Fidelismo: Régimen político fundado en el predominio del totalitarismo de la miseria como elemento catalizador y aniquilador de riqueza.
Por Mario Armando Riva Morales
domingo, 13 de diciembre de 2015
Anciano que vive en camioneta en Hialeah quiere regresar a Cuba
Anciano que vive en camioneta en Hialeah quiere regresar a Cuba
Las letras en negritas son mías. Las otras son del autor del artículo.
Desde
hace más de cuatro meses vive en su malograda Dodge estacionada en el este de
esa ciudad
Hombre
que sufre diabetes dice estar siendo derrotado por la soledad
Residentes
del área lo ayudan de manera discreta a sobrellevar los días en la calle
Desde no se sabe cuanto tiempo, porque el
reportaje solo dice que lleva cuatro meses viviendo en Hialeah, este anciano
(de 68 años)está siendo derrotado por sus propios familiares, que viven en Orlando
y Nueva York
Los residentes del área lo ayudan (que no
debían) de manera discreta a sobrellevar los dias en la calle
Mientras miles de cubanos luchan
por escapar de la isla en balsa o emprendiendo una agotadora travesía por
tierra desde diversos puntos de Latinoamérica hasta la frontera mexicana con
Estados Unidos, Don Reynaldo García Ortega quiere regresar a su Cuba natal.
Mientras miles de cubanos, de su misma edad, trabajan de sol a sol
(en todos y cada uno de los Estados Unidos) en unión de sus familiares, Don
Reynaldo Garcia Ortega quiere regresar a Cuba.
El articulista, Sr. Enrique Flor no puede ser más tendencioso. Por
qué Don Reynaldo no vive con sus familiares de Orlando o Nueva York?
A este hombre de 68 años lo está
venciendo la soledad. Desde hace más de cuatro meses vive en su malograda
camioneta Dodge, de 1997, estacionada en una calle de Hialeah.
Lo que me da a entender, el presente artículo, son dos aspectos
que el Sr. Flor no nos relata:
1.- Que este hombre de 68 años ha sido abandonado por sus
familiares que viven y trabajan en los E.U.
2.- Que Don Reynaldo decidió voluntariamente alejarse de sus
familiares. Tanto de aquellos que viven en Cuba, como de los que viven en los
E.U y los de Puerto Rico.
Don Reynaldo vive en una camiontea Dodge del año 1997.
Por qué el Sr. Flores no le pregunta en que condiciones vivía en
Cuba? Tenía Don Reynaldo un automóvil (en bastante buenas condiciones según el
vídeo) de semejantes características y condiciones en Cuba?
“Te digo la verdad, quiero
regresarme a Cuba”, dijo García a el Nuevo Herald. “No me siento bien de salud,
pero lo principal es que me siento solo”.
Quiere regresar a Cuba, según él, por no sentirse bien de salud
pero: «lo principal es que se siente solo».
Nacido en Contramaestre –un
municipio de la oriental provincia de Santiago de Cuba–, García dijo haber
emigrado hace más de tres décadas para instalarse primero en Miami, luego en
Naples. No precisa cómo ni porqué. Solo asegura que trabajó mucho, pero que con
el paso del tiempo sus ingresos se fueron ajustando al punto de no poder pagar
la renta de una habitación donde alojarse. Su pensión, agrega, apenas le
alcanza para sobrevivir y darse algunos ‘gusticos’ como ir al cine en la
popular Calle 49, del oeste de Hialeah.
Lleva más de tres décadas en los E. U. y no ha sido capaz de
fundar una família?
Tiene seguro de salud?
Trabajó mucho. En tres décadas no fue capaz de asegurarse la
vejez?
Dice tener una pensión que apenas le alcanza para sobrevivir.
Pensará recibir esa pensión en Cuba? De ser así, Don Reynaldo está pensando
pasársela «bomba» en Cuba, pues con su pensión sería un potentado en
Contramaestre. Seguramente se daria muchos «gusticos» y no precisamente el de
ir al cine.
Pero la bomba de gasolina de
su camioneta se averió hace un par de meses, por lo que permanece varada al pie
de un populoso edificio de apartamentos para personas de bajos recursos, a tres
cuadras de la sede del gobierno municipal.
Tras echar hacia adelante los
respaldos de los asientos posteriores de su camioneta, García colocó cartones y
una manta a manera de un colchón donde descansa por las noches en una ciudad
que lo acoge con discreción, respeto y compasión.
Mire Sr. Flor, a Don Reynaldo la ciudad no le acoge, ni le respeta
y mucho menos le tiene compasión. Sienten la PENA de que un hombre de 68 años haya fracasado
en su vida.
Asegura que el saludo es
recíproco con los policías que circulan por el área. Otros, como el doctor
Julio César Alfonso, quien dirige una organización dedicada a la reinserción
laboral de médicos cubanos en Estados Unidos, le suele regalar unos cuantos
dólares cada dos semanas, desde hace varios meses.
García trata de mantener limpio
el espacio que ocupa, tanto dentro como fuera de la camioneta. En el vehículo,
su cama improvisada la recubre con mallas de tul, como los mosquiteros que sus
familiares utilizaban en Cuba para protegerse de los zancudos durante el
verano. Pero las noches ya empiezan a enfriar en Miami y se abriga mejor.
No creo que, sin su pensión, en Contramaestre pueda vivir mejor.
Tampoco creo que sus familiares cubanos le acojan, de buen grado, si llega con
las manos vacias
Suele utilizar los baños de
restaurantes, supermercados y cualquier establecimiento público que se lo
permita. Para lavar su ropa, acude a una lavandería del complejo de
apartamentos en la cuadra donde estaciona su camioneta. Sus alimentos y
medicinas para la diabetes los acomoda en el lado del copiloto, donde también coloca
una radio portátil que, a pesar de los golpes, funciona bien.
En Cuba no le dejarían entrar (para asearse o hacer sus
necesidades) en los restaurantes, supermercados o cualquier establecimiento
público; no los del Estado, sino los particulares. En que lavandería va a lavar
su ropa Don Reynaldo? Logrará encontrar (no digo comprar) sus medicinas para la
diabetes en Cuba?
Sin entrar en mayores detalles,
García dijo que llegó manejando desde Naples para realizar gestiones a fin de
obtener “sus papeles”. Muestra una tarjeta de residente estadounidense, su green
card, pero evita responder más preguntas que permitan comprender su
decisión de aguardar todo este tiempo durmiendo en su camioneta.
Para mi está bastante claro. Don Reynaldo (viejo camaján cubano) sabe
o le han dicho que, con su pensión, vive en Cuba «como Carmelina» y solo tiene
que viajar, cada cierto tiempo a los E.U. para mantener su condición de
residente.
“Na’ más me lleguen los papeles
me voy, pase lo que pase”, dijo García. “Quiero ver a mis tres hijos y conocer
a mis 13 nietos. Ellos no saben que ahora vivo en una camioneta. Creo que con
la familia yo estaré mejor”.
Después de tres décadas…, es ahora que se le antoja ver s sus
hijos y nietos?
El artículo del Sr. Flores no puede ser más tendencioso.
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