La Resolución no. 435 de 1978 de las Naciones Unidas planteaba la retirada de África del Sur del territorio de Namibia. En dicha resolución no se encuentra incluida la retirada de las fuerzas cubanas del territorio de la RPA. Las tropas cubanas se encontraban en Angola como consecuencia de acuerdos bilaterales, reconocidos por las Naciones Unidas.
Recordemos que, a los ojos de las Naciones Unidas, Namibia era un territorio ocupado ilegalmente por África del Sur.
Vincular la salida de las tropas cubanas de Angola a la retirada de las tropas surafricanas del territorio angolano y namibiano, siempre fue un contrasentido.
El Sr. Chester Crocker podría presentar las bases de las negociaciones entre Angola y África del Sur, excluyendo Fidel Castro. Eso demostraba, una vez más, su ceguera política. Fidel Castro (nos guste o no) era un Gran Maestro en el juego de ajedrez político internacional y se encontraba participando activamente en el juego. Dejarlo al márgen no dejaba de ser una estupidez.
Pongámoslo así: Entre octubre de 1987 y junio de 1988, no ocurrieron fieras batallas convencionales en suelo africano y mucho menos comparables con las que se libraron contra Erwin Rommel (el Zorro del Desierto) durante la SGM. La realidad consistió en que los surafricanos realizaron ejercicios de puntería contra las recién preparadas brigadas FAPLA.
Las tropas surafricanas, definitivamente bien equipadas y preparadas, no fueron atrapadas sino obligadas a retirarse, a consecuencia del fracasado intento (operaciones Hooper y Packer) de tomar el poblado de Cuito Cuanavale, después de haberlo anunciado a la opinión pública.
Los surafricanos
perdieron la moral combativa y sufrieron motines por parte de los soldados
negros y muchos heridos entre los blancos. Tal fue la desesperación que el
presidente surafricano Botha tuvo que hacer acto de presencia en el teatro de
operaciones cuando el comando operativo de la SADF se mostró incapaz de
controlar la situación.
Una División de
Infantería Motorizada (Maniobra XXXI Aniversario), tropas élites de las Fuerzas
Armadas del régimen de Fidel Castro, se encontraba desde el mismo mes de enero
de 1988 ocupando posiciones y tenía un objetivo bien definido: Irrumpir en el
territorio de Namibia y avanzar hacia profundidad operativa, para de esta forma
tomar por asalto todas las bases militares surafricanas cercanas a la frontera
con Angola.
Si en lugar de
realizarse la operación “Saludando Octubre” se hubiera planteado una ofensiva
en la dirección Ruacaná, el mando militar cubano seguramente se habría ganado
el “mote” de loco peligroso.
Que el mando militar
cubano le plantease al mando militar soviético, la necesidad de una ofensiva en
la dirección Ruacaná en el año 1987 era totalmente imposible desde el punto de
vista político, debido a que en la provincia de Cunene no existían (prácticamente)
fuerzas de la UNITA y desde el punto de vista de la opinión pública
internacional un movimiento de tropas (de esa índole) cuando se hablaba de paz,
tendría repercusiones negativas. Cuito Cuanavale y Ruacaná, son dos teatros de
operaciones diferentes y distantes (entre sí) en más de 500 kilómetros. Las
condiciones geográficas son totalmente diferentes.
Por esto, aunque el Alto Mando Militar (Fidel Castro) le
advirtió a los soviéticos que una ofensiva en la zona del Cuando Cubango no
tenía posibilidades de éxito, tampoco hizo el más mínimo esfuerzo por
detenerla, tal vez pensando que los surafricanos podrían caer en la trampa de
apoyar a la UNITA, tal y como ya lo habían hecho en reiteradas ocasiones. Eso
daría la oportunidad que tanto estaba esperando Fidel Castro; y que en ésta
ocasión era ineludible, pues no habría otra.
Fidel Castro estaba
desplegando dos Divisiones de Infantería Motorizada (DIM), una de ellas elite
(proveniente de Cuba), con 5 Brigadas perfectamente entrenadas (más de 500
tanques), desplegadas en el Flanco Sur-Occidental del Frente Sur (Ruacaná) y la
otra DIM, compuesta por tropas menos preparadas y con material de guerra menos
actualizado en el Flanco Sur Oriental del Frente Sur (Cuito Cuanavale).
La concentración de
la DIM en Cuito Cuanavale era solamente para contener, no para ofender (atacar).
Los Generales cubanos se contaban por decenas, muchos de ellos veteranos de
Etiopia, Siria, Argelia, de las guerrillas en Asia, África y América Latina.
Particularmente no
considero que haya salido victoriosa una u otra parte. Ambos contendientes
tuvieron victorias y derrotas en los combates.
Ahora bien, el
gobierno de África del Sur no fue capaz de aceptar la presión que significaba
la presencia de una fuerza militar varias veces superior a las propias, con
intenciones de entrar en el territorio de Namibia, destruyendo una
hidroeléctrica que abastecía y aun abastece (en un porciento considerable) la
industria surafricana.
Calueque fue la
advertencia.
El gobierno de África
del Sur aceptó continuar las negociaciones. Retiró sus fuerzas del territorio
angolano y cedió la independencia (política) de Namibia a las SWAPO.
Fidel Castro tuvo la
oportunidad de retirar de Angola un ejército de más de 60 mil hombres.
Las tropas cubanas
jamás estuvieron en territorio de Namibia y mucho menos en territorio
surafricano.
Que la intromisión de
soldados cubanos en una guerra ajena en aras de un (más que cuestionado)
internacionalismo proletario, no era más que la autocomplacencia de las ínfulas
de un napoleoncito caribeño, no tiene nada que ver con lo que verdaderamente
sucedió en aquellos inhóspitos parajes.
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