Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada
(fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (cuarta parte)
El Regimiento Centro (continuación 12)
El Coronel Vega, que fue el que lo relevó en Saurimo no fue nada cauteloso y
“constató” (según describe Acevedo) que, el auto-titulado General Nathaniel
Mbumba (ambos visitaron el día 12 de febrero de 1978 el campamento de
Chicapa, para una reunión no autorizada por la MMCA) llega a un acuerdo
innecesario.
Intenta explicar que, la reparación de algún armamento (morteros, cañones sin
retroceso, instalaciones anti-aéreas), por parte de técnicos de armamento
cubanos, incluyendo algunas medicinas, constituía una ayuda humanitaria.
Bueno, las medicinas sí; lo del armamento se sale de esa categoría.
Se quedarían “ayudando” a los katangueses, un primer teniente y un sargento
cubanos, que son “enrredados” por los “pícaros” katangueses (los cuales les
hacen creer que se encuentran autorizados por Cuba, para impartirles un curso
de tiro rápido con morteros. Los “ingenuos” cubanitos caen en la trampa y
hasta se dejan fotografiar en esos trajines. Llegan a premitir que una compañía
de ceremonias katanguesa, desfile en su presencia. “Elementos suficientes para
montar un show barato internacional; saldrían en las primeras páginas de
diarios capitalistas, causando la falsa impresión de una ayuda cubana en la
segunda aventura katanguesa”.
“El 25 de mayo de 1978, el Presidente Carter acusó al gobierno cubano, de
haber desempeñado un papel clave en el entrenamiento de los katangueses; y
no haber hecho nada para impedir la invasión en el sur de Zaire”.
En la primera semana de junio de 1978, Carter aduce tener pruebas y muestra
las referidas fotografías.
A todas estas, el 17 de mayo de 1978, es derribado el primer helicóptero
cubano en Angola. Y del problema katangués, los participantes en aquel
desastre no teníamos ninguna información de lo que sucedía en la frontera nor-
este de Angola. Bien que el Mayor Foguetón (en aquel momento) aducía que
no podía utilizar la artillería, debido a que los proyectiles que tenía, debía
reservarlos para si la situación en Shaba, así lo requería.
Nunca llegué a saber si el Coronel Harry Villegas tenía conocimiento de la
situación en Zaire.
Agrega Acevedo: “Años después, cuando rebuscaba, en los archivos de las
FAR, tratando de encontrar documentación de esa época, logré leer (la
traducción del portugués de muy mala calidad) un análisis (por parte del Buró
Político del Frente de Liberación Nacional de Katanga) sobre los fracasos de
las dos invasiones a Shaba”. “Por el contenido, me pareció una peleas de gallos
en lugar de una reunión seria”. Acevedo cataloga a Mbumba, de bufón de
opereta.
Para paliar ese ambiente hostil, a Acevedo no se le ocurre mejor idea que, la de
construir (según él, para “buscar una válvula de escape”) un zoológico detrás
de la cocina. ¡Una jaula para cuatro monos! ¡De distintas razas! Los compraron
dentro de un saco y uno de ellos era una fiera.
Se hizo la costumbre que, después de almuerzo, se sentaba dentro de la jaula
(20 metros cuadrados) para ofrecerle caramelos a los monos (de los mismos
caramelos que Fidel Castro mandaba para los soldados cubanos).
Entre los animales de estimación se encontraba una mangosta, cazadora de
serpientes, cucarachas y bichos de cualquier categoría. La hija de Acevedo (me
imagino que leyera en algún momento Riki Tiki Tavi) se encariñó con el
animalito, pero cometió el error de interrumpirlo mientras devoraba una presa
y ésta le asestó un mordisco. No sabían si el animalito podía tener rabia o
cualquier otra enfermedad infecto-contagiosa. Se limitan a tenerlo en
observación y luego lo deportan a la compañía de reparaciones.
La mangosta es un mamífero que podría confundirse con la comadreja o
el suricato. No obstante, este animalito es famoso por su temperamento
audaz, y ha sido protagonista de mitos e historias durante cientos de años.
Como están en Semana Santa, aprovechan para realizar una salida “turística”
por el valle del río Cuango. Acompaña a la familia, del futuro general, una
compañera llamada Noemí Benítez. Dice Acevedo que en un lugar
determinado el río llega a tener un ancho de 50 kilómetros y corta la meseta en
dos partes.
El río Kwango (Cuango, en Angola; en portugués:Rio Cuango) es un largo
río transfronterizo africano de la cuenca del río Congo que discurre por
Angola y la República Democrática del Congo, el mayor afluente del río
Kasai por la izquierda. Se origina en el altiplano central de Angola y fluye,
en general, en dirección norte, hasta formar la frontera entre ambos países.
Todo marcha bien hasta que, alguien propone ver la cascada. Noemí estaba
algo pasadita de peso y arrastra un problema de tobillo. Dos de los escoltas de
Acevedo la cargan (por el fondillo) y así pudieron regresar al punto de partida.
No tengo idea de quién puede haber sido esta Noemí Benítez que menciona
Acevedo.
Días más tarde hay cambios en el Estado Mayor del Regimiento de Acevedo.
Como no conocen el norte de Angola, les prepara un rápido viaje de tres días
que, los llevará desde Malanje hasta Lucapa, Samba Cajú, Camabatela,
Negache y Uige (Carmona). Serían unos 300 kilómetros de recorrido. Les
acompaña n oficial que combatió en esa región y les sirve de guía, narrándoles
las peripecias de las acciones en las cuales participó.
Acevedo incluye, en el safari, a su mujer y a su hija. Se van introduciendo en la
región cafetalera y en algunos lugares la selva es tupida. No logro dicernir si
esto es antes o después del derribo del helicóptero de Emilio (H-06).
El Jefe del RIM Norte es el Coronel Harry Villegas (el Pombo de la guerrilla
del Che en Bolivia. Les muestra la “base aérea de la OTAN” en Uige*.
*Incierto. Debido a que Portugal entró a formar parte de la OTAN, cualquier aeródromo portugués podía ser
catalogado, como perteneciente a dicha organización, pero el aeropuerto de Carmona (Uige, nombre autóctono)
siempre fue un aeropuerto civil desde su construcción. No en tanto, el aeropuerto de Negage, distante 50 kilómetros, si
era una base militar y era donde el Coronel Villegas tenía ubicado el Estado Mayor del Regimiento Norte, aunque
nunca fue una base de la OTAN, sino que prestaba servicios a la OTAN en caso de necesidad. (N. del autor)
Uige (Carmona)
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