Mostrando entradas con la etiqueta sadf. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sadf. Mostrar todas las entradas

sábado, 24 de agosto de 2024

Capítulo 9, continuación Influencia del Armamento Nuclear Surafricano en la guerra de Angola








África del Sur venía trabajando en la fabricación de una bomba atómica desde hacía mucho tiempo pero los trabajos en la misma se aceleraron después de su derrota en la guerra de Angola a fines de 1975.

Un satélite soviético pudo captar la construcción de dos túneles en el desierto de Kalahari en Agosto de 1977 que solo podían ser destinados a pruebas de armas atómicas.

Los norteamericanos lo comprobaron con sus medios técnicos y la URSS, los Estados Unidos y Francia protestaron. Las pruebas fueron pospuestas.

El día 22 de Septiembre de 1979, un satélite Vela detecto pruebas atómicas con artefactos de baja potencia cerca de la isla Príncipe Eduardo, en el Océano Indico y todos los analistas de los principales países del mundo responsabilizaron a los gobiernos de África del Sur e Israel.

Después de 1979 los científicos sur-africanos les entregaron el proyecto de armamento atómico a los ingenieros de la ARMSCOR, que se dedicaron a miniaturizarla y prepararla para ser usada como armamento en aviones o en misiles.

http://www.fas.org/nuke/guide/rsa/nuke/ocp27.htm

1- ¿Hasta que punto se conocía por la alta oficialidad Cubana que el enemigo contaba con armamento atómico?

2- ¿Hasta qué punto el conocimiento del armamento atómico en manos de las SADF influyó en la conducta de las tropas Cubanas en la campaña de Angola?

3- ¿Con que arma contaban las fuerzas armadas de Cuba para contrarrestar el armamento atómico?

4- ¿En caso de ser atacadas con armamento atómico que pensábamos hacer?

Se sabía que África del Sur había efectuado pruebas nucleares y suponíamos que debía estar preparando el arma nuclear. Pero de hacer pruebas a poseer un arma nuclear hay mucha distancia y esa distancia es aún mayor cuando se trata de transportar esa arma hacia su supuesto destino. Considero que hasta nivel de primeros oficiales, esto era conocido, pero en ningún momento de la campaña eso influyó en nuestro ánimo.

Nosotros no teníamos capacidad para llevar a cabo un ataque contra Sudáfrica y malamente podíamos llevar a cabo una ofensiva que llegase hasta la profundidad táctico-operativa en territorio de Namibia. De ahí en adelante era muy, pero muy difícil continuar sin al menos tener otro refuerzo en hombres y armamentos (cosa muy poco probable dadas las características políticas de la época).

Baste, analizar que cinco años antes durante la "batalla" de Cangamba, dos regimientos moto mecanizados cubanos fueron enviados en ayuda de los sitiados y ninguno de los dos llegó a su destino situado a 300 kilómetros de los puntos de partida en Huambo y Menongue respectivamente. Sin resistencia de unidades regulares bien equipadas y solo enfrentando a guerrilleros de la UNITA sin adecuados armamentos. Se quedaron sin combustible por el camino, teniendo que ser auxiliados por los helicópteros.

Si a esto se le agrega que en Angola nuestras tropas disponían de cuatro “módulos de combate”. Para que se entienda mejor: Cada medio de combate ya fuera un avión de caza, un helicóptero, un tanque, un grupo de misiles antiaéreos, etc. Disponían del armamento total que podían portar para cumplir cuatro misiones de combate. Una vez que se consumieran esos cuatro módulos, de qué forma se iban a abastecer las unidades en una ofensiva en la profundidad operativa , Si hasta los tanques auxiliares de combustible para los MiG-23 para darle más alcance a los cazas nuestros fueron denegados por los soviéticos.

Creo que esa es la razón por la cual no estábamos preocupados. Más bien, nuestra preocupación consistía en que iría a pasar en caso que nuestra ofensiva no diera resultado y nos viéramos precisados a pasar a la defensa. 

Desde el punto de vista de la protección humana, la verdad es que no contábamos con mucho para contrarrestar armamento nuclear alguno; a no ser los refugios soterrados que en algunos lugares, como por ejemplo en el Regimiento de Helicópteros de Huambo, donde casi todos vivíamos bajo tierra. Muchos campamentos cubanos tenían ésta característica en 1988. Ahora bien, el arma atómica es totalmente diferente a lo que usualmente estamos habituados, puesto que deja un área de radioactividad en el lugar del epicentro de la explosión y una estela a favor del viento, que en dependencia de las variaciones de éste, también puede variar.


                                             Equipo anti radiación nuclear

En el mejor de los casos si nos sorprendía en el refugio, no teníamos medios para determinar la radioactividad existente en la superficie. En fin, son muchas variantes y no me voy a extender. No estábamos preparados para esa contingencia. Los sur-africanos tampoco estaban preparados. Por tanto, si hubieran pretendido golpearnos, supongo que lo habrían hecho bien lejos de sus tropas y del territorio de Namibia, por lo cual considero que los más preocupados debían ser aquellos que estaban en la Misión Militar de Cuba en Angola (MMCA) en Luanda.

Pongo en duda que los sur-africanos estuvieran decididos a utilizar el arma nuclear, a no ser que estuviera implicada la soberanía del territorio propio y no por defender el territorio de Namibia que hacía mucho tiempo que por derecho no les pertenecía.

En aquellas circunstancias no era político utilizar el arma atómica. Dudo también de la capacidad de Africa del Sur para transportar una ojiva nuclear tan siquiera. Por otra parte, la situación interna en el propio territorio sur-africano le era adversa al gobierno y considero que llegaron a la conclusión de que era mejor negociar para que los cubanos se fueran de Angola y evitar un baño de sangre, por demás innecesario y sin beneficios posteriores.

En fin, África del Sur tenía mucho que perder, en todos los órdenes. Fidel Castro lo sabía perfectamente y presionó de ésta forma, buscando una salida negociada. 

En mi caso, muy particular, estaba convencido que mientras más cerca estuviera de la línea del frente, menos me debía preocupar la utilización de bombas atómicas.

Tenia y aun tengo serias dudas de la capacidad sur-africana (en aquella época) de utilizar el arma nuclear, por muchos motivos. Creo que el mayor impedimento eran precisamente los Estados Unidos y los países europeos que ejercían mucha presión para que esto no sucediese.

