A mediados del año 1988, estando en Huambo, recibí una llamada telefónica del Coronel Juan Oscar Méndez ordenándome comunicarle, a los funcionarios de la Cruz Roja Internacional que operaban unos aviones, con ayuda sanitaria y humanitaria, desde Huambo, las intenciones del mando militar cubano de derribar cualquiera de sus aeronaves que penetrara en el espacio aéreo restringido.
A mi, ésta orden me pareció algo descabellada. Era imposible que la Cruz Roja Internacional fuera por ahí, violando el espacio aéreo, haciendo lo que le diera la gana. La CRI es una organización seria. Es por eso que, antes de cumplir la orden, me propuse la tarea de investigar.
La investigación trajo por resultado que, nosotros mismos, éramos los responsables de la falta de información.
Unos meses antes de la llamada de Juan Oscar, había llegado a
Huambo la CRI, estableciendo la coordinación con las distintas
entidades que trabajaban en la ciudad.
Los funcionarios de la CRI resultaron ser mujeres, que al decir del
jefe del E.M. del regimiento de helicópteros, eran hermosas. ¡No tuve
el honor de conocerlas!
Sin importar que lo fueran, los cubanos andábamos escasos de
mujeres y... Las relaciones se fueron estrechando; hasta intercambio
de regalos se llegaron a realizar.
Fue así que, intervino la Contra Inteligencia Militar (CIM),
prohibiendo éste tipo de relaciones “peligrosas”.
De la noche a la mañana se enfriaron las relaciones entre los militares cubanos y las funcionarias de la CRI, trayendo como consecuencia la incomunicación.
Hasta ese momento, el puesto de mando del regimiento había recibido
diariamente el programa de trabajo de la CRI, debidamente autorizado
por las autoridades competentes de Angola, un país “soberano”.
A partir de ese momento, el mando militar cubano, por incapacidad y
negligencia dejaba de obtener información y solo se le ocurría acudir
a la amenaza ridícula.
La CRI informaba diariamente la planificación de sus vuelos y recibía de vuelta todas las autorizaciones y las prohibiciones correspondientes de parte de las autoridades angolanas.
De acuerdo al requerimiento de Fidel Castro, los cubanos teníamos el
mando sobre el TOM de Cuito Cuanavale, o lo que es igual, en la
provincia de Cuando Cubango cuya capital es Menongue.
Huambo es otra provincia y Cunene, donde se desarrollaba el avance
sobre Ruacaná, otra bien lejana y diferente.
De manera que Fidel Castro campeaba, a sus anchas, por todo el territorio de la RPA, desconociendo la soberanía angolana y nuestras tropas se atrevían a inmiscuirse en sus asuntos internos, hasta la amenaza.
Amenaza que se pudo convertir, de hecho, en el “casi” derribo del avión del presidente de Bostwana.
El ataque al avión del Presidente de Bostwana
Puede que haya sido el 6 o el 8 de agosto de 1988 cuando un avión British Aerospace 125 Series 800 (OK-1), que transportaba hacia Luanda al Presidente de Bostwana Quett Masire y su comitiva para sostener una reunión de los Países de la Línea del Frente, violó el espacio aéreo del TOM.
Toda la provincia de Cuando-Cubango se encontraba subordinada, al mando militar cubano y se suponía que existiera una coordinación entre angolanos y cubanos, pero no era así.
El mando militar cubano no informaba sus intenciones al mando angolano y viceversa. Por la parte cubana, tal vez por miedo de que se perdiera el secreto; y otras veces posiblemente debido al menosprecio. El caso es que cuando se “extraviaba” la coordinación entre los mandos, sucedían estos inconvenientes que llegaban a convertirse en situaciones extremadamente peligrosas.
El día al cuál nos referimos, el avión del presidente de Bostwana se encontraba debidamente autorizado a volar desde la capital de su país hasta la capital de Angola. Al parecer el mando militar cubano no tenía conocimiento de esta autorización.
Desde que entró en el espacio aéreo controlado por las fuerzas cubanas se le disparó con cuanto armamento se encontraba disponible, siendo todos inefectivos contra un avión que volaba a casi 950 Km/hr.
Al final y totalmente fuera del teatro de operaciones, una pareja de
aviones MIG-23ML le disparó dos mísiles tipo R-60. Fue el último
intento que se hizo para derribar el Jet ejecutivo.
Uno de los mísiles explotó cerca del motor derecho arrancándolo del
fuselaje. El segundo misil, por suerte, impactó contra el motor que iba
en caída. Aterrizaron en el aeropuerto de Cuito Bie. No tuvieron
heridos de gravedad y el avión fue reparado.
Pude ver el avión en la rampa de vuelos de Cuito Bie.
El diversionismo ideológico y el Comandante en Jefe
Si no se parte de la idea que el desgobierno cubano es Fidel Castro y que Fidel Castro era el mando de las tropas cubanas, nunca se podrá llegar a tener una idea de lo que sucedía en Angola.
No se puede pensar en forma de régimen democrático cuando se trata de régimen totalitario tipo fidelista porque, aunque muchos no lo consideren de esa forma, es el más totalitario que ha existido en el fenómeno llamado "comunista" que asoló al mundo durante el siglo XX.
