miércoles, 14 de febrero de 2007

Meñique en la Unión Soviética

CONTROLES

Cada vez que escuchaba decir: “Viene un control”..., los jefes se descontrolaban. Esa auditoria anunciada provocaba nerviosismo y por que no, apendejamiento.Verdaderamente hacía mucho tiempo que la Asociación Nacional de Economistas y Contadores habían dejado de realizar su trabajo, gracias al desgobierno de Fidel Castro Ruz, que un buen día se le ocurrió que en su socialismo tropical no era necesario llevar cuentas.

Nada que, gracias a los viejos pericos* y la mala voluntad de Fidel Castro, comenzamos a copiar el sistema económico ruso.Por cierto, para que se tenga una idea de como funcionaba la contabilidad soviética les relataré algo que me chocó profundamente en la epoca que tuve el privilegio de vivir en Rusia. Las cosas andaban mal en las tiendas rusas ya que una vez por semana solían cerrar para realizar balances.

Como en el cuento de Meñique, pregunté y pregunté hasta que di con la explicación, más que escuchando respuestas, observando. Mis pesquisas dieron por resultado que aquellas tiendas, que aun teniendo cajas registradoras modernas, seguían apelando al (no por vetusto menos eficiente) ábaco, no emitían comprobantes de venta. El cliente podía escoger diferentes artículos del mostrador, sumar sus precios, ir a la caja registradora, pedir un vale por la cantidad de dinero correspondiente a la suma efectuada con anterioridad y dirigirse a la tendera, indicándole cuales eran los artículos de su elección. Ella atendería la cifra plasmada en el vale (no aparecían reflejados los artículos) y luego de una comparación con los artículos (del mostrador) señalados por el cliente, pondría fin a la transacción.



Ábaco



Imposible saber que artículos había vendido que vendedor. Ni cuando había sido vendido, ni cuantos artículos de una misma especie quedaban por vender. Ese era el método que por poco adoptamos. Y si no lo hicimos fue porque en los primeros 50 años del siglo XX habíamos aprendido a sumar, restar, multiplicar y dividir.

Los años que pasamos sin economistas ni contadores han traído consecuencias tales como la de continuar diciendo que las auditorias, al menos, sirven para que exista preocupación por el andamiaje contable.

Es inaudito que alguien pueda pensar, decir o escribir algo semejante. Es como la imbecilidad de decir que la contabilidad debe ser confiable. El término “al menos”, minimiza la función de las auditorias que, para una economía sana, son esenciales. “Andamiaje contable” es un adjetivo calificativo casi denigrante.

Un andamiaje es algo complejo y difícil de armar. La contabilidad, por el contrario, es ciencia pura, dos más dos son cuatro y no pueden ser ni tres ni cinco. Pero, para que no sea engorrosa o compleja la auditoria, debe trabajarse diariamente en la contabilidad y durante todo el año.
La ineficiencia, la malversación, el desvío de recursos, el hurto, lugares comunes en la sociedad cubana, son hijos legítimos del descontrol gubernamental.

En Cuba no existe la propiedad privada sobre los medios de producción ni servicios. A quien, sino al propio gobierno le conviene el descontrol?“A río revuelto, ganancia de pescadores”. Este popular refran ejemplifica sobradamente. Los pescadores son los gobernantes.

Y los gobernantes no solo son la cúpula dirigente. Como todo pertenece al gobierno, gobernantes son los administradores, directores, gerentes etc., etc. Cuba lo que necesita es un cambio que arrase con esa plaga infernal de gobernantes insaciables y de un tirano indeseable que ha hundido a Cuba en el mal. Digo mar?

*Mote utilizado para denominar a los militantes socialistas (comunistas) del partido fundado en 1925 y que auparan a la presidencia de la República a un sargento, devenido en Coronel y luego en General, llamado Batista.

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