Dentro de los estimados que se hicieron nunca estuvo la posibilidad de que África del Sur utilizara el arma nuclear, durante una ofensiva cubana hacia la profundidad operativa dentro del territorio de Namibia.

Puede decirse que sí, que nos salvamos de chiripa, pero no por el empleo del arma nuclear, sino por la ceguera de los políticos de la época, que no se daban cuenta de que la utopía socialista europea estaba llegando a su fin.

El desgobierno cubano tenía pleno conocimiento de las actividades nucleares sur-africanas. Supongo que Fidel Castro debe haber valorado que el gobierno del apartheid no se atrevería a utilizar ese tipo de armamento debido a las consecuencias negativas que le traería aparejado.

¿Pudiese haber sido utilizado el armamento atómico sur-africano, primero contra Luanda y posteriormente contra las tropas cubanas que avanzaban por el Flanco Sur Occidental del Frente Sur?

En todo momento he tratado de ubicarme en tiempo y espacio (tal vez no lo haya logrado), pero esa ha sido mi intención y no entrar a argumentar desde la distancia de tantos años.

Los que de una forma u otra forma, tuvimos la oportunidad de estudiar el arma nuclear (en las academias soviéticas) conocíamos las dificultades que iban aparejadas a la utilización de dicha arma. Muy poco se sabe de las consecuencias derivadas de una explosión nuclear y sus secuelas que pueden afectar no solo a los enemigos, sino también a los amigos. No puedo afirmar ni negar que Fidel Castro tuviese información (de la inteligencia soviética) sobre las armas nucleares sur-africanas. Lo que sí puedo decir es que Fidel Castro era una de las personas mejor informadas del mundo y como tal, no dudo que obtuviera la información por cualquier vía.


No obstante una de las principales características de él, es el de descifrar, a su favor, cuanta información le llegue a las manos. Por tanto: No dudo que la tuviera. De manera que si tenía ésa, también tenía que los Estados Unidos, la ex URSS y todos los países que mantenían alguna influencia política o económica sobre el gobierno de Sudáfrica, estaban haciendo lo imposible para que dieran garantías de que no utilizarían el arma nuclear en ningún caso, dado que las tropas cubanas no constituían una amenaza directa para la seguridad territorial de África del Sur y hacía más de 10 años que el territorio de Namibia, oficialmente, había dejado de ser un protectorado.

Por otra parte, quedaba claro que la independencia de Namibia sería, durante mucho tiempo, solo política y la economía se mantendría en poder de África del Sur. No es mi intención, el que mi opinión se interprete como una defensa a Fidel Castro. Solo estoy tratando de describir, más o menos lo que se manejaba en aquellos momentos. ¿Que hubiera sucedido si los sur-africanos lanzan una bomba atómica?

Además de la cantidad de muertos. La historia hubiera sido otra. ¿Qué hubiera pasado si las tropas cubanas entran en territorio de Namibia y los sur-africanos sostienen una resistencia efectiva sin lanzar ninguna bomba atómica y además se niegan a continuar conversando y pasados nueve meses comienzan a caerse (muro de Berlín incluido) uno tras otro los gobiernos de los países socialistas?

Muchos muertos cubanos, por hambre, en combates en los cuales no hubieran podido defenderse por carecer de armamento, municiones, combustible etc. 

Hubiera sido, en el mejor de los casos, el empantanamiento de 60,000 hombres allende el océano y sin posibilidades de salvación alguna.

No sé que hubiera hecho África del Sur con tantos prisioneros, puesto que los cubanos no son fanáticos (ver que en Granada, ninguno murió abrazado a la bandera, como hubiera querido Fidel Castro). Esa era mi mayor preocupación, mientras se dilataban, en el tiempo, las conversaciones. 

EMPANTANARNOS sin posibilidades de salir de allí.

Cuando Gorbachov estuvo en Cuba y no aceptó la Orden José Martí y vimos por TV a Gorbachov en un balcón y a Fidel Castro abajo (como si fuera una escena de Romeo y Julieta), a todos nos quedó claro que la Unión Soviética no estaba interesada en continuar la aventura de Angola, ni la de Nicaragua y mucho menos la de El Salvador.

Buscando elementos sobre el tema de la influencia de las armas atómicas sur-africanas sobre el final de la guerra de Angola, acudí al libro de Enrique Ross "La Aventura Africana de Fidel Castro".

El autor, miembro de la brigada 2506 y padre de la Congresista Ileana Ross-Lehtinen, no siendo testigo presencial de los acontecimientos hace un arduo esfuerzo por recopilar dispersas referencias bibliográficas sobre las intervenciones militares cubanas en África desde el principio de los años sesenta hasta 1989.

Me llamó la atención que, pese a su extensa documentación bibliográfica, sucede lo mismo que en la obra de Juan Benemelis. No hay mención del armamento atómico sur-africano.

Revisé el libro de Chester Crocker, antiguo Asistente del Secretario de Estado para Asuntos Africanos "High Noon in Southern Africa, Making Peace in a Rough Neighborhood"escrito en 1992 e increíblemente no encontré ninguna referencia sobre la influencia del armamento nuclear sur-africano en el proceso de negociaciones que llegó al acuerdo de 1988. 

En fin, Afica del Sur tenía mucho que perder, en todos los órdenes. Fidel Castro lo sabía perfectamente y presionó de ésta forma, buscando una salida negociada.
En esto Fidel Castro los aventajó, blofeó (bluff) y ganó la retirada cubana seis meses antes de que comenzara el “desmerengamiento”, como a él le gusta decir. 


https://manchiviri.blogspot.com/




Wikio – Top Blogs

martes, 20 de agosto de 2024

La Guerra Innecesaria Capítulo 8 La Defensa de Cuito Cuanavale Reflexiones sobre las operaciones de las SADF Hacia Ruacana Descifrando el "Documento Santa Fe" de Ronald Reagan



                         Reflexiones sobre las operaciones de las SADF 


En el supuesto caso de que la UNITA y África del Sur hubieran llegado a dominar el puente (destruido y reconstruido en innumerables ocasiones) ubicado al sur de la confluencia de los ríos Cuito y Cuanavale, junto con el aniquilamiento de las cinco Brigadas FAPLA que se encontraban al este de los mencionados ríos, hubiera quedado abierto el camino hacia Menongue. Se avizoraba la imposibilidad de defender ésta población sin el incremento de nuestras fuerzas. 

Aclaro que, en aquellos momentos, no teníamos conocimiento exacto sobre la cantidad de medios y el número de efectivos sur-africanos involucrados en los combates.

