lunes, 29 de julio de 2024

Capítulo 4 Cassinga




Muchas veces los medios acostumbraban a tergiversar y otras tantas veces a falsear la forma en que ocurrían los acontecimientos: La siguiente información aparece en el libro titulado "Los países no alineados", de las agencias de prensa "Orbis", de Checoslovaquia y "Prensa Latina", de Cuba:

"Informaciones del Ministro de Defensa de Angola expresaron que la agresión al poblado de Cassinga, a 250 Km, de la frontera con Namibia, fue iniciada por aviones de fabricación francesa, pertenecientes a la Fuerzas Aéreas sur-africanas. Inmediatamente después, aviones de transporte lanzaron alrededor de 500 paracaidistas sobre la zona, iniciando estos la destrucción de la población y la eliminación física de sus habitantes.




Los efectivos de las FAPLA, que se encontraban destacados a unas decenas de kilómetros del lugar*, recibieron órdenes de avanzar y repeler la agresión, lo que provocó la retirada inmediata de los paracaidistas sur-africanos, en una flotilla de catorce helicópteros, no sin dejar en el campo numerosas bajas y un avión derribado.

Flotillas de aviones sur-africanos siguieron bombardeando la zona durante toda la tarde del día 4 y sobre todo a los combatientes que habían recuperado a Cassinga. Tropas surafricanas cruzaron entonces la frontera con Namibia y atacaron las poblaciones de Calueque, Chetequera, Cuamuato, Dombondola utilizando blindados de fabricación francesa".

Me encontraba en la guardia combativa cuando recibí la orden de salir con dos helicópteros rumbo a Menongue. Los sur-africanos, habían asestado un golpe en el poblado de Cassinga al norte de las minas de hierro de Techamutete y a 200 kilómetros de la frontera con Namibia utilizando tropas especiales, apoyadas por la aviación. 

El objetivo atacado era el Estado Mayor, del "PLAN"* de las SWAPO.

A esa misma hora, uno de los helicópteros que debía partir hacia Menongue se encontraba volando de Cabinda para Luanda. Llegando la aeronave, comprendimos que debía cumplir una inspección técnica reglamentaria y el H-03 aun no se encontraba de alta. Éramos cuatro tripulaciones cubanas las que estábamos listas y dispuestas para salir hacia el lugar de los hechos, pero de los cuatro helicópteros, con que contábamos los cubanos, solo estaba disponible uno, aunque ya estaban listos doce, del tipo Mí-8, perteneciente a las FAPLA, pero que no tenían tripulaciones. Por esta razón solo pudo salir el H-01, de forma inmediata.

Como iría en solitario, decidí volar a Lobito, en lugar de ir directo a Huambo.

La travesía de Luanda a Menongue era imprescindible cumplirla en dos etapas, con un re-abastecimiento de combustible en Huambo. La distancia entre Luanda y Huambo era algo superior a los 500 Km., y de allí a Menongue la distancia era aproximadamente la misma. Realizar la travesía por Lobito era una medida de seguridad en caso de surgir alguna emergencia. En primer lugar, la zona costera era menos vulnerable a los ataques de la UNITA y en segundo lugar podíamos contar con un aeródromo de alternativa. Por otro lado, la carretera de Lobito a Huambo era más transitada por nuestras tropas.

Después de haber despegado de Lobito con rumbo a Menongue y prácticamente haber dejado Huambo a nuestra izquierda, comenzó a caer la noche y con ella comenzaron a caer también las revoluciones (rpm) del rotor central. De inmediato pensamos en un fallo del regulador de las revoluciones del rotor central pero las indicaciones de los motores permanecían en forma normal.

La lista de emergencias planteaba, en estos casos, la disminución del paso del mando colectivo, pero ni modo. Las rpm del rotor central continuaban descendiendo y con ellas la altura, pues para mantenerlas dentro de los parámetros establecidos me veía en la obligación de disminuir el paso del mando colectivo y eso hacía disminuir la potencia de los motores.

Así descendimos hasta 300 mts, sobre el nivel del terreno. El radio-faro de Huambo y las comunicaciones por radio se hicieron cada vez menos perceptibles y nos preparábamos para efectuar un aterrizaje en emergencia de noche en un paraje totalmente desconocido cuando, como última medida antes de proceder a un aterrizaje, apliqué toda la corrección del mando colectivo hacia la derecha (esto solo se hacía en los helicópteros MI-4).

