jueves, 16 de julio de 2020

Compra con dólares en tiendas Cuba

Compra con dólares en tiendas de Cuba




Todo comenzó en 1993, cuando según Fidel Castro, no había otra “alternativa”. Lo de la alternativa era tan solo una coletilla que sirviera para revertir la situación a la primera oportunidad. Esa oportunidad llegaría en 1998 cuando llegó Hugo Chávez al poder en Venezuela. A partir de aquel ano, la alternativa comenzó a ver la luz, siendo el ano 2003 cuando nació el CUC y todas las operaciones en dólares fueron canceladas en la economía interna de Cuba.

El problema se hizo muy claro cuando la ineficiente planificación de la economía cubana (la culpa de todo la tiene el bloquebargo) volvió a hacer agua. No en tanto que el petróleo aliviaba las penurias, el gasto en que se incurría para la importación de alimentos y otros muchos etcéteras, no era suficiente para abastecer el mercado interno. De ahí que se “permitiera” que particulares adquirieran estas mercancías en disímiles países como Ecuador, Nicaragua, Panamá, algunos de la cuenca del Caribe y hasta de Rusia.

No era con dinero del régimen. Era con dinero de particulares, que podían realizar estas transacciones monetarias a través de bancos extranjeros o simplemente en dinero contante y sonante. El régimen “permitía” estas compras y autorizaba, o no, la entrada de los productos al territorio nacional.

Nada se habló de la “Ley de la Oferta y la Demanda”. 

Los precios de venta en CUC, aparentemente se regían por esta ley natural del comercio. Pero no.

Estos compradores, de acuerdo al criterio del régimen, posiblemente no llegaban a 1 por cada 100 mil habitantes de la población cubana, se quedaban con una parte, de lo comprado, para satisfacer sus necesidades.
Quiere decir que estos cubanos constituían lo que se conoce como pequenas empresas particulares. Cual es el problema?
El problema no es otro que, en una economía (a nivel nacional) estas pequenas empresas particulares eran incapaces de abastecer todo el país.

Es entonces que las autoridades del régimen “entienden” que en Cuba existen personas que tienen poder de compra, porque cuando se le fija un precio a un producto y éste producto tiene salida, que se agota, quiere decir que existe la demanda de ese producto y que el precio es permisible no solo para unos cuantos, aunque no esté al alcance de toda la población.

El régimen no permite la creación de medianas empresas particulares.

El problema no es que salga dinero del país. Ese dinero que sale del país no pertenece al régimen, pertenece a particulares. 

El régimen no es el país. 

Se supone que el régimen es el que administra el país.

De acuerdo a los datos de la fiscalía de Panamá, son solo 100 millones de dólares los que facturaban los pequenos empresarios cubanos (ajenos al régimen de Díaz Canel) en la zona franca.

La Fiscalía de Panamá y las autoridades de la Zona Franca de Colón devolvieron más del 80 por ciento de la mercadería reclamada por cubanos que denunciaron un intento de estafa en septiembre del 2016.

Se trató de un incidente que involucró a la compañía identificada como PC Cargo, la que desapareció después de facturar unos 85.000 dólares de compras realizadas por privados cubanos que contrataron su servicio de envío de paquetería a Cuba.

La historia sacó a flote las penurias de estos cubanos, muchos de los cuales invirtieron y arriesgaron su dinero, en operaciones de importación que no son admitidas por las "leyes" del régimen.

En la oficina de PC-Cargo se veían anuncios con ofertas tentadoras junto a banderas cubanas. Allí atendía al público un joven cubano que se hacía llamar Yorgelis y aseguraba que venía del barrio de San Agustín en La Habana.
Con el paso de los días, los clientes que habían contratado el servicio comenzaron a llamar a la empresa cubana Transcargo, una de las cinco entidades estatales que gestionaba el envío de paquetes a la Isla. La compañía nacional respondió tajantemente: “PC-Cargo no está entre las firmas autorizadas para enviar paquetes a Cuba”.

En Cuba no existen importadoras privadas ni los particulares pueden importar, a menos que sea para consumo personal y con estrictos límites en cantidades y monto de dinero. De manera tal que, si la Aduana Nacional permitía la entrada de los productos antes mencionados, estaba (como mínimo) violando la "ley" propia. 
No siendo expertos en estos temas, algo ha quedado claro para todos: la salida de estas divisas no pertenecían al régimen cubano, sino a particulares (muchos de los cuales recibían las divisas a través de sus parientes fuera de Cuba) y que esas divisas, (que tanto necesita el régimen y los organismos nacionales) no pertenecían a la economía interna. De manera que los organismos nacionales no tenían posibilidades de reacción ante un dinero que no les pertenecía y mucho menos podían involucrarse. A no ser que las autoridades competentes (represivas) detectaran que las importaciones fueran ilegales.

La red de establecimientos a lo largo y ancho del país, para vender en dólares no resuelve el problema de la población y mucho menos el del régimen.

Una gran empresa, como puede ser un régimen instaurado en el poder de una nación, no puede realizar las transacciones como si fuera una empresa pequena, porque el mercado no funciona así. El mercado funciona desde la pequena empresa. 
Cuando estas pequenas empresas se unen, forman una mediana empresa que tiene un mayor poder adquisitivo. Luego esas empresas medianas se unen y forma una gran empresa, que forma parte de la economía de un país.
Las grandes empresas son las que hacen posible que funcione la economía de un país.

Cuba, desgraciadamente, solo tiene una Gran Empresa.

Lo ideal sería que los productos que ofertan las pequenas empresas particulares del país, fuera en moneda nacional, pero esto es imposible porque el dinero, que se obtiene en estas transacciones monetarias en el extranjero, se realizan en dólares.

Si el régimen ofertara, estas mercancías (en moneda nacional) las estaría regalando.

Por qué? Porque sencillamente la producción estatal cubana no es capaz de producir beneficio suficiente y los precios en moneda nacional serían equivalentes a un valor inalcanzable para la mayoría de la población. 
Eso es precisamente lo que está sucediendo en estos momentos.

De manera que lo que quiere el régimen, a sabiendas de que lo que adquieren las pequenas empresas particulares (en el extranjero) no alcanza para ser comprada por toda la población, es venderla a los mismos precios que las empresas particulares. 

Conclusión: Extirpan el negocio particular. Venden lo que se ha incautado, pero como los llamados “empresarios” del régimen son unos incapaces, dentro de poco las tiendas recién abiertas serán deficitarias nuevamente.

El problema del régimen se puede definir en dos posibilidades

1.- Que no entienda nada de economía y es por eso su incapacidad de abastecer al pueblo cubano en sus necesidades mínimas.

2.- Que la economía, que entiende el régimen, sea la causante del descalabro nacional. 


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