lunes, 18 de noviembre de 2019

Crítica a Feri Beto

en negritas


Por Mario Riva

Democracia y valores evangélicos


Por Frei Beto
















En tiempos de Jesús ya estaba sobre la mesa la cuestión de la democracia, aunque en una región distante de Palestina: Grecia. Dominada por el Imperio Romano, Palestina era gobernada por hombres nombrados o aprobados por Roma: el rey Herodes, los gobernadores Poncio Pilatos, Herodes Antipas, Arquelao y Felipe, y el sumo sacerdote Caifás.
En tiempos de Jesús no existía el concepto “democracia” en Palestina. Existía un reinado, donde gobernaba la aristocracia y la religión judía tenía cierto peso. Los romanos habían conquistado palestina, pero dejaban reinar a la aristocracia, siempre controlando a judíos religiosos y a la monarquía, mediante un gobernador que les dejaba hacer mientras no interfiriesen con los intereses romanos.
Lo que es nuevo en Jesús es que le da a la vieja cuestión un enfoque radicalmente diferente al de sus contemporáneos: el poder, ya objeto de la reflexión de los filósofos griegos desde Sócrates. Platón le dedicó al tema su libro La República, y Aristóteles la obra titulada Política.
En el Primer Testamento, el poder es más que una  dádiva divina. Es la manera de participar del poder de Javé. Es a través de sus profetas que Javé elige y legitima a los poderosos. A diferencia de lo que sucedía en Egipto y en Roma, ninguno de ellos era divinizado por ocupar el poder. Aunque era un elegido de Dios, el poderoso seguía siendo falible y vulnerable al pecado, como ocurrió en los casos de David y Salomón. No se autodivinizaban como los faraones egipcios y los césares romanos.
Hasta en Grecia, Alejandro Magno, desesperado por mantener centrada en su persona la unidad de sus conquistas, trató de autodivinizarse y exigió que sus soldados lo adoraran.
Jesús le imprimió otra óptica a la cuestión del poder. Para él, no se trataba de una función de mando, sino de servicio. Es lo que afirma en Lucas 22,24-27: “Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige como el que sirve (…) Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve”. Jesús dio el ejemplo al afirmar que “el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir” (Mc 10,41-45) y se arrodilló para lavar los pies de los discípulos.
Lo que condujo a Jesús a invertir la óptica del poder fue la siguiente pregunta: ¿a quién debe servir el poder en una sociedad desigual e injusta? A la liberación de los pobres, respondió, a la curación de los enfermos, al abrigo a los excluidos. Ese es el servicio por excelencia de los poderosos: liberar al oprimido y hacer que este también tenga poder.
Pero Jesús no dijo como, ni que medidas tomar para llevarlo a vías de hecho. Como se liberan los pobres? Quién paga la curación de los enfermos? Quién acoge a los excluidos? Jamás, los oprimidos, agradecerán el mínimo gesto (hacia ellos) por parte de los poderosos. Liberar, al oprimido de qué? Que poder se le ha de entregar a los oprimidos, si ellos no saben otra cosa que vivir en la opresión?
El poder es una prerrogativa divina para el servicio al prójimo y a la colectividad. Tomado en sí mismo, pervierte. El individuo tiende a cambiar su identidad personal por la identidad de la función que desempeña. El cargo que ocupa pasa a tener más importancia que su individualidad. Por eso, muchos se aferran al poder, porque hace posible lo deseable. Imanta al poderoso, de modo que atrae veneración y envidia, sumisión y aplausos.
Decir que el poder es una prerrogativa divina, es igual que afirmar poder tapar el sol con un dedo. El que ostenta el poder, lo hace porque es respaldado por un grupo de personas pudientes. Y es a estas personas con las cuales se encuentra comprometido. El que ostenta el poder no lo hace (ni mucho menos piensa) en servir, a otro prójimo, que no sean aquellos que le respaldan. La colectividad responde a los que respaldan a aquel que ostenta el poder. Nunca al contrario.El ser humano se aferra, al poder, cuando considera que se siente respaldado. Unas veces acierta y otras veces se equivoca.
Para que el poderoso no se deje embriagar por el cargo que ocupa, Jesús propone que se someta a la crítica de sus subalternos. ¿Quién de nosotros es capaz de hacerlo? ¿Cuál es el párroco que indaga lo que los miembros de su parroquia piensan de él? ¿Cuál el dirigente de un movimiento popular que les solicita a sus dirigidos una evaluación de su desempeño en el cargo? ¿Qué político les pide a sus electores que lo critiquen? Jesús, por su parte, nunca temió preguntarles a sus discípulos lo que pensaban sobre él, y como si eso no fuera suficiente, también se lo preguntó al pueblo (Mt 16,13-20).
No solamente Jesús consideraba que el poderoso debía someterse a la crítica de sus subalternos (léase aquellos que le respaldan y no a pobres, enfermos y excluidos. En fin los oprimidos). Los Césares romanos también tenían una suerte de consejeros que intentaban abrirles los ojos. Al parecer, a Jesús solo le interesaban las críticas “constructivas” de sus seguidores. Acaso Jesús no era judío? Acaso no fueron los judíos los que pidieron que fuese crucificado? El pueblo judío no consideraba a Jesús como hijo de Dios. Jesús desafió el poder judío, pensando que sus respaldos (los de Jesús) eran mayoritarios y se equivocó.
La cuestión del poder es el corazón de la democracia. Etimológicamente, democracia significa “gobierno del pueblo para el pueblo”. No obstante, en la mayoría de los países aún se mantiene en un estadio meramente representativo.
La cuestión del poder no es el corazón de la democracia. El poder, en democracia son las instituciones, Sr. Beto. Son los tres poderes de la democracia (poder legislativo, poder judicial y el poder ejecutivo) los que permiten corregirse los unos a los otros y actuar en defensa de las personas, naturales o jurídicas desde el gobierno. Y coincido con usted en que la mayoría de los países aun mantienen un estadio meramente representativo. Algo que debo matizar: Cuando se habla de países democráticos debemos definir si son desarrollados o en vías de desarrollo. Y en segundo lugar diferenciar, entre los desarrollados, aquellos que no defienden (constitucionalmente) a las personas naturales o jurídicas. Quiere un ejemplo: Los países europeos, donde impera la simbiosis burgo-aristocrática. Países en los que jueces son nombrados por políticos y alianzas de gobierno entre ideologías antagónicas.
Para hacerse participativa, la democracia deberá ser expresión del fortalecimiento de los movimientos populares. Un poder -el del Estado o el de la clase dominante- solo admite límites y evita abusos en la medida en que enfrenta otro poder: el del pueblo organizado. Esa es la condición para que la democracia base la libertad individual y los derechos humanos sobre la justicia social y la equidad económica.
Los movimientos populares (a no ser que lo populares sean empresarios pequenos, medianos y grandes) no entienden como se administra una empresa, ni como se hace el dinero que permite ampliar dicha empresa y de esa forma crear más puestos de trabajo. Los movimientos populares son como los mosquitos, que necesitan succionar dinero (cuanto más mejor) sin importarles si la vaca muere desangrada.
Usted Sr. Beto no entiende que lo que se debe es fortalecer los tres poderes del estado para poner límites y evitar abusos. Quién organiza al pueblo, Sr. Beto? Los anti-sistema? Es eso poder? Que es la “libertad individual”, Sr. Beto? Acaso la anarquía? Que son los derechos humanos sin control? Como se aplican? Usted sabrá mucho sobre justicia divina, pero de justicia social…, bien poco o nada. Y una última pregunta: Que entiende usted por “equidad económica”? Acaso que una persona que no trabaja disfrute de los privilegios que pueda alcanzar aquel que trabaja?
Es falsa la democracia que concede libertad virtual a todos y excluye a la mayoría de bienes económicos esenciales como el acceso a la alimentación, la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, la cultura y el descanso.
La falsa democracia es aquella que nos promete el paraíso de la humanidad, aquí en la tierra, pero que se dedica a despilfarrar los bienes alcanzados por las pequenas, medianas y grandes empresas esa falsa democracia que crea falsos empleos gubernamentales (improductivos), que incrementan los impuestos y que no paran de crear nuevas fuentes de despilfarro social, que solo aumentan el coste de los alimentos, la salud, la educación, la vivienda, la cultura y el descanso.


