Fidelismo: Régimen político fundado en el predominio del totalitarismo de la miseria como elemento catalizador y aniquilador de riqueza.
Por Mario Armando Riva Morales
sábado, 25 de febrero de 2017
Cuando de recular se trata…
Cuando de recular se trata…
Pretender que topando los precios se avanza
lentamente en pos de cambios que permitan a la nación recuperarse de viejos
modelos económicos, conduce nuevamente a las “libretas” y a las deformaciones
del “mercado” socialista, conculcando la producción y los servicios
Autor: Mario Riva Morales / Cuba en Sucesión
La
calurosa Ciudad de La Habana ardió cuando el “gobierno provincial”, “orientado
y dirigido” por el llamado Partido Comunista, dictó unas regulaciones de
precios para los taxis privados. Ante tamaño despropósito, algunos taxista
guardaron sus carros. Ya el cubano sabe que forcejear con la dictadura no sirve
para otra cosa que perder el tiempo. Es mejor esperar a que la protesta silenciosa
de la clientela les haga entrar en razones.
Los
habaneros saben que el problema de la falta de transporte no se debe a los taxistas
particulares
Tan
pronto como surja efecto el “estado de la población”; eso que hace mucho tiempo
que funciona en silencio (para el des-gobierno) y que sondea el estado de opinión,
determine que la presión se hace insoportable.
Muchos
de los seudo-economistas gubernamentales opinan que lo del trabajador por
cuenta propia, haciendo las veces de taxista) es un negocio de “dimensiones
reducidas”. A estos “compañeros” debo aclararles que de eso nada. Un negocio,
de ese tipo, en una ciudad de más de dos millones de habitantes, no se puede
considerar pequeño.
Pequeña
es la empresa particular de cada taxista
Y otra aclaración:
Las ganancias no son altas, a partir de que los onerosos impuestos que se pagan
al des-gobierno, unido al coste de las reparaciones y mantenimientos, de esos “cacharros”
antediluvianos, “de marcas indescifrables” que mueven a la población de un lado
para otro de la capital de los cubanos, no es nada barato. Agréguesele el
aumento del precio del combustible y ya verá usted cual es el problema.
No
intenten “dormir”, al pueblo, con los trucos viejos de antaño.
¿Qué es
eso de «distorsión del modelo económico y social?
¿Cuál modelo?
¿Qué sociedad?
¿Es
eso lo que va a retardar las transformaciones anunciadas hace más de cinco años?
¡Me parece que
los seudo-economistas del régimen ahora intentan, descaradamente, amedrentar a
la población! Pero es tarde.
Nunca ha sido
buena idea intentar mezclar el agua y el aceite, o la leche de vaca, con la de
magnesia. Pero si en base a lo anterior, además dices mentiras…
¿Desde
cuando existen, en Cuba, pequeñas y medianas empresas particulares?
Si llamarle
empresa privada S.A. a las del des-gobierno, es pasarse de la raya, mucho peor
es insinuar que los “cuentapropistas” cubanos pueden andar junto a compañías
extranjeras y mixturarse.
No soy
economista, pero decir (a continuación) que la presencia de esas alternativas
empresariales (de factura capitalista) no alejaría al régimen imperante en Cuba
del sistema socialista, es como decir que aunque cruce un simio con un cerdo
jamás saldrá, de esa unión, un “cochimono”. Por supuesto que no, pero se crean
las bases para el establecimiento de una base (a escala social) que asuma el
control de la economía en nombre del des-gobierno.
En fin, la casta
que hasta nuestros días ha mantenido el poder político, en manos de la misma
casta intentando “gobernar” desde una economía sostenible.
Las
experiencias económicas, fracasadas, del socialismo a nivel mundial, son tan
sonadas, que apenas quedan rastrojos. Por el contrario, las experiencias del
capitalismo solo trae crisis cíclicas en el sistema de mercado, aunque
indiscutiblemente que en las economías de mercado, las clases medias viven
mucho mejor que en los países de economía centralizada.
Por
regla general no se debe restringir el comercio. Solo en ocasiones puntuales y
en empresas estratégicas para un país, sería posible la regulación.
Tomemos,
por ejemplo, el caso de los taxistas particulares y dejémonos de tanto teque
económico:
Si
se contrata una o varias empresas privadas para resolver el problema del
transporte, de inicio debe regularizarse el taxi particular, pero cuando se
trata de que el des-gobierno se muestra incapaz de resolver el problema del
transporte y aumenta el precio de los carburantes, un buen gobierno primero
escucha a los transportistas particulares con el ánimo de ayudarles y no al
contrario. Luego les disminuye el precio del combustible y a cambio les exige
el tope de los precios. Luego les disminuye un porcentaje del impuesto y les
exige aumentar las paradas.
O
lo que es igual en el sistema de mercado.
NEGOCIAR
Olvídense de las
escuelas del siglo XIX, que estamos en el XXI.
El conflicto en
torno a los precios de los taxis, no es otra cosa que el descontrol del
des-gobierno sobre sus órganos de dirección. Cinco décadas de gobernar al
capricho de un solo personaje es el problema fundamental.
Si fuera cierto
que en el mundo, es común la regulación gubernamental del transporte, como
regla, para proteger a los consumidores, en Cuba el problema no es ese. En Cuba
lo que ha puesto ese precio al transporte es la incapacidad del des-gobierno
que no sabe, ni quiere gobernar como debe ser.
No se puede ir
diciendo por ahí que los taxistas particulares son los responsables de
incrementar sin razón “legítima”, los precios, cuando el desgobierno (con o sin
razón) aumenta los precios de los combustibles.
Respondiendo a
la situación creada por el propio desgobierno, ya los taxistas habían aumentado
los precios.
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