Los mismos vividores de siempre andan diciendo que la humanidad se
encuentra viviendo a crédito.
La verdad es que no sé lo que quieren decir.
Un crédito, es un préstamo que se le pide a alguien. ¡Es de risa!
“La humanidad”, que es un concepto (vago) de los seres humanos, en su
conjunto, le ha pedido un préstamo al planeta.
¡Qué ridículo!
¡Es cosa de locos!
Para no ser sinceros, son incapaces de decir que se basan en los datos
conocidos hasta el momento, sobre los recursos existentes en el planeta.
Peor aún. Se refieren al planeta como si éste fuese una fábrica de
producir recursos.
Para intentar darle credibilidad a su argumento, citan a una organización
no gubernamental. De esas ONG´s que pasan el tiempo inventando patrañas como «modus
operandi» de vivir del cuento. Dice esa ONG (a la cual no voy a citar exprofeso)
que el planeta alcanzó “el día del exceso”.
La huella ecológica es un indicador del impacto ambiental generado
por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas
del planeta relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar
sus recursos. Representa el área de tierra o agua ecológicamente productivos
(cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) (e idealmente también el
volumen de aire), necesarios para generar los recursos necesarios y además para
asimilar los residuos producidos por cada población determinada de acuerdo a su
modo de vida, de forma indefinida».[] La medida
puede realizarse a muy diferentes escalas: individuo (la huella ecológica de
una persona), poblaciones (la huella ecológica de una ciudad, de una región, de
un país,...), comunidades (la huella ecológica de las sociedades agrícolas, de
las sociedades industrializadas, etc.). El objetivo fundamental de calcular las
huellas ecológicas consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un
determinado modo o forma de vida y, compararlo con la bio-capacidad del
planeta.
Por favor, que alguien me diga
como esta ONG ha conseguido el cálculo y como lo ha comparado con la
desconocida bio-capacidad del planeta.
En todo caso (si diéramos
veracidad a dicha ONG) tendríamos admitir que el estudio realizado abarca todas
las huellas ecológicas y el impacto de todos los modos y formas de vida, para
luego comparar la inmensidad de datos obtenidos con la bio-capacidad conocida
(hasta el momento) del planeta. ¡Una total mamarrachada!
Para no ser absoluto en mi
planteamiento, debo decir que no es totalmente falso que existan recursos que
se agotan con mayor rapidez que otros. También es cierto que al ser humano cada
vez se le hace más difícil encontrar algunos recursos. Como por ejemplo, los
bosques.
Es una verdad innegable que el
ser humano tiene una capacidad de consumo ilimitada.
De ahí, a decir que desde los
años 70 del siglo pasado, los seres humanos vivimos muy por encima de nuestros
medios, no es otra cosa que negar el desarrollo. Sobre todo, el desarrollo de
los países sub-desarrollados.
El redactor del artículo que
menciono intenta aportar datos, pero sin fundamentos. Es un alarmista
empedernido que dice: “en el año 2012, el «día del exceso» se alcanzó 36 días
antes que en el 2011”, “la curva hacia abajo es constante”, “los datos de esta
ONG se basan en datos científicos que se articulan en torno a una medida, «el
hag», que es la hectárea global mediante la cual se compara la bio-capacidad
del planeta con el consumo de cada país”.
Por supuesto, viéndolo así, los
resultados del estudio tienen que ser, por obligación, catastrófico. El planeta
no son solo los países que lo ocupan.
Peor aún: Dudo muchísimo que
los datos obtenidos por dicha ONG sean totalmente ciertos.
Es entonces que el redactor del
artículo nos dice que los cuatro meses restantes del año 2012, la humanidad
vivirá a crédito. O lo que es igual: el planeta nos prestará los recursos si
los seres humanos somos capaces de garantizar su devolución.
¡Es para partirse de la risa!
El planeta tendrá confianza en
que los seres humanos cumplirán los compromisos.
A partir de este momento
comienzan las amenazas.
“La hora del balance
ha llegado”.
“El cambio climático como
consecuencia de los gases de efecto invernadero que se emiten más rápido de lo
que pueden ser absorbidos por bosques y océanos es la consecuencia más tangible
y urgente”, dicen.
No está probado que los gases de
efecto invernadero sean absorbidos por bosques y océanos.
Y no soy contrario a que se
preserven los bosques, o que se preserven las especies (aunque la llamada “ley
natural” las condene a la extinción en beneficio de las más capaces).
Ahora bien, los precios de los
productos básicos y los disturbios civiles no guardan una relación proporcional
con los incidentes descritos con anterioridad, sino con los precios del barril
de petróleo.
Me opongo rotundamente a la
conclusión alarmista y desproporcionada de la ONG de marras cuando dice:
“Las crisis ambientales y
financieras que estamos experimentando son los síntomas de una inminente
catástrofe”, para luego culpar a la humanidad de semejante imbecilidad.
Más adelante, nos dice el artículo que no toda la
humanidad tiene la misma responsabilidad y comienza a culpar a los Estados
Unidos (no podía ser de otra forma) y a ¿Brasil?, de ser los que van al frente de
la inminente “catástrofe”. Los Estados Unidos le llevan cuatro meses de ventaja
al Brasil (risas prolongadas).
Poco después comienza a realizar una serie de
comparaciones absurdas y ridículas sobre los consumos de los países mencionados
y algunos otros, para pasar a culpar al “Occidente”, en el general deterioro
planetario.
Por último, el autor del artículo cita al fundador
de la catastrofista ONG, el cual nos recuerda que el déficit ecológico se
agranda de manera exponencial desde hace 50 años y que la solución (dice
recuperación) solo (absolutismo total) podrá
tener éxito si estuviese acompañada de reducciones sistemáticas de nuestra
demanda de recursos…
Quiere decir, que no solo debemos parar el
desarrollo, sino que también debemos retroceder en el nivel de vida alcanzado
por la humanidad en su conjunto, así como que los países sub-desarrollados
deben olvidarse del “pan de piquitos”.
De lo contrario, “el desastre se
encargará de hacerlo”.
Dejémonos de tonterías.
Es el precio del barril de petróleo lo que nos
tiene “cagando por los portales” a todos los países del mundo, tanto a los
industrializados como a los que no lo están.
Los países industrializados son los que más
petróleo consumen y a la vez los que más productos producen (agrícolas y
tecnológicos).
El aumento de los precios de todos los productos
incide directamente en el nivel de vida y desarrollo de la humanidad en su
conjunto.
Los países europeos no pueden mantener su nivel de
vida pagando más de 50 euros por barril. Los precios de sus productos
exportables aumentarán e incidirán negativamente en todos los consumidores. Los
países sub-desarrollados sufrirán las consecuencias mucho peor.
¿Cuáles son los países exportadores de petróleo?
¿A cuales intereses socio-políticos responden los
países exportadores de petróleo?
La mayoría son petro-monarquías absolutistas y dictaduras
autoritarias con fachadas democráticas.