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domingo, 17 de noviembre de 2019

Comentando un análisis de Brendan Seery sobre el puente, durante los combates en Cuito Cuanavale

https://citizen.co.za/news/opinion/opinion-columns/1867650/cuito-myth-a-bridge-too-far/


Por: Tte. Coronel ® Mario A. Riva

Los comentarios de Mario Riva, en negritas y cursivas

















Las SADF destruyó el puente hacia Cuito un año antes de la batalla con los cubanos, una clara señal de que en realidad no tenían la intención de "tomar" la ciudad en 1988.

La triste realidad es que el puente sobre el rio Cuanavale (la conjunción de los ríos ocurre unos kilómetros más al norte del puente) fue destruido y reconstruido varias veces. Eso fue lo que permitió que las brigadas angoalnas regresaran a la margen occidental del rio, donde se encuentran el poblado y el aeródromo.



Hay un puente muy inconveniente en el sureste de Angola que conecta la ciudad de Cuito Cuanavale con lugares más al sur y al este.

Es inconveniente para quienes perpetúan el "Mito de la Victoria" soviético y cubano que la "batalla" en la ciudad en marzo de 1988 fue un "punto de inflexión" en la historia del sur de África.


Para intentar ser medianamente objetivo, el “Mito de la Victoria” no es, ni soviético, ni cubano. En los combates del rio Lomba triunfaron las fuerzas conjuntas de las FALA (brazo armado de la UNITA) pero los que defendieron la posición de Cuito Cuanavale fueron las tropas FAPLA del MPLA. Eso es lo que nunca quieren reconocer los racistas del apartheid sur-africano. No lograron cumplir con los objetivos propuestos en las operaciones llamadas “Hooper” y “Packer”. 

Vas a escuchar mucho más de ese mito en las próximas semanas, ya que al ANC le gusta soñar y decirle a la gente que sus heroicos combatientes Umkhonto weSizwe también estuvieron involucrados en una derrota masiva para la entonces Fuerza de Defensa SA, que a su vez provocó El colapso del apartheid.

