¿Se acuerdan de los sucesos
de Tarará?
Elías Pérez Bocourt tenía 22 años cuando supo que Luís Miguel Almeida y
otros vecinos suyos iban a salir clandestinamente del país en una lancha
rápida, y necesitaban gente para cargar los 27 estuches de combustible que
precisaban para el viaje, razón por la que lo invitaron y el aceptó.
Bocourt, quien lleva ya casi veinte años en prisión, fue sancionado a un año más de cárcel
por “desacato a la figura del líder de la revolución”, elevando su condena a 31
años. La sanción se debe a que el encartado gritó “Abajo Fidel” como réplica a
la andanada de excremento que le lanzaron a la cara, en su celda, varios presos
comunes enviados por los guardias.
Pérez Bocourt tiene limitada su capacidad mental, debido a un accidente que
tuvo en su niñez. Fue enviado a la cárcel en enero de 1992, en el caso de Tarará, donde perdieron la vida cuatro policías, incluido el guardia
Pérez Quintosa.
Fue acusado de los delitos de “Cómplice de Asesinato y
Piratería”, y condenado a 30 años.
Pérez Bocourt se quedó en el muelle con las mujeres y los niños, y desde
allí escuchó el intercambio de disparos que se produjo a unos 200 metros de donde se
encontraban. Casi al instante regresó Almeida diciendo que tenían que
irse del lugar pues la policía los estaba persiguiendo, y de inmediato se
marcharon. Según Pérez Bocourt fue al día siguiente cuando se enteró de que el
intercambio de disparo se que escucharon se había producido cuando llegaron
inesperadamente dos policías, que resultaron muertos, y que Almeida había
matado a su amigo Pérez Quintosa y al otro guardia, ambos amarrados.
El 29 de diciembre de 1992 un An-26 de Aerocaribbean es secuestrado en vuelo Habana-Varadero a Estados Unidos.
El 4 de febrero de 1992 Luis Rodríguez se lleva su aparato de fumigación An-2 junto a otras ocho personas, entre los que se encontraban su esposa y dos hijas. El An-2 cayó sin combustible al mar a poca distancia ya de los cayos al sur de la Florida. Nadie sobrevivió.
¿Se acuerdan de las embarcaciones secuestradas?
El 4 de agosto de 1994 ocurrió un intento de salida ilegalmente del país por el puerto de La Habana, y el 8 de agosto de 1994 fue secuestrada en el Mariel, La Habana, una nave auxiliar de la Marina de Guerra Revolucionaria, por Leonel Macías González, quien logró huir hacia Estados Unidos.
¿Se acuerdan del maleconazo?
Maleconazo es el nombre que recibieron una serie de manifestaciones
antigubernamentales ocurridas en Cuba el 5 de agosto de 1994.
El régimen de Fidel Castro
movilizó las “brigadas de respuesta rápida” que, armados con palos y tubos de
metal, respaldaron el despliegue policial en La Habana para frenar la revuelta.
Los disturbios, los más graves registrados en Cuba desde1959, se saldaron con decenas de heridos y un centenar de
detenidos.
En ese contexto, el tratamiento de la emigración legal desde Cuba, pasaba por el intento de mantener políticas que impidieran la repetición de las consecuencias negativas similares a las que tuvo el Mariel.
Las prioridades y niveles de calificación establecidos por las regulaciones inmigratorias estadounidenses para la época, serían estampados con todo rigor en los Acuerdos y con posterioridad igualmente aplicados.
Es por eso que el máximo de la cuota de 20 000 visas de inmigrantes anuales para Cuba, estaba siempre condicionado al comportamiento de las características de los migrantes cubanos ante las reglamentaciones de calificación para inmigrar.
En ello era determinante la composición de quienes pretendían emigrar y el grado de parentesco que tuvieran en Estados Unidos. Ambos aspectos distaban en repetidas ocasiones de lo deseado y estipulado por Estados Unidos.
La aplicación inflexible de tales parámetros, permitió que entre 1985 y 1994, sólo pudieran emigrar legalmente a los Estados Unidos 11,222 cubanos por los Acuerdos Migratorios, de una cifra que debía llegar a las 100 000 personas.
A diferencia del Memorándum de Acuerdo de 1965, ahora existía un alto grado de incompatibilidad entre los requerimientos inmigratorios norteamericanos y las características de los potenciales emigrantes cubanos, que lastraba e impedía el cumplimiento de otorgar visas de emigrantes legales a los cubanos.
Mientras, los emigrantes que salían ilegalmente desde la Isla, continuarían arribando a territorio estadounidense y entonces, sí calificaban a tenor del tratamiento de refugiado político que la propia administración norteamericana les daba.
La Ley de Ajuste Cubano con posterioridad les garantizaba una rápida inserción en la sociedad estadounidense, con el apoyo de la comunidad cubana.
En la práctica dos elementos muy diferentes y contradictorios estaban en juego
en el caso de la política inmigratoria de Estados Unidos hacia Cuba.
No obstante lo señalado, el fenómeno de las salidas ilegales no reportaría incremento hasta 1989 y con mayor presencia desde 1991 en que irrumpe con fuerza la crisis económica en la sociedad cubana, producto de causas bien conocidas, como el «desmerengamiento de la URSS».
La cifra de personas inmersas en el fenómeno de las salidas ilegales, entre arribantes a Estados Unidos y aquellos a los cuales se les frustraba el intento, ascendería entre 1985 y1994
a 82 500, de ellas más de 60 000 se ubican entre 1991 y
1994, año de la “crisis de los balseros”.
