jueves, 15 de febrero de 2007

La Segunda Generación de Militares y la Corrupción (secuelas de las Causas no. 1 y 2 del año 89)

El traidor, el que traicionó a la revolución de los cubanos es Fidel Castro.
La revolución contra Batista era para retornar a la democracia. A partir del momento en que Fidel Castro se aparta de la democracia y comienza a adaptar el socialismo estalinista en Cuba, A PARTIR DE ESE MOMENTO, deja de ser revolución para convertirse en dictadura.

Fueron muchos los engañados y muchos los que se dejaron engañar. Fueron muchos los aprovechados y los que se dejaron aprovechar. Fueron muchos los que crecimos en las ideas del fidelismo y fuimos pioneros, cederistas, jóvenes comunistas, internacionalistas, pensando que estábamos haciendo el bien.
Pero el tiempo, el implacable, hizo que muchos pudiéramos ver, apreciar, conocer y hacer comparaciones que nos llevaron a cuestionamientos que no podían ser argumentados por la dictadura: Nuestra generación había comenzado a pensar y el régimen dictatorial llegó a la conclusión que había llegado la hora de silenciarla. Y nada mejor que, aprovechando la coyuntura de las famosas causas del 89 y el derrumbe de "La Unión Soviética y demás paises del Campo Socialista", pasar a retiro a todo aquel que no le inspirara confianza. De esa forma limpió no solo al MININT, sino también al MINFAR. No me estoy refiriendo a Generales (aunque sé que también los hubo). Me estoy refiriendo a primeros oficiales y oficiales subalternos que ocupaban cargos de primeros oficiales. Me estoy refiriendo a personas que habían realizado estudios y tenían memoria de los primeros años después del triunfo de la revolución, ya fuera porque tenían la edad suficiente como para acordarse o que habían recibido ésta información de primera mano, por medio de aquellos que habían participado en lo que denominaron "La época de la Barbarie", refiriéndose a las famosas "Lucha Contra Bandidos" y "Lucha Contra Piratas", que era como les llamaban a aquellos que en realidad combatían a la dictadura y al comunismo.

Para los que lean éstas líneas, les digo que pueden tener la seguridad de que aquellos que en el año 70 teníamos menos de 20 años, creíamos sinceramente que estábamos en lo cierto, que éramos los dueños de la verdad. Poco a poco nos fuimos convenciendo que habíamos sido engañados. Y, eso es lo más difícil. Reconocerlo.

Las causas antes mencionadas fueron el principio del fin. Si aquellos, que nosotros sabíamos que estaban cumpliendo las órdenes de Fidel Castro de combatir "el bloqueo imperialista" inundando de drogas al "Monstruo Revuelto y Brutal", eran desprestigiados, denigrados y finalmente fusilados...

Ya había sucedido en Granada, donde por primera vez se vio la figura del "Napoleoncito Caribeño" tambalearse política e ideológicamente.


En el 59 Fidel Castro había traicionado a Hubert, a Urrutia a Miró, en fin, a muchos, haciéndolos pasar como rezagos de la burguesía batistiana y gente que le hacía el juego a los americanos. Y nos lo creímos. Fidel Castro había prometido el Paraíso en la Tierra y en los años 90 el pueblo estaba comiendo tierra y hoy la tierra no alcanza para 15 días.

Con la apertura hacia los negocios mixtos entre el desgobierno y firmas extranjeras, así como las exploraciones a riesgo, nos encontramos con algo que ya habíamos vislumbrado en nuestra época de militares. Me refiero a la corrupción. La corrupción, antes de los años 90, la veíamos como una parte más del sistema: Que el Jefe de la Aviación de Transporte hiciera llamar a un avión AN-26 para trasladarse hacia Cayo Largo (en esa época aun no se encontraba en explotación para extranjeros) con su carro y el de un amigo, chocaba un poco, pero pensábamos que debía ser así.
Hubert Matos 1959


Cuando comenzamos a ver a gente del calibre de Marcos Portal, Machado Ventura, Carlos Lage, Esteban Lazo, el Ministro de Comercio Exterior y al Jefe de la Dirección del MININT que atiende Comercio Exterior (situado en el edificio cito en la Calle "O" entre 19 y 21 en el Vedado); todos ellos recibiendo prebendas y dejándose comprar por las firmas extranjeras y pidiéndoles (por favor) que no les mandaran los regalos a las oficinas y enviándoles direcciones donde podían dejar el dinero y los artículos, daba asco. Y el otro llenándose la boca diciendo que ninguno de sus ministros (como si él fuera Rey) era corrupto y los hacía firmar éticas de conducta, cuando él (Fidel Castro) sabía todo lo que sucedía y lo permitía, como forma de chantaje.
Manuel Urrutia entre el Che y Camilo



Marcos Portal

Los militares no viven tan bien como alguno pueda pensar. Durante las navidades que fueron autorizadas, gracias al Papa, fui a visitar a un amigo mío y cuando llegué a su casa me quedé horrorizado de lo que vi . Y el hombre era uno de los jefes de los helicópteros destinados al turismo. Solo tenía una cama maltrecha, cero muebles, una mesa con cuatro sillas, que daba grima, y mucha hambre pues el refrigerador, de los años 50, estaba vacío. Esa noche me contó que a uno de sus técnicos, lo habían expulsado deshonrosamente de las FAR porque lo trabaron llevándose 10 litros de combustible de aviación para poder prender el fogón de kerosene de su casa para hacer una caldosa para todos los vecinos. Se jodieron hasta los vecinos.

Muchos fuimos los coroneles y de ahí para abajo los que anduvimos en bicicleta (yo bajé 20Kgs.) y aun guardo la fotografía que me dio por llamarle la foto del período especial.
Las casas (y les voy a hablar de las del reparto militar de Camagüey) están tan mal construidas que no es necesario un ciclón para que le entre agua y eso que son nuevas. En Cuba a todo el que no tenga planta eléctrica se le va la luz y los repartos militares no son la excepción.
Los militares son igualitos al resto de los ciudadanos del país y deciden irse de Cuba por las mismas razones que lo hacen muchísimos hijos de la misma Patria.

No piensen que porque son militares tengan la capacidad de insubordinarse. Para eso se requiere de muchos aspectos. Sepan que en Cuba tenemos una gran cantidad de militares de diversos rangos que están que trinan y no tienen ni la posibilidad de irse para Miami y otros que están presos o desaparecidos al ser capturados en el intento.

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