Nicanor Mc Partland |
El movimiento comunista, dentro de la historia de Cuba, nunca se ha puesto de acuerdo en las posiciones y maneras de asumir la pretendida construcción del "socialismo".
Las contradicciones no solo han sido después de 1959. Comenzaron desde la misma fundación del primer Partido Comunista de Cuba (1925), lleno de improvisaciones y copia fiel del original soviético.
Con el domino absoluto de los partidos comunistas en los países democráticos, la URSS pretendía garantizar la solidez de su sistema autocrático.
Los dirigentes de aquel primer partido, al amparo de una constitución democrática, eran una suerte de aventureros y oportunistas que lucraban con el sacrificio de los obreros engañados con el lema del "paraíso de la humanidad", en la tierra mientras impregnaban el dogmatismo de un sistema involutivo.
Es en éste contexto, que surge una figura ambigua: Nicanor Mc Partland ( La Habana, 25 de marzo 1903), fruto de la relación extramarital de un sastre dominicano (Nicanor Mella Brea) y la inglesa Cecilia Magdalena Mc Partland y Diez. De ahí que fuera inscrito en el registro civil como Nicanor Mc Partland y Diez.
Nicanor, que era por tanto un hijo bastardo (muy normal en éste mundo), vivió una atribulada niñez, de constantes rebeliones en contra de la autoridad del padre y su madrastra.
En lo que se refiere a la bastardía, existe una relación entre Nicanor y Fidel Castro. así como sus rebeliones en contra de la autoridad paterna.
De forma muy parecida procedieron ambos padres en cuanto a la educación del vástago inquieto. En el caso de Nicanor, contrataron a una mulata llamada Longina, que pasaría a la historia como la "Longina Seductora" de la canción. Fidel Castro sufriría el amparo de un matrimonio haitiano, que no pasaría a la historia.
No había cumplido los trece años (1915) cuando Nicanor viajó a los Estados Unidos (New Orleans) junto a su medio hermano y su madre. Allí se alistó en el Ejército de los Estados Unidos para combatir en la PMG. Su padre logró sacarlo del ejército y regresarlo a Cuba. Aquel muchacho era un desastre que le costaba carísimo al padre.
Tanto es así, que en una ocasión instigó a los trabajadores de la sastrería (del padre), para que se declararan en huelga y exigieran un aumento de salario.
Su insatisfacción por no conseguir perjudicar al progenitor-"pecador", le llevó un buen día cambiarse el nombre, como si con eso consiguiera borrar su pasado bastardo, ignorante e inmaduro. Decidió llamarse Julio Antonio. El primero es el nombre de un gran emperador romano, el segundo significa "la flor que se abre".
Lo que menos me interesa es negar a Nicanor su pequeño papel intrascendente en la historia de Cuba. Si tratáramos de mirar con lupa, su trayectoria, no alcanzaríamos a ver mucho, aunque demasiados son los que le han utilizado como estandarte. Su mayor éxito sería ser asesinado en México (nada raro en ese país), aparentemente por los sicarios de un General presidente con ínfulas de dictador vitalicio.
Nicanor continúa vigente el imaginario neo feudal castrista. Si alguna vez intentó acercar el marxismo a Cuba, fracasó. En Cuba jamás han existido vestigios de marxismo. El totalitarismo neo feudal nada tiene que ver con las ideas del filósofo alemán.
Que Nicanor haya sido nacionalista no lo pongo en duda. Que tuviera compromisos con los pueblos latinoamericanos sí. Su huelga de hambre que no concluyó y la expulsión de las filas del partido que co-fundó, nos muestran fehacientemente su errático proceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario