Respuesta a un artículo publicado, por Orfilio Peláez en el órgano oficial del comité central del partido de los hermanos dictadores Fidel y Raúl Castro Ruz
La Bahía de la Habana tiene un área aproximada de 5,2 kilómetros cuadrados
y nueve metros de profundidad media. En su canal de entrada la profundidad es
de 22 metros, limitada por el tubo del túnel que descansa en su lecho.
Después de 16 años, de intenso bregar, todavía es alta la presencia de
desechos sólidos y otros contaminantes en la rada habanera.
La Bahía de La Habana, hasta el presente, siempre ha sido la principal
puerta de intercambio comercial del exterior con Cuba.
La desidia del régimen dictatorial, totalitario y neo feudal de los
hermanos dictadores, permitió durante 39 años que el tránsito de barcos y el
efecto combinado del progresivo aumento del número de núcleos poblacionales
(sin la debida planificación) y prácticamente
las mismas fábricas e industrias heredadas del “sistema capitalista” asentadas
en sus alrededores, unido al colapso del sistema de alcantarillado, condujeron
al total descalabro de la rada capitalina.
Durante 39 años el sistema de alcantarillado de la ciudad (construido en
1915) jamás fue reparado. La indiferencia de las supuestas autoridades ante el
lavado de las bodegas de la infinidad de barcos en la bahía fue el peor de los males.
Llegó el momento que hasta las rocas del malecón habanero se encontraron
cubiertas de petróleo. El mal llegó hasta las playas del este de La Habana.
Así, a finales de la década de los 80 del pasado siglo llegó a convertirse
en una de las más contaminadas de la región del Caribe, al punto que casi
desapareció todo vestigio de vida animal en sus turbias aguas.
El 15 de junio de 1998, ante la inminente llegada de cruceros turísticos de
gran porte, el desgobierno creó un grupo de trabajo para el saneamiento,
conservación y desarrollo de la Bahía de La Habana (GTE-BH). A partir del año
1993 habían comenzado a llegar cruceros turísticos, los cuales se quejaron del
estado putrefacto de las aguas y varias de las compañías desistieron de visitar
la ciudad.
Tras 16 años de trabajo (con varias interrupciones por falta de fondos de
las ONG que acompañaban dichas tareas) aun la contaminación rebasa el 30%.
No se puede negar que ya se nota el regreso de la fauna marina y la
reaparición de aves que por mucho tiempo se negaron a vivir en aquellas
condiciones. Muchos murieron en el intento y otros no lograron reproducirse.
Todo lo hecho hasta el momento, se debía haber realizado mucho antes. Por
favor no le echen la culpa al imperialismo. El saneamiento de los ríos Luyanó,
Martín Pérez, y Arroyo Tadeo debía haberse realizado tan pronto como se detectó
que aquellas vía fluviales solo conducían residuales sólidos y líquidos de
origen industrial y doméstico.
Señores del grupo del, no es con trabajo voluntario que se resuelven los
problemas de gran magnitud. El trabajo voluntario, probado está, que es una
pérdida de tiempo y esfuerzo. De esa manera tardarán otros 18 años en completar
el saneamiento de la bahía.
Si se hubiesen tomado las medidas pertinentes mucho antes, ahora no fuese preciso “notables inversiones” resolver de forma definitiva las principales causas.
Señores de la GTE-BH la principal causa es el desgobierno que mantiene en
afrentas y oprobio sumido al pueblo de Cuba. Si hubieran gobernado, nada de
esto hubiese ocurrido.
No es un sueño alcanzar la meta. El sueño es seguir arando en el mar con
bueyes viejos.
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