Ya les gustaría, a los racistas, que el ANC estuvieran involucrados en semejantes acontecimientos.  Las SWAPO y el ANC tuvieron poco que ver.

La realidad es algo diferente, y el puente es parte de la realidad estudiada por todos aquellos que propagan el mito de la victoria.

El mito dice que las fuerzas sudafricanas (SADF y Namibia SWATF) y sus aliados unita-angoleños estaban empeñados en capturar a Cuito Cuanavale y los valientes cubanos (con un poco de ayuda de MK, por supuesto) los "derrotaron".

No es falso que algunos historiadores hayan intentado ignorar los combates del río Lomba, donde las tropas del MPLA sufrieron una derrota vergonzosa y aplastante, pero de ahí a decir que las SADF y la UNITA estaban obsesionados en capturar el poblado de Cuito Cuanavale es un disparate.
En primer lugar, las SADF no tenía medios y fuerzas para semejante tarea. Lo que pretendían las fuerzas conjuntas de las FALA y las SADF era el aniquilamiento de las cinco brigadas FAPLA restantes, acorraladas contra el río. La única posibilidad de evitar el aniquilamiento era combatir, intentando cruzar a la margen occidental. Y lo lograron. La última brigada FAPLA en cruzar el río fue la 25. A partir de ese momento habían fracasado la “Hooper” y la “Packer”. Las SADF ya no tenían otra cosa que hacer que, mover sus tropas hacia Namibia con el fin de defender la amenaza en Ruacana.
En términos militares, Cuito Cuanavale no fue una batalla. Fue la defensa de una "plaza". Al no ser capaces (las SADF-FALA) de romper la defensa, fue (para ellos) un fracaso, que se puede llamar derrota.















































MK, de hecho, no estaba cerca de ese teatro de guerra. El problema para los vendedores ambulantes de mitos es que el puente fue parcialmente destruido por los propios sudafricanos, por hombres rana de las fuerzas especiales en agosto de 1987.

Los restos (que solo permitían el tránsito de peatones) fueron destruidos en febrero de 1988 por una "bomba inteligente" de la Fuerza Aérea de Sudáfrica.

Entonces, ¿por qué, si quisieras capturar una ciudad, destruirías el único acceso posible antes de llegar allí?

Porque cumple un objetivo primordial para el aniquilamiento de las brigadas antes mencionadas.

Esa es la pregunta que nadie del lado del mito de la victoria puede responder. La verdad es que los sudafricanos y Unita nunca quisieron capturar a Cuito Cuanavale en primer lugar.

A esas alturas de la contienda, no se sabía (con seguridad) las fuerzas conjuntas de las FALA-SADF. Nadie puede negar que de haber resultado exitosas las operaciones antes mencionadas, pudieran haber intentado apoderarse del aeródromo y del poblado, convirtiéndose en una cabeza de playa para operaciones ulteriores. Pero esto no pasa de una mera especulación.

La verdadera batalla de esta guerra, y fue una guerra, tuvo lugar alrededor del río Lomba en 1987.

Fue entonces cuando enormes columnas mecanizadas de MPLA-Angolan (FAPLA) y tropas cubanas, comandadas por oficiales soviéticos, cruzaron el puente en Cuito Cuanavale con el objetivo de moverse hacia el sur para destruir la sede de Unita en Jamba, a 30 km de la frontera con Namibia.

Más de una vez se ha dicho que las tropas cubanas nunca participaron "abiertamente" en la “Operación Saludando Octubre” (OPS). El mando cubano se opuso a dicha operación por considerarla una quimera y en todo momento advirtió sobre las posibilidades de que las SADF acudieran en auxilio de la UNITA. La testarudez del jefe de los asesores soviéticos fue la causante de todo el problema. Incluso, ante la traición del MPLA al régimen de Fidel Castro (acuerdos de Lusaka consecuencia de la fallida "Operación Askari" sur-africana), el régimen de La Habana buscaba una salida “decorosa” del territorio de Angola. Es necesario aclarar, que no obstante la negativa en participar (OPS) las tropas cubanas continuaban combatiendo a la UNITA a escala nacional.

La fuerza fue detenida en una serie de grandes batallas convencionales en el valle del río Lomba por fuerzas combinadas de la SADF y la Unita, y 47 Brigada de Fapla fueron "aniquiladas".

Seamos serios: Ninguna “gran batalla”, sino combates puntuales, que aniquilaron la 47 Brigada FAPLA, las cuatro restantes, desmoralizadas (debido a una vergonzosa asesoría soviética)se retiraron hacia la margen oriental del río Cuanavale y el puente en cuestión.

En desorden, el ejército atacante se retiró hacia Cuito Cuanavale y el personal especializado de Unita y SADF recibió muchos más golpes mortales.

Cuando la columna mutilada descubrió que no podía alcanzar la seguridad de Cuito Cuanavale porque el puente estaba caído, cavaron alrededor de un área conocida como Tumpo ... y allí permanecieron durante algunos meses hasta que se firmaron los acuerdos de paz que condujeron a la independencia de Namibia. Finales de 1988.

