Crítica al libro “FRONTERAS” del General de Brigada
(fallecido) Enrique Acevedo Gonzalez (cuarta parte)
El Regimiento Centro (continuación 10)
hableclaro. No sabe con que se va a enfrentar. Es un bicho grande, le dice; que
vive en el agua, con tarros largos; que no es difícil de cazar, “jefe, no tenga
miedo”. No le quiere decir el nombre, se hace el tonto.
Para evitar la bilharsia*, es necesario embarrarse las piernas, hasta la cintura,
con aceite quemado. Le sigue, Maosino va armado con un pre-histórico cañangulo*.
Floja ayuda en caso de necesidad, piensa Acevedo. Necesitará casi un minuto
para recargar.
* Bilharsia es una infección por duelasde la sangre del género Schistosoma, que se contagian
por vía transcutánea al nadar o caminar en agua dulce contaminada. Los microorganismos
infectan los vasos del aparato digestivo o urogenital. (N. del autor)
*Canhangulo es una especie de escopeta casera , muy utilizada durante la guerra civil de Angola.
Penetran en los cañaverales que bordean un ancho río, avanzan en forma
silenciosa. Acevedo lleva un fusil R-10 calibre 308 de mira telescópica,
graduado de cien metros en adelante. Ya sienten lo animales chapoteando en el
agua; algo le dice que eso va mal.
¿Oye Antonio, es un hipopótamo o un rinoceronte?, le pregunta al guía.
No chefe, es un bicho grande, preto, gordo y malo.
Acevedo dice sentir temor. No puede ser un elefante y…, si fuera nunca le
dispararía, debido a la simpatía que siente por los paquidermos.
Acevedo no quiere continuar sin saber a que se enfrenta. “Chefe, es una Pacasa
preta, hay pocas. Cuando el chefe tire, las demás se van y la atrapamos, yo le
ayudo con el cañangulo”.
Pacassa Bufalo de Agua
La pacassa o búfalo pardo de Angola, es el búfalo pardo de la selva, un bóvido que habita en la mayoría de los países del
África Ecuatorial y cuyo hábitat preferido son las riberas de los grandes cursos de agua, en zonas que suelen denominarse
bosques de galería. La pacassa es muy similar al búfalo negro en sus hábitos y comportamiento, sin embargo es un búfalo
más pequeño. Es un animal de temperamento desconfiado y vengativo. Los cazadores conocen bien la pacaça y su
ferocidad. Muchos cazadores han encontrado muertes espantosas mientras cazaban pacassas. Una pacaça herida se vuelve
extremadamente peligrosa y los cazadores tienen el deber moral de matarla para que no desate su furia vengativa sobre
cualquier persona inocente que pueda cruzarse en su camino o acercarse a donde está refugiada. Aunque relativamente
grande, el búfalo pardo se las arregla para esconderse y esconderse en la maleza y los arbustos de tal manera que apenas se
le puede ver. Parece que este animal siempre es capaz de reconocer al cazador que lo ha herido y desata sobre él toda su
furia animal asesina. Algunos de los cazadores asesinados por pacaças heridos fueron encontrados en un estado realmente
irreconocible. Fueron desgarrados y reducidos a una masa informe de carne y huesos.
No sé, si en algún momento, le hayan recriminado semejante comportamiento
a un militar cubano de alta graduación. Se encontraba incumpliendo una orden
terminante que prohibía cualquier tipo de caza en Angola. Sin embargo,
Acevedo se exponía a semejante riesgo que podía descabezar al regimiento
bajo su mando. Acevedo se encontraba, en Angola, no para ir de safari, sino
para (supuestamente) proteger las fronteras angolanas de cualquier enemigo
externo.
Acevedo siente mucho frío, pero al fin puede verlas. Se encuentran a unos 40
metros de distancia. Maosino le señala un macho grande. Son nueve animales.
Los mayores pueden pesar hasta dos mil libras. Dice Acevedo que, en un
terreno llano se pudiera enfrentar con hasta dos de ellos, pero que dentro de un
pantano, es una locura tirarle a una manada. Dice Acevedo que el es un gran
cazador de patos, yaguasas y jutías y que solo ha matado venado antillano y
puercos jíbaros como caza mayor. Después del susto, se retiran. Para no perder
el día, mata dos cacú (burro de mata) y algo acomplejado, le regala uno entero
a Maosino.
Más adelante, se adentra en un tema histórico-religioso, tratando de explicar lo
inexplicable. Pierde su tiempo. No creo que nadie se fije en esta parte del libro.
Es densa y contagiada de pre-conceptos comunistas.
También trata, a su manera, de explicar la esclavitud, sin explicar que los
portugueses compraban esclavos a los sobas reinantes de la época.Los
portugueses jamás cazaron esclavos en Angola, a no ser casos puntuales,
Preferían pagar por ellos, ya que la esclavitud imperaba al sur de Sahara.
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