Pese a la prohibición de importar productos occidentales, hay un pujante mercado negro que burla a las autoridades rusas.
En un país en el que no se respetan las instituciones democráticas y en el que aparentemente se rige por un sistema democrático, una parte considerable del pueblo afronta serias dificultades como consecuencia de un sinsentido propio de un sistema totalitario, ordenando quemar toneladas de alimentos.
Los productos que queman diariamente comparten una característica: Proceden
de países con los cuales Rusia mantiene un pulso, desde hace más de un año, con
motivo de los enfrentamientos en el este de Ucrania.
La participación de Rusia, en las hostilidades, ocasionó una serie de
sanciones, a las que Putin respondió prohibiendo las importaciones de productos
de la Unión Europea y los Estados Unidos. ¿Es acaso sensata esta medida?
A mi modo de ver y apreciar la situación, no puedo dejar de pensar que se
trata (una vez más) del resurgimiento del Síndrome de la Ineficiencia Económica
(VIE) que hizo su aparición en Rusia en luego de la llamada “revolución de
octubre”.
Por supuesto, las autoridades rusas de nuestros tiempos, no pueden
controlar el mercado negro como antaño. Muy bien estructurado y utilizando
diversas vías, logran introducir diferentes tipos de alimentos, burlando la
prohibición y por carácter transitivo, alimentando a la población (a precios de
infarto) y a una mafia que cada día es mucho más poderosa política y
economicamente.
La incapacidad de Putin consiste en que, en lugar de crear una estructura
para la redistribución de los productos, decide quemarlos y de esa forma
demostrar el pánico que siente ante las medidas de fuerza (económica) en
contraposición a sus medidas de fuerza (militar) en el conflicto ucraniano.
La población rusa se rebela y…, una petición «on-line» ya ha recogido 200
mil firmas que se oponen a tales desmanes del mandamás ruso. Por lo que hemos
visto hasta el momento, el VIE es tan fuerte que estoy convencido que la
enfermedad de Putin no los va a tener en cuenta. ¿En algún momento llegará a
tildarlos de disidentes?
Recuerde Sr. Putin: A la democracia se juega con las reglas del capital. Es
un error pretender jugar con reglas arcaicas.
Resuelva el problema sin maltratar a su pueblo.
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