Este último párrafo es de risa. Cuando las tropas FAPLA llegaron, el puente sobre el río Cuanavale ya se encontraba transitable, pero tamano volúmen de fuerzas necesitaba tiempo para cruzar.
Los vencedores del río Longa, no pudieron perseguir a las brigadas FAPLA en retirada. Ahora sabemos que las SADF estaban esperando la reorganización de las FALA para comenzar la persecución. Pero la reagrupación de las FALA, que habían huido ante el empuje de las FAPLA demoró más tiempo del necesario. Eso dejó un espacio de tiempo para que los 250 asesores cubanos sustituyeran a los soviéticos que se retiraban del Teatro de Operaciones Militares (TOM).
Las operaciones “Hooper” y “Packer” consistían en el aniquilamiento de la fuerza FAPLA. 

El párrafo anterior, da la impresión de que las FAPLA esperaron tranquilamente (en el área conocida como Tumpo, a que se firmaran los acuerdos de paz. Esa es una mentira que no se le puede permitir al Sr. Seery. 

El hecho de que la fuerza sudafricana / namibiana / unita-angoleña nunca tuvo la intención de "tomar" Cuito Cuanavale se demuestra por el hecho de que establecieron una fuerza de "contención" para evitar que la fuerza rodeada por los soviéticos causara más problemas.

No pongo en cuestión que la intención de las SADF fuera la de “tomar” Cuito Cuanavale. Lo que digo es que la intención era aniquilar (forma de “contención”) a las brigadas FAPLA.

Muchas tropas y equipos de primera línea fueron retirados a Sudáfrica porque la fuerza en el "bolsillo" de Tumpo ya no representaba una amenaza.

Se retiraron a Sudáfrica aquellas tropas que habían cumplido su tiempo de servicio, las otras fueron dislocadas para defender Ruacana, hacia donde avanzaba una división élite de las tropas cubanas con más de 500 tanques y más de 70 aviones MIG-23ML (caza-interceptor capaz de realizar tareas de caza-bombardero). Un escuadrón de MIG-23BN (caza-bombardero de mediano alcance).



                                                Plano superior MIG-23BN, plano inferior MIG23ML


Las fuerzas soviéticas / cubanas / MPLA-angoleñas intentaron capturar a Jamba y derrotar a Unita ... y fracasaron por completo. Las fuerzas sudafricanas, SWATF de Namibia y Unita-Angoleñas intentaron evitar que tomaran Jamba.

Las fuerzas del MPLA, asesoradas por soviéticos (advertidos por los cubanos de que aquello era un disparate) intentaron aniquilar a la UNITA en Mavinga y Jamba y fracasaron por completo.

En eso, esos aliados tuvieron éxito. Entonces, ¿quiénes fueron los verdaderos ganadores?

El desarrollo ulterior de los acontecimientos demostró:

1.- Las SADF nuevamente había invadido el territorio de Angola, un país cuyo gobierno era reconocido como independiente por la ONU.
2.- Cuba jamás había invadido el territorio de Namibia.
3.- Luego del golpe aéreo, ocurrido en Calueque (territorio de Angola ocupado por las SADF) el gobierno sudafricano regresó a la mesa de negociaciones y firmó los acuerdos de paz que incluían la implementación de la independencia de Namibia, que era uno de los aspectos por los cuales el gobierno de Botha invadía constantemente el territorio de Angola, donde se estacionaban las tropas de las SWAPO que luchaban por la independencia de las antigua SWA.
4.- Poco tiempo después el apartheid, causante de tantos males, dejó de existir.
5. El comunismo se mantiene en Cuba.

Quienes fueron los verdaderos VENCEDORES?













































                                        



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sábado, 31 de agosto de 2019

Cuba suspende la creación de cooperativas no agropecuarias para eliminar “desviaciones"

Cuba suspende la creación de cooperativas no agropecuarias para eliminar “desviaciones":

Una nueva normativa entrará en vigor en noviembre para "perfeccionar" la gestión de las más de 400 CNA con 17.000 socios, la mayoría en el sector de la gastronomía

















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jueves, 22 de agosto de 2019

Taxis Uber: de la digitalización de los servicios al beneficio de los usuarios


Taxis Uber: de la digitalización de los servicios al beneficio de los usuarios

Respuesta a un artículo publicado en el periódico “Abuelita”, Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de los hermanos Castro Ruz 
http://www.granma.cu/mundo/2019-08-17/taxis-uber-de-la-digitalizacion-de-los-servicios-a-la-maximizacion-de-las-ganancias-y-el-atropello-a-los-derechos-laborales-17-08-2019-07-08-14


