domingo, 6 de julio de 2014

Aires de Victoria?













 [LRP1]Este relato se titula “AIRES DE VICTORIA”, escrito por el Teniente Coronel Eladio Ávila Martín.
Eladio cumplió “misión internacionalista” en Angola desde julio de 1986 hasta diciembre de 1988, como piloto de aviación de combate.
 En el mes de septiembre de 1987, según nos cuenta el propio Eladio, un grupo de pilotos (en el cual se encontraba incluido) se preparaba en Luanda. Se trataba de un grupo de pilotos recién egresados de la escuela formadora de pilotos en la antigua URSS. Posiblemente Eladio no llegara a tener la tercera categoría como piloto; lo más seguro era que solamente tuviera en su curriculum de vuelo unas 300 horas; nada de preparación nocturna; cero preparación para volar en condiciones meteorológicas complejas.
Transcurridos 26 años de la “Defensa de Cuito Cuanavale”, Eladio nos relata que un compañero de viaje, tan bisoño como él, se interesó por las sensaciones de vuelo y por su experiencia en el oficio. El párrafo concluye diciendo que el trayecto entre Luanda y Menongue fuese un verdadero encuentro con la historia.
¿Cuál historia? Parece ser que Eladio extrapola la historia con su biografía, pero no. Hasta ese momento Eladio era lo que se llama “un pichón de piloto” sin historia.
  [LRP2]El mismo lo aclara a continuación cuando refiere que comenzaba una nueva etapa en su vida: La de probar sus nervios y conocerse a sí mismo en situaciones difíciles.
A continuación describe la casa de descanso de los pilotos en la estación de trenes de Menongue, con sus matas de mango y de higo. Para dar más amplitud al relato trae a colación a los hambrientos niños angolanos pidiendo frutas y los describe descalzos, sin camisas y con los pantalones rotos y…, se acuerda de su propio hijo, con todo lo necesario y a buen recaudo, para inmediatamente meter la coletilla delo que él llama una contradicción, sin tener en cuenta que en Cuba muchos niños se encontraban y aun se encuentran en idéntica situación. Supuestamente esto le daría fuerzas, lo endurecería y le haría comprender que su estancia en Angola “no era en vano”.  “Esos niños lo necesitaban” . Más melodramático imposible.
Después de describir el área de descanso de los pilotos nos dice que en el mismo comedor los pilotos recibían las tareas de combate para el siguiente día. No dice mentira, era así mismo. Describe las misiones por pareja o grupo de vuelo y la breve descripción de las tareas cumplidas en los vuelos anteriores..
A continuación hace una buena descripción de la cocina y de la estación del ferrocarril, del cual apunta que la UNITA hacía mucho tiempo que no permitía que el tren llegase hasta Menongue y testimonia que solo por aIre era el único medio de comunicación.
                                  Estación del Ferrocarril en Menongue

Fue de esa manera que Eladio se incorporó a los pilotos que se encontraban en Menongue, pero miente al decir que esos eran los pilotos en quienes Fidel Castro había depositado su confianza para la “Defensa de Cuito Cuanavale”.
Esos no eran los mejores pilotos. Esos que estaban en el mes de septiembre en Menongue, pertenecían a lo que se denominó “Operación Olivo”. Esta operación era para luchar contra los “bandidos de la UNITA” y no para enfrentar al enemigo surafricano.
Fue a partir del mes de noviembre de 1987 que los mejores pilotos de combate cubanos llegarían a Angola.
Del mes de septiembre Eladio se traslada hasta el día 25 de febrero de 1988. Han transcurrido cuatro meses; siendo todavía de noche, desayunaban por el transportador blindado que los llevara hacia el aeródromo.
Relata lo “peligroso del trayecto” a causa de las minas “Klimot”. Tal vez haya querido decir “ClaymoreUS M18a1 claymore mine.jpg
http://manchiviri.blogspot.pt/2014/07/aires-de-victoria-ii.HTML
















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