jueves, 21 de mayo de 2020

Operación Askari


Los Acuerdos de Lusaka y los “amigos” traicioneros


Una explicación del porque Fidel Castro no consideraba prudente la “Operación Saludando Octubre” en 1987, ni el apoyo de las tropas cubanas a las FAPLA, en otro lugar que no fuera Cuito Cuanavale.


Después de haber impedido la aniquilación de las brigadas FAPLA (marzo de 1988) Fidel Castro ordenó el avance de tres brigadas cubanas, apoyadas por una Brigada FAPLA y otra del PLAN (SWAPO) hacia Ruacana, lo que constituyó el Flanco Sur Occidental del Frente Sur.

Con esta operación, a la que nunca se le dio nombre, Fidel Castro pretendía no solo recuperar una región que virtualmente se encontraba ocupada por las SADF, desde el ano 1978. En operaciones de muerde y huye contra las SWAPO en pleno territorio de Angola, las SADF campeaban por su respeto. En esta ocasión las fuerzas armadas cubanas amenazaron con la destrucción de la hidroeléctrica de Ruacana y todas las bases militares de las SADF en las cercanías de la frontera. 

Al referirse a estos acontecimientos, Fidel Castro lo hace como un  "todo incluido”. Siempre se referió a Cuito Cuanavale y nunca a Ruacana. 
Le era muy difícil explicar el porque. 
Ruacana dista de Cuito Cuanavale unos 600 kilómetros.


La Operación Askari, comenzó el 6 de diciembre de 1983, siendo la sexta operación transfronteriza a gran escala de la SADF en Angola y estaba destinada a interrumpir el apoyo logístico y las capacidades de mando y control del Ejército Popular de Liberación de Namibia (PLAN), el ala militar de la Organización Popular del África Sur Occidental (SWAPO). Su objetivo consistía en evitar una incursión a gran escala en Namibia, que estaba planeada para principios de 1984. 

Las Fuerzas Armadas Populares para la Liberación de Angola (FAPLA) del Movimiento Popular para la Liberación de Angola ( MPLA), el partido gobernante angoleño, fue el objetivo de esta misión, ya que las bases del PLAN estaban cerca de las unidades FAPLA y se habían utilizado como lugar de refugio durante el transcurso de las últimas operaciones de la SADF.

La operación Askari debió haber comenzado el 9 de noviembre de 1983, pero se pospuso durante un mes debido a que el gobierno sudafricano estaba llevando a cabo conversaciones con los líderes africanos.
La Operación consistió en cuatro etapas*:
Etapa No.1, colocar equipos de fuerzas especiales alrededor de Lubango, operando para reunir información de inteligencia para un ataque SAAF conocido como Operación Klinker el 29 de diciembre, contra una base de entrenamiento de PLAN fuera de esa ciudad.
Etapa No. 2, reconocimiento, sondeo y ataques a las ciudades angoleñas de Cahama, Mulondo y Cuvelai. Objetivo: Obligar a las tropas de FAPLA y PLAN a huir de las ciudades entre mediados de diciembre y mediados de enero.
Etapa No. 3, dominación (por parte de las SADF) del área ocupada por el PLAN.
Etapa No. 4, detener cualquier infiltración de unidades PLAN a través del área dominada en Africa Sur Occidenta / Namibia.
Referencias Scheepers, Marius (2012). Striking inside Angola with 32 Battalion. Johannesburg: 30 S̊ outh. ISBN.
Combates
El combate de Quiteve *
El objetivo de atacar las ciudades de Quiteve y Mulondo era la realización de un reconocimiento de las defensas de dichas ciudades por parte de las fuerzas terrestres, atacándolas con artillería y aviación. Intimidar a las fuerzas FAPLA con el propósito de que huyeran de la ciudad. La Fuerza de Tarea X- Ray salió de Xangongo el 11 de diciembre de 1983 hacia su primer objetivo tomando Quiteve el 12 de diciembre prácticamente sin enfrentamientos. Las FAPLA habían abandonado la ciudad.


