La Habana
No hay dudas de que muy a pesar
de los hermanos dictadores, aun La Habana no se ha caído. Resulta ser una
ciudad alcanzada por una bomba de más de 50 fidelones de potencia.
Barrios como Centro Habana y El
Cerro sufren derrumbes un día sí y otro también. Muchas veces sus habitantes
mueren.
La falta de mantenimiento
(correspondiente al desgobierno), en las zonas más modernas de La Habana, ha
brillado por su ausencia durante décadas.
Mucha gente, mal o bien
intencionadas culpa al desgobierno. Y hacen bien.
Convencidos de esta respuesta,
los disidentes cubanos lo afirman empecinadamente. Los defensores del sistema a
ultranza pretenden tapar el sol con un dedo, e intentan re-escribir la
historia.
Juego de football en las calles de La Habana
El día 16 de noviembre de 1519,
se efectuó la primera misa y se
formalizó el cabildo de la última de las primeras siete villas. Y se ha elegido
éste, como el día que da inicio a la construcción de la ciudad de La Habana.
La primera, al oriente de la
isla, fue la villa de Baracoa. Bautizada por el Adelantado Diego Velázquez como
Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, el día 15 de agosto de 1511.
La segunda, resultó ser la villa
de Bayamo, donde muy cerca muriera (en accidente muy extraño) Oswaldo Payá.
Esta villa fue fundada el 5 de noviembre de 1513.
Camagüey fue fundada en enero de
1514
A principios de 1514 se fundó la
villa de Trinidad.
La villa de Sancti Spiritus fue
fundada en junio de 1514 y trasladada en 1522 hacia su actual posición.
Santiago de Cuba fue fundada en
1515 por Hernán Cortés.
Cuentan los cronistas que Pánfilo
de Narváez fundó la primera villa de La Habana en la parte sur de la isla en
1515. Más tarde, en 1519 ocuparía el lugar que hasta nuestros días ocupa.
Por supuesto, las casas iniciales
fueron construidas en madera y poco más tarde en piedra. Poco a poco y con la
ayuda del “Sistema de Flotas”, la villa comienza a tener población fija, en
proporción igual a la itinerante.
La Habana resurgió
en varias ocasiones de los escombros y cenizas a que la reducían de cuando en
cuando los piratas y corsarios franceses durante la primera mitad del siglo XVI, hasta que en 1561 la Corona dispone que la ciudad sea el lugar de
concentración de las naves españolas procedentes de la colonias americanas
antes de partir para la travesía del océano, por lo que se construyen defensas
militares a la entrada de la bahía de La Habana y en sitios estratégicos y
logran hacer de ella la ciudad mejor defendida del Nuevo Mundo.
En el año 1674
comienza la edificación de la muralla que la protegería durante años y que a finales
del siglo XIX y comienzos del siglo XX definiría lo que actualmente se conoce
como “La Habana Vieja”.
La Habana Vieja se
puede recorrer a pie de un extremo a otro sin dificultad. Constituye un
perímetro de 140 hectáreas. A mediados del siglo XVIII contaba con más de 70
mil habitantes. Los más pobres se asentaron en un barrio llamado Jesús María.
La aristocracia y los burgueses,
en ciernes, construyeron quintas de descanso extramuros. Los primeros en la
parte vedada del litoral y los segundos (con menos posibilidades) en la parte
alta, conocida por El Cerro. En 1863 es demolida la muralla. Diez años antes
había nacido (intramuros) un español nacido en Cuba, de valenciano y canaria,
llamado José Martí y Pérez.
Es así como comienza a extenderse
la ciudad, que había obtenido tal rango, de manos de Su Majestad Felipe II, el
día 20 de diciembre de 1592. Surgen el barrio de las murallas (actualmente
Centro Habana), entre el Paseo del Prado hasta las inmediaciones de lo que hoy
se conoce como El Vedado. Poco más allá del Vedado, en 1859 surge El Carmelo.
El 8
de abril de 1859 fue
propuesto el acuerdo por el Ayuntamiento de La Habana, aprobado por el Capitán
General el 5
de mayo de ese mismo año,
la fundación de una población, llamada El Carmelo, en la zona conocida como La
Chorrera. Los límites de esa población eran: el mar, el río Almendares, las
estancias de Baeza, El Coronel y la Quinta del Vedado.
Lealtad y Neptuno
Calles como Neptuno, Galiano y
San Rafael mantenían la vida comercial en Centro Habana. Grandes tiendas como
“El Encanto”. En el primer tercio del siglo XX, El
Encanto se configura como un almacén muy novedoso y de
gran éxito empujado por la innovación de sus propietarios y gerentes entre los
que cabe destacar al también asturiano César Rodríguez González (Don Cesáreo), que tras regresar a España en 1934 fue primer presidente del El Corte Inglés.
