domingo, 18 de agosto de 2024

La Guerra Innecesaria Capítulo 8, continuación La Operación Hooper



                                    La “Operación Hooper”

En la segunda mitad del mes de diciembre los sur-africanos se habían dedicado a bombardear insistentemente el puente sobre el río Cuanavale. Para el día 24 de diciembre de 1987, era prácticamente imposible su utilización. No obstante, los angolanos se las ingeniaron para tender un puente metálico TMM y continuaron su retirada hacia la margen oeste del río.



 El día 13 de enero de 1988 las fuerzas combinadas UNITA-SADF iniciaron la “Operación Hooper”. La intención de esta operación era, sino apoderarse del poblado de Cuito Cuanavale, la pista de aterrizaje y el puente, por lo menos destruirlos, para de esa forma impedir la retirada de las brigadas FAPLA y proceder a su aniquilamiento.

Los asesores cubanos habían informado que la brigada 59 tenía el armamento incompleto. Lo habían ido dejando abandonado en la retirada desde el río Lomba. Las condiciones de las otras no eran mucho mejor.

El inicio de la “Operación Hooper” provocó la dislocación de la brigada 21 de las FAPLA, poniendo en peligro al resto de las unidades, pero la aviación cubana logró destruir varios vehículos blindados sur-africanos y detener su avance.

El 16 de enero de 1988 la aviación cubana realizó una misión de exploración en la cual lograron divisar un Olifant solitario a varios kilómetros al este de la población de Cuito Cuanavale. Siguiendo sus huellas, detectaron una agrupación de las SADF. Ascendieron a 7,000 metros para reclamar apoyo. Dos escuadrillas compuestas por ocho MiG-23ML atacaron en picada de 60°, lanzando 24 bombas de 500 kilogramos cada una. Los sudafricanos sufrieron tal sorpresa, que no fueron capaces de defenderse.

El día 17 de enero de 1988 se envió al grupo táctico de Menongue, apoyado por la Brigada no 10 de las FAPLA, en la dirección de Cuito Cuanavale. Ese mismo día Fidel Castro pidió permiso a José Eduardo dos Santos para que le permitiera hacerse cargo de la responsabilidad en la defensa de Cuito Cuanavale.

Esto trajo alguna resistencia por parte del mando angolano y fue duramente criticado por el mando militar soviético. Aunque de forma muy lenta, para su gusto, Fidel Castro se impuso.

Ante la defensa de las acorraladas brigadas FAPLA y la asistencia de los recién llegados asesores cubanos (como reemplazo de los soviéticos que abandonaban el Teatro de Operaciones) la SADF se mantuvo en la región del triángulo de Tumpo.

El día 6 de febrero de 1988 los Bucaneers, otra vez escoltados por los Mirage F1AZ atacaron el puente sobre el río Cuanavale, utilizando bombas H2.


Fotografía de largo alcance, tirada desde un Bcaneer, antes de se utilizada una bomba H2

Las UNITA-SADF no lograron ninguno de los dos objetivos que se habían propuesto con la “Operación Hooper”. No capturaron ni destruyeron el poblado de Cuito Cuanavale, ni la pista de aterrizaje y aunque volaron el puente, éste fue reparado de inmediato.

El día 14 de febrero de 1988 las fuerzas del SADF y la UNITA realizaron un segundo ataque a las defensas de Cuito Cuanavale.
Tres batallones de las SADF y 6 batallones de las FALA apoyados por treinta tanques y 60 transportadores blindados, atacaron las posiciones de las Brigadas FAPLA 21 y 59.

A las 9:30 horas (local) dos MiG-23 detectaron a las fuerzas enemigas avanzando en formación de combate. De inmediato despegaron una escuadrilla más una pareja de MiG-23ML (seis aviones en total), descargando sus bombas en medio de las líneas enemigas.

                                                Bomba H2

El ataque combinado UNITA-SADF fue rechazado de momento, pero a las 13:30 horas lo repitieron nuevamente.

El día 17 de febrero de 1988 las fuerzas combinadas UNITA- SADF lanzaron el mayor ataque hasta esa fecha.
La dirección del golpe fue dirigido entre las brigadas 59 y 21. Lograron abrir una brecha y entraron a toda velocidad rodeando a la brigada 59.