Aun hoy, queda esa reminiscencia caribeña.
Las características de Fidel Castro son sui géneris. No admite comparación con ningún otro tipo de dictador totalitario.
¡Será del mal, pero es un genio!
En Angola las tropas estaban mal alimentadas, pero ningún soldado tenía menos de seis de hemoglobina en sangre. El padecimiento general era gastritis, debido al tipo de alimentación a que eran sometidos.
A Fidel Castro le preocupaban más aquellos soldados que cometían indisciplinas con el velado ánimo de ser repatriados.
Existía una contradicción entre repatriar a un soldado que, supuestamente había ido voluntariamente a Angola, y ahora cometía
una indisciplina.
La indisciplina podía costarle la vida si caía en manos de la UNITA,
pero si aumentaba el número de indisciplinados que regresaban a
Cuba, podía significar una catástrofe para el régimen.
¡Eso si era preocupante!
¿Que era mejor?:
¿Que muriera a manos de la UNITA?
¿Que muriera como consecuencia de una mina?
¿Tenerlo preso en Angola?
¿Interrumpirle la misión y retornarlo a Cuba?
Esta última opción era prácticamente inaceptable y al jefe que se le ocurriera, inmediatamente pasaba a ser objetivo de la contra- inteligencia militar por considerarse una debilidad ideológica.
El término "debilidad ideológica" en un régimen como el de Fidel Castro, puede ser atribuido a cualquier renglón de la vida cotidiana. Después que el General Rafael del Pino se fuera de Cuba, los accidentes aéreos llegaron a considerarse una debilidad ideológica. Lo peor era que nadie se atrevía a decir que los pilotos que llegaban de la URSS con preparación deficiente y que los pilotos experimentados se encontraban recargados de trabajo.
Todo esto constituía una debilidad ideológica y ser débil ideológico en una sociedad fidelista es peor que tener cáncer en fase terminal.
Considero necesario aclarar que en el FSOccFS (de Lubango a Ruacana) la UNITA no tenía bases logísticas. Este era un territorio de la provincia de Cunene, dominado por las SWAPO. Incluso la población autóctona no pertenece al pueblo Umbundo (Ovimbundo), por lo que Savimbi no podía contar com los jefes tribales.
Los jefes tribales, en esa región, son Kwanyama. Los Kwanyamas se encontraban lo mismo en Angola que en Namibia. O sea, en ambas márgenes del río Cunene encontraríamos Kwanyamas.
Decir Kwanyama era como decir SWAPO y las SWAPO y los Kwanyamas no podían ver, ni en pintura, a la UNITA ni a los Umbundos.
A mediados de 1988, los sur-africanos comprendieron que la aglomeación de fuerzas cubanas en el FSOccFS hacía posible el desarrollo de combates dentro de lo que constituía un territorio ocupado ilegalmente, según la resolución 435 de Naciones Unidas, por parte de África del Sur. Esta posibilidad constituiría un descalabro económico y militar para África del Sur.
En un informe militar ante los líderes del movimiento de Países No- alineados en La Habana, Fidel Castro enfatizó como la única solución viable la opción militar y sus implicaciones para África del Sur. Enfatizó que los batallones cubano-angolanos y de la organización insurgente Namibia de la SWAPO habían adelantado 250 kilómetros desde Cuito Cuanavale, estableciendo posiciones a 50 kilómetros de los bordes limítrofes con Namibia.
En éste informe, cuando Fidel Casto se refiere a la batalla de Cuito-
Cuanavale lo hace como un “todo incluído”.
En la provincia angolana de Cuando-Cubango en ningún momento se
avanzó hacia la frontera con Namibia.
Ese territorio era inmensamente complejo para el desarrollo de acciones militares de envergadura, tal y como se lo había planteado el Mando Militar cubano, a su homólogo soviético, antes de que las FAPLA comenzaran “el saludo a octubre”, que tan caro les costase.
En el informe de los no alineados, Fidel Castro se estaba refiriendo a la ofensiva por el FSOccFS, utilizando (como pantalla) el nombre de Cuito-Cuanavale; posiblemente para evitar dar explicaciones más profundas sobre el “por que” del avance, de las fuerzas cubanas, por un territorio en el que aun no se habían librado acciones combativas.
Nadie podía imaginar que el montón de subdesarrollados cubanos fueran capaces de construir un aeródromo de combate en solo semanas. Se sorprendieron los sur-africanos, los rusos y los norteamericanos y no les quedó duda de que, si habíamos sido capaces de hacer eso, también seríamos capaces de invadir Namibia.
Por lo menos decisión había. Este efecto, era precisamente lo que quería Fidel Castro.
Para ésta fecha ya las unidades sur-africanas se estaban retirando gradualmente del territorio angolano por la parte del FSOrtFS y sin presión alguna. En el FSOccFS no había tropas sur-africanas estacionadas dentro del territorio angolano. Con esto quiero decir que las fuerzas de la UNITA y África del Sur nunca se encontraron atenazadas, tal y como refieren algunos periodistas e historiadores.
