lunes, 31 de mayo de 2010

La cultura de una sociedad feudal dista mucho de la cultura de una sociedad democrática


El 9 de mayo del presente año se conmemoró el 65 aniversario de la derrota del fascismo. La televisión cubana, dirigida por el régimen neofeudal de los hermanos Castro Ruz, tuvo la desagradable “idea” de emitir, por enésima vez, una película sobre la toma de Berlin por los soviéticos. No saciados con la tortura repusieron “La Balada del Soldado”, “Cuando Vuelan las Cigüeñas” y varias más, para satisfacción de…, vaya usted a saber quienes, porque a la crápula en el poder no le interesan y las generaciones más jóvenes se pasan, como en el dominó.

Es increíble que mi generación tuviera que empujarse aquellas películas soviéticas y que nuestros hijos, de forma inconsciente hicieran distinciones entre “muñequitos” y “dibujos animados”. Los primeros eran del “área capitalista”, los segundos (insufribles) del campo socialista.

Aquellas películas y aquellos dibujos animados nos hablaban del modelo cultural soviético y demás países socialistas. También, del modo de hacer la guerra. Todavía existen personas en Cuba que consideran que la SGM fue una lucha entre soviéticos y el resto del mundo.

Definitivamente, esas películas contribuyeron a la deformación política e ideológica de gran parte del pueblo cubano.

De igual forma contribuyó la literatura totalitaria estalinista. Magníficos escritores de temas distorsionados de la realidad en que vivían los pueblos bajo la “dictadura del proletariado”.

Literatura y cinematografía desaparecieron con el desmerengamiento de la Unión Soviética y demás países del campo socialista. En un momento llegué a pensar que desaparecerían de nuestro ámbito cultural.

Ahora, el régimen de los hermanos Castro Ruz pretende, que el desmerengamiento ha representado un fenómeno de mordaza, persecución, destierro y otras muchas cosas terribles. Intentan, en vano, hacernos creer que el sistema totalitario en que vivían los pueblos de la Europa oriental, era un paraíso. ¿Cómo el nuestro? Para Raúl y Fidel Castro (y sus colaboradores) jamás han existido, bajo su régimen, tales “fenómenos culturales”.

La cultura de la mordaza, de la persecución y del destierro solo se encuentra en nuestra imaginación y que además de ser unos desagradecidos, somos intolerantes de la cultura estalinista.

La conciencia, por desgracia para ellos, no se reparte por la libreta de abastecimientos, tampoco con slogans. Menos aun cuando se condicionan a las conveniencias del régimen, en cuyo caso solo suponen oportunismo y simulación.

¿Todo lo hecho durante más de 50 años de pesadilla totalitaria ha sido bueno?

¿Tendremos que negarlo todo? ¿Debe o no el artista, el narrador, estar comprometido con el régimen totalitario neofeudal?

¿Tiene que ser reflejo del régimen totalitario la obra de un artista, narrador o poeta? ¿Será falso que la inmensa mayoría de los escritores y artistas de los países ex-socialistas no reflejaron en sus obras la sociedad neofeudal en que vivieron?

La cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman.

Definitivamente, la cultura bajo un régimen neofeudal no puede regirse por lo mismos cánones de la cultura de un régimen democrático. La cultura bajo un régimen neofeudal agoniza lentamente junto al sistema económico.

El realismo neofeudal, que algunos llaman socialismo, involuciona junto con el sistema. Ese es el único y gran error que dio lugar al desaparecimiento del sistema en la Europa oriental.

¿Deben o no el arte y la literatura, bajo el régimen totalitario neofeudal reflejar la vida de la gente común, del pueblo, sus costumbres, tradiciones, preocupaciones, alegrías, su historia y no tergiversarlas?

Por desgracia, esa cultura no es popular, sino populista. No todos tenemos libre acceso a ella. El régimen de los hermanos Castro Ruz culpa de su fracaso al modelo democrático, por ellos llamado despectivamente “capitalismo”.

¿Cómo van a ser personaje protagónico de una novela, el albañil que se roba los materiales para poder dar de comer a su familia?

¿Cómo va a ser protagonista de un cuento un plomero que roba los materiales para dar de comer a su familia?

¿Cómo va a ser protagonista de una telenovela un obrero agrícola (no un agricultor) al cual solo le interesa cumplir con la jornada laboral?

¿Cómo va a ser protagonista un agricultor que se ve forzado a vender el fruto de su trabajo al precio que estipule el funcionario neofeudal?

¿Cómo pueden ser protagonistas de nada, si cada vez producen menos bienes materiales para la sociedad en que viven?

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