De no ser por el contra-ataque de una compañía de tanques T-55 cubanos (7 tanques), podrían haber llegado hasta el puente. Uno solo de los tanques cubanos regresó, pero las UNITA-SADF no alcanzaron el puente y esto dio tiempo para que las Brigadas angolanas, menos la 25 y la 13 se replegaran, evitando un desastre irreversible.

El día 19 de febrero de 1988 el mando sur-africano recibió un mensaje del Batallón 32, en el cual informaban de una columna avanzando desde Menongue en dirección a Cuito Cuanavale. Cuatro Mirages F1AZ fueron enviados al encuentro de lo que se suponía era el lugar escogido, por la referida columna, para pasar la noche.

Durante el ataque uno de los pilotos detectó un misil y gritó “rompe por la izquierda”. Segundos después se escuchó al piloto catapultándose. Lograron ver el lugar donde cayó la aeronave, pero no hubo llamadas de auxilio. Los sur-africanos consideraron que el piloto había muerto. Otro de los Mirages sufrió daños de consideración en la tobera de escape.

El 20 de febrero de 1987es derribado, por un sistema anti-aéreo ZSU- 23-4, el avión de la Fuerza Aérea sur-africana del Mayor Every.

                          Posibles restos del avión del Major Edgar Every

El 25 de febrero por la madrugada la SADF y la UNITA iniciaron una ofensiva nocturna, iluminándose con bengalas, cayendo en campos minados y fueron barridos por el fuego de la artillería cubana.
Los blindados y la infantería sur-africana y UNITA se detuvieron confundidos. Luego avanzaron, lentamente, sufriendo grandes pérdidas.

El mismo día 25 de febrero de 1988 un MiG-23ML se encontraba realizando un reconocimiento al sur de Cuito Cuanavale, cuando el navegante de orientación del radar le advirtió sobre la aproximación de un Mirage F1. El piloto se preparó para el combate. Acto seguido, el navegante de orientación le informó que habían aparecido en la zona otros dos Mirage F1.

Al parecer, se trataba de una emboscada, en la que el MiG-23ML se defendió, como pudo, contra tres Mirage F1. El piloto cubano maniobraba enérgicamente, ayudado todo el tiempo por las indicaciones del navegante, que le indicaba la posición de los Mirages. Los sur-africanos le dispararon tres misiles aire-aire V-3 Kukri sin resultado, y se retiraron. Ese día ocurrieron los últimos encuentros aéreos.

Durante el mes de febrero de 1988, la aviación cubana comenzó, con muy poco éxito, la cacería de los obuses, G-5 y G-6 que hostigaban sin cesar a las tropas angolanas.

Al final, cuando los sur-africanos lograron destruir el puente, ya todas las tropas habían sido evacuadas para la margen occidental del río, menos la Brigada 25 de las FAPLA. 

El General de Brigada Miguel Lorente León asumió el mando del Flanco Oriental del Frente Sur el día 6 de marzo de 1988.
Para esa fecha ya se habían consolidado dos Divisiones en Cuito Cuanavale, compuesta por 5 brigadas cubanas (completas) y una División angolana con otras 5 brigadas, un tanto maltrechas, pero con suficiente capacidad combativa para enfrentar al enemigo.

La superioridad sobre la UNITA y las SADF era abrumadora, pero a esas alturas, aquellos que nos encontrábamos sobre el terreno, no lo conocíamos.

El día 19 de marzo de 1988 a las 22:00 horas, despegaron 6 Mirage F1AZ. Su objetivo era atacar unas posiciones en las proximidades del río Longa. Fuentes sur-africanas afirman que la finalidad, de esta tarea de combate, era desviar la atención de Cuito Cuanavale.

En un momento determinado, el líder de la formación observó un destello que le pareció el estallido de una bomba. Debido al silencio de radio, solo notaron la falta de una aeronave después del aterrizaje. Cinco días más tarde, el día 24 de marzo de 1988, enviaron dos helicópteros para intentar un rescate. Demasiado tarde.

No obstante, debo decir en favor de la Fuerza Aérea sur-africana, que al menos intentaron el rescate. 



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