La
voluntad del gobierno de los Estados Unidos de ubicar a un
funcionario cubano-americano en el BID, crea una estabilidad y un
enaltecimiento para los pueblos sometidos al comunismo internacional.
Es difícil encontrar a alguien más indicado. Sumará a toda la
región intentando conformar una agenda de equidad contraria al
nefasto “internacionalismo proletario” que propugna la dictadura
comunista de La Habana.
A
lo largo de los años, el BID ha agregado nuevos países
y
ha aumentado
su capital en nueve
veces.
Estas acciones han permitido que el BID incremente el apoyo al alivio
de la pobreza y otros programas de desarrollo que han ayudado a
transformar a América Latina y el Caribe. Si bien aún queda mucho
por hacer, los indicadores sociales de la región mejoraron
notablemente en varios aspectos, como alfabetización, nutrición y
esperanza de vida.
El
16 de junio de 2020 el Departamento
del Tesoro de EE. UU.,
a través del secretario Steven
Smunchin
anunció
oficialmente la
candidatura
de Carone
a
la presidencia del BID, destacando Mnuchin que: «la nominación del
señor Claver-Carone demuestra el fuerte compromiso del presidente
Trump con el liderazgo de Estados Unidos en importantes instituciones
regionales y con el avance de la prosperidad y la seguridad en el
hemisferio occidental», y al día siguiente el gobierno de Colombia
comunicó su apoyo a Claver-Carone. A continuación Brasil, Uruguay y
Paraguay también hicieron público su apoyo al candidato Claver
Carone.
El
12 de septiembre de 2020 la Asamblea de Gobernadores sesionó de
manera virtual para elegir al nuevo presidente, resultando elegido
con el 66,8% y
un
31,23 % de abstenciones de los votos el único postulante por un
período de cinco años, el abogado de origen hispanocubano
Claver-Carone, tras el retiro del argentino Gustavo Béliz.
Claver-Carone
es comocido por su anti-comunismo militante.