquier persona con preparación militar sabe que cuando (derivada de las acciones combativas) las tropas huyen en desbandada, generalmente se pierde la guerra.
7 Gallo negro en portugués, simbolo de la UNITA
No es el caso. La retirada desorganizada de las brigadas FAPLA comenzó aproximadamente el día 15 de octubre de 1987. Increíblemente no fueron perseguidas.
La guerra de Angola, como muchas de las guerras que han ocurrido en el llamado tercer mundo, no era una guerra convencional, aunque pudiera parecerlo a los menos entendidos.
En primer lugar, el soldado angolano (fuese FAPLA o fuese FALA) no tenía el sentido de patriotismo o nacionalidad que asiste a los soldados de países que hace mucho tiempo superaron la fase tribalista de la historia.
Y en segundo lugar, debido a su bajo nivel de instrucción académica y acervo cultural, tanto las tropas de la UNITA como las del MPLA, aunque tuvieran armamento de última generación y habían sido capaces de asimilarlos, se mostraron incapaces de darles la adecuada utilización; aun con la ayuda de los asesores soviéticos y sur-africanos. Lo mismo sucedía con los cuadros de mando.
Con los asesores cubanos sucedía algo muy difícil de explicar.
Los cubanos no solo les explicábamos la teoría, sino que les
mostrábamos como aplicar la teoría en la práctica. Los asesores
cubanos luchaban codo a codo con los soldados de las FAPLA y algo
muy importante y que muy pocos son los que lo han tenido en cuenta,
la similitud étnica entre cubanos y angolanos.
Cuando las FAPLA comenzaron la operación, los cubanos solo teníamos un grupo táctico reforzado en Menongue y una escuadrilla de aviación compuesta por 4 aeronaves MIG-21. Entre ellas un avión de entrenamiento.
Las unidades FAPLA, que venían en retirada desde el río Lomba, se reagruparon a unos 20 kilómetros en la margen este del río Cuanavale, formando un arco defensivo.
Un único puente, de 90 metros de largo, les comunicaba con la margen oeste. Mientras esto sucedía, las SADF estaban preparando el Grupo de Combate “Charly”. Las SADF tuvieron que esperar por el reagrupamiento de las FALA para poder perseguir a las FAPLA.
Esto fue decisivo para el reagrupamiento de las brigadas FAPLA, la retirada bochornosa de los asesores soviéticos y la entrada en acción de los 250 asesores cubanos. La reagrupación de las brigadas FAPLA fue bajo el bombardeo de la artillería de largo alcance de las SADF.
El día 9 de octubre de 1987 las SADF atacaron a la Brigada 16
FAPLA, que se encontraba al norte del puente de Chambinga.
El 9 de noviembre de 1987, el Grupo Bravo realizó un ataque contra la Brigada 59 de las FAPLA, pero se encontraron con la resistencia (obligada) de las Brigadas FAPLA 21 y 25, teniendo que retirarse.
El 11 de noviembre de 1987 la Brigada 16 de las FAPLA se encontraba en posición desconocida.
El día 15 de noviembre de 1987, encontrándome en el sanatorio de Topes de Collantes (en Cuba) durante un chequeo médico anual, me enteré de que iba a dar comienzo una maniobra militar no planificada en el plan anual de preparación combativa. Esta maniobra, aunque no se encontraba planificada, no constituía una sorpresa para ninguno de los oficiales que allí nos encontrábamos.
A esas alturas ya teníamos conocimiento (extraoficial) del derribo del Mayor Rojas.
Entre el 13 y el 17 de noviembre las tropas FAPLA lograron reorganizarse antes de llegar al río Tumpo.
El día 23 de noviembre de 1987, nueve barcos mercantes cubanos zarparon hacia Angola transportando diversos materiales, llegando entre el 10 y el 24 de diciembre a los puertos de Luanda, Lobito y Benguela.
El mismo día (23 de noviembre de 1987) en que comienzan a zarpar los mercantes cubanos hacia Angola, fue aprobada la Resolución no. 602/87 de las Naciones Unidas condenando la invasión de Angola por África del Sur y demandando su inmediata retirada para el día 10 de diciembre de 1987.
Entre tanto, el día 25 de noviembre de 1987, cuatro Mirages F1CZ, escoltando a tres Bucaneers, armados con bombas inteligentes del tipo H2, se dirigieron hacia Menongue a fin de inutilizar el aeródromo. Los Mirages despegaron de Rundú a las 08:20 horas (local) y fueron al encuentro de los Bucaneers que, a su vez, despegaron de Grootfontein.
Antes de comenzar el ascenso, previo a la entrada en rumbo combativo, los Mirages dispararon señuelos de “lucha radio- electrónica” con el objetivo de confundir los radares cubanos. Aun así, los Bucaneers no realizaron el lanzamiento de sus bombas y sobrevolaron Menongue. La misión fue abortada.
Los días 8, 12 y 13 de diciembre de 1987 los Mirages F1AZ volvieron
a escoltar a los Bucanners para atacar com bombas H2. Esta vez el
objetivo era el puente sobre el río Cuanavale.
El único de los ataques que tuvo éxito resultó ser el tercero y el
puente quedó parcialmente destruido.
El 5 de diciembre de 1987 es considerado como el día en que entran en combate las tropas cubanas.
Llegué a la RPA, por segunda vez, en uno de los tantos aviones
diarios; y comencé a cumplir mi tercera “misión internacionalista” en
los días finales de diciembre de 1987.
En aquel avión viajaban también, no menos de diez Generales
cubanos. Uno de ellos era el General Franco (El Gallego) con el cual
tenía cierta amistad y con el cual conversé muchísimo durante el
vuelo. También viajaba, en aquel avión, el General Leopoldo (Polo)
Cintras Frías.
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