Esta empresa funciona a la par de los sistemas de taxi de cada país; no paga impuestos, su servicio es mucho mejor, sus carros modernos y su tarifa llega a ser el doble menos que la de los taxis tradicionales
La monopolización del servicio de transporte, los llamados taxis, por parte de los diferentes gobiernos de la mal llamada Unión Europea, gravan a los usuarios con una serie de impuestos (a las companías de taxis) que hacen muy caras la carreras.
Uber funciona en paralelo, sin tener que pagar impuestos, pues sus trabajadores son autónomos, pero de ninguna manera violan las garantías laborales. Cada autónomo debe pagar su correspondiente impuesto. Ahora bien, los impuestos que pagan los taxistas autónomos es muy inferior a los impuestos marcados por los gobiernos de los diferentes países a las companías de taxi tradicionales.
Los UBER aparecieron por primera vez en marzo de 2009, en Estados Unidos. Se trata de vehículos de alquiler contratados por los usuarios a través de Internet y para fijar el precio del viaje se establece la distancia a recorrer. De inmediato el conductor del auto recibe la orden, la cual se le envía al vehículo más próximo al lugar de recogida, según una base de datos.
Las compañías Uber funcionan de la siguiente forma: Para contactar el servicio, el cliente debe poseer la plataforma web instalada en su móvil, tablet o cualquier otro dispositivo, con posibilidades de realizar una llamada en tiempo real, vía digital. Luego de producirse el contacto debe introducir el punto de recogida y el de destino e inmediatamente recibe un estimado del tiempo del viaje y el monto por su transportación que suele ser menor a un taxi legalizado de ruta. El usuario debe tener una cuenta bancaria asociada a la compañía Uber. Una vez concordado el servicio, el cliente paga utilizando la misma aplicación, desde su cuenta bancaria, el importe de la carrera. De manera que no existe un pago directo al taxista. El chofer recibe (vía su cuenta bancaria) el servicio prestado por su auto particular.
Las protestas de los taxistas tradicionales se producen más, por el desconocimiento de sus companías de taxis, que no han sido capaces (hasta el momento) de encauzar sus protestas contra el verdadero explotador. En este caso sus respectivos gobiernos.
Para ser conductor de UBER solo se debe llenar un registro de postulación y crear un perfil en la página con el envío de la documentación personal como licencia de conducir, carta de no tener antecedentes penales, comprobante de domicilio personal, comprobante fiscal y el auto que desea registrar. Esto no es verificado por los respectivos gobiernos (hasta el momento) y queda al arbitrio de las companías de Uber. Pero de esta anomalía no es responsable Uber, sino los gobiernos, que no han sido capaces de evolucionar ante la demanda digital, que opera sin violar la legislación vigente en cada país. En caso de alguna falsificación o queja de un cliente, el chofer de Uber queda automáticamente fuera de servicio.
Los choferes contratados deben disponer de un teléfono móvil que les sirve para recibir los pedidos de los usuarios y les llegará un resumen financiero que describe las cifras por cada viaje con el monto ingresado a su cuenta. El sistema digital usa la ubicación GPS del teléfono y la de los conductores disponibles, y a través de la conectividad mediante internet asigna automáticamente la orden de servicio al auto más cercano.
No es obligatorio que los autos Uber permanezcan estacionados en zonas específicas. Solamente tienen que estar en un lugar con acceso a internet. En el caso de que la carrera sea hacia un lugar apartado, el taxista Uber asume la pérdida, al no poder recoger pasaje de regreso, pero en la mayor parte de las ocasiones, les es asignada otra carrera en algún sitio que se encuentre cercano a su trayectoria de vuelta. Los taxistas Uber también asumen los horarios de menor cúmulo de llamadas y aún así, hacen mucho más dinero que los taxistas tradicionales. De otra forma no podría funcionar el sistema.
Para ser parte de la empresa los conductores Uber no precisan pagar la licencia operativa, como ocurre con el servicio convencional (una imposición de los gobiernos). A los choferes Uber no les interesa el sistema socialista que limita las horas de trabajo y vacaciones obligatorias. Cada chofer Uber debe garantizarse su seguridad social mediante companías aseguradoras y guardar dinero en sus respectivos bancos para salir de vacaciones cuando más les convenga, así cómo para realizar las reparaciones que precise el automóvil, aunque a decir verdad, los automóviles que utilizan los taxistas Uber deben estar amparados por el sistema “leasing” que cada dos anos cambia el automóvil por uno nuevo. Eso también lo asume el taxista Uber a partir de su cuenta bancaria. Los taxistas Uber no quieren pertenecer a sindicatos que son subvencionados por los gobiernos y que en lugar de defender a los trabajadores se pliegan a las exigencias.
Para protegerse de agresiones o asaltos, los taxistas Uber cuentan con la policía nacional. No necesitan ningún tipo de organización. Desde el momento en que el cliente tiene la obligación de utilizar una cuenta bancaria, se han dado pocos casos de haber sido asaltados o agredidos por usuarios. Los clientes, a su vez, conocen el nombre, los apellidos y las matrículas de los autos. De manera que pueden, en caso de ser maltratados o agredidos, formular la denuncias correspondientes a la compañía Uber y a las autoridades competentes.
Para concluir, debemos decir que los taxistas Uber funcionan cómo personas adultas que deben velar por sus propios intereses y no estar sobre-protegidos por gobiernos que gravan a sus pueblos con impuestos exagerados.


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lunes, 29 de julio de 2019

Fábula de la propina obligatoria


            Fábula de la propina obligatoria





Artículo publicado por Yudith Madrazo Sosa

http://www.cubadebate.cu/especiales/2019/07/20/fabula-de-la-propina-obligatoria/#.XTRuqq0rzq0

Anotaciones en itálicas y negritas por: Mario Riva Morales

Miró perplejo, suspiró resignado, y solo cuando encontró una mirada comprensiva, una expresión de empatía, se decidió a hablar: “Resulta que ahora todos los dulces cuestan dos pesos; pagué con un billete de cinco por dos polvorones, de 1.50, y solo me devolvieron un peso”.

