Estados Unidos de "América"?
Decir
que los Estados Unidos de América se “apoderó” del nombre del
continente americano es, como
mínimo tendencioso, porque muestra parcialidad y manifiesta o
implica tendencia hacia un fin pre-determinado.
La
revolución
de independencia de las trece colonias contra el Imperio Británico
concluyó en 1783. La revolución de las colonias iberoamericanas
contra el Imperio Espanol concluyó en
1836, cuando las cortes
españolas renunciaron
a la reconquista de sus posesiones en América.
De
manera que, en 1783
(más
de 53
anos antes) los únicos
estados libres, en el Continente Americano, eran
los Estados Unidos y le agregaron el de América como
definición.
Las
antiguas colonias británicas utilizaron por primera vez el nombre,
de aquel
país
moderno, en la Declaración
de Independencia;
la «unánime declaración de los trece Estados Unidos América»
adoptada por los «representantes de los Estados Unidos de América»,
fue
declarada el 4
de julio de 1776, entonces
en guerra contra el Imperio Británico.
Si
les quisiéramos llamar norteamericanos, estaríamos cayendo en un
error, porque geográficamente todo los territorios que se encuentran
por encima de la línea de ecuador, pertenecen al hemisferio norte y
por debajo, al hemisferio sur. Es por eso que se admite
“estadounidense” para
definir a sus ciudadanos.
Las
definiciones de Centro América y Sur América, para denominar a un
conjunto de países, no es otra cosa que un error (de propósito),
pero un error geopolítico.
El
Continente Americano es uno solo.
El
colonialismo cultural, es una forma de alterar sutilmente la cultura
de un grupo de individuos (territorio, país) a través de la
manipulación de los medios de comunicación (cine, televisión,
etc.). De ahí a decir que dominan
nuestras mentes, es un despropósito. Si los Estados Unidos de
América hubieran dominado nuestras mentes, ni la revolución de 1959
hubiera triunfado.
Que
para diferenciarnos nos llamen latinoamericanos, iberoamericanos,
centroamericanos, caribenos o indios occidentales (West Indies) no
debe incomodar a nadie. Los cubanos, mexicanos,
hondurenos, nicaraguenses, panamenos, venezolanos, colombianos, y
guyaneses, dominicanos, puertoriquenos, y todo el arco de las
Antillas Menores, pertenecemos a la América del Norte
(geográficamente) y podemos llamarnos NORTEAMERICANOS. Eso les
mortifica a los yanquis y a los dixies, pero no les quita el sueno.
Es en ese momento que
entienden que, el
coloso,
no tiene nombre.
Solo
aquel que se deja discriminar, resulta discriminado.
Para
no ser discriminado, debemos
empezar por dejar de creernos
víctima.
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