martes, 28 de marzo de 2017

Rememorando la Defensa de Cuito Cuanavale

Rememorando la Defensa de Cuito Cuanavale
General de División Arnaldo Ochoa Sánchez Jefe de
la MMCA durante la Defensa de Cuito Cuanavale

No es menos cierto que los tres ataques de las fuerzas combinadas UNITA/SADF contra las posiciones ocupadas por las brigadas FAPLA, en la margen oriental del río Cuanavale, no habían sido exitosas, pero de ahí a decir que se había inclinado la balanza a favor del enemigo va un largo trecho.


El día 25 de marzo de 1988 el mando militar sur-africano,  recibe órdenes de trasladar sus unidades hacia la zona de Ruacana (a más de 500 kilómetros de distancia de Cuito Cuanavale). Una División de las Fuerzas Armadas cubanas (portando armamento muy novedoso) se acercaba peligrosamente a la frontera y amenazaba el complejo hidroeléctrico que abastecía la industria sur-africana en más de un 20%.
Aquellos que hablan de “bolsón” de resistencia no saben lo que dicen. En la margen occidental del río Cuanavale lo que se consolidó fue una defensa estratégica, cuyo objetivo consistía en lograr que las brigadas FAPLA acorraladas (destartaladas y muy desmoralizadas) en la margen oriental del río, lograran cruzar hacia la margen occidental.
Al mismo tiempo, impedir el control (del paso del río) a las fuerzas combinadas UNITA/SADF.

Es muy fácil decir “desplegar 500 tanques”, pero eso lleva bastante tiempo. Más, cuando el coeficiente técnico de explotación de aquellos tanques era inferior al 50% de su capacidad combativa. La técnica que se destinó para el teatro de operaciones de Cuito Cuanavale llevaba en Angola muchos años y se encontraba diseminada por todo el territorio angolano. De ahí la demora de “durante meses”. Tanto es así que, cuando (en el mes de noviembre de 1987) Fidel Castro toma la decisión de reforzar CC, en Menongue solo se encontraba un Grupo Táctico (no más de 12 tanques). Los primeros asesores cubanos llegan a CC a principios de diciembre de 1987, en sustitución de los asesores soviéticos.
Cuito Cuanavale era una ratonera. Las FAPLA habían retrocedido más de 150 kilómetros, desde las proximidades de Mavinga; se encontraban acorraladas y a punto de ser aniquiladas.

El avance de una División más dos brigadas (FAPLA/SWAPO) por el flanco sur occidental del frente sur, obligó a las SADF, a trasladar todos sus efectivos en aquella dirección, mucho más estratégica que CC.

Ningún Leningrado africano. Es ridículo hacer tal comparación. Mucho menos con Dunkerque, donde los ingleses lograron trasladar dos ejércitos atravesando el Canal de La Mancha en menos de un mes, cuando a nosotros, para salvar 4 brigadas angolanas nos tomó más de tres meses para cruzar un río de poco más de 50 metros de ancho.

Por otra parte, los cubanos no tuvimos ningún revés para convertirlo en victoria. Le salvamos, salva sea la parte, a los angolanos, el honor a los soviéticos y logramos la retirada de Angola del contingente cubano, la liberación de Namibia (del protectorado sur-africano) y ayudamos (un poquito) al fin del apartheid.

Yo estaba en aquella época y por mis posibilidades militares podía estar en ambos flancos del frente sur, trasladando indistintamente a los Generales Ochoa, Cintras y De la Guardia. Esto me permitía tener una visión general de los acontecimientos, enterándome vía “oreja indiscreta” del desarrollo de los acontecimientos.

He demorado bastante en escribir sobre aquellos acontecimientos, aunque empecé a redactar desde finales del año 1989.
“La Guerra Innecesaria” ISBN -13 9781535570794
ISBN-10: 1535570792, título del libro publicado por mi, se puede encontrar en Amazon. 
No lo pude publicar antes, debido a no tener los recursos suficientes y por ciertas negativas (censura) de algunas editoras que no voy a mencionar.

La Cuba oficial presentará a sus tropas encerradas durante varios meses en el perímetro defensivo de CC, pero es falso. Las tropas acorraladas eran las FAPLA, los cubanos nos encontrábamos “detrás de la barrera” ayudando a salvar lo que quedaba de un contingente destartalado.

