Ha sido un año difícil para la OPEP pero, mientras Arabia Saudita quema sus reservas a una velocidad vertiginosa, el subsuelo de EU aún guarda una gran cantidad de crudo.
¿Recuerdan el año
2008, cuando los precios del barril de petróleo se dispararon a casi 150
dólares?, ¿recuerdan la Teoría del Pico Petrolero? En aquel entonces los
“expertos” nos decían que las empresas petroleras del mundo ya habían buscado
debajo de cada piedra y encontrado todas las grandes reservas de petróleo.
Algunos, para no
parecer catastrofistas, decían que seguramente había más petróleo, pero que el
“fácil” se había acabado.
A mi profano
entender, el petróleo convencional, o sea el fácil, no se había acabado.
Posiblemente no fuese ningún secreto, para los países productores, que existía
una gran cantidad de reservas «no disponibles» (en aquél momento).
Especialmente en los Estados Unidos.
El boom del
petróleo de esquisto abrió las puertas y en los últimos años E.U. ha duplicado
su producción de petróleo.
Que Arabia Saudita
no haya querido recortar su producción no quiere decir que pretenda hacerse
espacio en el mercado del crudo de los E.U. El problema consiste en una
estrategia a largo plazo.
Manteniendo los
precios entre los 40 y 50 USD impiden que las compañías, que trabajan el
esquisto, obtengan ganancias suficientes para investigar formas más productivas
de extraer dicho petróleo. Incluso muchas de ellas tendrían que cerrar por no
ser rentables.
Mientras tanto 2015
ha sido un año muy beneficioso para los consumidores en general, pues los
países dependientes del oro negro pagan mucho menos que en el 2013 y no
solamente para aquellos que poseen un automóvil.
De manera que
podemos darle las gracias, no a la OPEP que nos hizo tanto daño desde 1998
hasta la fecha, sino a los Estados Unidos de América, que ha inundado el
mercado.
No es menos cierto
que las compañías petroleras la han pasado mal, en especial aquellos
trabajadores, que en número de 200 mil fueran despedidos el año pasado, pero en
contraposición debemos agregar que, mientras esos mismos obreros se beneficiaban
de una crisis artificial impuesta por el monopolio de la OPEP, toda la
población de los países industrializados y aquellos carentes de petróleo, se
las vieron “negras”. Por tanto, puedo decir, sin que me quede nada por dentro
que prefiero una y mil veces que sufran 200 mil, que millones de seres humanos.
Y mientras escribo
esto, les recuerdo que los E.U. (el malísimo imperialismo) solo ha disminuido
ligeramente su producción en el último año.
¿Los operadores de
exploración en EU pueden mantener ese nivel de producción con un barril a 50
dólares? Posiblemente no. Y es a esto a lo que están apostando en la OPEP. A
sabiendas de que aun cuando el barril se cotizaba en 80 USD, las empresas de
E.U. no estaban generando “flujo de caja libre”.
Así que la
conclusión es esta: Arabia Saudita y la OPEP juegan a la defensiva con su participación de
mercado, mientras que Estados Unidos tiene ahora mucha más flexibilidad que la
que tenía hace diez años, para impulsar la producción de petróleo y por muchos
años por venir.
Teniendo en cuenta
los ataques terroristas que se han expandido a toda Europa, las guerras que
envuelven a Medio Oriente y la probabilidad de que todo empeore un poco más
antes de mejorar, es reconfortante que una proporción creciente de la capacidad
del petróleo del mundo esté en Estados Unidos y no en Arabia Saudita, Libia o
Irak.
El boom fue muy
divertido para la OPEP. El colapso ha sido muy doloroso, pero no hay nada como
una pausa para apreciar lo que se tiene. La gasolina y el gas natural baratos,
por ejemplo; un suministro de petróleo cada vez más seguro; la oportunidad para
comprar acciones de grandes compañías petroleras con altos rendimientos; muchas
nuevas tecnologías y, sobre todo, el reconocimiento de que gracias al ingenio
de miles de ingenieros, geólogos y tipos duros, tenemos muchos más años de
reservas petroleras que pueden convertirse en el sustento del futuro.
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