Esther López Barceló |
Esta es una adición personal a la entrevista realizada por VERA GUTIÉRREZ CALVO - Madrid - 09/11/2009
P. ¿Los jóvenes reprochan algún vicio político a los veteranos del PCE?
E. L. Bueno... Hay un vicio, pero lo habría en un partido o en una asociación de petanca: nos miramos demasiado el ombligo, malgastamos horas en debates internos y se nos olvida lo que hay fuera, que es lo que nos une. Pero los veteranos nos han enseñado el mejor vicio: no desistir nunca. Seguir defendiendo nuestras posiciones a pesar de tenerlo todo en contra.
W. M. Nosotros nos formamos en la lucha por la libertad; afortunadamente ellos, los jóvenes, no saben qué es eso: sufrir cárcel, exilio... Pero yo creo que el periodo 1936-1957, el más heroico del PCE, debería estar siempre presente. Eso no se debe perder. La batalla de ideas no es un problema de edades: conozco a viejos muy abiertos y a jóvenes dogmáticos.
E. L. Ahora las libertades formales las tenemos, lo difícil es hacer llegar a la clase trabajadora, en esta situación de capitalismo salvaje, que las libertades formales son sólo eso: formales. Es mucho más difícil hacerle ver eso a la gente en un marco de democracia burguesa. La libertad formal no es lo mismo que la libertad de verdad. Antes el enemigo era el franquismo, ahora se trata de desenmascarar esa democracia.
W. M. Yo quiero decir que me siento responsable de algo que hemos hecho mal... Nuestra manera de comunicarnos con la sociedad... Nosotros tenemos un problema muy serio: nos falta resolver la comunicación directa con la sociedad.
Mario Riva Morales. Yo no le llamaría vicio. Tal vez los comunistas españoles o europeos occidentales tengan algunos, pero lo que yo conozco es la corrupción.
Todos los partidos de igual denominación, forjados a imagen y semejanza del Partido Comunista de la URSS, nacieron torcidos. En realidad no eran partidos políticos dentro de una sociedad democrática, sino grupos de agitación y propaganda del llamado primer estado socialista del mundo. Sabían perfectamente que jamás alcanzarían el poder y aun en el caso de alcanzarlo, sabían que les sería imposible instaurar los cambios (que no desisten en promulgar), mientras no cambiaran las constituciones democráticas. Siempre han tenido en su contra la lógica de la naturaleza.
La proclamación de luchar por la libertad es otra de las demagogias de los mal llamados comunistas. Lo peor es que cuando han llegado a ostentar el poder (Europa Oriental), es cuando menos libertad ha existido.
En el caso español, la cárcel y el exilio son consecuencia directa de no haber sabido defender la república. Lo más triste es el desengaño sufrido al percatarse de la falta de apoyo político y moral de la otrora Unión Soviética.
Tengo la impresión que el período comprendido entre 1936-1957 es el más triste del Partido Comunista Español y su presencia solo es el pretexto revanchista de algunos de los fracasados.
Los mal llamados comunistas españoles deberían estar avergonzados. La batalla de ideas es pura demagogia, no un problema de edades. Todo el que profese esa idea es un demagogo, sea joven o viejo.
¿Alguien puede decirme que es la libertad de verdad?
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