martes, 30 de mayo de 2023

Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada (fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (sexta parte)


Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada 

(fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (sexta parte)


La Brigada 40 de Tanques en Lubango, Sur de Angola (continuación 1)




Aparentemente, Acevedo sale muy abatido de aquella reunión con Ochoa. Se 

pregunta, según nos relata: “¿Como es posible que un jefe experimentado 

tenga estas ideas?” ¡No nos da una respuesta! Sin embargo, ya se muestra 

convencido de que, con estas ideas, va a ser difícil (“bajo su dirección”) las 

tropas cubanas se libren de un descalabro. Afirma (refiriéndose a Ochoa) que 

lo han cambiado, que se encuentra vencido de antemano y declara sus 

intenciones de, hacer llegar a Cuba, estas “inquietudes”. Acevedo ya está 

traicionando a Ochoa, antes de comenzar la campaña.Espera poder 

comunicárselo a su hermano Rogelio, el cual debe llegar, a Angola, el mes 

siguiente.


De repente, entra en pánico, cuando el AN-12 comienza a realizar un giro 

brusco descendiendo en altitud, con banqueo cerrado, lanzando cohetes 

térmicos. Se encuentran sobre el aeródromo de Lubango. Se trata de unas 

maniobras que, la aviación de transporte ha comenzado a utilizar (como 

norma) con el fin de evitar, posibles derribos con los cohetes tierra aire 

“Stinger” que los Estados Unidos le ha proporcionado a la UNITA. Se 

preocupa mucho, cuando siente crujir el fuselaje de la aeronave. Luego le 

dicen que los despegues se realizan de igual forma.




A Enrique Acevedo le gusta la ciudad de Lubango, siempre la deseó. 

Una meseta de 1,600 metros de altitud sobre el nivel medio del mar. Es un 

lugar en el que no se pasa calor, aun siendo pleno verano. El clima le recuerda 

al de España o Portugal. No tengo idea de cuando Enrique Acevedo vivió en estos 

países que menciona, pero no es totalmente cierto lo que dice. Solo en el sur de 

la península ibérica, podemos realizar semejante comparación. Agrega que, 

manzanas, peras y uvas son cultivadas en abundancia, lo cual resulta otra 

falsedad en aquel momento. ¡Tal vez fueran abundantes para los generales 

como él! Se retracta inmediatamente diciéndonos que eso es cosa del pasado. 

Ahora solo se ven sembrados de subsistencia.


Se presenta en la jefatura de lo que serían los restos de la ATS y ve una 

instalación que, fuera en su momento portuguesa, de so pisos (andares en 

portugués), con barracas anexas, que albergan a un batallón de infantería. Dice 

que le ha tocado, lo peor del reparto. Lo recibe el General Fleitas*.


Fleitas es más animoso que Ochoa, pero tampoco es agradable. Luego se 

instala en una casa que, ya le han dicho (que en breve) tendrá un nuevo dueño. 

Fleitas le da a escoger dos opciones: puede ir para otra casa, junto con los jefes 

de secciones de la brigada, o en un refugio, a cuatro metros de profundidad y a 

kilómetros de la ciudad. No le han asignado un transporte personal. 

Sufriendo el mal humor de los recién llegados, se cruza con un soldado que le 

saluda militarmente con la mano izquierda (eso, en el lenguaje militar, 

constituye una burla) y Acevedo le replica “¡Que chistoso!”. Luego se entera 

que, aquel soldado que le saludó, era la mujer de un buen amigo. Que no se 

estaba burlando, todo lo contrario. Por ignorancia y ser “esposa acompañante”, 

había intentado saludarlo lo mejor posible. Pasó mucha pena...


*A Arnaldo lo mandan a Angola porque la situación era muy complicada; ya 

habían mandado a Polo (Leopoldo Cintra Frías) para sustituir a Mandarria 

(Gustavo Fleitas Ramírez) que no estaba capacitado para afrontar una 

situación tan complicada como la creada por la irresponsabilidad de 

soviéticos y angolanos. (N. de Cibercuba 13 de julio 2019)


La unidad que va a dirigir, tiene como base tres grupos tácticos (algo así como 

un batallón reforzado) con artillería propia, defensa anti-aérea y 31 tanques, 

más una compañía de infantería. El grupo táctico de infantería está compuesto 

por transportes blindados BMP y BND, más una compañía de tanques. Está 

también el grupo anti-aéreo mixto, otro de artillería reactiva y varias pequeñas 

unidades. En total tendrá bajo su mando directo, unos 4 mil efectivos. Además 

de todo esto, existe también, una compañía de exploración en profundidad, sin 

técnica, actúa por sus propios pies, de la cual Acevedo no tiene la mínima idea 

de como emplearla. Le dicen que “el ejército rojo utilizó unidades parecidas 

durante la SGM”. Agrega: “el experimento ha vuelto a resurgir aquí”. Pasa un 

día en cada uno de loa campamentos.


Se queja, amargamente de las condiciones de vida que le ha tocado en la 

Brigada 40. Vivir soterrado a 4 metros de profundidad, con mucha humedad y 

frío permanentes, aunque las paredes de los refugios están revestidas con 

cemento.


El primer recorrido lo hace, al supuestamente - último bastión y puerta de 

escape - , Mosamedes. Acevedo le llama “Dunquerque”. Cuando el verdadero 

Dunquerque (enano) es Cuito Cuanavale, (N. del autor).


Ya en Mosamedes puede apreciar que, la mitad del muelle de embarque, se 

encuentra obstruido por el buque cubano “Habana” hundido a principios de los 

años 80.



T-34


BTR-152
La pista de Mosamedes es, para aviones de mediano porte. Visita también 

Porto Alexander. Aprovecha y tiene una noche de pesquería, como a él le 

encanta. Esta vez, al parecer no puede cazar, pero algo es…, algo. En una hora 

han capturado más de 100 libras, entre peces sable, capitán y curbinas. Le 

dicen que fue una noche floja. Las hay mejores en el invierno austral.


Preocupado por tener que dormir bajo tierra, se entera de que el jefe de 

“logística” (retaguardia) será relevado y que el apartamento que él ocupa no ha 

sido “intervenido” (utiliza esta palabra) por la ATS y sale a verlo. Se puede 

aprovechar, dice Acevedo. Está en un tercer piso de un edificio de 

apartamentos en donde también viven 5 oficiales de las FAPLA y de la DISA. 


Se encuentra a un costado de una estación de policía y es por eso que no tiene 

necesidad de poner postas cubanas. Le asignan un cocinero que, según 

dicen…, se le acabó la cuerda. Es taciturno y se disocia fácilmente. Es el 

perfecto. Uno joven puede caer en la tentación de llenarle el apartamento de 

mujeres, a sus espaldas. Entonces realiza el siguiente comentario: “Los 

cubanos, hay que reconocerlo, tienen aceptación entre las cabritas* y las negras 

que hablan portugués”…


*Se dice de una mujer disoluta. No creo que Acevedo tuviera intenciones de ofender. Tal vez no 

supiera el significado de la palabra. (N. del autor)


Ahora que ya está instalado, le toca convivir (varios días) con un “personaje” 

que no le causa “impresión favorable”: Norberto Fuentes, el que anda en poses 

de “heroico reportero”. Lo describe de la siguiente manera: “A las 5 p.m. con 

un vaso de ron en la mano, sienta cátedra d estratega, si tiene alguna víctima 

cercana, haciendo derroches de supuesta gracia y pedantería. A pesar de ser 

más viejo (en edad) que Acevedo (dice que ronda los 50 años) es coqueto y 

frívolo al vestir: botas de lona y, pantalones camuflados, camisa blanca, 

chaqueta caqui de cazador, sombrero australiano y gafas Ray Ban*. A la 

cintura, una pequeña pistola (que Acevedo no sabe si sabrá utilizarla), en fin un 

añejado de Indiana Jones. A su lado, como una sombra, su ayudante-secretaria. 

Una mujer alta que utiliza ropa militar (una talla mayor), sin maquillaje y con 

el pelo recogido en un moño.


                                                                                           Norberto Fuentes







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viernes, 26 de mayo de 2023

Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada (fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (sexta parte)


Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada 

(fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (sexta parte)


                La Brigada 40 de Tanques en Lubango, Sur de Angola


Pasados 8 años, Acevedo es informado de que cumpliría otra “misión 

internacionalista” en Angola y se ha preparado para ella, hasta le resulta 

agradable la tarea. “La región sur es un área candente”, dice en la página 181.


La travesía de Luanda a Lubango la realiza en un avión AN-12 tetramotor 

alquilado por las FAPLA (a los soviéticos) con el objetivo de trasladar 

alimentos hacia el sur. Cataloga, a la aeronave como “extraña e incómoda” que 

solo tiene presurizada la cabina de los pilotos y un pequeño compartimento 

delantero para diez personas. El resto de la cabina de carga tiene que soportar 

bajas temperaturas, debido a la altura de vuelo y puede llegar a presentar 

escasez de aire respirable*. No obstante, 15 soldados angolanos viajan en esa 

parte del avión. Son jóvenes y duermen, no demuestran sentirse afectados. 

Cataloga, al avión soviético, de la era de la edad de piedra de la aviación*. Va 

acompañado con los tres oficiales FAPLA, jefes de aquellos soldados.


*En alturas superiores a 3000 metros, disminuye la densidad del aire, 

causando dificultades a la respiración. (N. del autor).

