sábado, 24 de agosto de 2024

Capítulo 9, continuación Influencia del Armamento Nuclear Surafricano en la guerra de Angola








África del Sur venía trabajando en la fabricación de una bomba atómica desde hacía mucho tiempo pero los trabajos en la misma se aceleraron después de su derrota en la guerra de Angola a fines de 1975.

Un satélite soviético pudo captar la construcción de dos túneles en el desierto de Kalahari en Agosto de 1977 que solo podían ser destinados a pruebas de armas atómicas.

Los norteamericanos lo comprobaron con sus medios técnicos y la URSS, los Estados Unidos y Francia protestaron. Las pruebas fueron pospuestas.

El día 22 de Septiembre de 1979, un satélite Vela detecto pruebas atómicas con artefactos de baja potencia cerca de la isla Príncipe Eduardo, en el Océano Indico y todos los analistas de los principales países del mundo responsabilizaron a los gobiernos de África del Sur e Israel.

Después de 1979 los científicos sur-africanos les entregaron el proyecto de armamento atómico a los ingenieros de la ARMSCOR, que se dedicaron a miniaturizarla y prepararla para ser usada como armamento en aviones o en misiles.

http://www.fas.org/nuke/guide/rsa/nuke/ocp27.htm

1- ¿Hasta que punto se conocía por la alta oficialidad Cubana que el enemigo contaba con armamento atómico?

2- ¿Hasta qué punto el conocimiento del armamento atómico en manos de las SADF influyó en la conducta de las tropas Cubanas en la campaña de Angola?

3- ¿Con que arma contaban las fuerzas armadas de Cuba para contrarrestar el armamento atómico?

4- ¿En caso de ser atacadas con armamento atómico que pensábamos hacer?

Se sabía que África del Sur había efectuado pruebas nucleares y suponíamos que debía estar preparando el arma nuclear. Pero de hacer pruebas a poseer un arma nuclear hay mucha distancia y esa distancia es aún mayor cuando se trata de transportar esa arma hacia su supuesto destino. Considero que hasta nivel de primeros oficiales, esto era conocido, pero en ningún momento de la campaña eso influyó en nuestro ánimo.

Nosotros no teníamos capacidad para llevar a cabo un ataque contra Sudáfrica y malamente podíamos llevar a cabo una ofensiva que llegase hasta la profundidad táctico-operativa en territorio de Namibia. De ahí en adelante era muy, pero muy difícil continuar sin al menos tener otro refuerzo en hombres y armamentos (cosa muy poco probable dadas las características políticas de la época).

Baste, analizar que cinco años antes durante la "batalla" de Cangamba, dos regimientos moto mecanizados cubanos fueron enviados en ayuda de los sitiados y ninguno de los dos llegó a su destino situado a 300 kilómetros de los puntos de partida en Huambo y Menongue respectivamente. Sin resistencia de unidades regulares bien equipadas y solo enfrentando a guerrilleros de la UNITA sin adecuados armamentos. Se quedaron sin combustible por el camino, teniendo que ser auxiliados por los helicópteros.

Si a esto se le agrega que en Angola nuestras tropas disponían de cuatro “módulos de combate”. Para que se entienda mejor: Cada medio de combate ya fuera un avión de caza, un helicóptero, un tanque, un grupo de misiles antiaéreos, etc. Disponían del armamento total que podían portar para cumplir cuatro misiones de combate. Una vez que se consumieran esos cuatro módulos, de qué forma se iban a abastecer las unidades en una ofensiva en la profundidad operativa , Si hasta los tanques auxiliares de combustible para los MiG-23 para darle más alcance a los cazas nuestros fueron denegados por los soviéticos.

Creo que esa es la razón por la cual no estábamos preocupados. Más bien, nuestra preocupación consistía en que iría a pasar en caso que nuestra ofensiva no diera resultado y nos viéramos precisados a pasar a la defensa. 

