Nikolay Pakhomov,
Teniente Coronel retirado. En
Cuba ostentaba el grado de Mayor y fungía como Jefe del Estado Mayor de un
Regimiento de Cazas. Nacido en 1923, se graduó de piloto de aviones I-16 y
La-5. Prestó servicios en el Lejano Oriente. Combatió contra los japoneses en
1945. En 1947 debido a problemas de salud causó baja como piloto de combate y
pasó a ocupar cargos de Estados Mayores. Desde 1947 hasta 1955 prestó servicios
en el Lejano Oriente. Falleció en octubre del año 2005.
Extractos de su diario privado:
El 13 de julio de 1962 me informaron que
debía partir para Moscú inmediatamente. La razón era desconocida. Me esperaba
un automóvil en el aeródromo de Moscú. En el Estado Mayor aguardaba por mí
el General Gorbatyuk. Me dijo: “Hemos
decidió enviarle a un viaje de negocios, a un país húmedo y caliente. ¿Alguna
objeción? Por acaso no tenía ninguna. El día 14, todos los oficiales allí
reunidos abordamos un ómnibus que nos condujo a una sastrería en la cual nos
proporcionaron uniformes y calzado, los cuales fueron debidamente marcados.
Después de esto nos entregaron ropas civiles y a continuación entregamos todos
nuestros documentos de identificación. El día 15 de julio nos dieron
instrucciones de cómo comportarnos en el exterior. Nos entregaron 15 dólares
norteamericanos y nos informaron que el viaje de negocios comenzaría el
siguiente día. En la mañana del día 16 de julio el Coronel Shibanov me
proporcionó su automóvil para trasladarme con mi familia al Estado Mayor de
Moscú. Allí recibí mi nueva documentación. El pasaporte decía que yo era
“operador de maquinaria agrícola”. También me entregaron los papeles para el
viaje a Cuba. Con mucha dificultad persuadí a un oficial acompañante para que
me autorizara a despedirme de mi familia. Me dio un solo minuto. Les dije que
iba para Cuba durante un tiempo desconocido.
Antes de que el avión despegara, Raúl Castro
y el Mariscal Zakharov subieron a bordo y nos felicitaron: “Saludos queridos
camaradas agricultores”. Raúl Castro voló con nosotros hacia La Habana en un
IL-18 que despegó a las 19:45 hrs., de Moscú. Cinco horas más tarde
aterrizábamos en el aeródromo de Presvich, cerca de Glasgow, Escocia. El día 17
de julio de 1962 llegamos a Gander, Canadá. Seis horas y 25 minutos nos tomó
llegar a La Habana. El aeropuerto se veía bueno. La cerveza era buena.
La Crisis se intensifica
El presidente Kennedy ordenó al jefe estadounidense en Turquía que hiciera
"inoperables" los Júpiter, es decir, que los destruyera
inmediatamente, si se intentaba dispararlos sin una autorización presidencial
expresa.
Esa tarde se hicieron proposiciones y se tomaron decisiones importantes,
entre otras estaban las siguientes:
-Se debía asestar el golpe aéreo de gran
envergadura, atacando los cohetes de alcance medio, las bases aéreas, los
cohetes antiaéreos, los depósitos nucleares si se descubrían, almacenes
militares, tanques, medios navales de combate y demás objetivos significativos
que pudieran afectar a los Estados Unidos o a sus fuerzas.
-Se debía implantar un bloqueo naval total y
comenzar la ejecución de los planes de invasión elaborados: el OPLAN-314 o el
316 según se decidiera.
-Se hacía necesario dispersar los bombarderos
estratégicos.
-Después del discurso del Presidente Kennedy sobre
la situación, habría que pasar a DEFCON 2 a las fuerzas estadounidenses a nivel
mundial.
-Tomar medidas para la defensa de la Base Naval
de Guantánamo.
-Se hacía necesario aumentar la defensa
antiaérea en el sudeste de los Estados Unidos e incrementar las patrullas
aéreas con interceptores durante las 24 horas, reforzándolas en el horario diurno.
-Sería necesaria la movilización de 150 mil
reservistas.
-Debía considerarse la declaración del estado de
emergencia nacional.
-El peligro de los cohetes de alcance medio
emplazados en Cuba era lo suficientemente grande para justificar el ataque,
incluso después que los cohetes alcanzaran el estado operacional.
Los integrantes de la Junta de Jefes de Estados Mayores se mantuvieron firmes
y unidos al recomendar el uso de una fuerza militar aplastante contra las
posiciones soviéticas y cubanas en la Isla. Defendieron en todo momento el uso
de la fuerza, y se prepararon para el golpe aéreo y la invasión.
No obstante, en la tarde de aquel martes el Secretario de Defensa pidió las
opiniones de la Junta de Jefes de Estados Mayores sobre las probables
reacciones soviéticas a un ataque de Estados Unidos contra Cuba, las que debían
ser presentadas al día siguiente (17 de octubre).
El secretario del Tesoro, Douglas Dillon, el secretario asistente de
Defensa para la Seguridad Internacional, Paul Nitze y los integrantes de la
Junta de Jefes de Estados Mayores dudaban que la Crisis desembocara en una
guerra nuclear y confiaban en que finalmente los soviéticos cederían.
Paul Nitze |
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