Ante el descalabro de las fuerzas FAPLA, considerábamos que las SADF debían haber concentrado una fuerza arrolladoramente superior. Sin embargo la realidad fue bien diferente y posiblemente haya sido el factor que evitó la pérdida de la posición de Cuito Cuanavale y por ende, el éxito de nuestra defensa.

Entre octubre de 1987 y junio de 1988, no ocurrieron fieras batallas convencionales en suelo africano y mucho menos comparables con las que se libraron contra Erwin Rommel (el Zorro del Desierto). La realidad consistió en que los sur-africanos realizaron ejercicios de puntería contra las recién preparadas brigadas angolanas. Este tipo de comparaciones causa risa. 

Leyendo las memorias de Winston Churchill, sobre los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, podemos apreciar una situación similar en Dunquerque. 

Se trataba de defender una posición, con el objetivo de evacuar, nada menos que dos ejércitos (más de 150 mil hombres y pertrechos de guerra). Lo lograron en menos de un mes, atravesando el Canal de la Mancha. Nosotros demoramos dos meses para cruzar de un lado al otro del río, 20 mil hombres. El puente de Cuito Cuanavale mide 100 metros.

En fin, no valen las comparaciones.

Como consecuencia del fracasado intento de tomar el poblado de Cuito Cuanavale, después de haberlo anunciado a la opinión pública, las tropas sur-africanas, definitivamente bien equipadas y preparadas, no fueron atrapadas, sino obligadas a retirarse. En esta retirada jugó un papel decisivo el avance por el flanco sur-occidental del frente sur.

Reconozcámosle, a las SADF/FALA, el “mérito” de haber parado la ofensiva FAPLA en el río Lomba durante el transcurso de la “Operación Moduler”. Reconozcámosle también el éxito de haber logrado que las cinco brigadas FAPLA, retrocedieran hacia la margen oriental de los ríos Cuito y Cuanavale.

Lo que no podemos reconocer es, que no lograran aniquilar las cinco brigadas FAPLA, que no destruyeran la pista de aterrizaje y mucho menos el poblado de Cuito Cuanavale durante las operaciones “Hooper y Packer”.

Destruyeron el puente. Es verdad, pero fue reconstruido una y otra vez, logrando que las brigadas FAPLA atravesaran el río y una vez en la margen occidental establecieran la defensa.

Muchos de los escritores e historiadores, casi todos ajenos a los acontecimientos y relatando, de oídas, o habiendo tenido acceso a documentos desclasificados de ambas partes, consideran que las SADF perdieron la moral combativa y sufrieron motines por parte de los soldados negros y muchos heridos entre los blancos.

Los sur-africanos refieren que, ante la desesperación, el Presidente  Botha tuvo que hacer acto de presencia en el teatro de operaciones cuando el comando operativo de la SADF se mostró supuestamente incapaz de controlar la situación.


                                            Presidente Pik Botha en 1981

En el momento en que las cinco brigadas de las FAPLA comenzaron a retroceder, del río Lomba hacia Cuito Cuanavale, el Alto Mando Militar cubano decidió, con urgencia, incrementar las fuerzas, pero no con el objetivo de pasar a la ofensiva por el flanco sur-oriental, sino con el fin de contener e impedir el paso de las fuerzas sur-africanas y salvar de éste modo a las Brigadas FAPLA que, desmoralizadas, trataban de cruzar el río.

Las fuerzas sur-africanas, en el teatro de operaciones, eran inferiores al número necesario para cubrir aquel inmenso territorio y si comparamos la preparación de las tropas de la UNITA y el MPLA, no queda más remedio que decir que las del último grupo estaban mejor preparadas. 


                                               Hacia Ruacaná 

                                                      Complejo hidroeléctrico

Mientras las fuerzas combinadas cubano-FAPLA en Cuito Cuanavale defendían sus posiciones, a más de 500 kilómetros de distancia, cinco brigadas de las fuerzas armadas cubanas al mando del General de Brigada Enrique Acevedo, se encontraban, desde el mes de enero de 1988, ocupando posiciones entre Lubango y Ruacaná y tenían un objetivo bien definido:

Irrumpir en el territorio de Namibia y avanzar hacia la profundidad operativa* tomando por asalto todas las bases militares sur-africanas cercanas a la frontera con Angola.

Una división (a la que todos llamábamos División 50) se encontraba compuesta por las brigadas 40, 50, 60 y 80.

Junto a las brigadas cubanas operaban las brigadas 2 y 61 de las FAPLA

 


Las primeras unidades cubanas habían llegado hasta el poblado de Humbe, el día 14 de marzo de 1988.

El día 24 de marzo de 1988 las unidades de esta División comenzaron a cruzar el río Cunene en dirección a Xangongo. 

Para el día 6 de abril de 1988, las unidades de Acevedo habían cruzado el río Cunene por el poblado de Xangongo y apuraban los planes de construir un aeródromo de combate en el menor tiempo posible.

Decir que los cubanos estaban confiados debido a que en tres meses construyeran dos pistas de aviación con el propósito de volver a capturar la provincia de Cunene es un soberano disparate.

Antes de comenzar cualquier enfrentamiento bélico, deben estar claros cuales serán los objetivos que se pretenden alcanzar. Al parecer, el alto mando militar cubano siempre tuvo meridiana claridad de cuál era su objetivo operativo y político.

Los sur-africanos sin embargo, solo parecían pretender el apoyo a la UNITA. 

Desde el año 1981, Fidel Castro había logrado “descifrar” el “Documento Santa Fe” del presidente Ronald Reagan. Ese documento traería aparejado la intensificación de la carrera armamentista, entre los EE.UU. y la URSS, con el subsiguiente “des-merengamiento”; primero de los países satélites (Mongolia, Viet Nam y Cuba) y luego los llamados países socialistas (que lo único que tenían de socialistas era la imposición, por la fuerza, de un régimen no deseado.


                                          Ronald Reagan 1988

No sucedió exactamente así.

Desde el punto de vista político, que el mando militar cubano le plantease al mando militar soviético o FAPLA, la necesidad de una ofensiva en la dirección Ruacana en el año 1987 era totalmente imposible. 

Esto se debía a que en la provincia de Cunene no existían (prácticamente) fuerzas de la UNITA; y desde el punto de vista de la opinión pública internacional una agresión, de fuerzas combinadas (FAPLA-CUBA) hacia el territorio de Namibia, no se entendería y por tanto tendría repercusiones negativas. Además de que, antes de la “Operación Saludando Octubre”, José Eduardo dos Santos no era partidario de semejante empresa. Había dejado, todo el centro y el sur-este de Angola, a merced de la UNITA.