Eso, en cualquier país del mundo, se llama robo.

Semanas antes, en otro establecimiento, una conversación similar: “Están acabando. ¿Para qué dicen que las galletas de sal cuestan 12. 50 si te las cobran a 13? Cuando pagas con 20 pesos, te devuelven siete; si lo haces con 15, dos; pero si das 13, ni siquiera se molestan en disculparse por no devolverte los 0.50 centavos restantes. Y ni reclames, porque entonces te tildan de ridículo”.
Y, en la otra orilla, la inalterable justificación: “Lo siento, no tengo pesetas”; “ay qué pena, hoy no me han traído menudo”, “te debo los diez centavos, no tengo medio”. Pululan las excusas.
Cuando el dinero circulante no tiene valor, suceden estas cosas. Las personas no saben que hacer con tal de adquirir el producto. Son capaces de permanecer callados, no vaya a ser que el dependiente deje de vender el producto, o tome represalias con los que aun no lo han adquirido.
En una ocasión me sucedió algo parecido con un taxista. No tenía cambio para devolverme el dinero sobrante, con el cual le había pagado la carrera. Sencillamente, le dije que hasta que me diera el vuelto, no me bajaba del taxi. Se puso verde y me maltrató de palabra todo lo que le dio la gana, pero yo tenía tiempo y no estaba interesado en mantener una discusión. Permanecí callado hasta que el taxista, viendo que perdía mucho tiempo, decidió buscar el cambio.
Un mal incurable, una epidemia que sacude, así se me antoja la práctica extendida de escamotear el vuelto en el acto de consumo, sobre todo si de menudo se trata. Al parecer, los expendedores dan por sentado que el cliente les dejará una propina, como si fuera obligatorio hacerlo, como si el servicio que le han brindado lo mereciera.
Que levante la mano quien no haya caído alguna vez ante tal zancadilla a nuestro derecho como consumidores, tropiezo que nos lleva a dudar de la valía del dinero fraccionario porque ya casi nada cuesta menos de un peso, y donde todavía los precios se aprecian con esos valores, pocas veces te devuelven los centavos que sobran del importe.
Al parecer, de poco sirve que contemos con una Resolución, la No. 54/2018, a cuya sombra deberíamos ampararnos los consumidores. En uno de sus incisos, la normativa establece el derecho a “la entrega completa del dinero que excedió al efectivo entregado por el bien o servicio recibido, incluyendo la moneda fraccionaria”. Entonces, ¿por qué persiste la tendencia a no dar el cambio?
Abundan los ejemplos. Y estos mortifican más cuando en idéntico contexto se les niega a determinados consumidores la venta de un producto o el acceso a un servicio, precisamente, porque el dinero que lleva no es suficiente, porque les faltan esos centavos que el/la dependiente sí puede guardarse, pero no le perdona al comprador, para quien no hay excusa, sobre quien cae todo el peso de la obligación de abonar la suma establecida.
Una anécdota de hace varios años ilustra lo anterior. En una cafetería estatal vendían pan con minuta a 2.50 CUP. Un muchacho de unos trece años, con dos pesos en la mano, insistía, más bien imploraba, a la dependienta que le despachara uno. La vendedora, consciente de que cumplía con su deber (imagínese si le doy a todo el que no tenga o no le alcance, ¡tendría que pagar de mi bolsillo las minutas!) continuaba impasible su venta, pero a nadie que no pagara con exactitud le devolvía los correspondientes 0.50 que excedían, agarrada a la eterna justificación: “no tengo menudo”.
Dentro de la cola, una muchacha observaba con indignación la escena y, al tocar su turno, le dice a la expendedora: “Por favor, dele el pan al niño. Voy a pagar con tres pesos, los ‘50 kilos’ que me sobran, y veo que no me dará, son para completar su dinero”.
Yo también tengo una anécdota. Me ocurrió durante unas vacaciones en un balneario muy visitado. Nos levantamos temprano para ir a desayunar. Llegamos al restaurante y nos sentaron en una mesa que daba a unos cristales que nos separaban del exterior. No estaba mal, para ser un mes de agosto el aire acondicionado funcionaba de maravillas. La empleada nos tomó la nota y comenzó nuestra espera. Pasaron 15 minutos y en ese tiempo llegaron otros comensales. A los treinta minutos le preguntamos, a la misma empleada que nos había tomado la nota, el porqué de la demora. Al cabo de 45 minutos, los comensales que habían llegado después que nosotros ya estaban acabando de desayunar y nosotros con las lenguas pegadas al paladar. Al cabo de una hora y de varios cuestionamientos a la empleada, nos trajeron la cuenta sin haber consumido absolutamente nada. El berrinche que monté fue mayúsculo. El administrador se presentó y lo único que se le ocurría decirme era: “Companero usted debe de comprender...” Comprender qué?, le preguntaba yo. Comprender el mal trato recibido? Entonces se le ocurre decirme que la empleada era militante del partido. Peor que peor. Por esa época yo era también militante y del mismo partido, porque no hay otro, le repliqué. El administrador continuó con su letanía de la comprensión y yo me dí por vencido. Eso sí, no pagué. Hubiera sido el colmo!
Cuántas veces habremos vivido pasajes similares; cuántas veces habremos preferido callar antes de mostrar nuestra inconformidad, so pena de parecer “ridículos”. Pero el escamoteo al vuelto no tiene justificación alguna. Según han asegurado directivos del sistema bancario en diversas ocasiones y a diferentes órganos de prensa del país, hay disponibilidad de moneda fraccionaria en todas las sucursales y, por tanto, los establecimientos comerciales pueden garantizarlos y cumplir así con su deber.
La propina no puede ser obligatoria, ha de nacer de la satisfacción por el servicio recibido. Negar el vuelto bajo la excusa de no poseer menudo es una forma de maltratar al consumidor, de violar su derecho, de robar.

