domingo, 15 de julio de 2012

El secreto descubierto (la crisis de octubre)

Octubre de 1962


El secreto descubierto




Dicen que el barco que transportó las municiones nucleares se llamaba “Indiguirka”. El capitán y el jefe de las tropas transportadas habían recibido órdenes de hundir el barco en caso de su inminente captura. De haber sido necesario su hundimiento, todavía hoy tuviésemos un cementerio nuclear en un punto cualquiera del Atlántico.

El “Indiguirka” zarpó el día 16 de septiembre de 1962. Las órdenes de repeler cualquier agresión por parte de cualquier país, embarcación o aeronave fueron recibidas por todos los mercantes que transportaban medios hacia Cuba.

Si los mercantes decidían defenderse de un ataque (supuestamente) de embarcaciones anti-fidelistas procedentes de las costas norteamericanas y se descubrían los cañones instalados en cubierta, perderían todas las ventajas legales que supone un acto de piratería. Hubiera sido muy difícil para Kruchev presentar el hecho ante la opinión pública internacional.

Continuaban al margen del derecho internacional. Continuaban mintiendo.

Tuvieron suerte de que las autoridades norteamericanas fueron lo suficientemente prudentes como para no utilizar la violencia.

El mimo día 16 de septiembre arribó al puerto del Mariel el mercante “Poltava” con los primeros elementos de los 8 cohetes estratégicos R-12, que se emplazarían en la región Candelaria-San Cristóbal, en la provincia de Pinar del Río.

El traslado fue una verdadera cochambre que provocó toda suerte de especulaciones en la población civil y la subsiguiente información de inteligencia a los norteamericanos.

Era una acumulación de máquinas especiales y equipos de grandes dimensiones.

Pero, es que un plan concebido con premura y solo por la voluntad del dictador soviético no podía resultar de otra forma. De racional nada. Todo lo que estaba sucediendo era totalmente irracional y con los pantalones por delante. ¡Y cuando los pantalones piensan, el cerebro sobra.

Todos los incumplimientos del cronograma se debieron a una planificación anárquica.

Fueron tan burdos que los norteamericanos consiguieron, por esos días, los primeros informes dignos de crédito sobre la posible presencia de cohetes balísticos en Cuba.

El día 17de septiembre de 1962 se reunió el Comité de Relaciones Exteriores y de Servicios Armados del Senado norteamericano para analizar la situación y los proyectos de invasión. Su duración fue de 5 horas.

Se hace necesario recalcar que los proyectos de invasión respondían a la presencia soviética en Cuba, mucho antes que se descubrieran los cohetes.

En el Mar Negro navegaba el mercante “Krasnograd”, procedente del puerto de Feodosia, transportando 6 cohetes estratégicos R-12 que se emplazarían en la zona de Santa Cruz de los Pinos-San Cristóbal, en la región occidental de Cuba.










Por esa misma fecha se presentó una situación extraordinaria en el Regimiento Aéreo de Caza, el cual acondicionaba las posiciones, muy cerca de la ciudad de Santa Clara. Resultaba que la burocracia, hija del sistema totalitario, era tan estricta que tan solo 18 días bastaban para que los pilotos de los MIG-21F13 se encontrasen vencidos y “no aptos” para volar. Lo peor consistía en que aun no existían aviones MIG-21F13 de entrenamiento y se utilizaban los MIG-15UTI. Pero estos no habían llegado, debido a la cochambrosa planificación.
MIG-15UTI (entrenamiento)


Debemos aclarar que si bien es cierto que a los pilotos de aviación se hace necesario realizarles controles periódicos y que no deben estar sin volar por períodos relativamente largos, un mes o dos sin volar, no afecta de forma peligrosa la ejecución del vuelo. Sobre todo si se trata de un vuelo de entrenamiento o actualización. Lo que no se dice es que los pilotos soviéticos no tenían experiencia alguna de vuelo sobre el mar y estaban verdaderamente ansiosos.
Resulta imprescindible aclarar que los pilotos de aviación no realizan las cosas en automático, ni por instinto. Todo responde a un entrenamiento prolongado e intenso, que posibilita actuar de forma inmediata ante cualquier circunstancia. En la aviación todo se piensa y razona. ¿Qué en ocasiones se utiliza el instinto? Sí, pero un instinto no es un invento, sino algo que se ha razonado previamente.
El Jefe del Regimiento no tuvo otra alternativa que violar el reglamento y comenzar a volar sin el entrenamiento previo establecido. No pasó nada. Todos volaron, fueron felices y no comieron perdices. No había.

El día 18 de septiembre de 1962, los Comités de Relaciones Exteriores y de Servicios Armados, del Senado, aprobaron el texto de una resolución conjunta, en la que se autorizaba al Presidente Kennedy para utilizar las tropas, con el objetivo de resistir a la agresión comunista en el Hemisferio. La resolución fue aprobada, por mayoría, el día 20 de ese mismo mes.
El gobierno de los Estados Unidos estaba dejando en claro que impediría las actividades agresivas soviéticas en el continente americano.
No se hizo esperar la advertencia soviética. Al día siguiente, día 21, Andrei Gromiko pronunció un discurso ante la Asamblea General de la ONU, en la cual dijo que un ataque norteamericano contra el régimen de Fidel Castro significaría la guerra con la URSS.
El propio día 22 de septiembre llegaba a Cuba, por el puerto de Sagua, el mercante “Nikolaevsk”, con los MIG-15UTI (aviones de entrenamiento) para el Regimiento de Cazas ubicado en el aeródromo de Santa Clara. Por el puerto de Casilda hacía su entrada el mercante “Kimosvk” transportando 8 cohetes R-12 (dos de combate y uno de instrucción), los cuales se emplazarían en la región central de Cuba.


Base Aérea de Santa Clara


Ya para esta fecha se había acabado el secreto. Se hacía imposible guardar el secreto debido al movimiento de tantas armas y tropas. Ya eran infinidad de personas, militares y civiles cubanos, las que tenían conocimiento de la gigantesca metedura de pata (si se le pudiera llamar de estas forma).
A finales de septiembre llegaron, en el mercante “Fisik Vavilov” las últimas unidades de defensa AA que protegería la parte oriental de Cuba. El Jefe de la División y su EM y órganos de dirección se instalaron en la ciudad de Camagüey. Los EM de los Regimientos se ubicaron en Ciego de Ávila, Las Tunas y Santiago de Cuba.

De esta forma la ocupación de Cuba, por parte de las tropas soviéticas, estaría concluida y supuestamente, en completa disposición combativa, entre los días 23 de septiembre y 20 de octubre de 1962.
El mando soviético, desde Moscú ordenó estrictamente el no funcionamiento de los radares de localización de la defensa AA, y prohibió disparar sobre los aviones de reconocimiento norteamericanos que sobrevolaran el territorio nacional cubano.

Esta orden perseguía dos objetivos bien definidos: Por una parte no querían empeorar la situación política internacional, ya de hecho bastante deteriorada y contrariamente a la URSS. Por otra parte trataban de evitar que los norteamericanos detectaran la composición y el orden combativo de las unidades.
Comenzaba la angustia de Fidel Castro. Se percataba que las tropas soviéticas no se encontraban bajo su mando. Se había convertido en un pelele de los rusos. Eso le encajaba mal. Fidel Castro pretendía derribar cualquier aeronave que penetrase el espacio aéreo. ¡No podía! Esto le tenía furioso.


















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