Por esto, aunque el alto mando militar cubano le advirtió a su homólogo soviético que, una ofensiva en la zona del Cuando Cubango no tenía posibilidades de éxito, tampoco hizo el menor esfuerzo por detenerla.

Me atrevo a conjeturar que Fidel Castro debe haber considerado que los sur-africanos podrían caer en la trampa de apoyar a la UNITA en la defensa de Mavinga-Jamba (como ya lo habían hecho en diferentes ocasiones). Esto le daría la oportunidad que tanto había deseado y que en ésta ocasión sería ineludible, pues no habría otra. ¡Atacar por el Flanco Sur Occidental del Frente Sur!

Africa del Sur, en lugar de empeñarse en las operaciones Hooper y Packer, después de haber parado en seco el “Saludo a Octubre” en el río Lomba, hubiera podido esperar pacientemente el desarrollo de los acontecimientos. 



Dada la situación política de Glasnost y Perestroika en la URSS, no hubiera sido errado pensar de esa forma, puesto que dos años y medio más tarde, a finales de 1989, habría cambiado totalmente la correlación de fuerzas y, el ejército de Fidel Castro, se hubiera visto empantanado a miles de kilómetros de Cuba.

Aclaro que, al decir esto que, no me estoy refiriendo al pensamiento del ciudadano común, sino al de los Jefes de Estado, los cuales reciben informaciones históricamente desconocidas para el común de los mortales.


Las operaciones Hooper, Moduler y Packer y la dirección Ruacana 


Los sur-africanos han negado, en más de una ocasión, que las operaciones “Moduler-Hooper-Parker” consistieran en tomar la capital de la provincia del Cuando Cubango, Menongue (Serpa Pinto), y establecer un gobierno provisional de la UNITA que sirviera de pretexto para el incremento de la ayuda de los EE.UU.

Seis meses les tomó la construcción de caminos y la transportación de equipos pesados hacia Mavinga, para más de 9000 efectivos de la SADF.

A principios del año 1987 instalaron un nuevo radar en Rundú con el objetivo de apoyar las operaciones aéreas más al norte, en la profundidad del territorio angolano. La Base aérea de Rundú distaba solamente 3 kilómetros de la frontera de la RPA.




En el mes de abril de 1987 la SAAF comenzó a planear emboscadas contra los aviones de la fuerza aérea angolana.

El día 4 de septiembre de 1987 se trasladó el escuadrón no. 3, compuesto por Mirages F1CZ, para la base de Rundú y junto con los aviones se trasladó también una unidad de radares.

Según nos cuentan los sur-africanos, los aviones de la fuerza aérea angolana ya se encontraban sobrevolando sus unidades y actuando contra las unidades de la UNITA en la dirección Mavinga.

Un radar AR3D se encontraba ubicado, según las fuentes surafricanas, en una elevación del terreno a 10 millas al norte de Rundú, dentro del territorio de la RPA. Este radar solo conseguía ver a los aviones de la fuerza aérea angolana cuando estos volaban en alturas superiores a 7,000 metros. Sin embargo, los radares cubanos ubicados en Menongue, debido a la orografía del terreno (en franco descenso hacia el sur), podía ver los aviones sur-africanos apenas despegaban. 


                                            Ubicación de Rundú en un mapa

La toma de Cuito Cuanavale significaba el control de un paso hacia la ciudad de Menongue. Controlar el paso de unos ríos tan caudalosos era la puerta para el cruce de los medios de combate sur-africanos, con la consiguiente apertura de dos direcciones de combate.

No obstante, solamente existía una región por donde los sur-africanos podían desarrollar una ofensiva demoledora y en escasos días penetrar en Luanda.
Esta dirección estratégica podía ocupar un frente de unos 180 kilómetros y una profundidad de más de mil.

Limitaba al sur entre los poblados de Chitado y Namacunde.
Por el nordeste, desde Lubango hasta Jamba (provincia de Huíla que no se debe confundir con el Estado Mayor de la UNITA en la provincia de Cuando Cubango).
Al este limitaba entre Ondjiva y Jamba.
Al oeste entre Chitado y Lubango.
En estos lugares existen llanuras arenosas que obligan a utilizar los caminos y a partir de Xangongo el terreno permite el despliegue de la técnica. 

Es por eso que fue necesario reforzar el contingente de tropas cubanas y, si el alto mando militar cubano consideraba la anterior, como la dirección principal, seguramente esto debían haberlo valorado también los sur-africanos. Solamente en esta parte del territorio podían darse combates de encuentro entre grandes masas de tanques.

¿Por que el mando militar cubano se decidió por la dirección Ruacana? O lo que es igual, el "Flanco Sur Occidental del Frente Sur".

El río Cunene nace en las proximidades de Huambo (Nueva Lisboa). Algunos kilómetros más al sur es represado por primera vez en un embalse gigantesco que lleva por nombre Gobi.
Este embalse es la primera reguladora del río. Regula el agua que debe llegar a la hidroeléctrica de Matala. 

Cuando Matala necesita mayor afluencia de agua, Gobi se la proporciona. 

Mas al sur se encuentra la reguladora de Xangongo (Rosadas) y luego, un poco mas al sur, la reguladora de Calueque, que realiza el mismo trabajo con la hidroeléctrica de Ruacaná. 

Intento explicar que lo que mueve las turbinas no es el agua acumulada en una represa, sino el poderoso caudal del agua del río, ayudado por la orografía del terreno, en suave descenso hacia el sur. Si en Huambo la altitud sobre el nivel medio del mar es de 1500 metros, en Ruacaná esta altitud es inferior a los 1100 metros.

De apoderarse las tropas cubanas de Ruacaná, dominarían un porciento bastante grande de la energía eléctrica de la cual se abastece el territorio de Namibia. Las pérdidas económicas, en el caso de la destrucción de la hidroeléctrica hubiesen sido de considerables proporciones.

Mientras que en los combates del Flanco Sur Oriental del Frente Sur los combates del río Lomba y la defensa del aeródromo y el poblado de Cuito Cuanavale habían sido más o menos intensos, en el Flanco Sur Occidental del Frente Sur (Ruacana) los combates no pasaron de ser escaramuzas entre patrullas de exploración. 


