A Zapato quitado
Es una lástima que todavía existan personas que, en la Cuba de hoy, acrediten en la calidad. Y todavía peor que existan periodistas que se dediquen a preguntarse si un mes basta para valorarla etc.La calidad no ha tenido holgura en nuestro país, sencillamente ha brillado por su ausencia. Es por eso que en el refranero popular exista aquello de que “escobita nueva barre bien”.
No hay establecimiento o producto nuevo que al cabo de cierto tiempo haya perdido la calidad.A veces ha predominado la idea de que la cantidad expresa la justicia distributiva de la sociedad socialista. En nuestro país la cantidad ni es tal, ni constante en su forma de distribución. Y por favor no le sigan llamando a la utopía tropical “sociedad socialista”.
Hablan de fórmulas que se asumieron para resolver ciertas necesidades, pero no aclaran que estas fórmulas se asumieron sin contar con la población, tal y como viene sucediendo desde hace más de 40 años. De ahí que se tuvieran que convertir en provisionales!!!!
Que desfachatez, a lo que no funciona le llaman “fórmulas provisionales”.Que quieren decir con extender la cultura un criterio cualitativo? Y que éste respalde la competitividad en lo exportable? Es totalmente inaceptable verborrear de ésta manera cuando la población padece hambre.Hoy el tema central pueden ser los fósforos. Mañana será cualquier otro artículo, el que esté de moda en ese momento.
No han descubierto la sopa de ajo. Sencillamente relatan algo que viene ocurriendo desde el triunfo de la revolución de 1959 y que la prensa cubana ha publicado esporádicamente.
Si los sindicatos funcionaran como debe ser, ya esto hubiera pasado, pero por desgracia los sindicatos no tienen, en Cuba, ni voz, ni voto. A las tiendas han llegado gomas de bicicletas con mayor diámetro que la llanta. Es eso algo nuevo? ¿Quién no recuerda las barredoras de nieve? ¿Quién no recuerda la tortura infantil del básico y el no básico? Los quico plásticos? Los zapatos de primor? Y como aquel que no quiere tocan el tema del maltrato, como si éste no fuera parte de la mala calidad de la oferta. Otra cosa es la estafa al cliente, que tratan de minimizar con la palabra “intento” y no dicen la palabra común para denominarlo “multa”, para terminar con una disculpa.
Verdaderamente creen que en Cuba exista alguna entidad que merezca un premio a la calidad a no ser el "querido" Comandante en Jefe que ha logrado una calidad de dictadura incuestionable.Debemos concluir diciendo que no se puede pregonar el socialismo sin ser socialista, así como que no se puede hablar de calidad siendo chabacanos.
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