Vera Gutiérrez Calvo |
Esta es una adición personal a la entrevista realizada por VERA GUTIÉRREZ CALVO - Madrid - 09/11/2009
Un veterano del PCE, una joven afiliada y un ex militante del Partido Comunista de Cuba, debaten sobre política e ideología.
Él, andaluz, eurodiputado, tiene 57 años y cuatro décadas de militancia en el PCE. Ella, valenciana, arqueóloga con contrato temporal como técnica del área de Juventud en IU -"ojo, el contrato temporal lo hace el Estado, no IU"-, se afilió al partido hace seis años: a los 20. Y ya en 2008 formó parte de la candidatura de IU a las europeas. El otro, cubano (por los cuatro costados) de 59 años de edad y 28 años de militancia en el PCC.
Mario Armando Riva Morales consideró oportuno confrontar las opiniones de Willy Meyer y Esther López Barceló, dos generaciones de españoles, con título de comunistas, que solo conocen el monstruo totalitario de oídas.
Los tres se representan a sí mismos y en el caso de Meyer y López su ideología y visión del mundo son idénticas.
Veamos que dice Mario Armando.
Pregunta. ¿Qué es ser comunista hoy?
Esther López Barceló. En lo fundamental sigue siendo lo mismo que era. Los valores son los mismos: el reparto equitativo de la riqueza, la socialización de los bienes de producción... Luchamos contra el capitalismo, a fin de cuentas, lo mismo que en el siglo XIX. Lo que cambia es la coyuntura y nuestras formas de articular la respuesta. El problema sigue siendo el capitalismo, la desigualdad.
Willy Meyer. Hoy, 7 de noviembre, celebramos la toma del Palacio de Invierno por los bolcheviques, la expresión más clara de la llegada al poder del ideario comunista. La idea central de esa toma del poder en la URSS tiene absoluta actualidad. En el siglo XIX se trata de seguir defendiendo la igualdad. Mi generación nunca pensó que el siglo XXI fuera a ser tan terrible para la humanidad, ha habido un retroceso en las ideas que nosotros representamos.
E. L. En lo fundamental estamos de acuerdo jóvenes y mayores en el partido. Allí donde haya una injerencia del capitalismo, allí estamos nosotros para dar la voz a los que no la tienen. No hay un debate generacional.
Mario Riva Morales. Tal vez en España, quizá en la Europa occidental, pero en lo fundamental, ser comunista ya no es lo mismo. El reparto equitativo de la riqueza es una idea tan justa como la repartición de los panes y los peces. La socialización de los medios de producción es realizable tan solo en algunas industrias y macro-negocios (los negocios pequeños son imposibles de controlar por el gobierno del Estado).
La socialización de los medios de producción es una quimera inalcanzable en un sistema de mercado (el sistema totalitario ha demostrado ser un fracaso en ese sentido). La lucha contra el capitalismo ha devenido en lucha contra la democracia representativa y eso ha sido el peor error de cálculo de las dictaduras totalitarias mal llamadas comunistas. Los verdaderos luchadores del siglo XIX fueron los sindicatos (alcanzaron las reformas de un sistema de mercado salvaje).
Los “comunistas” del siglo XXI, en la actual coyuntura, se han quedado sin respuesta. Porque el problema no es el capitalismo, sino el sistema de mercado y su desigualdad.
La llegada al poder del ideario comunista de los bolcheviques rusos fracasó desde el inicio, en un conjunto de países subyugados por algo que se auto-tituló Unión Soviética (que de unión solo tenía el nombre). De manera que hoy en día carece de actualidad.
Mi generación se desarrolló en la idea de cumplir promesas que jamás vieron la luz y que por el contrario, de década en década lo que se imponía era un igualitarismo absurdo y ridículo.
Es verdaderamente horroroso tener que reconocer nuestro fracaso.
Tal vez ese sea nuestro mayor logro.
No obstante, existe un desacuerdo entre la nueva generación y los dirigentes actuales.
Es imprescindible delimitar las fallas en el sistema de mercado y dejar de machacar el trillo del capitalismo, ni proclamarnos defensores de los que no tienen voz. Eso no es otra cosa que demagogia y..., los pueblos están hartos de tanta palabrería y de tanta incompetencia.
A continuación: Los vicios políticos del PCE
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