domingo, 9 de mayo de 2010

Sobre el “Botellón” de la Unión de Jóvenes Fidelistas


Pretenden que creamos que se ha debatido algo en algo que pretendieron fuese un Congreso. Sobre todo que los jóvenes cubanos entienden que una generación de ancianos decrépitos puedan continuar viviendo a sus anchas, mientras el pueblo de Cuba no vislumbra un futuro mejor. Alguien que me explique, por favor: ¿Por qué, en cincuenta años, en lugar de aumentar, la producción de bienes ha disminuido? Pido, encarecidamente que no traigan a colación el aberrante embargo económico “culpable” de todos los errores del sistema.

Ernesto Guevara de la Serna, en un discurso pronunciado en la Universidad de Montevideo, Uruguay (1961) vaticinó el fracaso del incipiente sistema totalitario de los hermanos Castro Ruz, al decir que “toda conquista de tipo social que no se base en un aumento de la producción, tarde o temprano va a fracasar”.

El camino del igualitarismo social (que nada tiene que ver con el socialismo), que emprendió el régimen de los hermanos Castro Ruz, desde 1959 llegó a su fin con el “desmerengamiento” (adjetivo utilizado por Fidel Castro) de la URSS y demás países del campo socialista. Es imposible la existencia del igualitarismo, absurdo y ridículo, con las desigualdades sociales provocadas a partir de las remesas de dinero procedentes del extranjero, las firmas comerciales capitalistas y los trabajos por cuenta propia (alquiler de inmuebles incluidos).

El régimen de los hermanos Castro Ruz jamás ha sido económicamente independiente, sea en la economía interna, como en la exterior. El caso cubano ha demostrado, fehacientemente, que las ideas no se comen, que la creación de conciencia no produce alimentos y que es imposible difundir ideas con el estómago vacío. De esa forma no se hace Patria.

Mi Patria no está en guerra, ni tan siquiera en guerra de pensamiento o batalla de ideas. La condena internacional al régimen de los hermanos Castro Ruz ha sido provocada por la desidia del propio sistema.

Llaman minúscula revolución interna y mercenarios al servicio del imperialismo a todo el que disienta del régimen, aunque sea pacíficamente. La llaman, de nuevo tipo, refiriéndose a los disidentes encarcelados y convertidos en “delincuentes comunes” por el solo hecho de protestar y que, ante tamaña injusticia, se declaran en huelga de hambre (a riesgo de la propia vida) para llamar la atención de la comunidad internacional.

Los hermanos Castro Ruz y sus acólitos sienten pánico. Les resulta imposible reprimir las nuevas tecnologías. Se les va de la mano. La verdad viaja a la velocidad de la luz. Es imposible tapar el Sol con un dedo. Sus fechorías quedan al desnudo. El Mundo se horroriza. Hasta aquellos que creían, ciegamente en el “non plus ultra” del sistema totalitario, hoy se escandalizan.

El régimen neofeudalista está en pie de guerra. En guerra contra todo aquel que proponga o simbolice un cambio de sistema. En un intento de prolongar la agonía del pueblo cubano, acude a los métodos de pasadas tiranías. Convierte en delincuentes comunes a sus adversarios políticos y culpa a gobiernos extranjeros de lo que sucede en el interior de su Isla cárcel. Tergiversan, manipulan. Intentan institucionalizar la mentira.

El régimen totalitario neofeudal de los hermanos Castro Ruz intenta minimizar lo que ocurre en Cuba, donde los medios de comunicación se encuentran amordazados. Si solo fuera por los medios de comunicación del régimen, nadie se enteraría.

Ante la verdad expuesta cruda y dura, la opinión pública internacional se indigna y protesta. Eso les duele y mortifica. Antes era más fácil. Ahora, cuando la edad hace estragos en sus perversos cerebros, se les ocurre pedir a los jóvenes, la agilidad de que carecen. Es tarde. La juventud olvidada y desprotegida de los años 90 pide el cambio, mientras los veteranos solo prevén el parapeto. Antes, se adelantaban a los acontecimientos. Ahora no saben como reaccionar ante los hechos y acuden a la ferocidad en su pretendida defensa.