Uno de estos encuentros ocurrió el día 4 de mayo de 1988, cerca del poblado de Donguena, donde se encontraron a las 13:40 horas (local) dos compañías de exploración, con la Compañía Bravo de las SADF, compuesta por vehículos Casspir (12 en total) pertenecientes al Batallón 101 de las SADF. Una salva de cohetes anti-tanques destruyó cinco carros blindados de las SADF. Los sur-africanos se retiraron desorganizadamente. Se contaron 20 muertos sur-africanos. Se hizo prisionero al Sargento Johan Papenfus gravemente herido. Bajas cubanas 5 muertos y cuatro heridos.

Ese mismo día la aviación sur-africana bombardeó a las fuerzas cubanas acantonadas en las inmediaciones del poblado de Tchipa.

El día 21 de mayo de 1988 otra patrulla cubana chocó, en Onimonganga, con una compañía de vehículos Unimog de las SADF. 

La patrulla cubana sufrió severas pérdidas, perdiendo al jefe y al segundo jefe. No obstante la patrulla resistió hasta la llegada de refuerzos. Al día siguiente la Compañía de UNIMOG perdió 3 vehículos y documentos importantes cayeron en manos cubanas. 

El 22 de mayo de 1988 se da una escaramuza a 14 kilómetros al sur de Tchipa. Se le capturan a las SADF tres camiones Unimog.

Los días 20, 22 y 24 de mayo de 1988 las SADF realizaron varias descargas de artillería sobre las posiciones de la 80 Brigada situada en Tchipa. El día 26 de mayo de 1988 las SADF lanzaron 190 proyectiles de G-5 desde Calueque.

El día 27 de mayo se produjo un combate entre un Batallón de tropas especiales cubanas y fuerzas de las SADF. Se le destruyeron 4 tanques Ratel. Las SADF tuvieron 20 bajas. Se produjo a continuación un duelo de artillería por ambas partes.

Ya para esta fecha las tropas cubanas se encontraban a menos de 80 kilómetros de la frontera entre Angola y Namibia. 

* La profundidad operativa es la distancia aproximada que pueden cubrir las tropas durante un primer golpe. (N. del A.)

https://www.amazon.com/-/es/Mario-Riva-Morales/dp/1535570792


Wikio – Top Blogs

domingo, 18 de agosto de 2024

La Guerra Innecesaria Capítulo 8, continuación La Operación Hooper



                                    La “Operación Hooper”

En la segunda mitad del mes de diciembre los sur-africanos se habían dedicado a bombardear insistentemente el puente sobre el río Cuanavale. Para el día 24 de diciembre de 1987, era prácticamente imposible su utilización. No obstante, los angolanos se las ingeniaron para tender un puente metálico TMM y continuaron su retirada hacia la margen oeste del río.



 El día 13 de enero de 1988 las fuerzas combinadas UNITA-SADF iniciaron la “Operación Hooper”. La intención de esta operación era, sino apoderarse del poblado de Cuito Cuanavale, la pista de aterrizaje y el puente, por lo menos destruirlos, para de esa forma impedir la retirada de las brigadas FAPLA y proceder a su aniquilamiento.

Los asesores cubanos habían informado que la brigada 59 tenía el armamento incompleto. Lo habían ido dejando abandonado en la retirada desde el río Lomba. Las condiciones de las otras no eran mucho mejor.

El inicio de la “Operación Hooper” provocó la dislocación de la brigada 21 de las FAPLA, poniendo en peligro al resto de las unidades, pero la aviación cubana logró destruir varios vehículos blindados sur-africanos y detener su avance.

El 16 de enero de 1988 la aviación cubana realizó una misión de exploración en la cual lograron divisar un Olifant solitario a varios kilómetros al este de la población de Cuito Cuanavale. Siguiendo sus huellas, detectaron una agrupación de las SADF. Ascendieron a 7,000 metros para reclamar apoyo. Dos escuadrillas compuestas por ocho MiG-23ML atacaron en picada de 60°, lanzando 24 bombas de 500 kilogramos cada una. Los sudafricanos sufrieron tal sorpresa, que no fueron capaces de defenderse.

El día 17 de enero de 1988 se envió al grupo táctico de Menongue, apoyado por la Brigada no 10 de las FAPLA, en la dirección de Cuito Cuanavale. Ese mismo día Fidel Castro pidió permiso a José Eduardo dos Santos para que le permitiera hacerse cargo de la responsabilidad en la defensa de Cuito Cuanavale.

Esto trajo alguna resistencia por parte del mando angolano y fue duramente criticado por el mando militar soviético. Aunque de forma muy lenta, para su gusto, Fidel Castro se impuso.

Ante la defensa de las acorraladas brigadas FAPLA y la asistencia de los recién llegados asesores cubanos (como reemplazo de los soviéticos que abandonaban el Teatro de Operaciones) la SADF se mantuvo en la región del triángulo de Tumpo.

El día 6 de febrero de 1988 los Bucaneers, otra vez escoltados por los Mirage F1AZ atacaron el puente sobre el río Cuanavale, utilizando bombas H2.


Fotografía de largo alcance, tirada desde un Bcaneer, antes de se utilizada una bomba H2

Las UNITA-SADF no lograron ninguno de los dos objetivos que se habían propuesto con la “Operación Hooper”. No capturaron ni destruyeron el poblado de Cuito Cuanavale, ni la pista de aterrizaje y aunque volaron el puente, éste fue reparado de inmediato.

El día 14 de febrero de 1988 las fuerzas del SADF y la UNITA realizaron un segundo ataque a las defensas de Cuito Cuanavale.
Tres batallones de las SADF y 6 batallones de las FALA apoyados por treinta tanques y 60 transportadores blindados, atacaron las posiciones de las Brigadas FAPLA 21 y 59.

A las 9:30 horas (local) dos MiG-23 detectaron a las fuerzas enemigas avanzando en formación de combate. De inmediato despegaron una escuadrilla más una pareja de MiG-23ML (seis aviones en total), descargando sus bombas en medio de las líneas enemigas.

                                                Bomba H2

El ataque combinado UNITA-SADF fue rechazado de momento, pero a las 13:30 horas lo repitieron nuevamente.

El día 17 de febrero de 1988 las fuerzas combinadas UNITA- SADF lanzaron el mayor ataque hasta esa fecha.
La dirección del golpe fue dirigido entre las brigadas 59 y 21. Lograron abrir una brecha y entraron a toda velocidad rodeando a la brigada 59.

