martes, 2 de mayo de 2023

Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada (fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (séptima parte)


Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada 


(fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (cuarta parte)



                     El Regimiento Centro (continuación 5)



https://www.iberlibro.com/9789592106598/Fronteras.memorias-General-Brigada-Enrique-Acevedo.en-9592106592/plp


Continúa su relato con la información que, debido a no haber cumplido el ciclo 

de vacaciones (cada seis meses), le informan que su mujer y su hija de ocho 

años llegarán a Luanda la semana entrante y para eso le han asignado un 

apartamento de Luanda.


Tres días después de haberse instalado, en Luanda, el matrimonio, Acevedo 

tiene que realizar un periplo, por Angola, que lo llevará al sur. La mujer y la 

hija deben permanecer en Luanda. La niña recibirá clases y ambas lo visitarán 

una semana en Malange. Allí le asignan una maestra a su hija. La mujer 

trabajará en el Regimiento, pero se deciden por otra variante en la cual 

compartirán casa con otro matrimonio y…, un solterón. La Misión Militar de 

Cuba en Angola (MMCA) les asegurará una avioneta para trasladarlas a 

Malange cada 15 días. Dice que hay riesgos y los aceptan. Su mujer trabajará* 

como asesora del Ministerio de Planificación (PNUD de la ONU). La niña 

recibirá las clases, en una pequeña escuela cubana de 30 alumnos.


El PNUD es la principal agencia de la ONU para el desarrollo internacional. Apoya a 

países y comunidades en su trabajo para erradicar la pobreza, implementar el Acuerdo de 

París y lograr los ODS.


* Cargo muy raro para la esposa de un militar cubano


La primera visita aérea, de la familia, resulta casi un desastre. Acevedo relata 

que el piloto, de la avioneta, resultó ser un joven inexperto que solo había 

realizado un vuelo anteriormente a Malange; cuando intenta “tomar pista” 

(palabras de Acevedo), aterrizar sería lo correcto a decir, hay neblina. “Al 

romperse las nubes” (nuevamente palabras que utiliza Acevedo), lo correcto 

sería – al salir de la neblina - el piloto cree identificar la pista. La mujer de 

Acevedo, que conoce al piloto inexperto, le dice a éste que esa no debe ser la 

pista, porque según su parecer (ella no es piloto y supuestamente nunca ha 

estado en Malange) ahí falta un bosque de eucaliptos. Ninguno de los dos sabe 

como han ido a parar al poblado de Cacuso (70 Kms al oeste de Malange).


Acevedo no sabe explicar bien que fue lo que sucedió, y refiere que poco 

después de abortado el primer aterrizaje, el piloto logra sintonizar el radiofaro 

de Malange y llagan sin más consecuencias adversas.


A partir de ese momento, ambas se niegan a emplear la vía aérea para llegar a 

Malanje. Dice Acevedo que, por suerte, los portugueses tenían la costumbre 

de, pintar (con letras blancas) en el techo de la casa más grande del pueblo, el 

nombre del lugar.


En los primeros años de la aviación…, y para ayudar a la “navegación a estima” se decidió pintar sobre los tejados 

mayores, los nombres de las localidades. Eso no fue un “invento portugués”.

Para escribir su libro, Acevedo debía haber investigado y se hubiera dado cuenta que en Cuba, casi todos los Centrales 

Azucareros tenían pintados sus nombres en el techo. (N. del autosr)


                                                                                Entre Cacuso y Malanje 70 kilómetros


La zona norte se caldea. Los katangueses alardean en la frontera, a 150 

kilómetros de Malanje. En un lugar que se llama Marimba se encuentran 

preparando una carretera rumbo a Mangando (reparan los puentes y se nivela la 

calzada). Para esto, utilizan entre 60 y 80 hombres desarmados.


Cuenta Acevedo que hay algo extraño en el proceder, pues desde el punto de 

vista tribal (ellos actúan en esa forma, nos dice) no tienen ningún arraigo en la 

zona. Considera que debe ser algún tipo de desinformación, porque si hubiera 

algún intento de invasión, sería aprovechando el saliente de Cassombo o por la 

frontera norte de Zambia. Cuando consulta al Comisario de las FAPLA y a la 

DISA*, nadie sabe de los planes katangueses.


* DISA, algunas fuentes la refieren como la policía secreta de Agostino Neto. Otras como 

la que nos explica Acevedo, se 

trata del Departamento de Seguridad del Estado Angolano.


De pronto (no indica fecha) se complica la situación; ocho camiones cargados 

de tropas katanguesas penetran en la provincia y se dirigen en dirección 

Marimba-Macongo, rumbo a la frontera.


Acevedo ordena alarma de combate a la guardia combativa (una compañía de 

tanques y un pelotón de infantería en transportadores blindados), informa al 

mando superior de que está listo para impedir que entren al Estado vecino y 

que en 4 horas los puede alcanzar. Le responden que sea cauteloso y que 

“maneje la situación”. Acevedo los cataloga como “frase ambigua”, que no 

quiere decir nada.


Al parecer, en la MMCA no están muy decididos a intervenir en los asuntos internos de 

Angola sin el consentimiento de Fidel Castro. (Nota del autor).


Por su cuenta y riesgo, decide enviar al jefe de la inteligencia del Regimiento y 

al oficial de la CIM que atiende la unidad (en tres carros blindados) para que 

intenten controlar a los agresivos katangueses y…, si fuera necesario “elevar la 

parada” amenazándolos con un enfrentamiento con los cubanos.


Es una decisión muy temeraria de Acevedo, además de una imprudencia. 

Luego de haber tomado esta decisión se lo comunica a las partes angolana que 

están supuestamente desconcertados y “piden” un plazo para consultar a sus 

superiores. Acevedo nunca recibe respuesta.


Estas cosas sucedían frecuentemente en Angola y las relato en mi libro “La Guerra 

Innecesaria” 

https://www.amazon.com/-/es/Mario-Riva-Morales/dp/1535570792 (N. del autor)


Para mejor comprensión realiza un relato de como eran las cosas a finales de 

1975 y principios de 1976, en que angolanos y katangueses se encontraban 

integrados en las FAPLA y…, aunque existen sospechas de que los 

katangueses  cooperaron (de alguna forma con el ejército portugués y a la 

compañía Diamangol. No obstante, los nexos eran más o menos fuertes y en 

estos momentos (1977) las autoridades angolanas no "sabían" como lidiar 

con sus antiguos “hermanos” de guerrillas. El problema consiste en que los 

soldados zairenses nunca se caracterizaron por ser disciplinados y sí por su 

bandidaje.


Cuando regresan los de la “inteligencia” y ls CIM (“comisionados de guerra y 

paz”), informan que al ser conminados, decidieron marcharse para Lunda.


Acevedo continuó pensando que toso había sido un paripé para probar, tanto a 

los angolanos, como a los cubanos y sus reacciones ante un posible conflicto 

en la frontera.
































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Epílogo

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