No obstante lo señalado, el fenómeno de las salidas ilegales no reportaría incremento hasta 1989 y con mayor presencia desde 1991 en que irrumpe con fuerza la crisis económica en la sociedad cubana, producto de causas bien conocidas, como el «desmerengamiento de la URSS».
La cifra de personas inmersas en el fenómeno de las salidas ilegales, entre arribantes a Estados Unidos y aquellos a los cuales se les frustraba el intento, ascendería entre 1985 y
La cooperación con la URSS comenzó a afectarse paulatinamente a fines de la década de 1980, y para 1990 ya se anunciaban carencias de todo tipo.
Barrios de los municipios habaneros de Regla como Valle Oculto o La Verdolaga y San Miguel del Padrón como Juanelo, Rosalía, Rocafort, Martín Pérez, La Fernanda, se vieron sin formas de recreación, medios de transporte, y carentes de luz eléctrica por más de 12 horas.
Los acontecimientos de 1994 sin embargo demostraron que los descontentos y las revueltas capitalinas acaecieron en La Habana Vieja y Centro Habana, específicamente en Belén y San Leopoldo.
Los desórdenes se hicieron más visibles entre los años 1991 y 1994, que en años anteriores.
Remolcador 13 de Marzo
Las víctimas que perecieron en los sucesos del 13 de julio de 1994 son las
siguientes: Leonardo Notario Góngora (27), Marta Tacoronte Vega (36), Caridad
Leyva Tacoronte (36), Yausel Eugenio Pérez Tacoronte (11), Mayulis Méndez
Tacoronte (17), Odalys Muñoz García (21), Pilar Almanza Romero (30), Yaser
Perodín Almanza (11), Manuel Sánchez Callol (58), Juliana Enriquez Carrasana
(23), Helen Martínez Enríquez (6 meses), Reynaldo Marrero (45), Joel García
Suárez (24), Juan Mario Gutiérrez García (10), Ernesto Alfonso Joureiro (25),
Amado Gonzáles Raices (50), Lázaro Borges Priel (34), Liset Alvarez Guerra
(24), Yisel Borges Alvarez (4), Guillermo Cruz Martínez (46), Fidelio Ramel Prieto-Hernández
(51), Rosa María Alcalde Preig (47), Yaltamira Anaya Carrasco (22), José Carlos
Nicole Anaya (3), María Carrasco Anaya (44), Julia Caridad Ruiz Blanco (35),
Angel René Abreu Ruiz (3), Jorge Arquímides Lebrijio Flores (28), Eduardo
Suárez Esquivel (39), Elicer Suárez Plascencia, Omar Rodríguez Suárez (33),
Miralis Fernández Rodríguez (28), Cindy Rodríguez Fernández (2), José Gregorio
Balmaceda Castillo (24), Rigoberto Feut Gonzáles (31), Midalis Sanabria Cabrera
(19), y cuatro víctimas más que no pudieron ser identificadas.
Pies secos, pies mojados
La Política de Pies secos/Pies Mojados fue implementada
por la administración Clinton en el año 1995 a consecuencia de una revisión del tema
migratorio cubano después del éxodo de balseros en el año 1994.
Vale
aclarar que todo el origen de esta política es que la dictadura se negaba a
aceptar deportaciones desde Estados Unidos por lo que el gobierno
norteamericano tuvo que buscar soluciones migratorias para los cubanos.
Muchos
confunden esta política de Pies secos pies mojados con la Ley de Ajuste Cubano, pero son dos cosas muy
diferentes, la Ley de Ajuste Cubano es, como su nombre lo indica, un ajuste de
estatus que permite la estancia de los cubanos después de permanecer un año y
un día en los Estados Unidos.En los últimos años esa política había derivado en que la mayoría de las entradas a EEUU se realizaban a través de la frontera con México, lo que era conocido como pies con polvo, en referencia al desierto.
En general, cuando un cubano llegaba a tierra o se presentaba en la frontera estadounidense sin la documentación migratoria necesaria, no era devuelto por donde había venido, como le ocurre al resto de los extranjeros, excepto aquellos que piden, con fundamento, acogerse al estatus de refugiado (asilo).
Los cubanos eran entrevistados, se comprobaba la autenticidad de sus documentos, se analizaba su acento y se verificaba si habían cometido algún delito.
Si acreditaban a satisfacción, del oficial de Inmigración, que eran cubanos con un pasado no criminal, se le concedía prácticamente siempre el derecho a entrar en EEUU en lo que se conoce como parole.
Un año y un día más tarde podrían solicitar la green card, es decir, la tarjeta de residente permanente en aplicación de la Ley de Ajuste Cubano.
Nota: El autor de éste blog no tiene la menor idea si la dictadura de Raúl
Castro y sus descendientes serán capaces de aguantar la presión, sin la válvula
de escape que, supuso para la Bestia de Birán, todo el flujo migratorio desde
1959, pasando por “Peter Pan”, Camarioca, embajada de Perú/Mariel y la crisis
de los balseros.
No es menos cierto que una ley así, de ahora para luego,
tiene a miles de cubanos en el limbo. Al menos están vivos.
Prefiero recordar, amargamente, a todos los cubanos que
han muerto intentando llegar (por cualquier vía) a otros países del mundo.
Fidel Castro, en su afán de cumplir su “verdadero
destino” y sin calcular las consecuencias de sus actos (quiero pensar que fue
así) nos metió en este berenjenal desde 1959, arruinando el país y obligando a
los cubanos a huir, de nuestra patria, buscando nuevos horizontes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario