lunes, 18 de octubre de 2010

Las deudas del cubano común



El útimo negocio de Fidel Castro


Está ocurriendo, está sucediendo. El régimen no logra recaudar el dinero, correspondiente a los equipos electrodomésticos, vendidos por el desgobierno a la población en moneda libremente convertible (que no es la moneda en que se le paga al trabajador).
Alrededor de 322 mil trabajadores se encuentran endeudados y sin forma aparente de solventar sus problemas para con la satrapía.

El monto asciende a más de 500 millones de pesos nacionales, que al cambio, en las “famosas” CADECAs vienen siendo unos 20 millones de dólares, entre arroceras, televisores, refrigeradores, aires acondicionados y otros equipos electrodomésticos, que como una magnánima ocurrencia del “máximo líder”, aprovechando la “generosa ayuda” venezolana, fueran vendidos a la población mediante prestamos del Banco Nacional.

¿Dónde están esos 500 millones? Es fácil saberlo. En la casa de cada cubano que recibió el préstamo del banco. Lo que resulta inaceptable es que pasado el tiempo y desmejorado el sistema económico venezolano (y por ende la “ayuda” a su barbudo socio), el desgobierno se atreva a catalogar de ingrata a la población. Por no haber saldado la deuda.

Cuando, en un país normal, un banco no logra cobrar la deuda (más el interés), acude a los tribunales. El tribunal decidirá que hacer en cada caso. Muchas veces son las personas (naturales o jurídicas), las que teniendo sus cuentas al día, hacen entrega de la propiedad (aun no pagada en su totalidad) al banco (o a las casas financieras).
Este no es el caso cubano. Son más de un cuarto de millón de personas en estas condiciones. En el momento de redactar éste artículo se prevé el despido masivo de al menos (en una primera etapa) de más de 500 mil trabajadores que pasarán a desempeñar trabajos por cuenta propia.

¿Alguien en su sano juicio puede pensar en pagar? ¿Por qué se atreven a llamar insensible a mi pueblo? Insensible e ingrato es el régimen que lo mantiene sumido en afrentas y oprobio.
Efectivamente, la deuda, del ciudadano común, es una herida autoprovocada en el vientre de la nación cubana por el desgobierno de Fidel Castro.

No hay que ser especialista para comprender que va a ser imposible, para el desgobierno, cobrar ese dinero. Lo que es totalmente inaceptable es la velada amenaza de que ese dinero es vital para enfrentar urgencias. Primero tendría, el desgobierno, que rendir cuentas al pueblo, de los despilfarros cincuentenarios en que ha incurrido.

No es necesario hurgar mucho. El fondo de la cuestión es administrativo y el único responsable es el desgobierno, que sabe perfectamente que con un salario promedio mensual de 400 pesos nacionales es imposible hacerle frente a una deuda tan grande. Podrá ir vivienda por vivienda. ¡Ojala lo haga!

¿Tendrán acaso los testículos de expropiar a un cuarto de millón de personas, los artículos que tan cándidamente el ex Comandante en Jefe autorizó a venderle a la población en un momento de aparente bonanza económica?

http://manchiviri.blogspot.com/2009/12/de-equipos-electrodomesticos-e.html


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