Siente pavor ante la información. No es posible aplicar los ordenos 12 y 13 de la Orden 1 del Comandante en Jefe a escala internacional. No pueden silenciar a la oposición. No pueden impedir las relaciones internacionales mediante Internet. La verdad se impone. No pueden continuar oprimiendo al pueblo cubano con los métodos de hace 50 años, ni tienen la capacidad moral, física y mucho menos económica para aplicar las nuevas tecnologías en la represión masiva. Eso no es posible.

Internet es una revolución opuesta al totalitarismo neofeudal. Su capacidad de información es extremadamente eficaz. Resulta imposible mantener desinformado al pueblo con los métodos tradicionales.

El régimen de los hermanos Castro Ruz, sustentado por el petróleo administrado por el proyecto de dictador totalitario de Hugo Chávez, ahogado en su propia salsa de incapaces, ha quedado al descubierto. Buscan afanosamente brechas por donde escabullirse como ratas.

Internet no es amiga o enemiga de nadie. Tal y como la libertad tampoco lo es. Internet se ha convertido en un derecho planetario a la información. La información podrá ser buena o mala de acuerdo a la interpretación que se le quiera dar a la noticia. Queda en manos de la inteligencia humana, saber de que lado está la razón.

Publicar mentiras en Internet es de tontos. Más rápido se descubre a un mentiroso que a un cojo. Ahora bien: La indignación de la comunidad internacional, tras la muerte de Orlando Zapata, no es contra Cuba. Es contra el régimen imperante. Son los amigos de Raúl y Fidel Castro los que defienden a ultranza y con ejemplos ridículos, que nada tienen que ver con lo que sucede en mi país, los que defienden las ideas del totalitarismo neofeudalista, desde posiciones de bolsillos y barrigas llenas. Otros, menos inteligentes solo buscan publicidad y de vez en cuando vacaciones (con todos los gastos pagados por el régimen) en un hotel de lujo cubano, construido y financiado por los empresarios capitalistas que tanto critican.

El “botellón” de la Unión de Jóvenes Fidelistas sirvió de marco para que un cretino dijese que existe una gigantesca maniobra de recolonización cultural de los países desarrollados hacia los países en vías de desarrollo. Confunde, el cretino, la cultura con las tradiciones. La cultura no se impone. La cultura la crea el ser humano. Las tradiciones son manipulables. En esa materia son expertos los hermanos Castro Ruz. Acabaron con las tradiciones del pueblo cubano. De un plumazo cambiaban las fechas conmemorativas.

El consumismo y la posesión de objetos no significan la felicidad. El totalitarismo neofeudal, con su igualitarismo absurdo y ridículo, provoca lentamente la infelicidad, mientras los necesitados (que solo viven el presente) entienden que las medidas populistas son el remedio de sus males. Cuando se despiertan la confusión es tal que no saben si soñaron o tienen pesadillas.

Los hermanos Castro Ruz han perseguido y culpado al dinero, como si este fuera el causante de los males de la humanidad. El dinero solo es un intermediario entre lo que se va a comprar y lo que se va a vender. Es el facilitador del intercambio. Trabajar, para tener dinero no es malo. Malo es robar como han hecho Fidel y Raúl Castro. Que le han robado la ilusión a los que no tenían nada que robar.

El consumismo es otra de las invenciones totalitarias. En un país de economía de mercado, el ciudadano consume lo que está a su alcance. Ni más, ni menos. Por desgracia, la conciencia del ser humano es derrochadora por naturaleza. Mi propia experiencia, después de vivir 44 años de totalitarismo neofeudal, me ha proporcionado el placer de ver como soy capaz de vivir (en un país de economía de mercado) al mismo nivel de una persona que gana tres veces más que yo. ¡Se asombran!

Otro cretino, se hizo eco de las profecías maquiavélicas e invocó a los reproductores nacionales del modelo de vida de los países desarrollados. Eso en un régimen neofeudal, es un pecado solo absuelto en la hoguera inquisidora. ¿Volverán a prohibirse los jeans (vaqueros) en Cuba? Por cierto: ¿Dónde se pueden comprar en moneda nacional?

Ningún otro régimen de este mundo tiene la capacidad de reprimir a las masas como lo hace el régimen de los hermanos Castro Ruz. El coreano se aproxima bastante, pero el pueblo es diferente.

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