De no ser por el contra-ataque de una compañía de tanques T-55 cubanos (7 tanques), podrían haber llegado hasta el puente. Uno solo de los tanques cubanos regresó, pero las UNITA-SADF no alcanzaron el puente y esto dio tiempo para que las Brigadas angolanas, menos la 25 y la 13 se replegaran, evitando un desastre irreversible.

El día 19 de febrero de 1988 el mando sur-africano recibió un mensaje del Batallón 32, en el cual informaban de una columna avanzando desde Menongue en dirección a Cuito Cuanavale. Cuatro Mirages F1AZ fueron enviados al encuentro de lo que se suponía era el lugar escogido, por la referida columna, para pasar la noche.

Durante el ataque uno de los pilotos detectó un misil y gritó “rompe por la izquierda”. Segundos después se escuchó al piloto catapultándose. Lograron ver el lugar donde cayó la aeronave, pero no hubo llamadas de auxilio. Los sur-africanos consideraron que el piloto había muerto. Otro de los Mirages sufrió daños de consideración en la tobera de escape.

El 20 de febrero de 1987es derribado, por un sistema anti-aéreo ZSU- 23-4, el avión de la Fuerza Aérea sur-africana del Mayor Every.

                          Posibles restos del avión del Major Edgar Every

El 25 de febrero por la madrugada la SADF y la UNITA iniciaron una ofensiva nocturna, iluminándose con bengalas, cayendo en campos minados y fueron barridos por el fuego de la artillería cubana.
Los blindados y la infantería sur-africana y UNITA se detuvieron confundidos. Luego avanzaron, lentamente, sufriendo grandes pérdidas.

El mismo día 25 de febrero de 1988 un MiG-23ML se encontraba realizando un reconocimiento al sur de Cuito Cuanavale, cuando el navegante de orientación del radar le advirtió sobre la aproximación de un Mirage F1. El piloto se preparó para el combate. Acto seguido, el navegante de orientación le informó que habían aparecido en la zona otros dos Mirage F1.

Al parecer, se trataba de una emboscada, en la que el MiG-23ML se defendió, como pudo, contra tres Mirage F1. El piloto cubano maniobraba enérgicamente, ayudado todo el tiempo por las indicaciones del navegante, que le indicaba la posición de los Mirages. Los sur-africanos le dispararon tres misiles aire-aire V-3 Kukri sin resultado, y se retiraron. Ese día ocurrieron los últimos encuentros aéreos.

Durante el mes de febrero de 1988, la aviación cubana comenzó, con muy poco éxito, la cacería de los obuses, G-5 y G-6 que hostigaban sin cesar a las tropas angolanas.

Al final, cuando los sur-africanos lograron destruir el puente, ya todas las tropas habían sido evacuadas para la margen occidental del río, menos la Brigada 25 de las FAPLA. 

El General de Brigada Miguel Lorente León asumió el mando del Flanco Oriental del Frente Sur el día 6 de marzo de 1988.
Para esa fecha ya se habían consolidado dos Divisiones en Cuito Cuanavale, compuesta por 5 brigadas cubanas (completas) y una División angolana con otras 5 brigadas, un tanto maltrechas, pero con suficiente capacidad combativa para enfrentar al enemigo.

La superioridad sobre la UNITA y las SADF era abrumadora, pero a esas alturas, aquellos que nos encontrábamos sobre el terreno, no lo conocíamos.

El día 19 de marzo de 1988 a las 22:00 horas, despegaron 6 Mirage F1AZ. Su objetivo era atacar unas posiciones en las proximidades del río Longa. Fuentes sur-africanas afirman que la finalidad, de esta tarea de combate, era desviar la atención de Cuito Cuanavale.

En un momento determinado, el líder de la formación observó un destello que le pareció el estallido de una bomba. Debido al silencio de radio, solo notaron la falta de una aeronave después del aterrizaje. Cinco días más tarde, el día 24 de marzo de 1988, enviaron dos helicópteros para intentar un rescate. Demasiado tarde.

No obstante, debo decir en favor de la Fuerza Aérea sur-africana, que al menos intentaron el rescate. 



https://www.amazon.com/-/es/Mario-Riva-Morales/dp/1535570792





Wikio – Top Blogs

viernes, 16 de agosto de 2024

La Guerra Innecesaria Capitulo 8



                                     A los Heroicos Defensores de Cuito Cuanavale

Aunque el mando militar cubano había advertido sobre la necesidad de evitar que las SADF interviniesen, como ya había sucedido tantas veces, ocurrió lo inevitable. 

Las unidades sur-africanas fueron introducidas en combate.

La provincia angolana antes mencionada, toma su nombre por encontrase situada entre los ríos Cuando y Cubango, por lo que podemos catalogarla como una provincia mesopotámica.

Jamba, donde se ubicaba el estado mayor de la UNITA, quedaba situada muy cerca de la franja de Caprivi, que es franco territorio namibiano. 





Si estas Brigadas de Infantería Ligera (BIL) de las FAPLA, hubieran sido apoyadas por las correspondientes unidades de helicópteros, jamás hubiera cantado el "Galo Preto"7, ni hubieran tenido, los sur-africanos, la oportunidad de intervenir en la contienda.

La historia de los cañones G-5 y G-6 hubiera sido bien diferente.

Un arma, tan moderna como son los helicópteros, fue menospreciada por el alto mando militar ruso-soviético. Otro tanto menosprecio le fue concedido por el alto mando cubano.

En ningún momento se utilizaron los helicópteros para contrarrestar los medios autopropulsados sur-africanos y por el contrario, se desgastaron en la utilización de la aviación de combate que no estaba designada a tal efecto.

Los aviones Mig 23 y Mig 21 tienen muy pocas posibilidades en el combate aire-tierra, ya sea por su impresionante velocidad de vuelo, como por su escasa capacidad ofensiva.

La cruda realidad es que, estas aeronaves, fueron diseñadas como caza-interceptoras, con posibilidades limitadas de actuar en variante de caza-bombarderos. Pero su función primordial es la interceptación de la aviación enemiga, mientras que los helicópteros MI-24, son diseñados para el combate contra medios blindados.

Ante el empuje de las brigadas FAPLA, las tropas de la UNITA huyeron desaforadamente hasta llegar al paso obligado del río Lomba, donde las unidades FAPLA fueron atacadas por las SADF, retrocediendo en desbandada hacia el único puente existente a tres kilómetros al sur de la confluencia de los ríos Cuito y Cuanavale.

