sábado, 5 de febrero de 2011

Antes de bajarse del caballo, sería mejor bajarse de las nubes


Andan por la red de redes algunos elementos que en su afán de protagonismo inventan cuentos, que a personas serias no pueden engatusar.

Por ejemplo:

Como países emergentes que son, la prioridad fundamental de China, India, Brasil y Rusia lo constituye, sacar de la espantosa miseria en que viven cientos de millones de sus ciudadanos.

El grupo del ALBA, no es otra cosa que un conjunto de países dependientes del petróleo venezolano. Es posible que funcione mientras los precios del crudo se mantengan por encima de 50 dólares. Es posible que funcione, siempre que Hugo Chávez se mantenga en el poder.

El extremismo islamista, es más que una demencia religiosa. Es una línea trazada por gobiernos que se dicen "amigos" y que por trasmano alimentan a los grupos terroristas de Alqaeda. Algunos de estos gobiernos se encuentran actualmente probando el veneno fabricado por los especuladores de la OPEP: Desempleo, miseria y hambre.

Los Estados Unidos y los países europeos (que son dependientes económicos del coloso norteamericano) cayeron en la trampa. Fue falta de luz larga. Fue que al frente de la Casa Blanca se encontraba un vaquero alcoholizado, verdaderamente estrecho de frente y de mente. El caso es que no fueron lo suficientemente precavidos para intuir que los precios del crudo podían aumentar indiscriminadamente de un año para otro, sin que existiera un control sobre los especuladores. Pensaron, tal vez, que los especuladores de la OPEP, no se atrevieran a aumentar los precios.

Cuando el precio del petróleo alcanzó la cifra de 148 dólares el barril, cayeron las casas financieras, los bancos y la buena vida. Pero, con todo lo que digan los ecologistas, los del cambio climático etc, no deja de ser una crisis artificial y provocada. En el ánimo de los especuladores de la OPEP no está la preservación del crudo (como fuente de energía) para las generaciones futuras.

Las medidas tomadas por los países industrializados, hasta el momento, son meramente defensivas y a costa de el deterioro del nivel de vida de sus ciudadanos. Falta saber hasta dónde, los ciudadanos, de los países industrializados, van a permitirlo.

Por lo pronto, los pueblos menos agraciados en materia de petróleo (como los del norte de África), se rebelan. Lo peor es que nadie sabe hacia dónde les conducirán esas rebeliones.

La mal llamada Unión Europea, jamás lo será mientras no exista un gobierno federal para los 27 miembros. La verdad es que, hasta ahora, para lo único que ha servido ha sido para rescatar del lodazal económico a Grecia e Irlanda. Si los precios del petróleo se mantuviesen entre los 90 y los 110 dólares (el barril), la UE se verá en la imperiosa necesidad de rescatar no solo a Portugal, sino también a España y, de seguir sin gobierno, a Bélgica. Ese sería el final. La UE desaparecería antes o inmediatamente después del rescate de España.

Aquellos que ven en el paso de la peseta o del escudo, al euro, como un error, les digo que se equivocan. Nada de lo que ocurre hoy en día tiene que ver con el cambio de moneda. El asunto estriba en que el precio del crudo en 1998 (una año antes del cambio de moneda) era de 7 dólares el barril. A partir de ese momento y en forma escalonada el precio del barril aumentó año tras año y llegó en el 2008, hasta los 140 dólares. De esta forma no hay economía que resista, aunque se encuentre bien administrada. Que no es el caso.

Me atrevo a decir que, debido a un gobierno como el de José María Aznar, España sufre hoy las consecuencias de una burbuja inmobiliaria que, aunque no hubiera existido la crisis financiera internacional, hubiera reventado de todas formas. Los milagros no existen y España en menos de 10 años había llegado a ser la "séptima potencia" económica del mundo. Pero solo de mentiritas!

De un año para otro, aquellos que vivían felices, puesto que ya se consideraban "desarrollados" , de repente regresaban a los años 70. El golpe es duro. Tan duro, que ya muchos comienzan a emigrar, como lo hicieron aquellos que fueron, en su momento, llamados "los criados de Europa".

Mi forma de pensar se la debo a mi abuelo. Una vez, por allá por los años 60, cuando en España la miseria se encontraba a la vuelta de la esquina, conversando con mi mamá (sobre las relaciones de Cuba con la URSS), mi abuelo le dijo: "...aquí, lo que ha sucedido es que nos hemos peleado con la señora (E.U.), para hacernos amigos de la criada...". Cuánta razón tenía!

Cambiar Europa por Hispanoamérica estaría muy bien, a no ser, porque es el patio trasero del coloso norteamericano.

De cometer tamaña locura (verdaderamente impensable) para los especuladores del petróleo sería una prueba de la debilidad económica española y de los países desarrollados. Menos mal que la UE no lo permitiría, pues como están las tribus ibéricas, cualquiera que llegue a la Moncloa es capaz de semejante disparate.

En nuestros días, aquellos que utilizan la palabra "Imperialismo", para definir a los países industrializados, se convierten automáticamente en defensores del neofeudalismo del Siglo XXI.

El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un (varios) estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política. Nada más lejos actualmente!
Lo que tenemos, por fuerza que hacer, no es bajarnos del caballo, sino de las nubes.



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