Por el FSOrtFS, en la dirección Mavinga, no se debía perseguir a las tropas SADF que iban en retirada puesto que quedaba la UNITA que aun podía hacer mucho daño. La dirección correcta era por el FSOccFS en dirección a la hidroeléctrica de Ruacaná y a los principales aeródromos y centros vitales para la economía sur-africana en territorio namibio.
El 7 de junio de 1988, Fidel Castro envió al general Ochoa el siguiente cifrado, cuyas instrucciones, de llevarse a efecto, indudablemente hubiesen provocado la generalización del conflicto en todo el sur y el rompimiento de las conversaciones de paz:
"Noticias sobre posible golpe aéreo sorpresivo sudafricano sobre tropas cubano-angolanas no deben ser subestimadas, tienen cierta lógica; tener listo contragolpe con todos los medios aéreos posibles para la destrucción total tanque de agua y transformadores de Ruacana (la represa), que debe llevarse a cabo tan rápido como sea posible; deben elaborarse planes para golpear también Ochicata y bases aéreas próximas.. Habrá que utilizar para ello el aeropuerto de Cahama, todo lo que admitan las circunstancias; no esperar órdenes para actuar... respuesta debe ser fulminante y rápida".
Lo extraño de éste cifrado, consistía en la orden de artillar todos los aviones, menos la guardia combativa, con bombas de demolición.
Si se esperaba un ataque aéreo masivo, lo lógico hubiera sido preparar
al menos el 50% de la técnica con armamento aire-aire, para repeler la
agresión y luego golpear con el otro 50%.
Cuando Fidel Castro se refiere (durante la intervención antes mencionada) al tanque de agua, posiblemente se estuviera refiriendo a la reguladora de agua de Calueque, que fue el punto atacado por nuestra aviación. La idea era destruir la reguladora y si no había respuesta positiva por parte de los sur-africanos, o sea, si los sur-africanos devolvían el golpe, entonces destruir la hidroeléctrica y bombardear los aeródromos más cercanos. De ahí, a que nuestros blindados comenzaran la ofensiva, era solo cuestión de horas.
De manera que no se esperaron órdenes ulteriores cuando se produjeron los choques entre patrullas de exploradores cubanas y sur-africanas. El Teniente Coronel Antonio Vega Toscano dio la orden de despegue de su Regimiento Aéreo ubicado en las bases de Lubango, Xangongo y N ́Giva.
Vega fue condecorado con una orden Antonio Maceo, una de las más altas condecoraciones del ejército cubano, para algunos meses más tarde verse humillado, como un débil ideológico al casársele una hija, dicen, con un cubano-americano y su mujer asistir a la boda. Vega, particularmente, no asistió, pero sufrió las consecuencias.
Fidel Castro estaba anunciando lo que se avecinaba y por tanto poder decir que el lo había advertido. Pero de ahí a que, algunos historiadores digan que,... Dos Santos no se dejará tentar por estas consideraciones....
Desde el momento en que Dos Santos le pidió a Fidel Castro que tomara cartas en el asunto de Cuito Cuanavale, la única condición que impuso Fidel Castro fue que Dos Santos no se inmiscuyera en las cuestiones militares y así lo hizo el presidente angolano.
Es por eso que la defensa anti-aérea estuvo a punto de derribar el avión ejecutivo del Presidente de Bostwana que viajaba a Luanda y pasó a 950 Km/hr sobre el Teatro de Operaciones Militares del FSOrtFS. Sencillamente Dos Santos, ni el Estado Mayor General angolano tenían nada que ver con el desarrollo de las acciones militares en el Frente Sur.
Hay quienes consideran que,... “los jefes militares cubanos no se iban a dejar tentar”..., refiriéndose a una posible negativa a la invasión del territorio de Namibia, que es como decir que no iban a cumplir las órdenes de Fidel Castro.
¿Alguien, en su sano juicio, puede darle credibilidad a éste argumento? Si Fidel Castro hubiera dado la orden de atacar, se hubiera atacado.
Hay quienes, refiriéndose a las negociaciones de paz, sugieren que Fidel Castro trataba de obstaculizar el desarrollo de las mismas sin querer dar crédito a que ahora, con más de 60 mil hombres y en condiciones de lanzar una ofensiva contra las fuerzas sur-africanas en el territorio de Namibia, Fidel Castro podía exigir. Ahora él imponía condiciones.
Si no estaban de acuerdo con lo que él pretendía, se retiraba de las conversaciones. Ahora los que estaban apurados eran los sur-africanos, que estaban sacando cuentas y los norteamericanos no los apoyaban.
¿De que si Fidel Castro estaba decidido a que las tropas cubanas penetraran en territorio namibio? Si. Ninguno de los oficiales, de los que estábamos en Angola teníamos dudas. Las órdenes eran bien claras.
Cuando Gorbachov estuvo en Cuba y no aceptó la Orden José Martí y vimos por TV a a Gorbachov en un balcón y a Fidel Castro abajo (como si fuera una escena de Romeo y Julieta), a todos nos quedó claro que la Unión Soviética no estaba interesada en continuar la aventura de Angola.
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