viernes, 24 de agosto de 2012

La crisis se complica (la crisis de octubre)

Octubre de 1962



 

Nikolay Pakhomov, Teniente Coronel retirado. En Cuba ostentaba el grado de Mayor y fungía como Jefe del Estado Mayor de un Regimiento de Cazas. Nacido en 1923, se graduó de piloto de aviones I-16 y La-5. Prestó servicios en el Lejano Oriente. Combatió contra los japoneses en 1945. En 1947 debido a problemas de salud causó baja como piloto de combate y pasó a ocupar cargos de Estados Mayores. Desde 1947 hasta 1955 prestó servicios en el Lejano Oriente. Falleció en octubre del año 2005.

 

Extractos de su diario privado:

 

El 13 de julio de 1962 me informaron que debía partir para Moscú inmediatamente. La razón era desconocida. Me esperaba un automóvil en el aeródromo de Moscú. En el Estado Mayor aguardaba por mí el  General Gorbatyuk. Me dijo: “Hemos decidió enviarle a un viaje de negocios, a un país húmedo y caliente. ¿Alguna objeción? Por acaso no tenía ninguna. El día 14, todos los oficiales allí reunidos abordamos un ómnibus que nos condujo a una sastrería en la cual nos proporcionaron uniformes y calzado, los cuales fueron debidamente marcados. Después de esto nos entregaron ropas civiles y a continuación entregamos todos nuestros documentos de identificación. El día 15 de julio nos dieron instrucciones de cómo comportarnos en el exterior. Nos entregaron 15 dólares norteamericanos y nos informaron que el viaje de negocios comenzaría el siguiente día. En la mañana del día 16 de julio el Coronel Shibanov me proporcionó su automóvil para trasladarme con mi familia al Estado Mayor de Moscú. Allí recibí mi nueva documentación. El pasaporte decía que yo era “operador de maquinaria agrícola”. También me entregaron los papeles para el viaje a Cuba. Con mucha dificultad persuadí a un oficial acompañante para que me autorizara a despedirme de mi familia. Me dio un solo minuto. Les dije que iba para Cuba durante un tiempo desconocido.

Antes de que el avión despegara, Raúl Castro y el Mariscal Zakharov subieron a bordo y nos felicitaron: “Saludos queridos camaradas agricultores”. Raúl Castro voló con nosotros hacia La Habana en un IL-18 que despegó a las 19:45 hrs., de Moscú. Cinco horas más tarde aterrizábamos en el aeródromo de Presvich, cerca de Glasgow, Escocia. El día 17 de julio de 1962 llegamos a Gander, Canadá. Seis horas y 25 minutos nos tomó llegar a La Habana. El aeropuerto se veía bueno. La cerveza era buena.


La Crisis se intensifica

El presidente Kennedy ordenó al jefe estadounidense en Turquía que hiciera "inoperables" los Júpiter, es decir, que los destruyera inmediatamente, si se intentaba dispararlos sin una autorización presidencial expresa.

Esa tarde se hicieron proposiciones y se tomaron decisiones importantes, entre otras estaban las siguientes:

-Se debía asestar el golpe aéreo de gran envergadura, atacando los cohetes de alcance medio, las bases aéreas, los cohetes antiaéreos, los depósitos nucleares si se descubrían, almacenes militares, tanques, medios navales de combate y demás objetivos significativos que pudieran afectar a los Estados Unidos o a sus fuerzas.

-Se debía implantar un bloqueo naval total y comenzar la ejecución de los planes de invasión elaborados: el OPLAN-314 o el 316 según se decidiera.

-Se hacía necesario dispersar los bombarderos estratégicos.

-Después del discurso del Presidente Kennedy sobre la situación, habría que pasar a DEFCON 2 a las fuerzas estadounidenses a nivel mundial.

-Tomar medidas para la defensa de la Base Naval de Guantánamo.

-Se hacía necesario aumentar la defensa antiaérea en el sudeste de los Estados Unidos e incrementar las patrullas aéreas con interceptores durante las 24 horas, reforzándolas en el horario diurno.

-Sería necesaria la movilización de 150 mil reservistas.

-Debía considerarse la declaración del estado de emergencia nacional.

-El peligro de los cohetes de alcance medio emplazados en Cuba era lo suficientemente grande para justificar el ataque, incluso después que los cohetes alcanzaran el estado operacional.

Los integrantes de la Junta de Jefes de Estados Mayores se mantuvieron firmes y unidos al recomendar el uso de una fuerza militar aplastante contra las posiciones soviéticas y cubanas en la Isla. Defendieron en todo momento el uso de la fuerza, y se prepararon para el golpe aéreo y la invasión.

No obstante, en la tarde de aquel martes el Secretario de Defensa pidió las opiniones de la Junta de Jefes de Estados Mayores sobre las probables reacciones soviéticas a un ataque de Estados Unidos contra Cuba, las que debían ser presentadas al día siguiente (17 de octubre).

El secretario del Tesoro, Douglas Dillon, el secretario asistente de Defensa para la Seguridad Internacional, Paul Nitze y los integrantes de la Junta de Jefes de Estados Mayores dudaban que la Crisis desembocara en una guerra nuclear y confiaban en que finalmente los soviéticos cederían.
Paul Nitze

Douglas Dillon


Consideraban que el equilibrio nuclear estratégico era un factor significativo y en ocasiones determinante en la adopción de decisiones durante la guerra fría. Pensaban que el esfuerzo de Kruchev por instalar los cohetes en Cuba constituía un ejemplo evidente de ello.
Un tema, muy importante en aquel momento, era la relación que podía haber entre las acciones soviéticas en el Caribe y sus objetivos en Europa. Los norteamericanos consideraban las crisis de Berlín y Cuba como dos caras de la misma moneda; esperaban una fuerte reacción soviética en Berlín ante cualquier acción militar en Cuba. Sin embargo, los funcionarios soviéticos de la época han manifestado que para ellos Cuba y Berlín eran dos temas independientes, sin ningún vínculo entre ellos.

Para entender mejor los acontecimientos, es necesario reconocer que el carácter secreto de la Operación "Anadir" contribuyó a intensificar la Crisis.




Los norteamericanos podían estar evidentemente preocupados por la aparición repentina y encubierta de cohetes estacionados tan cerca de los Estados Unidos. La alarma se agravó por el hecho de que los diplomáticos soviéticos negaron la verdad hasta el último minuto. Todo parece indicar que los embajadores soviéticos en Washington y en la ONU no conocían sobre el tema, pues Kruchev lo había ocultado deliberadamente. Su activa campaña de desinformación pudo hacer que Kennedy y sus asesores sospecharan que la Unión Soviética estaba preparando un ataque sorpresivo con cohetes contra los Estados Unidos.

Desde el mismo martes 16 de octubre comenzó a organizarse el Comando Unificado del Atlántico, órgano principal de mando para la dirección de las acciones militares, al cual estarían subordinadas todas las fuerzas terrestres, navales y aéreas comprometidas.

En Cuba, seguían desarrollándose las actividades planificadas, correspondiendo a aquella fecha la llegada al puerto del Mariel de la motonave "Omsk" en su segundo viaje, transportando entre otras cosas cinco cohetes R-12 de combate y dos de instrucción para el regimiento que se emplazaba en Santa Cruz de los Pinos-San Cristóbal, con lo que se completaban los 42 cohetes del tipo R-12 destinados a la división coheteril estratégica.


 
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