*Scholtz, Leopold (2013). The SADF in the Border War 1966-1989. Cape Town: Tafelberg. ISBN Scientia Militaria. Retrieved 17 February 2014


El Combate de Mulondo*
Un ataque aéreo de las SAAF detuvo el avance de la infantería FAPLA y los blindados que se encontraban en Mulondo. A continuación una Fuerza de Tarea (pequena) de las SADF llamada Combat Team Tango, fue enviada (con unidades de artillería) a la zona alrededor de la ciudad de Mulondo con el mismo objetivo que se había logrado con Quiteve. Desde aproximadamente el 16 de diciembre de 1983 hasta aproximadamente el 15 de enero de 1984, la SADF hizo todo lo que estuvo a su alcance para que la Brigada 19 de las FAPLA se retirara del área y de esa forma poder colocar a las tropas de la UNITA en su lugar.
Durante esta fase, FAPLA utilizó su propio reconocimiento para rastrear a la pequeña fuerza SADF y tuvo éxito en atacar a los sudafricanos con artillería, lo que obligó (a los sudafricanos) a recular en diferentes ocasiones. Esta situación condujo a las SAAF a realizar misiones aéreas sobre éste punto (misiones que debían ser utilizadas contra Cahama y Cuvelai). En uno de estos ataques, el 23 de diciembre de 1983, un misil tierra-aire SA-9 averió un avión de ataque Impala, que logró aterrizar en N ́giva, aeródromo dentro del territorio angolano muy cerca de la frontera.
El plan para tomar Mulondo fracasó y, a principios de enero, Africa del Sur tomó la decisión política para poner fin a esta parte de la Operación Askari.
La Brigada 19 de FAPLA mantuvo sus nervios y se mantuvo en su lugar.





*Scheepers, Marius (2012). Striking inside Angola with 32 Battalion. Johannesburg: 30 S̊ outh. ISBN 978-1907677779 Scientia Militaria. Retrieved 17 February 2014


El Combate de Cahama*
El objetivo Cahama consistió en un reconocimiento, de las defensas de algunos poblados, por parte de las fuerzas terrestres. Dichas defensas fueron atacadas con
artillería y aviación, con el propósito de “intimidar” a las fuerzas FAPLA y PLAN y hacerlas huir de sus áreas de control.
El plan de tierra y aire debió comenzar desde mediados de diciembre de 1983 hasta mediados de enero de 1984, pero en realidad, los equipos de logística (retaguardia) ya estaban operando, desde mediados de noviembre, alrededor de Cahama y hacia el norte, interrumpiendo la ruta logística de las FAPLA desde Chibemba. El Puesto de Mando del PLAN al oeste de Cahama fue bombardeado por la SAAF a principios de diciembre de 1983 y las fuerzas restantes huyeron hacia la protección de las defensas de FAPLA .
Cahama era responsabilidad de la Fuerza de Tarea X-Ray, que llegó a su posición combate el 16 de diciembre de 1983, después de abandonar el poblado de Quiteve. Dos grupos de combate se posicionaron al este del poblado mientras que un tercero se colocó al norte. La aviación y la artillería comenzó a bombardear las defensas de Cahama. La artillería de las FAPLA devolvió el fuego y comenzó un duelo de artillería.
Parte del apoyo aéreo se redujo cuando la Fuerza de Tarea Mannie tuvo dificultades en Caiundo.
Las FAPLA, temiendo que el grupo de combate (ubicado al norte del poblado) significara un ataque de la SADF sobre Chimbemba y Lubango lanzó una columna de blindados hacia Cahama. El ataque de los blindados FAPLA T-55 fue rechazado por las tripulaciones de la SADF Ratel-90 a pesar de estar en desventaja.