* El Antonov An-12, es un transporte mixto de carga y pasaje proyectado 

en un principio para cumplir funciones militares de transporte de cargas 

pesadas y paracaidistas. Realizó su primer vuelo en marzo de 1957 y fue 

lanzado al mercado en 1959.


AN-12

Hasta hace cuatro meses, la Brigada 40, de tanques ubicada en Lubango, fue un regimiento, con total autonomía en le región. Ahora ya no tiene esa “libertad”, puesto que la Agrupación de Tropas del Sur (ATS), dejó atrás la “línea imaginaria” que la restringía hasta 300 kilómetros de la frontera con Namibia.


Dice Acevedo que el ATS bajó de Huambo (se refiere a la latitud geográfica) 

hace ya dos meses. Y agrega: “se llevó la tajada del león”, lo que provoca que 

su futuro mando se vea mermado debido a la influencia del mando superior*.


*Una crítica directa al mando de la MMCA, que al parecer, a nadie de los 

que supuestamente leyeron el libro, antes de ser publicado, les importó. 

Me imagino que fuera una compensación a toda la crítica ulterior que 

hace del entonces jefe de la MMCA. (N. del autor)


En el sur se estaba creando una fuerte agrupación, dice Acevedo, para 

contrarrestar “la amenaza sur-africana” en los combates de Cuito Cuanavale (a 

más de 600 kilómetros de distancia de Lubango).


Comienza a explicar el desastre de la Operación Saludando Octubre en el río 

Lomba, explicando que allí había sido aniquilada la brigada 47 de las FAPLA.


¿Cual era el propósito de la Operación Saludando Octubre?

El gobierno del MPLA nunca logró hacerse con el control de todo el país; 

la UNITA tenía el control de gran parte del sureste de Angola. Cada vez 

que la región era amenazada, Sudáfrica intervenía en su nombre. 

Sudáfrica mantuvo toda la frontera sur en Angola y, en ocasiones, hasta 

50.000 km² de la provincia de Cunene ocupada y llevó a cabo invasiones y 

redadas en el país, persiguiendo a las insurgentes SWAPO. (N. del autor)


Al llegar, en noviembre de 1987, el estado anímico de Acevedo, no era 

favorable. Menos mal que, en el primer párrafo, ya decía que se había 

preparado. Se muestra descontento con el recibimiento “no pudo ser peor”, 

escribe. Ese mismo día cumplió la “obligación” de presentarse al jefe de la 

MMCA, General de División Arnaldo Ochoa Sánchez. 


Yo me pregunto: ¿Cual es el propósito de señalar algo que, en sí misma, es una obligación de 

cualquier jefe militar subordinado a un mando superior?


Se queja de que Ochoa solo le dedicó diez minutos. Refiere que, entre saludos 

preguntas por conocidos le dijo: “vamos a hacer las cosas de forma distinta, 

quiero que veas en la sección de inteligencia (inteligencia militar supongo yo) 

un pequeño reportaje de unos 20 minutos de duración y luego tendré elementos 

para plantearte tu misión”.


Se trataba, dice Acevedo, de un documental realizado por la UNITA, traducido 

a un impecable idioma español. “El material no puede ser más deprimente”, 

para el futuro jefe de Brigada 40.


Consistía en un desfile triunfal de las tropas de Savimbi en el Estado Mayor de 

la agrupación UNITA (Jamba). Lo preside su máximo jefe, “vistiendo su 

uniforme con elegancia”. “Está pasado de peso”. Desfilan varios tanques T-54 

soviéticos, carros blindados BRDM, BTR, artillería reactiva BM-21 y otros 

tipos de armamento soviético de la aniquilada brigada 47 de las FAPLA en los 

combates del río Lomba. Desfilan también, descalzos y semi-desnudos 300 

prisioneros de las FAPLA. Para completar la imagen, a un costado de la tribuna 

se encuentran dos pilotos cubanos: el Teniente Coronel Manuel Rojas García y 

el Capitán Quesada*.

Acevedo elogia a los pilotos, por no prestarse a la contemplación de aquel 

desfile que, supuestamente, les humilla.


*No menciona los cargos. Puede que no los supiera, antes de comenzar a 

escribir el libro, pero es inaceptable que no diga los cargos de estos pilotos: 

Rojas era el jefe de la sección de aviación de la DAAFAR en la MMCA y 

Quesada era jefe de un escuadrón de MIG-21. A Rojas se le conocía como 

el jefe de la Fuerza Aérea de Cuba en Angola. ¡Nada más falso! El jefe de 

la sección de aviación de la DAAFAR es un cargo técnico (un asesor del 

jefe de la DAAFAR que es el verdadero jefe de la aviación, En cuestión de 

mando, Quesada era mucho más jefe que Rojas; por lo menos tenía un 

escuadrón de aviones (12) bajo su mando. (N. del autor)


Cuando regresa a la jefatura, recibe “la segunda carga al machete”*.

