lunes, 12 de noviembre de 2007

Reflexiones sobre el resurgimiento del Totalitarismo

Vladimir Ilich Ulianov (Lenin)
Lenin, jefe del Partido que dirigió la Revolución de Octubre, en la Rusia zarista dijo estas palabras aludiendo a esa "hazaña" sin precedentes: Las cosas resultaron de modo distinto a como lo esperaban Marx y Engels, concediéndonos a las clases trabajadoras y explotadas de Rusia el honroso papel de vanguardia de la revolución socialista internacional, y ahora vemos claro cuán lejos irá el desarrollo de la revolución: ha comenzado la obra el ruso, la llevarán a cabo el alemán, el francés y el inglés, y triunfará el socialismo.



Las cosas resultaron de modo distinto a como esperó Lenin, al ser abolido el socialismo en el primer lugar en que triunfó y en tratar de llevar, su bandera otros pueblos.

El dictador de Cuba ocupa hoy, el denigrante papel de imponer a su pueblo una suerte de fidelismo tropical, que nada tiene que ver con las ideas originales de Marx y Engels.

El fracaso de la Unión Soviética, fruto de aquella revolución, jamás podrá significar un triunfo ideológico. Su significado va más allá de la ideología. Significa el triunfo de la sinrazón y la imposición de un sistema improductivo y enajenador de la masa trabajadora.

El imperialismo, actitud y doctrina de quienes propugnan o practican la extensión del dominio de un país sobre otro u otros por medio de la fuerza militar, económica o política, es repudiado hoy en día por todas las fuerzas democráticas del mundo; aunque sea difícil discernir con exactitud.

Fidel Castro considera que son cuatro los pilares de un cambio completo del género humano, en la forma de luchar los regímenes totalitarios, con unidad, inteligencia, optimismo y sin hacer concesiones a la ideología burguesa:
Vaticina que surgirán otros pilares.

1. La, hasta ahora, resistencia del régimen fidelista que oprime al pueblo de Cuba.

2. El empecinamiento, de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, con procesos revolucionarios cada día más absurdos, y los procesos de corte populistas que se abren paso en Brasil, Argentina, Uruguay y otros países del mar Caribe y América del Sur.

3. El abrumador desarrollo de regímenes totalitarios como China y Vietnam y del conjunto de regímenes nacionalistas de Asia, mientras los "gobiernos" de los pueblos africanos se enquistan y los de los países musulmanes se hacen más radicales en su fundamentalismo religioso.

4. Los pueblos de los países desarrollados han alcanzado un nivel de vida que los aleja cada día más de aquellas luchas sindicales que ocurrieron en el siglo XIX.

El siglo XX demostró que todas las doctrinas socialistas: el fascismo (socialismo nacionalista) que entonces se abrió paso en Alemania, Italia, Japón y otros países, culpables de iniciar la Segunda Guerra Mundial y el socialismo, que se afianzó en la Unión Soviética, resultaron todos en fracaso.

Es totalmente estúpido catalogar al gobierno de los Estados Unidos como un imperio fascista. El fascismo es un movimiento político y social de carácter totalitario, que no tiene nada que ver con el sistema de gobierno de los Estados Unidos de América.
El gobierno de los Estados Unidos de América, tal vez de manera errada, combate contra todo lo que signifique opresión o simplemente la implantación de regímenes totalitarios.

El enemigo común de los pueblos libres y la humanidad entera es el totalitarismo neofeudal.

La estrategia de los partidarios del totalitarismo es, ante todo, el populismo mal llamado “socialista”.
En la práctica esto significa socializar cuanto se pueda. Es por eso que son imprescindibles las alianzas entre los partidarios del totalitarismo.
Los totalitaristas, se “abastecen” del reformismo pequeño burgués siempre que no entrañe el abandono de sus ideales populistas, repartiendo (sin ton ni son) las propiedades (capitalistas) entre un proletariado en espera que el “maná caiga del cielo”.

Karl Marx

En “Crítica al Programa de Gotha”, Marx fija los dos principios cardinales de la formación económica social comunista, sucesora del capitalismo.
Para su primer momento, que llama socialista, se trata de la entrega (por cada quien) de toda su capacidad de trabajo y el pago (a cada cual) según la cantidad y calidad de su labor.  
El segundo momento, el propiamente comunista, es en el que podrá distribuirse el producto social global según las necesidades de cada persona.

Fidel Castro insiste en la idea de que cada cuál, entregue toda su capacidad de trabajo sin retribución alguna, o con retribución controlada por el desgobierno (a su antojo y conveniência) lo que trae por consecuencia el burocratismo y la corrupción de todos los funcionarios del régimen.

La tiranía de Fidel Castro, en lo conceptual y en la práctica, siempre ha defendido la independencia absoluta de los partidos y los Estados, como forma de intercambio de experiencias y la unión de cuantos aspiran a formar un régimen totalitario.

Dicen que allá, en el desierto costero de Pativilca, moribundo casi, Bolívar fue preguntado por sus planes, dado que parecía muy superior el imperio colonial español, y no vaciló en proclamar, desde una garganta comida por la fiebre y su cuerpo débil hasta para caminar: “De América (latina) hay que emigrar”.

Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega son los defensores del totalitarismo del siglo XXI, que se unen a sus compañeros más veteranos, los hermanos Castro Ruz. 

Su presencia en el escenario del engaño y la violencia, demuestra que estamos en el comienzo de una muy peligrosa página de la historia.

La ideología de Fidel Castro no es invencible, precisamente porque no es democrática y sus proclamadas elecciones no son más que otra de las farsas del sistema.

El tal llamado de Raúl Castro, para que los cubanos expresen su descontento, es una trampa en la que no deben, ni caerán los cubanos que ya nos hemos dado cuenta de las mañas y marañas del régimen totalitario.

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