El presidente de los Estados Unidos de América, Barack
Obama, realizará una visita oficial al régimen dictatorial, totalitario y neo
feudal imperante en Cuba el 20 y el 22 de marzo próximos.
Será la segunda ocasión que un mandatario estadounidense.
Antes
solo lo hizo Calvin Coolidge, quien desembarcó en La Ha bana en enero de 1928.
Esta será la primera vez que un Presidente de los
Estados Unidos visita a la más longeva dictadura caribeña, que mantiene en afrentas y
oprobios sumido al pueblo de Cuba, por más de medio siglo.
Este hecho se inserta en un misterioso proceso
iniciado mucho antes del 17 de diciembre de 2014, auspiciado por el Estado Vaticano, cuando el dictador totalitario y neo feudal
Raúl Castro Ruz y el presidente Barack Obama, anunciaron simultáneamente la
decisión de restablecer las relaciones diplomáticas.
Se ha llegado a este momento, en primerísimo lugar, como
resultado de la blandenguería, pusilanimidad y falta de principios de la administración
Obama.
El actual proceso ha sido posible gracias también a la
claudicación de principios del dictador de turno, al pactar unas relaciones
diplomáticas, con el “monstruo imperialista”, sin que previamente se hubiese
levantado el embargo comercial y en el momento en que se desmorona el proyecto
“bolivariano” del ALBA y el “Socialismo del Siglo XXI lo cual provocaria (en el
mejor de los casos) el aislamiento del régimen y el retorno a lo más álgido del
período especial “en tiempos de paz”.
Desde los anuncios de diciembre de 2014 la
adminisdtración Obama ha dado pasos hacia la mejoría del
contexto bilateral, mientras que, por el contrario, las reformas previstas por
el último Congreso del Partido (de la dictadura) solo se ha cumplido en poco
más del 25%.
El 20 de julio de 2015, quedaron oficialmente
restablecidas las relaciones diplomáticas, con el compromiso de desarrollarlas
sobre la base del respeto, la cooperación y la observancia de los principios
del Derecho Internacional. No obstante, el régimen, en lugar de mejorar los
índices de represión contra aquellos que pacificamente disienten de las formas
y métodos del dictador, la han aumentado exponencialmente.
El mandatario estadounidense será bienvenido por la
dictadura de Raúl Castro con la característica que le distingue; y será tratado
con toda consideración y respeto, como no pudiera ser de otra forma con el Jefe
del Estado que lidera los países democráticos.
Esta será una oportunidad para que el Presidente de
los Estados Unidos aprecie directamente una nación en bancarrota y el
depauperamiento cotidiano del bienestar de sus ciudadanos. Esta dictadura,
violadora de los más elementales derechos humanos, no podrá ser capaz de
exhibir logros que se asemejen una quimera a alcanzar, para muchos gobernantes
del mundo, a pesar de llevar con mano de acero las riendas del país durante
tantos años. Las limitaciones, a las que se ha enfrentado, se derivan del
despilfarro en guerras subversivas y el apoyo incondicional al terrorismo
internacional a nivel planetario.
Obama se encontrará con una dictadura que mientras
“predica” que contribuye activamente a la paz y la estabilidad regional y
mundial, trás bambalinas hace todo lo contrario: Utiliza los medios, de los que
carece el pueblo, en propaganda política en favor de teorias gastadas por el
tiempo y la realidad.
Desgraciadamente, para Obama, no tendrá la oportunidad
de conocer a un pueblo noble, amistoso y digno, desgraciadamente carente de
sentido del patriotismo y de unidad nacional. Durante muchoas años le han hecho
pensar que trabaja por un futuro mejor y constata que cada dia que transcurre,
es peor que el anterior.
Esta es la dictadura que recibirá al presidente Barack
Obama, orgullosa de su historia adulterada, sus raíces podridas, su cultura
nacional emposoñada y…, confiada en que
le pasará gato por liebre al Presidente americano. Una dictadura totalitaria
que asume con mucha picardía y sobrada obstinación la etapa actual en las
relaciones con los Estados Unidos y que se aprovecha de las oportunidades que
tan cándidamente le ofrecen.
Esperemos que una vez más, como sucedió durante la
administración Cárter, los gusanos se conviertan en mariposas.
Raul Castro podrá soñar lo que quiera, pero se ve muy
difícil (a corto plazo) el levantamiento del embargo, a no ser que se den pasos
decisivos en la democratización del país. Al parecer, a Raúl Castro se le
olvido que el embargo fue sellado con sangre por el ex comandante en jefe y
actual depauperado “líder histórico”, al derribar los aviones de la
organización “Hermanos al Rescate”, hecho que hiciera tomar una decisión (que
no queria) al presidente Clinton: Firmar la Ley Helms-Burton , que solo
puede ser derogada por el Congreso de los E.U.
Al régimen y al dictador les resulta paradójico que,
por una parte, el gobierno de los E.U. tome medidas y que, por otra, arrecie
las sanciones. Son tan, pero tan prepotentes que no logran asimilar que el gobierno
de los E.U no es una tiranía de ordeno y mando. En democracia se escuchan las
opiniones de todos. Y son muchos los que opinan diferente de Barack Hussein
Obama.
Que diferencia entre ambos países! El que se atreve a
opinar diferente, en Cuba, en el mejor de los casos termina en una estación de
policia.
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