La de no aceptar propina ha sido otro de los principios “revolucionarios” que se han dado por vencidos. Poco a poco, sin prisa, pero sin pausa, el régimen va claudicando en todos sus principios estratégicos.

La no aceptación de propina, surgida de la necesidad de incorporar a los cortes de cana de azúcar a los empleados del sector de la industria turística, allá por los anos 70, fue uno de los primeros principios en morir cuando Fidel Castro aceptó que el dólar volviera a circular en Cuba.


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domingo, 21 de julio de 2019

Cuando los cruceros no llegan




              Cuando los cruceros no llegan





Artículo publicado por Iroel Sánchez


Anotaciones en itálicas y negritas, por Mario Riva Morales


Ochocientos mil es un número grande y si se trata de personas puede ser la cantidad de habitantes de una ciudad y hasta de un país, o la cifra de miembros de un movimiento social o político. Es de esperar que en una democracia, que se cancele abruptamente, por decisión unipersonal de un gobernante, algo que ochocientas mil personas se habían propuesto hacer, debería generar encendidas protestas en las calles y largos debates en los medios de comunicación y en el parlamento.


Nada tienen que ver la cantidad de personas o habitantes de una ciudad o de un país, incluso de un movimiento social o político, cuando una persona jurídica decide cancelar un negocio que, en virtud de las leyes de un país, se ha vuelto nefasto para sus intereses.
Es el caso de los cruceros que arribaban a Cuba y a los que precisamente se refiere el “periodista” Iroel Sánchez.
He aquí la respuesta a su interrogante del por qué no existen encendidas protestas en las calles de los Estados Unidos o largos debates en los medios de comunicación o en el parlamento del país referido:
Poner en vigor un capítulo de una ley aprobada y congelada, por motivos políticos durante varios anos, es totalmente legal y no el capricho del gobernante que la descongela, sino su decisión.

Pero si, además, es un secreto a voces que esa decisión unipersonal es el fruto de cabildeos en los que se complace a unos pocos políticos para obtener de ellos apoyo en un distrito que se juzga decisivo para una elección presidencial entonces en esa democracia modelo debería, como dice una antigua frase, “arder Troya”.
Continuar con su mentira, Sr. Sánchez, solo enganará a aquellos que se quieran enganar. Usted, mejor que nadie sabe que no se trata de cabildeos para complacer a unos pocos políticos, sino que los muchos políticos que pudieran estar en contra de la decisión presidencial saben que es imposible irle en contra, debido a que es una prerrogativa que tiene el Presidente de los Estados Unidos de América. Le guste o no!
En lugar de hacerse preguntas que no le corresponden o están a su alcance, debe dedicarse a preguntar que hacer con los miles de TCP que han quedado sin trabajo e indefensos (y sin ayuda inmediata) por parte del “gobierno” de su país. Cuantos TCP han quedado parados Sr. Sánchez? A cuantos se le presta ayuda económica?
Sin embargo, debido a una decisión del presidente Donald Trump, ochocientos mil ciudadanos estadounidenses han perdido sus reservas para viajar como cruceristas a Cuba y todos felices.
¿Protestas de los afectados? Ninguna. ¿Debates en el Congreso federal? Ninguno. ¿Editoriales de los periódicos? Mucho menos.
Hay aquí una paradoja, Sr. Sánchez: Mientras que a esos ochocientos mil ciudadanos norteamericanos se les devuelve el dinero íntegro de sus reservas, a los TCP que les parta un rayo. Es por eso que los norteamericanos están felices, mientras que los cubanos se encuentran inseguros, indecisos y…, a sabiendas de quién es el culpable de todos sus problemas prefieren culpar al etéreo “imperialismo” y callar por miedo a represalias de un régimen sin escrúpulos.
Cuando el gobierno cubano puso un límite de precios a los transportistas privados para garantizar la accesibilidad de ese servicio y eso provocó desacuerdos entre choferes y dueños, muchos medios de comunicación estadounidenses siguieron día a día el tema, hablando de “protestas” y “huelgas” pero resulta que ahora que son sus ciudadanos los afectados, incluyendo los propietarios de 17 compañías, con 25 barcos, no ha sido lo mismo.
No es posible comparar las medidas absurdas (económicamente) de limitar (por decreto) los precios de los transportistas cubanos, bajo el pretexto increíble de “garantizar” la accesibilidad a ese servicio (que se muestra incapaz de prestar el “gobierno”) con una Ley aprobada por el Congreso de los Estados Unidos.
Esta es otra respuesta a su infantil artículo.
Acaso, Sr. Sánchez, no se da cuenta que ni los ciudadanos norteamericanos, ni los propietarios de las 17 companías, ni los 25 barcos que usted menciona, han perdido mucho en la aplicación de la ley? En todo caso lo correcto sería decir “han dejado de ganar”, que no es lo mismo. O, perdieron el tiempo intentando negociar con un imposible. Pero ese es el riesgo que , corren los emprendedores, en un sistema capitalista. 
Si sólo el 1 por ciento de esos 800 000 afectados por la cancelación de los cruceros (equivalente a 8000 personas) le escribiera a su congresista, protestara frente a las oficinas federales en su estado, o hiciera llegar una carta a esos medios de comunicación cuyo servicio a las audiencias son el modelo para quienes aún creen en la llamada prensa libre, tendríamos alguna noticia al respecto, pero del uso de esos espacios para defender lo que el presidente Obama llamaba “valores universales” cuando se dirigía a los cubanos, no llegan ni señales de humo.

