Soren Triff | Boston | 17 Nov 2015 - 9:30 pm.
La crisis actual no es consecuencia del temor a la derogación de la Ley de
Ajuste. Es parte de un plan del régimen de la Isla.
Para explicar la crisis humanitaria que el régimen cubano está creando
frente a los ojos del mundo hay tres expresiones que deben corregirse en la
prensa inmediatamente: éxodo, huida y emigración económica o política.
Comprendo que estos son los marcos de referencia tradicionales para las
noticias migratorias de cubanos, pero son distorsionados. En Cuba el régimen
está creando una migración forzosa, no un éxodo; es una expulsión de la capa
social media, no una huida; y es una crisis humanitaria, no una migración de
carácter político o económico.
¿Por qué es una migración forzosa? Las migraciones de 1965, 1980 y
1994 aparecen hace años como casos de estudio clásicos de migraciones
forzosas en los libros de texto de ciencias políticas y relaciones
internacionales, como ha estudiado Kelly M. Greenhill en su Weapons of Mass
Migration. Como en los genocidios, son migraciones creadas artificialmente
por un líder que hace cálculos racionales, sobre riesgos y beneficios, que
resultan en la expulsión de grupos humanos a otros países democráticos para
obtener beneficios variados.
En Cuba el régimen controla la entrada y salida de sus súbditos, así que
estas personas tienen autorización expresa del Gobierno para salir del país.
Raúl Castro está ejecutando un deliberado ataque directo contra civiles
nacionales, a quienes usa como armas de la política internacional, y como un
ataque indirecto contra los países que reciben a los cubanos.
Con esta acción, el líder oculta el conflicto interno entre el Gobierno y
la población, su rechazo a mejorar la vida de los cubanos, y desvía la atención
del terreno nacional al internacional con el cálculo de que otros países
acepten a los cubanos y contribuyan a subsidiar este modelo de gobierno, tal
como ha sucedido otras veces.
¿Expulsados o escapados? Es tradicional considerar a quienes emigran como
la noticia, pero la emigración no es una causa sino una consecuencia de algo
que la provoca. Cuando la noticia se enfoca en los que emigran, permanece
oculta la razón de la emigración y los responsables escapan al escrutinio. Por
ejemplo, entre 1933 y 1938 hubo un "éxodo" de judíos alemanes hacia
Europa, Estados Unidos y Palestina que distrajo la atención sobre la causa, que
consistió en la negación de sus derechos y destrucción de su modo de vida.
El "modelo cubano" consiste en utilizar socios capitalistas para
sostener el régimen y que el régimen a su vez pueda seguir sometiendo a la
población a una economía de supervivencia. Quienes intentan cambiar la conducta
pública aceptable, económica o social, se convierten en "enemigos"
internos del Estado. El régimen los acosa con inspecciones, multas, cárcel,
impuestos, confiscación de mercancías, trabajos mal remunerados o que no
concuerdan con la capacidad profesional. Todo lo cual equivale a un estado de
persecución. La expulsión del país es una consecuencia de lo anterior.
La campaña de propaganda llamada "actualización económica" no va
a cambiar el "modelo" usado desde 1965. La actualización ha sido
cuestionada por la Iglesia Católica y por algunos economistas del propio
régimen. Ambas fuentes han expresado preocupación por el costo humano del
proceso, en particular la urgencia y la frustración de la población. Hace más
de dos años, la Iglesia Católica expresó que la actualización recogía
"demandas largamente anheladas por la población". Los obispos dijeron
que querían ver "el inicio de un proceso de reformas siempre más amplias
en bien de la población y de las nuevas generaciones de cubanos".
"Experimentamos apremio en la ciudadanía con respecto a esas
aspiraciones", dijeron los obispos según este mismo diario.
Por su parte, los economistas expresaron el año pasado preocupaciones similares. Omar Everleny Pérez afirmó:
"Ya llevamos tres años y unos meses implementando Lineamientos y al final
de la cadena, el cliente, el trabajador, no ve resultados". El economista
Oscar Fernández Estrada opinó: "Si se les dieran un mayor espacio [a
pequeños negocios y cooperativas], sobre todo en actividades productivas, y no
de servicios única y exclusivamente, podrían contribuir a expandir el empleo y
al crecimiento económico".
Otro economista que no se identificó expresó: "Creo que la mayoría de
los cubanos se está dando cuenta de que es mucho lo que se necesita que suceda,
y están cada vez más frustrados por la falta de acción visible y decisiones
negativas", informó también este diario.
Es importante notar que estas expresiones de organizaciones acompañantes, y
funcionarios, del régimen se producen en septiembre de 2013 y de 2014. Es
decir, mucho antes de la reanudación de relaciones con EEUU. Por eso es
incorrecto afirmar que la crisis migratoria es consecuencia del temor a la
derogación de la obsoleta Ley de Ajuste Cubano, como señalan algunas noticias.
La emigración es parte de un plan del régimen para eliminar a las personas a
quienes no quiere emplear ni permitir que trabajen por su cuenta y para
intimidar a otros países para se hagan responsables por las vidas de esos
cubanos.
¿Emigración política o económica? Es válido reflexionar en esos términos,
pero lo que afirmo aquí es algo peor: es una catástrofe humanitaria fabricada
por el régimen para obtener beneficios de otros países y ocultar sus conflictos
con la población. Un problema puede ser político, social o económico, pero
cuando un Gobierno lo "resuelve" lanzando a miles de personas a
cruzar fronteras a otros países lo convierte en un atentado contra la humanidad
porque ha dejado de ver en esas personas a seres humanos.
El año pasado llegaron más de 43.000 cubanos a EEUU, según publicó este diario, mientras que The New York
Times calcula
100.000 en los dos últimos años. Los interesados en el bienestar de estos emigrantes
desesperados y en frenar la mano de Castro en estas expulsiones deben explicar
que esta migración es una catástrofe humanitaria fabricada; deben colocar la
causa en la negación de libertad para que los cubanos tomen decisiones propias;
deben explicar el patrón de migraciones forzadas con el que el régimen de la
Isla extorsiona a las democracias.
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