Gloria Alvarez·miércoles, 9 de noviembre de 2016
Sr. Presidente:
Con el rechazo que usted ocasiona en las mujeres por sus comentarios misóginos; en los latinos por sus declaraciones del muro; en los medios de comunicación “mainstream”, que se oponen al conservadurismo religioso-moral de los republicanos; en los socialistas, por su insistencia en recortarles privilegios y subsidios; y en las millonarias estrellas de Hollywood, cuya opinión cuenta más que la de cualquier profesional, no me queda le menor duda de que su victoria no se debe a que la gente haya votado por usted. La gente votó EN CONTRA de Hillary Clinton. No voy a utilizar esta carta para evidenciar los 30 años de corrupción de los Clinton en el poder, ni tampoco voy a explicar sus resultados nefastos en Oriente Medio, África y por supuesto Latino América a través de las narco-dictaduras del Socialismo del Siglo XXI que han sido sus grandes socios para forrarse de millones con las drogas y el petróleo. Eso le corresponderá a usted cumpliendo lo que dijo en campaña y lo veremos cuando el Departamento de Justicia lleve finalmente a juicio tanto a Hillary como a su esposo Bill. Juicio que espero sea pronto para que a todos los latinos que siguen pensando en los Clinton como la familia real protectora de sus intereses, les sea revelado con hechos y datos cómo la Fundación de este par, era la sucursal del blanqueo de la corrupción de los Castro, de Lula, de Dilma, de Chávez, de los Kirchner, del petróleo iraní y las FARC. Además, el que quiera seguir negando la realidad, está en su derecho. Yo vengo de una región donde a la gente le encanta escoger al político de acuerdo a su personalidad. Sus ideas resbalan. La gente va a votar pensando ¿Me cae bien o me cae mal? ¿Lo tendría o no lo tendría de amigo? Poco les importa si les roban, les expropian, les usurpan libertades. Lo importante es que les hablen lindo, que sean simpáticos, carismáticos y cómicos. ¿Qué más da si es corrupto con lo simpático que cae?
Y Hilary posee eso. ¿Qué mas da
si es corrupta? Es simpática. Usted no.
Por eso, dudo que un candidato
sereno, intelectual, políticamente correcto y dedicado siempre al debate de las
ideas, hubiese podido vencer a la simpática (pero corrupta) Hillary como usted
lo hizo. El público se aburre con el intelectual. Se duerme con el que le habla
de realidades económicas. Bosteza cuando intenta entender el crecimiento del
gobierno Federal y le importa poco la lógica detrás de las propuestas que
escucha. Al público en cambio le entretiene el show, disfruta con el circo, se
alimenta del morbo y se le hace más fácil interesarse en la política cuando la
misma se la pintan como una telenovela o un partido de fútbol. Y eso, usted o
sus asesores lo supieron detectar. Después de todo usted es empresario, no político.
Conoce bastante bien cómo hacer estudios de mercado y encontrar las
preferencias de la demanda. Por eso hicieron una campaña presidencial cuyo
primer objetivo fuera obtener el mayor tiempo de cámara posible. ¿Y cómo podía
lograr ese objetivo sino diciendo cuanto disparate racista, machista, misógino
se le ocurriera? En una sociedad de lo inmediato, no hay tiempo para datos. Lejos
quedó la época donde con respeto y argumentos bien hilvanados uno capturaba la
atención del público. Una vez la atención puesta en su persona, usted
inmediatamente se dispuso a evidenciar la corrupción de su oponente como ningún
candidato republicano jamás lo hizo. Al bautizarla como “crooked Hilary” y
financiándose usted con su propia billetera su propia campaña, el espacio para
ser políticamente correcto como lo fueron Rand Paul, Marco Rubio o Ted Cruz,
quedó obsoleto frente a usted que no tenía nada que perder y todo que ganar. Pues
bien señor Trump ya usted ganó. Ganó gracias al hartazgo social que la
politiquería tradicional ha generado no solo en su país sino en el mundo. Comediantes,
futbolistas, y celebridades están siendo constantemente elegidas para puestos
políticos en varios países, incluido el mío donde nos gobierna un comediante. Ahora,
lo que comúnmente está pasado en estos lugares, mi país incluído, es que el
anti político, una vez electo, se tiene que enfrentar antes los poderes que por
años se han beneficiado de la corrupción del sistema putrefacto. Bastan las
primeras reuniones con sindicatos, lobbys de empresaurios, narcotraficantes, y
líderes de la religión mayoritaria para que el antipolítico recién electo se
despoje de los pantalones que requiere tener bien puestos, cualquiera que
decida tomar las decisiones duras que no son populares. Pero a diferencia de
estos antipolíticos que rápido se acobardan y que desilusionando a su público
se incorporan al sistema de siempre, usted ya es un putrimillonario. A usted el
dinero le sobra. Usted no entró a esto por dinero sino por ego y poder. Esta
cualidad tiene sus ventajas y desventajas. Ventaja para el bolsillo de todos
los contribuyentes de impuestos en Estados Unidos pues tienen a alguien de presidente
que no está tan obsesionado como otros por robarles su dinero. Desventaja
porque si usted permite que su ego lo traicione y se deja llevar por las ramas,
usted no va a ir a la raíz de los problemas ni va a hacer cambios sustanciales
que vuelvan a encarrilar a Estados Unidos bajo las reglas que su Constitución
estableció. Convengamos que tanto usted como Hilary hicieron uso de un
componente populista dentro de los varios que el populismo ofrece. Ella muy al
estilo del Foro de Sao Paulo y de los socialistas latinoamericanos repitiendo
hasta el cansancio que las cosas son gratis y que la deuda se combate con más
deuda, y usted dividiendo a la sociedad con odio buscando un enemigo externo a
quien culpar por el desastre económico que está viviendo su país. Si su táctica
populista fue para atraer las cámaras y ganar la contienda, veremos si cuando
gobierne la inteligencia empresarial que ha acumulado durante más de 4 décadas
en el mercado, sale a relucir. Espero que así como yo lo sé, usted también
tenga claro que los USD$20 Trillones de dólares de deuda que tiene Estados
Unidos acumulada se debe a 5 factores que nada tienen que ver con los
mexicanos: 1 La Reserva Federal, 2 La fallida Guerra contra las Drogas, 3 La
Guerra en Oriente Medio, 4 El desastre que ha sido el sistema de salud de Obama
Care, y 5 El rescatar bancos que hubiesen quebrado por dar préstamos
hipotecarios a personas que no estaban en condiciones de pagarlos. Con lo cual,
por mucho que usted construya ese muro, como no corte la hemorragia del inútil
despilfarro en esos 5 factores, usted hará crecer la deuda y cuando venga el
colapso del dólar (que va a venir porque el dólar solo vale porque la FED dice
que vale y la gente así lo cree), su ejecución será tan desastrosa como lo
hubiese sido la de Hillary.
