Todo
comenzó en 1993, cuando según Fidel Castro, no había otra
“alternativa”. Lo de la alternativa era tan solo una coletilla
que sirviera para revertir la situación a la primera oportunidad.
Esa oportunidad llegaría en 1998 cuando llegó Hugo Chávez al poder
en Venezuela. A partir de aquel ano, la alternativa comenzó a ver la
luz, siendo el ano 2003 cuando nació el CUC y todas las operaciones
en dólares fueron canceladas en la economía interna de Cuba.
El
problema se hizo muy claro cuando la ineficiente planificación de la
economía cubana (la culpa de todo la tiene el bloquebargo) volvió a
hacer agua. No en tanto que el petróleo aliviaba las penurias, el
gasto en que se incurría para la importación de alimentos y otros
muchos etcéteras, no era suficiente para abastecer el mercado
interno. De
ahí que se “permitiera”
que
particulares adquirieran estas mercancías en disímiles países como
Ecuador, Nicaragua, Panamá,
algunos de la cuenca del Caribe y hasta de Rusia.
No
era con dinero del régimen. Era con dinero de particulares, que podían realizar
estas transacciones monetarias a través de bancos extranjeros o
simplemente en dinero contante y sonante. El régimen “permitía”
estas compras y autorizaba, o
no,
la entrada de los productos al territorio nacional.
Los precios de venta en CUC, aparentemente se regían por esta ley natural del comercio. Pero no.
Estos compradores, de acuerdo al criterio del régimen, posiblemente no llegaban a 1 por cada 100 mil habitantes de la población cubana, se quedaban con una parte, de lo comprado, para satisfacer sus necesidades.
Quiere
decir que estos cubanos constituían lo que se conoce como pequenas
empresas particulares. Cual es el problema?
El
problema no es otro que, en una economía (a nivel nacional) estas
pequenas empresas particulares eran incapaces de abastecer todo
el
país.
Es
entonces que las autoridades del régimen “entienden” que en Cuba
existen personas que tienen poder de compra, porque cuando se le fija un precio a un producto y éste producto tiene salida, que se agota,
quiere decir que existe la demanda de ese producto y que el precio es
permisible no solo para unos cuantos, aunque no esté al alcance de toda la población.
El
régimen no permite la creación de medianas empresas particulares.
El
problema no es que salga dinero del país. Ese dinero que sale del
país no pertenece al régimen, pertenece a particulares.
Se supone que el régimen es el que administra el país.
De acuerdo a los datos de la fiscalía de Panamá, son solo 100 millones de dólares los que facturaban los pequenos empresarios cubanos (ajenos al régimen de Díaz Canel) en la zona franca.
La
Fiscalía de Panamá y las autoridades de la Zona Franca de Colón
devolvieron más del 80 por ciento de la mercadería reclamada por
cubanos que denunciaron un intento de estafa en septiembre del 2016.
Se
trató de un incidente que involucró a la compañía identificada
como PC Cargo, la que desapareció después de facturar unos 85.000
dólares de compras realizadas por privados cubanos que contrataron
su servicio de envío de paquetería a Cuba.
La historia sacó a flote las penurias de estos cubanos, muchos de los cuales invirtieron y arriesgaron su dinero, en operaciones de importación que no son admitidas por las "leyes" del régimen.
En
la oficina de PC-Cargo se veían anuncios con ofertas tentadoras
junto a banderas cubanas. Allí atendía al público un joven cubano
que se hacía llamar Yorgelis y aseguraba que venía del barrio de
San Agustín en La Habana.
Con
el paso de los días, los clientes que habían contratado el servicio
comenzaron a llamar a la empresa cubana Transcargo, una de las cinco
entidades estatales que gestionaba el envío de paquetes a la Isla. La
compañía nacional respondió tajantemente: “PC-Cargo no está
entre las firmas autorizadas para enviar paquetes a Cuba”.
En
Cuba no existen importadoras privadas ni los particulares pueden
importar, a menos que sea para consumo personal y con estrictos
límites en cantidades y monto de dinero. De manera tal que, si la Aduana Nacional permitía la entrada de los productos antes mencionados, estaba (como mínimo) violando la "ley" propia.
No
siendo expertos en estos temas, algo ha quedado
claro
para todos: la salida de estas divisas no pertenecían al régimen
cubano, sino a particulares (muchos de los cuales recibían las
divisas a través de sus parientes fuera de Cuba) y que esas divisas, (que tanto necesita el régimen y los organismos nacionales) no
pertenecían a la economía interna. De manera que los organismos
nacionales no tenían posibilidades de reacción ante un dinero que
no les pertenecía y mucho menos podían involucrarse. A no ser que
las autoridades competentes (represivas) detectaran que las
importaciones fueran ilegales.
La
red de establecimientos a lo largo y ancho del país, para vender en
dólares no resuelve el problema de la población y mucho menos el
del régimen.
Una
gran empresa, como puede ser un régimen instaurado en el poder de
una nación, no puede realizar las transacciones como si fuera una
empresa pequena, porque el mercado no funciona así. El mercado
funciona desde la pequena empresa.
Cuando estas pequenas empresas se unen, forman una mediana empresa que tiene un mayor poder adquisitivo. Luego esas empresas medianas se unen y forma una gran empresa, que forma parte de la economía de un país.
Cuando estas pequenas empresas se unen, forman una mediana empresa que tiene un mayor poder adquisitivo. Luego esas empresas medianas se unen y forma una gran empresa, que forma parte de la economía de un país.
Las
grandes empresas son las que hacen posible que funcione la economía
de un país.
Cuba,
desgraciadamente, solo tiene una Gran Empresa.
Lo
ideal sería que los productos que ofertan las pequenas empresas
particulares del país, fuera en moneda nacional, pero esto es
imposible porque el dinero, que se obtiene en estas transacciones
monetarias en el extranjero, se realizan en dólares.
Si
el régimen ofertara, estas
mercancías (en moneda nacional) las estaría
regalando.
Por
qué? Porque sencillamente la producción estatal cubana no es capaz
de producir beneficio
suficiente y los precios en moneda nacional serían equivalentes a un
valor inalcanzable para la mayoría de la población.
Eso es precisamente lo que está sucediendo en estos momentos.
Eso es precisamente lo que está sucediendo en estos momentos.
De
manera que lo que quiere el régimen, a sabiendas de que lo que
adquieren las pequenas empresas particulares (en el extranjero) no
alcanza para ser comprada por
toda
la población, es venderla a los mismos precios que las empresas
particulares.
Conclusión: Extirpan el negocio particular. Venden lo
que se ha incautado, pero como los llamados “empresarios” del
régimen son unos incapaces, dentro de poco las tiendas recién
abiertas serán deficitarias nuevamente.
El
problema del régimen se puede definir en dos posibilidades
1.-
Que no entienda nada de economía y es por eso su
incapacidad de abastecer al pueblo cubano en sus necesidades mínimas.
2.-
Que la
economía, que entiende el régimen, sea la causante del descalabro
nacional.