martes, 23 de junio de 2009

La Patria Potestad y el régimen totalitario de los hermanos Castro Ruz

Aparentemente el ex-comandante en jefe “escucha” y se cree el programa que el régimen ha querido llamar “Mesa Redonda”.

Este programa de una sola dirección, pues en él no se debate absolutamente nada, abordó el tema de la operación “Peter Pan”.

Para hacer honor a la verdad, debemos comenzar por decir que la tal operación constituyó uno de los más descabellados intentos de desestabilización de algo (aun no era un régimen totalitario consolidado) que pretendía convertirse en una dictadura de estilo estalinista.

Transcurría el año 1960 cuando se inició la operación.

De la operación, que no del nombre, recuerdo que: Vivíamos en un edificio, cuya planta baja era del dueño. Mis padres se quejaban de lo caro del alquiler.
Adrian era el hijo menor del matrimonio español, que había logrado establecerse en Cuba y hacer algún dinero mediante una quincalla o algo parecido.

Mi amigo, si es que así se le podía llamar, pues el muchacho sería de mi edad (nueve o diez años), fue uno de los peterpancitos. El único recuerdo que me queda de esa familia (además de lo caro del alquiler), era el sufrimiento de esa madre, llorosa, diciendo que nunca más iba a volver a ver a su hijo y que a adriancito se le estaba olvidando el castellano y casi no podía ni hablar por teléfono con él.

Los estalinistas jamás enlataron niños, son más sutiles que eso. No es lo mismo mandar voluntariamente (de mutuo acuerdo los padres) a nuestros hijos a una escuela pupilo (boarding school en inglés o tal vez becario o becado en español), que la obligatoriedad de ingresar en una escuela de éste tipo, por ley del gobierno y sin alternativa posible.

La patria potestad se pierde, bajo el férreo dominio de un sistema totalitario, incluso antes de nacer. Ni la canastilla pueden escoger los padres. Es la que te toca y punto, a no ser que la compren (hoy en día, antes del período especial no) en CUC (moneda que utiliza el desgobierno para hacerse de divisas).

Los niños (que permanecen en estas escuelas más de 30 días (sin salir) son utilizados en actividades políticas, como manifestaciones de repudio, sin el consentimiento de los padres. Tal vez los padres se enteren que sus hijos están asistiendo a una de tales actividades cuando ven las imágenes televisivas de la “famosa” mesa redonda.

Bajo un régimen totalitario, la figura de la familia (base fundamental de un régimen democrático) desaparece.

Es una desvergüenza, que después de tanta manipulación de la juventud cubana, durante 50 años, al ancianito de Birán se le ocurra escribir sobre algo que jamás debió suceder y que constituyó uno de los capítulos más tristes de la oposición, al incipiente totalitarismo caribeño.

Todavía le da pie pa’la décima.

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