Señor Trump, si usted conoce las
bases bajo las cuales su nación fue fundada sabrá que si una máquina de tiempo
trajera a Thomas Jefferson, Benjamin Franklin y Alexander Hamilton a Estados
Unidos hoy a evaluar su sistema de gobierno, los pobres hombres se decepcionarían
al ver que el gobierno limitado que ellos establecieron se ha convertido en un
Estado Niñera entrometido en la vida de sus ciudadanos y que los mismos en
lugar de pedir libertad, están pidiendo seguridades pagadas con el dinero de
otros. Que en lugar de libre mercado existen bancos, industrias y corporaciones
que papá Estado entra a salvar cada vez que se van a la quiebra, que la religión
se ha entrometido tanto en la vida política que en las escuelas no se enseña
ciencia ni evolución. Que los Estados cada vez son menos autónomos y que el
Imperio del gobierno Federal cada día centraliza más el poder. A diferencia del
resto de países, Estados Unidos fue la primera república en un mundo de monarquías
donde nacer pobre y morir rico era imposible. Fue la única nación en establecer
que los gobernantes NO otorgan derechos. Que las personas ya nacen con el
derecho a su vida, a su libertad y a la búsqueda de su propia felicidad. Y que
el único objetivo del gobierno era garantizar el igual trato ante la ley de
todas las personas para que quien violara los derechos de otro individuo, fuera
castigado con el peso de la justicia. Para las personas que creen en cambio que
el individuo existe para mantener al gobierno, para aquellas que creen que más
allá de la garantía de esos tres derechos el Estado está para repartir cosas “gratis”,
están los países del resto del mundo. La gente que no quiera vivir en libertad
porque les aterra hacerse responsables de las consecuencias de sus actos,
pueden irse a vivir a cualquiera de los otros 200 países disponibles en el
mundo.
Por lo tanto si realmente usted
está haciendo esto por algo más allá que dinero, no permita que el
conservadurismo religioso de los republicanos que le da la espalda a la
ciencia, atrofie los cerebros de las nuevas generaciones en las escuelas. Su país
fue construido en base al descubrimiento científico de miles de mentes
individuales que haciendo uso de su libertad, transformaron constantemente la
forma en que vivimos. Tampoco permita que la cultura de papá Estado que todo lo
da gratis (insertada en los latinoamericanos y en los Millenials) se adueñe de
la idiosincrasia en un país cuya cultura fomentaba que cada individuo se forja
su propio destino haciendo uso del derecho que tiene a la búsqueda de su propia
felicidad, trabajando y siendo dueño del fruto de su esfuerzo.
Y métale visión empresarial a
problemas que nos urgen. Desde el punto de vista económico, la Guerra contra
las Drogas es un rotundo fracaso. Son billones de dólares los que los
contribuyentes pierden al año y el 80% de las drogas siguen entrando. Cuando
renegocie los tratados de Libre Comercio, tenga en cuenta que liberalizar el
comercio de bienes y de servicios sin hacer posible simultáneamente el libre
flujo de personas, de trabajadores, del capital humano de un lugar a otro,
siempre va a ocasionar conflictos y descompensaciones a largo plazo.
Por último, si realmente quiere
reducir la migración descontrolada de latinoamericanos a Estados Unidos, haga
todo lo posible por evidenciar la corrupción y el lavado de dinero de los Regímenes
del Socialismo del Siglo XXI que han aniquilado la institucionalidad y el
Estado de Derecho sin el cual, la vida de la gente no está garantizada, la
propiedad privada tampoco y las libertades menos. Por eso huyen al único lugar
que les garantiza la vida, la libertad y la propiedad privada. No es que se
vayan a buscar cosas gratis. Se van a que los dejen trabajar y prosperar en
paz. Tal vez si usted denuncia la corrupción de los Castro, Maduro, Morales,
Kirchner, Roussef, Ortega y demás, las débiles y cobardes oposiciones
latinoamericanas se pongan de una vez por todas los pantalones y también
empiecen a defender las ideas y planes de gobierno que hagan que en nuestros países
se garanticen los derechos individuales y así a la gente ya no le den más ganas
de irse.
Tengo muy presente que usted jamás
leerá esta carta. Pero a mi me ha servido muchísimo como ejercicio profesional
y personal,
Gloria Alvarez. Autora El Engaño Populista
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