Cualquier persona con preparación militar sabe que cuando (derivada de las acciones combativas) las tropas huyen en desbandada, generalmente se pierde la guerra.

7 Gallo negro en portugués, simbolo de la UNITA 


No es el caso. La retirada desorganizada de las brigadas FAPLA comenzó aproximadamente el día 15 de octubre de 1987. Increíblemente no fueron perseguidas.

La guerra de Angola, como muchas de las guerras que han ocurrido en el llamado tercer mundo, no era una guerra convencional, aunque pudiera parecerlo a los menos entendidos.

En primer lugar, el soldado angolano (fuese FAPLA o fuese FALA) no tenía el sentido de patriotismo o nacionalidad que asiste a los soldados de países que hace mucho tiempo superaron la fase tribalista de la historia.

Y en segundo lugar, debido a su bajo nivel de instrucción académica y acervo cultural, tanto las tropas de la UNITA como las del MPLA, aunque tuvieran armamento de última generación y habían sido capaces de asimilarlos, se mostraron incapaces de darles la adecuada utilización; aun con la ayuda de los asesores soviéticos y sur-africanos. Lo mismo sucedía con los cuadros de mando.

Con los asesores cubanos sucedía algo muy difícil de explicar.
Los cubanos no solo les explicábamos la teoría, sino que les mostrábamos como aplicar la teoría en la práctica. Los asesores cubanos luchaban codo a codo con los soldados de las FAPLA y algo muy importante y que muy pocos son los que lo han tenido en cuenta, la similitud étnica entre cubanos y angolanos.

Cuando las FAPLA comenzaron la operación, los cubanos solo teníamos un grupo táctico reforzado en Menongue y una escuadrilla de aviación compuesta por 4 aeronaves MIG-21. Entre ellas un avión de entrenamiento.

Las unidades FAPLA, que venían en retirada desde el río Lomba, se reagruparon a unos 20 kilómetros en la margen este del río Cuanavale, formando un arco defensivo. 

Un único puente, de 90 metros de largo, les comunicaba con la margen oeste. Mientras esto sucedía, las SADF estaban preparando el Grupo de Combate “Charly”. Las SADF tuvieron que esperar por el reagrupamiento de las FALA para poder perseguir a las FAPLA.

Esto fue decisivo para el reagrupamiento de las brigadas FAPLA, la retirada bochornosa de los asesores soviéticos y la entrada en acción de los 250 asesores cubanos. La reagrupación de las brigadas FAPLA fue bajo el bombardeo de la artillería de largo alcance de las SADF.

El día 9 de octubre de 1987 las SADF atacaron a la Brigada 16 FAPLA, que se encontraba al norte del puente de Chambinga.

El 9 de noviembre de 1987, el Grupo Bravo realizó un ataque contra la Brigada 59 de las FAPLA, pero se encontraron con la resistencia (obligada) de las Brigadas FAPLA 21 y 25, teniendo que retirarse.

El 11 de noviembre de 1987 la Brigada 16 de las FAPLA se encontraba en posición desconocida.

El día 15 de noviembre de 1987, encontrándome en el sanatorio de Topes de Collantes (en Cuba) durante un chequeo médico anual, me enteré de que iba a dar comienzo una maniobra militar no planificada en el plan anual de preparación combativa. Esta maniobra, aunque no se encontraba planificada, no constituía una sorpresa para ninguno de los oficiales que allí nos encontrábamos.

A esas alturas ya teníamos conocimiento (extraoficial) del derribo del Mayor Rojas.

Entre el 13 y el 17 de noviembre las tropas FAPLA lograron reorganizarse antes de llegar al río Tumpo.

El día 23 de noviembre de 1987, nueve barcos mercantes cubanos zarparon hacia Angola transportando diversos materiales, llegando entre el 10 y el 24 de diciembre a los puertos de Luanda, Lobito y Benguela. 

El mismo día (23 de noviembre de 1987) en que comienzan a zarpar los mercantes cubanos hacia Angola, fue aprobada la Resolución no. 602/87 de las Naciones Unidas condenando la invasión de Angola por África del Sur y demandando su inmediata retirada para el día 10 de diciembre de 1987.



 Entre tanto, el día 25 de noviembre de 1987, cuatro Mirages F1CZ, escoltando a tres Bucaneers, armados con bombas inteligentes del tipo H2, se dirigieron hacia Menongue a fin de inutilizar el aeródromo. Los Mirages despegaron de Rundú a las 08:20 horas (local) y fueron al encuentro de los Bucaneers que, a su vez, despegaron de Grootfontein. 

Antes de comenzar el ascenso, previo a la entrada en rumbo combativo, los Mirages dispararon señuelos de “lucha radio- electrónica” con el objetivo de confundir los radares cubanos. Aun así, los Bucaneers no realizaron el lanzamiento de sus bombas y sobrevolaron Menongue. La misión fue abortada.

Los días 8, 12 y 13 de diciembre de 1987 los Mirages F1AZ volvieron a escoltar a los Bucanners para atacar com bombas H2. Esta vez el objetivo era el puente sobre el río Cuanavale.
El único de los ataques que tuvo éxito resultó ser el tercero y el puente quedó parcialmente destruido.

El 5 de diciembre de 1987 es considerado como el día en que entran en combate las tropas cubanas.

Llegué a la RPA, por segunda vez, en uno de los tantos aviones diarios; y comencé a cumplir mi tercera “misión internacionalista” en los días finales de diciembre de 1987.
En aquel avión viajaban también, no menos de diez Generales cubanos. Uno de ellos era el General Franco (El Gallego) con el cual tenía cierta amistad y con el cual conversé muchísimo durante el vuelo. También viajaba, en aquel avión, el General Leopoldo (Polo) Cintras Frías. 





https://www.amazon.com/-/es/Mario-Riva-Morales/dp/1535570792




Wikio – Top Blogs

jueves, 15 de agosto de 2024

Capítulo 7 La Guerra Innecesaria Prisioneros de la UNITA





El 28 de octubre de 1987 es derribado el MIG 21 UTI (entrenamiento) del Mayor Manuel Rojas García, que en aquel momento era el Jefe de la Sección de Aviación de la DAAFAR en la MMCA, o lo que es prácticamente igual, jefe de la aviación cubana en Angola.

El avión de Rojas fue derribado por un misil tipo “Stinger”, de fabricación norteamericana, en manos de la UNITA.