Desde el punto de vista de la protección humana, la verdad es que no contábamos con mucho para contrarrestar armamento nuclear alguno; a no ser los refugios soterrados que en algunos lugares, como por ejemplo en el Regimiento de Helicópteros de Huambo, donde casi todos vivíamos bajo tierra. Muchos campamentos cubanos tenían ésta característica en 1988. Ahora bien, el arma atómica es totalmente diferente a lo que usualmente estamos habituados, puesto que deja un área de radioactividad en el lugar del epicentro de la explosión y una estela a favor del viento, que en dependencia de las variaciones de éste, también puede variar.


                                             Equipo anti radiación nuclear

En el mejor de los casos si nos sorprendía en el refugio, no teníamos medios para determinar la radioactividad existente en la superficie. En fin, son muchas variantes y no me voy a extender. No estábamos preparados para esa contingencia. Los sur-africanos tampoco estaban preparados. Por tanto, si hubieran pretendido golpearnos, supongo que lo habrían hecho bien lejos de sus tropas y del territorio de Namibia, por lo cual considero que los más preocupados debían ser aquellos que estaban en la Misión Militar de Cuba en Angola (MMCA) en Luanda.

Pongo en duda que los sur-africanos estuvieran decididos a utilizar el arma nuclear, a no ser que estuviera implicada la soberanía del territorio propio y no por defender el territorio de Namibia que hacía mucho tiempo que por derecho no les pertenecía.

En aquellas circunstancias no era político utilizar el arma atómica. Dudo también de la capacidad de Africa del Sur para transportar una ojiva nuclear tan siquiera. Por otra parte, la situación interna en el propio territorio sur-africano le era adversa al gobierno y considero que llegaron a la conclusión de que era mejor negociar para que los cubanos se fueran de Angola y evitar un baño de sangre, por demás innecesario y sin beneficios posteriores.

En fin, África del Sur tenía mucho que perder, en todos los órdenes. Fidel Castro lo sabía perfectamente y presionó de ésta forma, buscando una salida negociada. 

En mi caso, muy particular, estaba convencido que mientras más cerca estuviera de la línea del frente, menos me debía preocupar la utilización de bombas atómicas.

Tenia y aun tengo serias dudas de la capacidad sur-africana (en aquella época) de utilizar el arma nuclear, por muchos motivos. Creo que el mayor impedimento eran precisamente los Estados Unidos y los países europeos que ejercían mucha presión para que esto no sucediese.

Dentro de los estimados que se hicieron nunca estuvo la posibilidad de que África del Sur utilizara el arma nuclear, durante una ofensiva cubana hacia la profundidad operativa dentro del territorio de Namibia.

Puede decirse que sí, que nos salvamos de chiripa, pero no por el empleo del arma nuclear, sino por la ceguera de los políticos de la época, que no se daban cuenta de que la utopía socialista europea estaba llegando a su fin.

El desgobierno cubano tenía pleno conocimiento de las actividades nucleares sur-africanas. Supongo que Fidel Castro debe haber valorado que el gobierno del apartheid no se atrevería a utilizar ese tipo de armamento debido a las consecuencias negativas que le traería aparejado.

¿Pudiese haber sido utilizado el armamento atómico sur-africano, primero contra Luanda y posteriormente contra las tropas cubanas que avanzaban por el Flanco Sur Occidental del Frente Sur?

En todo momento he tratado de ubicarme en tiempo y espacio (tal vez no lo haya logrado), pero esa ha sido mi intención y no entrar a argumentar desde la distancia de tantos años.

Los que de una forma u otra forma, tuvimos la oportunidad de estudiar el arma nuclear (en las academias soviéticas) conocíamos las dificultades que iban aparejadas a la utilización de dicha arma. Muy poco se sabe de las consecuencias derivadas de una explosión nuclear y sus secuelas que pueden afectar no solo a los enemigos, sino también a los amigos. No puedo afirmar ni negar que Fidel Castro tuviese información (de la inteligencia soviética) sobre las armas nucleares sur-africanas. Lo que sí puedo decir es que Fidel Castro era una de las personas mejor informadas del mundo y como tal, no dudo que obtuviera la información por cualquier vía.