Las SADF realizó una “operación lateral” conocida como Operación Fox para capturar una batería SA-8 al sur oeste de Cahama. Con la utilización de las fuerzas aéreas y terrestres, el objetivo era llevar la batería lejos de las defensas de las ciudades a una mejor posición para que las fuerzas terrestres y especiales de la SADF la capturaran intacta.
El plan fracasó y, para el 31 de diciembre de 1983, se había tomado la decisión política para poner fin a esta parte de la Operación Askari. La Segunda Brigada de FAPLA había mantenido su moral combativa y sus posiciones. La Fuerza de Tarea XRay se trasladó al noreste de Cuvelai en apoyo a la Fuerza de Tarea “Victor”.

Tenía que fracasar. Una Batería de SA-8 no se mueve por voluntad propia, pues responde a una unidad mayor. Además cuenta con su propia defensa terrestre. (Nota del Autor)


                                                                                                                   SA-8 









*Scientia Militaria. Retrieved 17 February 2014
Scholtz, Leopold (2013).
The SADF in the Border War 1966-1989. Cape Town: Tafelberg. ISBN 978- 0 – 624 – 05410 – 8.


El Combate de Cuvelai *
La Fuerza de Tarea “Víctor”, compuesta principalmente por soldados de la fuerza ciudadana, recibió la tarea de reconocer y atacar un campamento del PLAN y una brigada de las FAPLA en Cuvelai y sus alrededores.
Salieron de Mongua hacia Cuvelai y comenzó el reconocimiento de las posiciones enemigas.

Para el 28 de diciembre de 1983, mudaron los planes para concluir la Operación Askari antes del 31 de diciembre, lo que significó que las órdenes de la Fuerza de Tarea “Victor” debido que, al noreste del poblado estaba fuertemente defendido y rodeado de campos de minas.
Después de comenzado el ataque, el grupo de trabajo fue contraatacado por los tanques de las FAPLA de Cuvelai que habían acudido en defensa de PLAN. El contra-ataque fue detenido por los Eland-90 y la artillería que se encontraban mal equipados y carecían de armas antitanques. El enemigo permaneció en sus posiciones y entonces, la fuerza de tarea “Victor”, recibió la orden de atacar a Cuvelai desde el noreste.
Este ataque fue realizado en condiciones meteorológicas complejas (ríos inundados) lo que posibilitó que entraran en los campos de minas enemigos y fueron recibidos con fuego de canones AA de 23 mm respaldados por tanques . Confrontaron también problemas en el mando, de algunos oficiales subalternos de la SADF y la negativa de algunos soldados en cumplir las órdenes
El Comandante Greyling finalmente ordenó la retirada; siendo una retirada desorganizada, aunque finalmente pudo reagrupar su grupo de trabajo. Greyling recibió la orden de volver a atacar, pero se negó sin que existiese una mejor planificación y reconocimiento.
El Brigadier Joubert tomó la decisión de reforzar la Fuerza de Tareas “Víctor” para un ataque final en Cuvelai.
La Fuerza de Tarea “X Ray” llegó muy cansada a Cuvelai el 3 de enero de 1984, para reforzar a la Fuerza de Tarea “Víctor”, después de 16 horas marchando desde Cahama.

El Comandante van Lill asumió el mando de la Fuerza de Tarea “Victor” del Comandante Greyling para el ataque conjunto planeado para el 4 de enero de 1984 y tuvo que lidiar con más "disturbios" en las filas de “Victor”.
Intercepciones de las comunicaciones (por radio) enemigas informaban solicitudes de más refuerzos cubanos y de las FAPLA.
Se reagruparon las unidades de “Victor” se planificó un ataque a Cuvelai (con “Víctor”) desde el sur y “X Ray” desde el este.