A Rojas lo conocí en la pista de aviación de Siguanea, Isla de Pinos, a principios de los años 70, siendo yo copiloto de helicópteros. Rojas se encontraba suspendido de vuelos desde el año 67, debido (según radio bemba) a vínculos con un caso "extraño" titulado micro- fracción, aunque otras fuentes se refieren a “fiestas de perchero” (fiestas supuestamente inmorales). Aquel día, en la pista de Siguanea, Rojas estaba prestando servicios como oficial de retaguardia (logística) del Regimiento Aéreo de San Antonio de los Baños.

Rojas había salido de Cuba a estudiar para piloto de la aviación de combate, en el primer grupo enviado para la República Popular China. En esa época, los "viejos pericos" del Partido Socialista (comunista) mantenían un poder paralelo (consentido por Fidel Castro) que aprovechando las circunstancias enviaron a estudiar a su cantera joven, o por lo menos a aquellos jóvenes que pertenecieran a su área de influencia.

Es, o era, un mulato alto bien parecido, de palabra fácil, apoyado en una fértil inteligencia sustentada por estudios de derecho y ciencias sociales. En los años en que fuera suspendido como piloto no perdió el tiempo. Supo compartir los estudios con sus conquistas amorosas. No es, de ninguna manera, lo que se llama un parlanchín, ni habla rápido. Todo lo contrario. Medita sus palabras y se expresaba coherentemente. Nada de locuras y mucho menos de nervios.

Pertenecíamos a la misma Unidad Militar; y en mi condición de piloto de helicópteros asistía a las líneas de vuelo de la aviación de combate, como parte del equipo de Búsqueda, Salvamento y Rescate (BSR). De esa forma alternábamos y confraternizábamos, entre vuelo y vuelo, con todos los pilotos. Cuando yo cumplía una segunda "misión internacionalista", Rojas aun no había cumplido la primera. Aunque no es menos cierto que participó en la "Operación Pico", bajo el mando del General Rafael del Pino. Pero esta, es otra historia. 

La próxima vez que coincidimos fue en la Academia de las Fuerzas Aéreas de la Unión Soviética, Yuri Gagarin. 

(http://baracuteycubano.blogspot.pt/2009/06/la-monstruosa-operacion-pico-contra-la.html)


                                 Pilotos cubanos, participantes en la Operación Pico

Cuando la UNITA derribó al Jefe de la Sección Fuerza Aérea DAAFAR de la MMCA, Coronel Manuel Rojas García y su compañero de vuelo Quesada, la dotación de Búsqueda, Salvamento y Rescate (BSR), se encontraba a 50 Km, de distancia del lugar de los hechos.

Los helicópteros llegaron a la posición donde había caído el avión, 15 minutos después de ocurrido el derribo.

Ambos pilotos (Rojas y Quesada) sabían perfectamente, que no tenían posibilidades de ser rescatados y es probable que por esta razón no utilizaran la radio-estación de auxilio “KOMAR”, la cuál podía haber ayudado, a la pareja de helicópteros, en su localización. La KOMAR, tiene la particularidad de quedar funcionando automáticamente luego de producirse la activación del sistema de eyección de la cabina.

La estación de auxilio quedó marcando la ubicación del paracaídas, trayendo por consecuencia que las tropas de la UNITA se ensañaran con los helicópteros que, en el afán de rescatar a sus compañeros, se aproximaban una y otra vez al lugar desde donde procedían las señales.

Ambos helicópteros (cuyo líder se apellidaba Cadiz, y sus más cercanos conocían con el sobrenombre de “chícharo”, regresaron a Menongue con más de 36 perforaciones en sus fuselajes.
Varios miembros de las dotaciones de BSR resultaron heridos, por suerte ninguno era piloto.

Rojas y su compañero de infortunio, permanecieron prisioneros de la UNITA durante algún tiempo. 

¿Por qué, si los cubanos no estábamos participando en aquella ofensiva, ahora Rojas refiere que, como pilotos, tanto él como Quesada cumplían de tres a cuatro tareas de combate diarias contra la UNITA? 

Efectivamente, se encontraban combatiendo a la UNITA, pero mucho más al norte.

La estación KOMAR trasmite una señal consistente en un “bip, bip” de incalculables inconvenientes en territorio enemigo. Su volumen no es ajustable. Debido al ruido estático (parásito) la recepción se torna desesperante y sin posibilidades de ser contenida. Definitivamente no fue diseñada para tiempos de guerra. 

Estación KOMAR del equipo de Rojas capturado por UNITA

En Cuba las labores de Búsqueda, Salvamento y Rescate (BSR) eran sagradas, aunque con el transcurso del tiempo nos hizo comprendimos que no se tomaban tan en serio.

Cada región de vuelo se encontraba cubierta por un helicóptero (no más de 100 Kms.) y una tripulación compuesta por una escuadra de soldados para la protección del helicóptero y el rescate del piloto accidentado, ya fuera en territorio enemigo o propio.

Este patrón se mantuvo de forma invariable, en Angola, durante trece años. Nada tenía que ver con las dimensiones del territorio angolano y mucho menos con el desarrollo de las acciones combativas. 

Mantuvimos, durante más de 15 años, un sistema diseñado para tiempos de paz. 


Lo interesante de este derribo (el de Rojas) es que no ocurre en el Teatro de Operaciones de la Operación “Saludando Octubre”, sino en las inmediaciones de un poblado de nombre Luvuei en la provincia de Moxico. Todo parece indicar que se encontraban actuando contra las fuerzas de la UNITA que avanzaban sobre Cuemba.

Entre octubre y diciembre de 1987 las nuevas órdenes que recibieron, según refieren los sur-africanos, consistieron en limpiar los remanentes de fuerzas enemigas a lo largo de toda la margen occidental del río Cuito y establecer posiciones desde las cuales pudieran prevenir futuras incursiones FAPLA en la dirección Mavinga.

La SADF necesitaba alcanzar una posición desde donde poder bombardear el aeródromo de Cuito Cuanavale y neutralizar la base para que no sirviera como punto de partida para una nueva ofensiva.

Cuito Cuanavale le daba la posibilidad a los Migs de incursionar en la dirección Mavinga, pero si el aeródromo era destruido los Migs tendrían que trasladarse 175 Kms. al noroeste, hacia el aeródromo de Menongue. 









https://www.amazon.com/-/es/Mario-Riva-Morales/dp/153557079


Wikio – Top Blogs

Sucedió en Ciudad Trujillo 1959

                                                                    Epílogo Solo después de la muerte de Mario Riva Patterson, ocurrida en ...