martes, 27 de enero de 2009

Los viejos –nuevos amigos- de Fidel y Raúl Castro



Las finanzas rusas se mantienen sobre unos cuantos “magnates”, cuál de ellos más rico y estrafalario.

Hace menos de 15 años vivían con un salario medio o tal vez inferior, que no habría llamado la atención. En los años 90, en la época de las privatizaciones, obtuvieron su patrimonio valiéndose de todo tipo de subterfugios y aprovechando, al máximo, sus contactos.

Mucho tuvieron que ver los señores Yeltsin y Putin para que estos “nuevos ricos” lograran acumular unas fortunas provenientes de las materias primas, que eran casi la única fuente de ingresos de la economía rusa.
Después de acaparar las riquezas de “la madre patria”, ahora pretenden expandir sus imperios allende los mares.

Estos oligarcas, al igual que Fidel Castro, aparecen en las listas de los multimillonarios de la revista Forbes. Son 110 en total, 74 de los cuales viven en Moscú. Algunos mantienen estrechos lazos con el gobierno.
Veamos algunos nombres:

Alekperov
Alekpérov.- Nació en Azerbaiyán hace 58 años, Se le calcula una fortuna de 13 mil millones de dólares y es el que mantiene una línea más pro-soviética de todos. Estudió química y petróleo en Bakú. Fue viceministro de petróleo y gas de la URSS. Tras salir del gobierno participó en la creación del consorcio estatal petrolero “Langepas-Urai-Kogalimneft”, al cual Yeltsin convertiría, por decreto, en una empresa “privada” llamada Lukoil, que hoy pretende comprar el 20% de las acciones de la empresa española Repsol.
Su trayectoria comunista le ayudó en la acumulación de las nuevas técnicas de enriquecimiento. Era muy importante estar bien situado en la empresa que iba a ser des-nacionalizada y luego lograr que algún banco le prestase el dinero necesario para adquirir los activos, con la garantía de las propias acciones. Fue el Bank Imperial quién le realizó el préstamo.
Cuando en 1997 fue acusado de evasión de impuestos, el entonces Ministro Victor Chernomirdin, le ayudó a salir del trance. En el 2000 le imputaron el mismo delito y fue entonces que Putin lo defendió.
Se dice que la muerte del vicepresidente de la empresa Lukoil, Vitali Schmidt, favoreció a Alekperov. La revista “Novaya Gazeta” barajó la hipótesis de que Schmidt podía haber sido envenenado, Fue entonces que Alekperov ayudó a Putin, amordazando a los antiguos oligarcas de las comunicaciones, Boris Berezovski y Vladimir Gusinski, lo que constituyó el fin de la libertad de prensa en Rusia. Alekpérov compró las acciones de los periódicos y canales de televisión de Berezovski.
No en tanto, Alekpérov se diferencia del oligarca mundano que tanto abunda en Rusia y prefiere no ostentar.

Usmanov
Usmanov, 55 años (13 mil millones de dólares) estuvo preso 6 años por extorsión. Puesto en libertad en 1986. Trabajó en GAZPRON como consejero.
En el año 2005 entró en el consorcio METALL INVEST y ahora es su mayor accionista. Es dueño del periódico KOMMERSAM y es accionista del club de futbol inglés Arsenal.
Compró la colección de arte de la soprano Galina Vishnerskaya, viuda del violonchelista Rostopovich, por 72 millones de dólares, para luego donarla al palacio de Constantino en San Petersburgo, una de las residencias oficiales del presidente ruso.


Deripaska .- 
Deripaska
Es el segundo gran magnate “El rey del Aluminio”. Es el hombre más rico de Rusia (40 mil millones de dólares). Emparentado con la familia Yeltsin (casado con una nieta política). Hoy es uno de los preferidos de Putin. Se le vincula con la mafia rusa (Anton Malevski). El hermano de Malevski posee el 10% de las acciones de una de las compañías de Deripaska.
Estudió física y economía y nadie sabe de dónde sacó el dinero para comprar acciones de la fábrica de aluminio “Sayanski”, en 1993.
Acaba de adquirir el 25% de “Norilski Nikel”, la productora de níquel y paladio más importante del planeta.
Es dueño del poderoso grupo de inversiones “Bazovi Element”, de la fábrica de camiones GAZ.


Abramovich, 
Abramovich
de 42 años (23 mil millones de dólares) muy amigo de Yeltsin y Berezovski. Convirtió SIBNEFT, una pequeña petrolera siberiana, en una de las empresas más grandes del país. Por solicitud de Putin vendió SIBNEFT al Estado. Es dueño del grupo metalúrgico EVRAZ.
Cultiva la imagen de oligarca caprichoso y derrochador. En el 2003 compró el club de futbol londinense “Chelsea”. Dos mansiones en el Reino Unido, un chalet en Francia, tres yates, 2 aviones, y una inmensa flota de carros.
Abramovich lo dirige todo desde Londres.


Buen amigo de Putin es Mordashov, 
Mordashov
el propietario de la siderúrgica SEVERSTAL. Economista de 43 años (22 mil millones de dólares), llamado “el chico de acero”.
Cuando tenía 27 años fue puesto al frente de la dirección de finanzas de SEVERSTAL. Fundó una filial SEVER INVEST y luego, debido a las privatizaciones se adueño de toda la empresa, invirtiendo sumas irrisorias.
Financió las campañas electorales de Putin y compró canales de televisión y periódicos para depurar su línea informativa.

Potanin
Potanin, de 47 años (21 mil millones de dólares) fue vice primer ministro de economía con Yeltsin. Hoy dirige el consorcio INTERRUS y posee el 30% de las acciones de NORILSKI NIKEL.



Projorov
Prójorov es socio de Putanin (21 mil millones de dólares), estrepito-escandaloso. Fue hasta el 2007 presidente de la NORILSKI NIKEL. Ahora posee el 25% de las acciones junto con Deripaska.



Rodionov
Rodiónov se define a sí mismo como “el más pobre” de los oligarcas. Tiene 47 años. Fue presidente del disuelto BANK IMPERIAL. Posee una editorial y acciones en numerosas empresas.



La Rusia de Putin pretende recuperar el Status de Gran Potencia mediante el gas y el petróleo. Rusia es el sexto país con mayores reservas (6% del total).
El día que a Rusia se le antoje cortar el suministro de gas, los inviernos europeos serán extremadamente fríos.

Jodorkovski
La persecución y encierro en una cárcel de Siberia del magnate del petróleo Jodorkovski, está vinculado al intento de vender parte del capital de YUKOS, el gigante ruso de hidrocarburos, a la petrolera norteamericana EXXON.


La reciente guerra de Osetia del Sur tuvo que ver con los propósitos de algunas potencias occidentales de encontrar vías de acceso a los hidrocarburos del Asia Central.

Cualquier oportunidad para expandir sus empresas energéticas en el exterior es ocasión para ejercer la influencia política perdida después de la desaparición de la URSS.

Rusia utiliza sus hidrocarburos como instrumento de poder, pero carece de liquidez, como cualquier otro, y sería sumamente fácil expandir su negocio en países de sur América, con la ayuda económica de Venezuela y la injerencia política del fidelismo del Siglo XXI.

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