En la tarde del 3 de enero de 1984, las posiciones de FAPLA en Cuvelai y sus alrededores fueron atacadas por las SADF en dos oleadas.
La primera oleada consistió en 10 Impalas y 4 bombarderos Canberra, mientras que la segunda oleada consistió en un avión de ataque Impala.
El objetivo de los bombardeos era destruir la artillería FAPLA y los cañones antiaéreos que se utilizarían contra los transportes blindados de personal de la SADF. Las intercepciones de las comunicaciones por radio de las SADF, de las FAPLA a Lubango, acusaron que las guarniciones de la FAPLA reportaron pérdidas de hasta el 75% de su artillería.
El 4 de enero de 1984, alrededor de las 08:00 hrs., comenzó el ataque de las SADF, con el apoyo de artillería.
Los transportadores blindados Ratel-20 tuvieron que cruzar los campos de minas para alcanzar las posiciones enemigas y en varias ocasiones tuvieron que recular al encontrarse con posiciones de AA de 23 mm, que no habían sido detectadas.

La artillería de las SADF fue apoyada por un helicóptero Alloutte utilizado en un papel de reconocimiento y apuntador, tripulado por el Capitán Carl Alberts, quien ganó una medalla Honoris Crux.
Las FAPLA contra-atacaron con diez tanques T-55 destruyendo un Ratel, causando la baja de seis hombres, pero los tanques finalmente fueron rechazados por la artillería y otros fueron destruidos por los Ratel-90 en la tarde.

Al caer la tarde, la mayoría de las posiciones enemigas estaban en manos de la SADF con las tropas FAPLA restantes huyendo hacia Techamutete.
Un Equipo de Combate “Echo Victor” recibió la orden de despejar las posiciones del PLAN al norte de Cuvelai y al sur de Techamutete. Durante este período, y en contra las órdenes recibidas, Techamutete fue tomada por el 24 de diciembre de 1983 después de que las tropas enemigas (FAPLA) huyeran. Al final se les ordenó mantenerse en el poblado.
Después del ataque final a Cuvelai el 3 de enero de 1984, el Equipo de Combate “Echo Victor” fue utilizado como un grupo de contención contra las fuerzas enemigas (FAPLA) que huían de ese poblado.
Las fuerzas enemigas (FAPLA) en retirada de Cuvelai huyeron el 5 de enero de 1984 siendo atacadas por el Batallón 32.
Las operaciones continuaron en la región de Techamutete, con todas las unidades. El batallón 32, regresó a las bases en SWA / Namibia del 13 al 15 de enero. Pequeñas unidades de las SADF permanecieron en Calueque, N'Giva y Xangongo.










*Scholtz, Leopold (2013). The SADF in the Border War 1966-1989. Cape Town: Tafelberg.
George, Edward (2005).
The Cuban intervention in Angola : 1965-1991 : from Che Guevara to Cuito Cuanavale (1. publ. ed.). London [u.a.]: Frank Cass.
Scientia Militaria. Retrieved 17 February 2014. 


El Combate de Caiundo*
La Orden de Combate del Team “Manie” era de diversionismo en cuanto a de dónde vendría el verdadero ataque de SADF.
El objetivo de “Manie” era la ciudad de Caiundo.
El Equipo de Combate “Manie” avanzó desde Rundu hacia Caiundo, donde comenzó a sondear las defensas de las ciudades con la esperanza, como era el plan, de “asustar” a las tropas FAPLA de la 53a Brigada para que huyeran del poblado. Durante una de estas sondas, un pelotón SADF, que se acercó demasiado al poblado, fue descubierto por un equipo de reconocimiento de FAPLA.

El 18 de diciembre de 1983, una compañía de FAPLA atacó al pelotón. Las fuentes difieren en las bajas de la SADF, con nueve muertos, uno desaparecido, uno capturado hasta cinco muertos y otro capturado. Los angoleños incautaron un vehículo, armas y equipo. Medios aéreos sudafricanos fueron trasladados de sus misiones en Cuvelai a Caiundo. Al final de las hostilidades en enero, los ataques aéreos y terrestres no habían logrado sacar a FAPLA de las defensas de las poblaciones.





