La desconfianza de los acólitos y los Castro
La desconfianza de los hermanos Castro Ruz (y sus acólitos) hacia el pueblo de Cuba es históricamente demasiado extensa y como bien dice, llena de "puntos oscuros" que, a mi forma de ver, son: AGUJEROS NEGROS.
Para no contradecir totalmente al Sr. Cárdenas, coincido con él en que Fidel Castro es una genialidad política terrible e indiscutible, aunque será una vergüenza (tal vez ajena) que vaya a ocupar un sitio de honor en la historia. El resto (los acólitos) y en primer lugar, el actual "Comandante en Jefe", solo son "corderos" del rebaño.
Por desgracia, para todos nosotros (los cubanos), nos inculcaron el dogma filosófico (tergiversado) del Marxismo-Leninismo. Muchos nos lo creímos a pie juntillas. Por suerte se ha ido derrumbando como un efecto dominó.
Para ser más autocrítico debo decir que coincido plenamente con Harold. Durante 50 años hemos dejado de ser analfabetos de solemnidad para convertirnos en analfabetos funcionlaes. No porque no nos enseñaran a pensar, sino porque siempre que tratábamos de interpretar lo que leíamos, y no coincidíamos con la forma de pensar de la crápula des-gobernante, nos tildaban de "reformistas".
Desgraciadamente nos han convertido en un pueblo que espera a los pronunciamientos del "máximo líder", como al maná del cielo, que nunca llega. O, lo que es igual: Fidel y Raúl prometen y nunca cumplen.
El Padre Varela y no por coincidencia Morales, sacerdote, maestro, escritor, filósofo y político, uno de los forjadores de la nación cubana, nos enseñó la importancia del pensar. Cuesta demasiado esfuerzo. Coincido nuevamente con el Sr. Lema.
Para mantener la relación entre gobierno y pueblo, el primero tiene que brindar resultados tangibles. Los Castro-dictadores jamás lo han logrado y mucho menos sistemáticamente. Claro, al principio era muy fácil. Repartir la miseria fue tan fácil que acabamos siendo todos miserablemente pobres, de bolsillo y de mente. A finales de la década de los años cincuenta, pasamos de una dictadura de derechas, a una mucho más cruel de izquierdas. El pueblo comenzó a sufrir descalabros constantemente.
El presente es el resultado de un total desbarajuste económico y al pueblo no le queda otra opción que esperar nuevos y peores desatinos económicos. Es entonces que comienzan a aparecer el "órgano oficial", recordatorios (en forma de discursos amañados), los "logros" vejete-nostálgicos de los primeros años.
Es, o no es, de mentirosos, decir que el pueblo siempre ha estado a la altura de sus líderes?
Tal vez Cuba sea un país de tradición nacionalista. Eso nada tiene que ver con la imposición de un sacrificio estéril que lleva ya más de medio siglo. Esto no es no es otra cosa que una dictadura extraordinariamente neo feudal. Fe ciega no ha sido. Represión despiadada sí. Para mantenerse tanto tiempo en el poder, el dictador ha recurrido, en diferentes ocasiones, al fanatismo y otras muchas veces a la teología (de todas las categorías) y viceversa.
Confundir represión, con muestra de confianza es de una maldad rayana a la complicidad. Y el Sr. Cárdenas Lema lo sabe muy requetebién.
Los núcleos duros a los que se refiere Lema en su artículo, son aquellos que consideran que el sistema debe permanecer inalterable. Algo bastante difícil a estas alturas. Los supuestos "beneficios" que comenzaron en 1959 y se mantienen en la actualidad son precisamente los que han dado cabo de un país, en vías de desarrollo, a uno que galopa en dirección a la miseria más espantosa.
Un filósofo dijo en una ocasión:
Ser joven y no tener ideas de izquierda, es como no tener corazón. Ser adulto y no tener ideas de derecha es, como no tener cerebro.
Otra coincidencia:
"No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan".
Simón Bolívar
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