jueves, 11 de julio de 2024

La Guerra Innecesaria/La Intervención cubana





                                               La Guerra Innecesaria...       Capítulo 1 Continuación

La clave de la entrada de los militares cubanos en los acontecimientos de Angola.


En el mes de abril de 1975, a tan solo un año de derrocada la dictadura en Portugal, importantes estrategas portugueses (encabezados por Valera Gomes) iniciarían unas sesiones de intercambio en La Habana con Fidel y Raúl Castro.

En aquellas sesiones de intercambio estuvieron presentes Senén Casas Regueiro (Jefe del Estado Mayor General de las FAR), Fernando Vecino Alegret y Arnaldo Ochoa Sánchez y por la parte portuguesa, Carlos Fabião y Rosa Coutinho. Este último, para esa fecha ostentaba el mando en Angola).


                                                      Senen Casas Regueiro

Transcurridos algunos meses, los cubanos que habían participado en dicha reunión, a los cuales se unieron el Jefe de la MGR Contralmirante Aldo Santamaría, visitaron Portugal y durante su estancia (que se prolongó varias semanas) analizaron la situación angolana. Al finalizar de la visita, los militares cubanos viajaron a Angola, donde permanecieron otras dos semanas.


                                                   Fernando Vecino Alegret

A su regreso a La Habana, además de dar una evaluación del periplo, entregaron una carta de Neto a Fidel Castro en la que a nombre del MPLA solicitaba ayuda, en forma de armas, pertrechos, instructores militares, dinero, e instructores políticos y sindicales.


                                                   Arnaldo Ochoa Sánchez

El 21 de julio de 1975, el Teniente Coronel Otelo Saraiva de Carvalho, responsable del Comando de Operaciones del ejército portugués, arriba a La Habana.


                                                         Carlos Fabiao

Por aquella época, en Portugal se había creado un «Directorio» integrado por el Presidente Costa Gomes, el Primer Ministro Gonçalves y el Jefe del Comando Operacional del Continente (COPCON). Otelo Saraiva de Carvalho concentraba en sus manos el poder “revolucionario”.


                                                  Almirante Rosa Coutinho

Fidel Castro le da tratamiento de Jefe de Estado a Carvalho, a su llegada a Cuba y al igual que hizo con los militares chilenos en tiempos de Salvador Allende, intenta de conquistarlo y de ganar su aprobación al envío de tropas cubanas a Angola. 

Al parecer no lo logró, pero tal vez consideró que el silencio de los portugueses significaba la tácita aprobación de sus planes, como escribió Gabriel García Márquez: “Fidel Castro no tenía la seguridad de que los militares portugueses fuesen a permitir que asesores cubanos entraran en Angola y para esa fecha ya había recibido la primera solicitud de Agostino Neto”1

En una reunión secreta que sostiene Fidel Castro con el Teniente Coronel Saraiva de Carvalho en julio de 1975 le plantea su intención de enviar tropas para Angola si las fuerzas portuguesas no estuvieran allí para arbitrar los conflictos entre el MPLA, el FNLA y la UNITA.2

Saraiva de Carvalho había declarado públicamente sus intenciones programáticas: era partidario de un modelo de democracia directa y participativa, en que el poder se hallase en las manos de asambleas populares, bajo la vanguardia de obreros y campesinos. El referido modelo fue calificado por algunos de "anarco populista". El 26 de julio de 1975, Saraiva de Carvalho fue homenajeado por Fidel Castro en persona. El presidente cubano consideraba al carismático líder militar "un héroe de la revolución portuguesa contra el fascismo, el imperialismo y la reacción", y así se lo hizo constar en su presencia. Asimismo, el auditorio cubano, enfervorizado, coreó: "Cuba, Portugal, unidos vencerán", pues estaban convencidos de que en el pequeño país ibérico triunfaría una revolución socialista.

De modo que la Motonave “Vietnam Heroico” arribó a Puerto Amboim el 4 de octubre de 1975 a las 6:30 de la mañana; el “Coral Island” llegó el día 7 y “La Plata” llegó el 11 a Punta Negra. Arribaron sin permiso, pero también sin oposición.

El triunfo del MFA en Portugal dejó en Angola un vacío de poder que duró varios meses. Es por este motivo que los portugueses radicados en Angola, junto a un grupo de angolanos, consideraron la posibilidad de llenar ese vacío.

1 Garcia Marquez, “Operación Carlota”
2 Entrevista secreta de Fidel Castro con Saraiva de Carvalho. https://sites.google.com/site/pequenashistorietas/personalidades/otelo-s-de-carvalho 

Fue entonces, que los comunistas portugueses desarrollaron una campaña de desinformación sobre un posible "golpe de estado" para establecer la "independencia blanca" de los colonos en Angola.
A su vez, y utilizando tal pretexto, Rosa Coutinho (conocido como el “Almirante Rojo”) comenzó a desarmar a la población portuguesa asentada en Angola.

El último representante portugués en África fue el Alto Comisionado para Angola, el Almirante Leonel Cardoso, que decidió no estar presente el 11 de noviembre de 1975, para la celebración de la independencia. Presenció cómo arriaban la bandera portuguesa y declaró que Portugal partía sin sentimientos de culpabilidad o vergüenza.


                                        Almirante Leonel Cardoso

Cualquiera que pueda ser la explicación, Rosa Coutinho no realizó esfuerzo alguno para desviar el envío de armamentos soviéticos hacia el MPLA.

Dicen que el General de la Fuerza Aérea Silva Cardoso, quien fuera su sucesor, impidió descargar un alijo de armas a un barco Yugoslavo, surto en el puerto de Luanda en 1975. Otros cuentan que el resto del cargamento fue desembarcado utilizando barcos de pescadores que se dedicaban al contrabando y un lanchón de desembarco de fabricación soviética traído especialmente desde Punta Negra. 


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