Los documentos oficiales “desclasificados” por los gobiernos de África del Sur y del régimen totalitario caribeño nos dan una versión tergiversada de los hechos, llena de medias mentiras y medias verdades, con un todo incluido de por medio.
La historia es mucho mejor relatada por los veteranos sur-africanos que tomaron parte en las acciones combativas.
Las órdenes que tenían los militares sur-africanos era la de hacer el mayor daño posible a las FAPLA y si fuera posible dominar el cruce del río, el aeródromo y el poblado de CC. No lo lograron, aunque Savimbi lo hubiese anunciado a los cuatro vientos. Que no fueron los sur-africanos, que por el contrario, querían mantener la discreción táctica para lograr el fin.

A la UNITA le era totalmente imposible controlar la frontera en la parte occidental (Lubango/Ruacana) puesto que la población al norte y al sur del río Cunene era apoyante de las SWAPO. Todo lo contrario en la provincia Cuando/Cubango, en dónde las FAPLA (con la ayuda cubana) solo mantenía el control sobre las poblaciones importantes como Menongue, Longa, Baixo Longa y CC.  Las SWAPO jamás estuvieron en Cuito Cuanavale como fuerza militar.

No es falso que la versión del régimen totalitario imperante en Cuba haya exagerado la magnitud de las fuerzas sur-africanas, pero es innegable que una fuerza tan poderosa como lo puede ser una Division Motorizada FAPLA (5 brigadas, más varias otras de apoyo), incluyendo 1 escuadrón (12 aviones) de SU-22, 1 regimiento de aviones MIG23ML, otro de Mig-21, un regimiento de helicópteros MI-24 y otro de MI-17. Todo asesorado por militares soviéticos, de altísima graduación, en menos de un mes perdieran la capacidad combativa (la 47 brigada totalmente aniquilada). Solo quedó activo un avión SU-22, el resto se retiró del teatro de operaciones.

En un artículo publicado por un periodista llamado Luis Cino, éste no menciona los cañones reactivos sur-africanos (capaces de cubrir una distancia de 40 kilómetros) que mantuvieron en jaque tanto a las FAPLA como a las tropas cubanas. Con decir que sus proyectiles alcanzaban hasta el kilómetro 17 de la carretera que va de Cuito Cuanavale a Menongue, mientras que nuestra artillería no alcanzaba más allá de los 25 kilómetros.

El puente sobre el río Cuanavale fue destruido en más de una ocasión, pero la pista de aterrizaje nunca llegó a ser destruida. Ver aterrizaje forzoso del piloto Eladio Álvarez en medio del fuego artillero sur-africano. Es necesario aclarar que las SADF poseían pocos G-5 y G-6 y su poder de fuego no era tan letal como podría haber sido de contar con más piezas.
La pista de CC nunca fue opción para la aviación FAPLA o cubana. Se trataba de una pista de tierra sin los acondicionamientos necesarios y demasiado cercanos al lugar de las acciones combativas (a pocos kilómetros del puente).  

No se donde obtuvo Luis los datos, pero estos eran los que se manejaban en el E.M. del General Cintras (Polito)

Total de bajas (entre muertos y heridos):
SADF --------------------------- 31
FAPLA ------------------------- 4700
FAR------------------------------ 22
UNITA -------------------------- 9325

Tanques perdidos:
SADF---------------------------- 3
FAPLA-------------------------- 92
FAR------------------------------ 4
UNITA -------------------------- (no tenía)

Total de aviones derribados:
SADF----------------------------- 4
FAPLA--------------------------- 9
FAR------------------------------- 1
UNITA --------------------------- (no tenía)


Creo necesario remarcar que la resolución de la ONU, para la independencia de Namibia, era la 435/78 y lo único que se logró en las conversaciones de paz fue su implementación.

Al régimen dictatorial, totalitario y neo-feudal de los hermanos Castro Ruz podemos guardarle odio, rencor y mucho más. 
No por eso podemos despreciar el sangriento esfuerzo de nuestros combatientes. 
No sería una causa justa y mucho menos nuestra, pero no por eso nuestros combatientes merecen el descrédito, el deshonor, la falta de respeto o pretender achacarles la desvergüenza.

Soy de la opinión de que todos esos títulos innobles solo pertenecen a aquellos que nos llevaron a combatir a más de 11 mil kilómetros de nuestra tierra, en aras de una doctrina extraña llamada “internacionalismo proletario” que en vez de vida provocaba muerte. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Epílogo

La historia de la intervención de Fidel Castro en la guerra de Angola es más complejo de lo que apare...