No obstante una de las principales características de él, es el de descifrar, a su favor, cuanta información le llegue a las manos. Por tanto: No dudo que la tuviera. De manera que si tenía ésa, también tenía que los Estados Unidos, la ex URSS y todos los países que mantenían alguna influencia política o económica sobre el gobierno de Sudáfrica, estaban haciendo lo imposible para que dieran garantías de que no utilizarían el arma nuclear en ningún caso, dado que las tropas cubanas no constituían una amenaza directa para la seguridad territorial de África del Sur y hacía más de 10 años que el territorio de Namibia, oficialmente, había dejado de ser un protectorado.

Por otra parte, quedaba claro que la independencia de Namibia sería, durante mucho tiempo, solo política y la economía se mantendría en poder de África del Sur. No es mi intención, el que mi opinión se interprete como una defensa a Fidel Castro. Solo estoy tratando de describir, más o menos lo que se manejaba en aquellos momentos. ¿Que hubiera sucedido si los sur-africanos lanzan una bomba atómica?

Además de la cantidad de muertos. La historia hubiera sido otra. ¿Qué hubiera pasado si las tropas cubanas entran en territorio de Namibia y los sur-africanos sostienen una resistencia efectiva sin lanzar ninguna bomba atómica y además se niegan a continuar conversando y pasados nueve meses comienzan a caerse (muro de Berlín incluido) uno tras otro los gobiernos de los países socialistas?

Muchos muertos cubanos, por hambre, en combates en los cuales no hubieran podido defenderse por carecer de armamento, municiones, combustible etc. 

Hubiera sido, en el mejor de los casos, el empantanamiento de 60,000 hombres allende el océano y sin posibilidades de salvación alguna.

No sé que hubiera hecho África del Sur con tantos prisioneros, puesto que los cubanos no son fanáticos (ver que en Granada, ninguno murió abrazado a la bandera, como hubiera querido Fidel Castro). Esa era mi mayor preocupación, mientras se dilataban, en el tiempo, las conversaciones. 

EMPANTANARNOS sin posibilidades de salir de allí.

Cuando Gorbachov estuvo en Cuba y no aceptó la Orden José Martí y vimos por TV a Gorbachov en un balcón y a Fidel Castro abajo (como si fuera una escena de Romeo y Julieta), a todos nos quedó claro que la Unión Soviética no estaba interesada en continuar la aventura de Angola, ni la de Nicaragua y mucho menos la de El Salvador.

Buscando elementos sobre el tema de la influencia de las armas atómicas sur-africanas sobre el final de la guerra de Angola, acudí al libro de Enrique Ross "La Aventura Africana de Fidel Castro".

El autor, miembro de la brigada 2506 y padre de la Congresista Ileana Ross-Lehtinen, no siendo testigo presencial de los acontecimientos hace un arduo esfuerzo por recopilar dispersas referencias bibliográficas sobre las intervenciones militares cubanas en África desde el principio de los años sesenta hasta 1989.

Me llamó la atención que, pese a su extensa documentación bibliográfica, sucede lo mismo que en la obra de Juan Benemelis. No hay mención del armamento atómico sur-africano.

Revisé el libro de Chester Crocker, antiguo Asistente del Secretario de Estado para Asuntos Africanos "High Noon in Southern Africa, Making Peace in a Rough Neighborhood"escrito en 1992 e increíblemente no encontré ninguna referencia sobre la influencia del armamento nuclear sur-africano en el proceso de negociaciones que llegó al acuerdo de 1988. 

En fin, Afica del Sur tenía mucho que perder, en todos los órdenes. Fidel Castro lo sabía perfectamente y presionó de ésta forma, buscando una salida negociada.
En esto Fidel Castro los aventajó, blofeó (bluff) y ganó la retirada cubana seis meses antes de que comenzara el “desmerengamiento”, como a él le gusta decir. 


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