Mario J. Pentón, Miami | Febrero 01, 2017
El rápido envejecimiento poblacional, unido al recorte de los recursos asignados a la educación y al descenso en la calidad de la enseñanza, son tres de los rasgos con los que el economista Carmelo Mesa-Lago caracterizó la situación del sistema educativo en Cuba.
"En 2007 el Gobierno de Raúl Castro declaró que no podía sostener los gastos del sistema educativo heredado de la gestión anterior, desde entonces se ha reducido la inversión en educación y en gastos sociales en general", explicó Mesa Lago en una conferencia auspiciada por el Centro de Estudios Convivencia el sábado.
"Se suponía que Cuba
iba a tener los mismos indicadores de Uruguay hacia 2025, pero hoy no solo
alcanzó el nivel de ese país, sino que lo superó", dijo el investigador
refiriéndose al envejecimiento poblacional.
Cuba es el país más
envejecido del continente y eso tiene un impacto directo en el sistema
educativo. Los alumnos matriculados en la educación primaria se han ido
reduciendo año tras año. También lo ha hecho el grupo en edad productiva, lo
que a juicio del economista plantea un serio peligro, debido a que sobre ese
segmento de la población recae la financiación de la "cola joven" y
la "cola vieja" de la sociedad.
Según estadísticas
oficiales compiladas por el investigador, el Gobierno cubano ha reducido en 8
puntos porcentuales los gastos sociales del presupuesto de la nación desde
2007, así como 8,4 puntos del Producto Interior Bruto.
Específicamente el sistema
educativo ha visto mermar su presupuesto en 4 puntos porcentuales entre 2008 y
2015.
Algunas de las medidas que
Raúl Castro tomó al asumir el poder fueron el cierre de las escuelas en el
campo, (internados), así como la eliminación paulatina de las más de 3.000
sedes universitarias abiertas por su hermano Fidel en los años de la Batalla de
Ideas. También se ha realizado un progresivo reajuste en las escuelas,
cerrándose aquellas con menos matrícula, y desplazando a los estudiantes
restantes a otros centros educativos.
Castro también eliminó
costosos programas como el destinado a trabajadores sociales, que graduó a
miles de jóvenes que terminaron controlando el consumo de combustible en las
gasolineras o repartiendo refrigeradores y bombillas eléctricas en programas
masivos de recambios. Los programas para maestros emergentes e instructores de
arte también fueron desmantelados, y al mismo tiempo se redujeron las
universidades para adultos mayores y el uso de dispositivos tecnológicos en las
aulas.
Entre 1989 y 2007 hubo un
aumento de las ofertas de carreras en el área de humanidades y ciencias
sociales de un 3.943%, mientras que se redujo el de carreras universitarias
relacionadas con las ciencias naturales en un 39%.
Con Raúl Castro al mando el
panorama cambió radicalmente con un decrecimiento de las carreras humanísticas
en un 83% y el aumento de un 13% en aquellas relacionadas con las ciencias
naturales.
Sin embargo, la matrícula
universitaria descendió en un 30% en 2014, una tendencia compartida por otros
sectores, como el de la educación secundaria que disminuyó su matrícula en un
11%.
Mesa Lago reconoce que el
acceso universal y gratuito a la educación es un logro importantísimo que ha
tenido efectos positivos "en los sectores de menor ingreso como
afrocubanos, mujeres y los campesinos". Sin embargo, el investigador
subrayó que la ideologización de la educación y el control absoluto del Estado
sobre los proyectos educativos son las carencias más importantes.
Otro elemento criticable a
juicio de Mesa Lago es el salario de los docentes, que se encuentra entre los
más bajos del continente. El salario medio del sector educacional es de 537
pesos, que equivale a 21,4 dólares al mes.
"Cuba tiene un capital
humano extraordinario, pero se pierde porque emigra a otros renglones
económicos que tengan una remuneración mayor", explicó.
Según un estudio realizado
por el académico, en 2015 el salario real ajustado a la inflación permitía
solamente cubrir un 28% del poder adquisitivo de los ingresos de 1989.