En el mes de enero de 1959 es derrocado el dictador Fulgencio Batista y
poquito a poco, debido a la desidia del nuevo régimen instaurado por Fidel
Castro, son paralizadas todas las obras constructivas. La Habana dejó de ser
destino turístico.
La nacionalización de empresas extranjeras provoca represalias por parte
del gobierno de los Estados Unidos, que se niega a seguir subvencionando los
precios del azúcar cubano, lo que reduce sustancialmente la venta de petróleo.
Fidel Castro comienza a comprar el oro negro a la URSS. Las refinerías (sobre
todo las norteamericanas) se niegan a refinar el crudo soviético. Fidel Castro
nacionaliza las refinerías.
Y así es como se llega al “embargo comercial” que dura hasta nuestros días.
Transcurren dos décadas y el inmovilismo inmobiliario se mantiene
estancado, hasta que en los años 80, poco después de la estampida del Mariel,
comienzan a surgir barrios designados a dedo y sin contar con planificación
física alguna.
Muchos de ellos tomaron nombres de barrios ya existentes, pero sus
construcciones se edificaron en sitios diferentes. Son los casos de Alamar y
San Agustín.
El régimen totalitario ha convertido, lo que constituía el “Monte Barreto”,
en área de “moneda dura”. Por cierto, en el artículo (al cual hago referencia)
escriben intercepción, en lugar de intersección.
Éxodo del Mariel. Todo comenzó en la Embajada del Perú.
Intercepción es un término que no forma parte del diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española. El concepto está asociado a interceptar, que es
un verbo que refiere a detener algo en su camino; interrumpir una vía de
comunicación; o apoderarse de algo antes de que llegue a su destino.
Intersección se define como: dos líneas, dos superficies o dos sólidos que
se cortan. Por ejemplo: El hotel queda en la intersección de dos avenidas.
Los modernos hoteles Panorama, Meliá Habana, Occidental Miramar, Quinta
Avenida, el aparto-hotel Monte Habana, el Centro Comercial Comodoro, los 8
edificios que conforman el Centro de Negocios de Miramar, se encuentran en lo
que otrora fuese el “Monte Barreto”.
Tal y como hacen los niños más pequeños, el autor del artículo intenta
comparar fotografías de los primeros 50 años de república con la de los
segundos 50 años de dictadura totalitaria, para decirnos que en los primeros 50
años también existían los barrios insalubres y edificios en ruinas. Y no le
quito razón. El problema consiste en que, se suponía que la “revolución”
acabara con todo aquel desastre. No, que lo incrementara exponencialmente.
Meliá Habana
En una forma tragicómica, Javier Gómez Sánchez nos cuenta que el barrio del Vedado ha sido sustituido por el perímetro comprendido lo que era el referido “Monte”. La diferencia estriba en que el Vedado era un barrio y esto que él menciona son edificaciones que nada tienen que ver con las viviendas del cubano común. Por ejemplo: La Embajada Rusa, los hoteles Tritón y Neptuno, la iglesia “Jesús de Miramar” (construida antes del 1 de enero), el Acuario Nacional, los hoteles Panorama, Meliá Habana, Occidental Miramar (que en un inicio fuera Novotel), Monte Habana, (que dicho sea de paso fue construido según las peores técnicas constructivas de las Escuelas en el Campo), el Centro de Negocios de Miramar y por último el restaurado hotel Comodoro.
Este último párrafo me lleva a realizar una comparación con la época de los
años 80, durante la cual se construyeron infinidad de edificios de vivienda en
Alamar, sin tener en cuenta centros comerciales, centros de trabajo,
restaurantes, cafeterías, ni el gasto que supondría el traslado de todos estos
trabajadores en guaguas (buses) y utilizando la única vía posible: el túnel de
la Bahía de La Habana.
¿Qué régimen totalitario ni que nada?
ResponderEliminarSi en el pueblo hay asambleas.
Seguro que te hubiese gustado ser un campesino cubano en la época de Batista.
Tanto te quejas de Cuba pero el imperialismo yanqui hace estragos.
Muy bien Sr. Anónimo:
ResponderEliminarNo es un régimen totalitario?
Acaso los cubanos tenemos donde escoger?
Campesino es todo aquel que vive en el campo.
Hay una diferencia muy grande entre agricultores y obreros agrícolas.
El régimen de los hermanos Castro Ruz se quedó con las mejores tierras del país, convirtiéndolas en Coopperativas y Granjas agrícolas. A más de 50 años, ninguna de ellas produce nada.
No obstante, le recuerdo que el tema es "Se está cayendo La Habana?"
Por si no lo sabe, La Habana es una ciudad.
Nunca me quejo de Cuba.
Me quejo de un régimen dictatorial, totalitario y neofeudal que lleva estrangulando a mi patria por más de 50 años.