Continúa escribiendo: “Quién me habla y aconseja, es casi un extraño, no logro 

reconocer a quién fuera un jefe enérgico y animoso, su mensaje es patético y 

desalentador.

- “Acevedo, tu misión es, hacerte cargo de la Brigada 40, aunque no creo que 

estés mucho tiempo en ese lugar; ha comenzado la teoría del dominó. ¿La 

conoces?” ¡Acevedo asiente con la cabeza! Y piensa: “¿Qué rayos es esto?” 

Dice Acevedo que Ochoa contin diciendo: “Según mi valoración, a Cuito 

Cuanavale no le queda más de un mes o mes y medio, gracias a los errores de 

nuestros hermanos soviéticos que, lanzaron las fuerzas de 8 brigadas, como si 

fueran las tropas del pacto de Varsovia; se alejaron de sus bases y sufrieron un 

golpe demoledor, del cual dudo puedan recuperarse. Si pierden el control del 

puente, el río será forzado y dejarán el paso a una ofensiva sobre Menongue”. 

“Dentro de dos meses estaremos combatiendo por preservar la capital de la 

provincia Cuando Cubango. No creo que las FAPLA puedan responder y 

posiblemente nos enfrentaremos solos. Tu los detendrás a las puertas de 

Lubango. Te recomiendo dos cosas: Nunca pierdas la Bajada de la Leva*, y 

mantén, a toda costa el puerto de Mosamedes, pues será nuestra única salida. 

Si puedes, mantén libre la vía hacia Lobito y Benguela. Emplea a fondo las 

minas y vuela puentes a tu paso, ocupa las alturas que dominan el puerto”.


*Aquí, da la impresión que Acevedo se está tratando de limpiar de cualquier – suciedad – que se le 

pueda haber pegado del General Ochoa. (N. del autor)



La Leva, Lubango

Ante esta verdad tan clara, Acevedo solo tiene dos preguntas: “¿El mando 

superior, en Cuba, ya está impuesto de esta valoración?” “¿Hay planes para 

revertir la situación?” A lo que Ochoa le responde que si, pero no en forma tan 

cruda y que espera a que llegue la persona adecuada para dar los detalles 

necesarios. Agrega que revertir la situación es casi imposible”.


Supuestamente, lo que está relatando Acevedo, ocurre en noviembre de 

1987.

(página 219 https://www.amazon.com/Guerra-innecesaria-Mesopotamia-

angolana-Ruacana/dp/1535570792) (libro del autor)


Ochoa consideraba que dado a la inferioridad numérica de las SADF y 

teniendo en consideración las operaciones de los años anteriores, la 

estabilidad del frente (y la persistente negativa de Fidel Castro en 

participar en aquella descabellada operación en saludo a la “revolución de 

octubre”), los sur-africanos no se atreverían a continuar las acciones 

combativas en la dirección Cuito Cuanavale y se retirarían gradualmente, 

después de alcanzado el objetivo de parar en seco el “saludo”.


Para poder continuar manteniendo las posiciones, estimaba que se debía 

reforzar Cuemba.

La situación en Cuemba en enero de 1988


Un año más tarde, mucho más al norte de Cuito Cuanavale (300 

kilómetros), las tropas de la UNITA chocaban con las FAPLA, cerca del 

poblado de Cuemba y el mando FAPLA insistía en mover sus unidades en 

aquella dirección.


A principios del mes de enero de 1988, Fidel Castro le decía, a Ochoa que, 

de permitirse que las brigadas FAPLA se movieran hacia el río Cuanza (a 

escasos kilómetros de Munhango) dejarían a las tropas cubanas solas para 

enfrentar a las fuerzas combinadas UNITA- SADF. El mencionado 

movimiento de las brigadas FAPLA solo podría haber sido luego de que 

las mismas hubiesen cruzado el puente en dirección oeste y sin verse 

acosadas por las FALA y las SADF. No se puede olvidar que, a estas 

alturas, las tropas FAPLA están desmoralizadas y acorraladas contra la 

margen este del río. Los asesores soviéticos se están retirando 

progresivamente; son tropas que han perdido su capacidad combativa.


Hasta este momento, del libro, Acevedo no relata como se comportaron las 

cosas.



Para resumir y esclarecer, de ante-mano la participación cubana en la – 

Defensa de Cuito Cuanavale – : El mando militar cubano, del cual, el 

General de División Arnaldo Ochoa Sánchez era jefe, estableció una - 

DEFENSA – en la margen occidental del río (en particular de la zona del 

puente) que permitiera el cruce de las tropas FAPLA, evitando que estas 

fueran aniquiladas. Esa, y no otra, fue la participación de las tropas 

cubanas. (N. del autor). De esta manera, toda la parlanchina narración del 

General de Brigada, Acevedo, queda en ridículo. (N. del autor)




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