Increíblemente lo que había estado fallando era precisamente la corrección del mando colectivo. Con las vibraciones, del helicóptero, se había ido aflojando. Al sentir la reacción de los motores me volvió el alma al cuerpo y continuamos hacia Menongue que ya se apreciaba en la negrura de la noche por los mechones encendidos a ambos lados de la pista de aterrizaje. 

En la mañana del día 5 llegaba el H-10 procedente de Luanda, coincidiendo con el despegue de un MIG-21 bi-plaza el cuál tenía, como misión fundamental, realizar un reconocimiento de la zona.

Poco más tarde despegamos hacia Techamutete, llevando con nosotros al Teniente Coronel Toledo, jefe de las tropas cubanas en la región de Huambo. Al sobre-volar la zona de Cassinga pude apreciar tres tanques destruidos en plena carretera.




Poco después, despegó de Menongue hacia Techamutete, el AN-26 matrícula T-50 (avión de transporte, que era en ese momento el ejecutivo del Jefe de la MMCA), con la tarea de evacuar heridos. Posteriormente despegó el helicóptero que se encontraba basificado en Menongue, con la tarea de interceptar una unidad de infantería que avanzaba en dirección a Cassinga, pero que aun no había llegado al poblado de Cuchi. Era necesario que ésta unidad regresara a su posición de origen; ya no procedía su presencia en el lugar de los hechos. La distancia entre Menongue y Cassinga es superior a doscientos kilómetros y ésta columna solo había recorrido, 60.

Entre las conclusiones que se sacaron, de este combate, fue el saldo de 18 muertos y 68 heridos por la parte cubana. Mas de 300 bajas por las SWAPO, entre hombres, mujeres, niños y ancianos.
En aquel momento calculamos que la aviación sur-africana había actuado ininterrumpidamente durante tres horas. Los paracaidistas fueron desembarcados, presumiblemente en aviones de transporte C- 130 y fueron reembarcados en no menos de ocho helicópteros, nunca después de las 16:00 hrs.

Se escuchó hablar de un avión derribado y de un piloto en paracaídas, pero nunca aparecieron.
Por nuestra parte se lanzaron dos cohetes del tipo "FLECHA" (misil portátil aire-aire de fabricación soviética) y ninguno de los dos funcionó correctamente.

Las baterías anti-aéreas, compuestas por cuatro bocas de 14,5 milímetros no fueron efectivas. Al parecer los sur-africanos conocían su ubicación en el terreno y varias de ellas fueron destruidas. También se escuchó decir que estas baterías realizaron el fuego, fuera de su alcance efectivo.

Más tarde se corrió el rumor de que los combates no solamente habían ocurrido en Cassinga y Techamutete sino también, que un considerable grupo de blindados había cruzado la frontera atacando puestos fronterizos y avanzando en una profundidad de 15 kilómetros.

El día 8 de mayo nos enteramos que el representante de la aviación cubana en Techamutete se hacía eco de la noticia del derribo de un avión Mirage a unos 4 kilómetros de Cassinga.
El 11 de mayo corría el rumor de que los sur-africanos no habían tenido tiempo de reembarcar todas las tropas y que debían quedar algunas en la región.

No existió tal avión derribado, por lo menos en territorio angolano. Las tropas sur-africanas no dejaron ni muertos ni heridos, mucho menos prisioneros. Los cohetes tierra aire, portátiles del tipo "flecha" (de fabricación soviética), resultaron ser extremadamente frágiles y complejos.

La política de no-intervención en los asuntos internos de Angola, que tanto proclamaba el régimen de Fidel Castro, era totalmente una falsedad. No solo nos dedicábamos a combatir a la UNITA, sino que éramos incapaces de defender a nuestros aliados en el enfrentamiento con los sur-africanos, los cuales habían dado una lección de cómo llevar a vías de hecho una operación exitosa en contraste con el fracaso nuestro, que había concluido hacía menos de 15 días durante el “Ejercicio Táctico en Campaña”.

El esfuerzo del Mando cubano había sido encaminado hacia el recibimiento del "control", procedente de Cuba, sin tener en cuenta la posibilidad de este tipo de golpe sorpresivo.
El famoso "Control" lo realizaría el Estado Mayor General y seria en función al periodo de instrucción Abril-Agosto de 1978. 


Nota: Las siglas PLAN, corresponden al brazo armado se la organización SWAPO

Nota: * No existían tropas FAPLA en las cercanías de Cassinga. La seguridad del Campamento de refugiados, se encontraba a cargo de las SWAPO


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