Para garantizar la
presencia de un maestro frente al aula el Gobierno ha tenido que trasladar
profesores de unas regiones a otras del país a otras, como ha sido el caso de
Matanzas y La Habana, donde hay una significativa presencia de docentes de la
región oriental de Cuba.
Aunque Cuba no participa en
los exámenes internacionales que permiten medir la calidad de proceso
educativo, el propio Gobierno ha entonado el mea culpa sobre el
Según estadísticas
oficiales compiladas por el investigador, el Gobierno cubano ha reducido en 8
puntos porcentuales los gastos sociales del presupuesto de la nación desde
2007, así como 8,4 puntos del Producto Interior Bruto.
Específicamente el sistema
educativo ha visto mermar su presupuesto en 4 puntos porcentuales entre 2008 y
2015.
Algunas de las medidas que
Raúl Castro tomó al asumir el poder fueron el cierre de las escuelas en el
campo, (internados), así como la eliminación paulatina de las más de 3.000
sedes universitarias abiertas por su hermano Fidel en los años de la Batalla de
Ideas. También se ha realizado un progresivo reajuste en las escuelas,
cerrándose aquellas con menos matrícula, y desplazando a los estudiantes
restantes a otros centros educativos.
Castro también eliminó
costosos programas como el destinado a trabajadores sociales, que graduó a
miles de jóvenes que terminaron controlando el consumo de combustible en las
gasolineras o repartiendo refrigeradores y bombillas eléctricas en programas
masivos de recambios. Los programas para maestros emergentes e instructores de
arte también fueron desmantelados, y al mismo tiempo se redujeron las
universidades para adultos mayores y el uso de dispositivos tecnológicos en las
aulas.
Entre 1989 y 2007 hubo un
aumento de las ofertas de carreras en el área de humanidades y ciencias
sociales de un 3.943%, mientras que se redujo el de carreras universitarias
relacionadas con las ciencias naturales en un 39%.
Con Raúl Castro al mando el
panorama cambió radicalmente con un decrecimiento de las carreras humanísticas
en un 83% y el aumento de un 13% en aquellas relacionadas con las ciencias
naturales.
Sin embargo, la matrícula
universitaria descendió en un 30% en 2014, una tendencia compartida por otros
sectores, como el de la educación secundaria que disminuyó su matrícula en un
11%.
Mesa Lago reconoce que el
acceso universal y gratuito a la educación es un logro importantísimo que ha
tenido efectos positivos "en los sectores de menor ingreso como
afrocubanos, mujeres y los campesinos". Sin embargo, el investigador
subrayó que la ideologización de la educación y el control absoluto del Estado
sobre los proyectos educativos son las carencias más importantes.
Otro elemento criticable a
juicio de Mesa Lago es el salario de los docentes, que se encuentra entre los
más bajos del continente. El salario medio del sector educacional es de 537
pesos, que equivale a 21,4 dólares al mes.
"Cuba tiene un capital
humano extraordinario, pero se pierde porque emigra a otros renglones
económicos que tengan una remuneración mayor", explicó.
Según un estudio realizado
por el académico, en 2015 el salario real ajustado a la inflación permitía
solamente cubrir un 28% del poder adquisitivo de los ingresos de 1989.
Para garantizar la
presencia de un maestro frente al aula el Gobierno ha tenido que trasladar
profesores de unas regiones a otras del país a otras, como ha sido el caso de
Matanzas y La Habana, donde hay una significativa presencia de docentes de la
región oriental de Cuba.
Aunque Cuba no participa en
los exámenes internacionales que permiten medir la calidad de proceso
educativo, el propio Gobierno ha entonado el mea culpa sobre el deterioro del
sistema.
Para lograr la sostenibilidad del sistema, el economista propone el cobro de la matrícula en la educación superior para quienes tengan un ingreso alto. El sistema educativo debe estar abierto y orientado al mercado mundial.
Otro aspecto importante consiste en ofertar más carreras universitarias para aquellas especialidades de más demanda. El pago justo a los docentes y la apertura a la educación privada, pasando por la desideologización del sistema educativo, serían indispensables para el futuro de la Isla.
Por último, el académico propone restaurar la autonomía financiera de los centros de investigación para que puedan atraer inversiones internacionales y permitir el trabajo por cuenta propia en el área educativa.
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