En la medida que se va desarrollando su artículo, puedo apreciar que no, que Sánchez no tiene la menor idea de cómo funciona un país normal. Que es lo que va a reclamar una persona natural? Esa persona tiene la opción de viajar en el, o los cruceros, que le plazca, sin visitar a Cuba. Esa persona no ha quedado desamparada, tal y como ocurre con los TCP cubanos. Es por eso que ninguno ha hecho uso de su deber como ciudadano de protestar y reclamarle a las autoridades.
Es que Sánchez desconoce que la Constitución de los Estados Unidos contempla que el gobierno de la nación (federal) está en la obligación de proteger a las personas naturales y jurídicas. Y que estas, al contrario de lo que sucede en Cuba, pueden poner en tribunal al gobierno de la nación en caso que eso no suceda.

The New York Times está en guerra contra Trump, pero ya no escribe combativos editoriales pidiendo cambiar la política hacia la Isla, sino que hospeda una sección en que izquierdistas arrepentidos tratan de enterrar el cadáver de sus antiguas convicciones pasando por que escriben sobre la Revolución cubana.

Otro asunto, Sr. Sánchez, no se vale que cuando un medio de difusión no escribe editoriales, como a usted le gustaría, comience a escribir estupideces sobre izquierdistas arrepentidos. En libertad, todos tienen derecho a expresarse libremente y no en un solo sentido como ocurre bajo las garras de su corrupto régimen.

Aquellas estrellas que viajaban a Cuba, hacían películas y video clips en las calles habaneras y disfrutaban del sol, la música y la simpatía de los cubanos ya no sólo no se se atreven a visitarnos. La libertad de expresión reinante en su país no les motiva a opinar sobre asunto tan nimio que afecta a ochocientos mil de sus conciudadanos, además de las decenas de miles de cubanos que tan amablemente, según propio testimonio, los pasearon en sus almendrones y los sirvieron en sus paladares.

Usted no entiende nada Sr. Sánchez. No es que las estrellas no se atrevan a visitar la tierra oprimida por el régimen. Es que están obligados a respetar las leyes de su país. Y eso no tiene nada que ver con opinar porque, le repito, nadie (que no sean los TCP desamparados por su régimen) se ha visto afectado. Ya se lo expliqué en los párrafos anteriores.

Bueno, en definitiva poner un límite a viajar por placer no es para tanto y siempre el crucero puede ir a otro lugar, hay causas más importantes que en estos momentos movilizan a los estadounidenses como los temas migratorios, diría alguien. Pero es que hay cientos de miles de cubanos residentes en Estados Unidos cuyos familiares en la Isla ahora tienen, por las mismas decisiones unilaterales, enormes dificultades para visitarlos o emigrar y reunirse con ellos, además de sufrir los efectos de las medidas adicionales contra los viajeros norteamericanos a Cuba, pues no pocos están conectados con negocios privados allí dedicados al servicio turístico, y tampoco tenemos noticia de que se escuche su voz, excepto cuando los medios de comunicación cubanos le dan voz a la minoría no silenciosa que tiene el valor de desafiar la maquinaria político-mediática dominante en Miami.
Precisamente Sr. Sánchez, la política de acogimiento llamada “Ley de Ajuste Cubano” no se promulgó para que las personas naturales hicieran de ella lo que bien le venga en ganas. Una cosa es visitar a la familia y otra bien diferente es “mantenerla" a distancia o, en dependencia del poder adquisitivo (extraordinariamente superior) visitar cada tres "x" meses a los parientes, para aliviar las tensiones económicas provocadas por el régimen. Pero no se olvide de algo muy importante: Las Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD) que son todas y que cobran precios exhorbitantes por cada artículo, alimentan a la dictadura y le permite a la cúpula vivir con todas las comodidades existentes en el país que tanto odian.
¿Qué democracia es esa? ¿O es que ni los versos de un extraordinario soneto amoroso del gran poeta Nicolás Guillen —“silencio, nadie a mi dolor responde”— pudieran invocarse porque nada hay que responder cuando nadie pregunta?
Dejémonos de tonterías Iroel. Esa es una democracia, que al menos cambia de dirigente cada “x” tiempo. En Cuba la “democracia” se eterniza en el poder como si fuera una monarquía.
Y cierro las anotaciones parafraseando al viejo Nicolás.
Tienen lo que tenían que tener…
MISERIA




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