* Scholtz, Leopold (2013). The SADF in the Border War 1966-1989. Cape Town: Tafelberg. Scientia Militaria. Retrieved 17 February 2014.


Los Acuerdos de Lusaka y la implementación de una Comisión de Seguimiento Conjunta

Para el 5 de enero de 1984, Sam Nujoma "líder" del SWAPO solicitó al Secretario General de la ONU que arreglase un alto el fuego. 
Con la ayuda de los estadounidenses, esto se concluyó entre Angola y Sudáfrica el 31 de enero. 
El 6 de febrero El Ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Pik Botha, propuso una Comisión de Monitoreo Conjunta (JMC siglas en inglés)) para monitorear los retiros y violaciones del cese al fuego. 
Las conversaciones concluyeron con un acuerdo llamado los "Acuerdos de Lusaka" que detallaba la formación e implementación del JMC que Después de muchas semanas de desacuerdos, finalmente se reunió el 3 de mayo en N'Giva, Angola. 
Sin embargo, el 12 de enero de 1984, en Moscú, los soviéticos decidieron aumentar la ayuda militar a Angola, suministrando equipo militar más moderno y aumentando la red de radar en el sur de Angola con el animo de reducir la capacidad operativa de la SAAF. Tomaría alrededor de catorce meses y resultaría en un plan para atacar a UNITA en el sureste de Angola. 

El MPLA firmó el Acuerdo de Lusaka, por el que la SADF se retiraría de las zonas del sur de Angola que ocupaba desde 1981, a cambio de la promesa
angoleña de no permitir bases del SWAPO en su territorio. 

(Nota de Mario Riva Morales: Comienza la traición del MPLA)

En 1984 Sudáfrica vuelve pacíficamente al concierto de los Estados del África Austral.
El 16 de Febrero en los acuerdos de Lusaka, África del Sur acepta retirar sus tropas de Angola a condición de que Angola retire su apoyo al SWAPO.

El acuerdo de Lusaka de 1984 se llevó a cabo sin consultar a la parte cubana. 

Implicaba el retiro de las fuerzas de Sudáfrica del territorio ocupado en el sur de Angola y como contrapartida el MPLA no permitiría que cubanos y guerrilleros namibios circularan por esa zona del país. A su vez planteaba el “inicio de conversaciones” sobre la resolución 435 pero no decía nada del apoyo de Pretoria a la UNITA. 

(Nota de Mario Riva Morales: La traición ya es un hecho)

En Mayo de 1985 las negociaciones se dieron por terminadas cuando se encontró una fuerza especial de la SADF preparándose para hacer volar los tanques de petróleo de la Gulf Oil Company en Cabinda, al norte del país.

Los Acuerdos de Lusaka de 1984 declararon un alto el fuego entre Angola y Sudáfrica durante la Guerra Civil Angoleña y la Guerra Fronteriza de Sudáfrica.
Acordaron el retiro de las tropas sudafricanas de Angola y establecieron una comisión para supervisar la implementación del tratado. 

El acuerdo duró poco debido a interpretaciones muy diferentes de las implicaciones del tratado. La Fuerza de Defensa de Sudáfrica (SADF, por sus siglas en inglés), representada por Johannes "Jannie" Geldenhuys, deseaba un retiro cubano por etapas en concierto con sus propias unidades.
También insistieron en que los Acuerdos obligaban a las Fuerzas Armadas Populares para la Liberación de Angola (FAPLA) a ayudar a expulsar a los insurgentes namibianos del territorio angoleño. 

Sin embargo, las FAPLA no tenía la intención de permitir que sus aliados cubanos se retiraran y se mantuvo notablemente poco entusiasta al referirse a los partidos namibianos, particularmente a la Organización del Pueblo del África Sudoccidental y su ala militar, el Ejército Popular de Liberación de Namibia (PLAN), en el acuerdo.

Por su parte, Sudáfrica no hizo nada para combatir a la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que también mantuvo una presencia en el área operativa de la SADF. La actividad continuada de PLAN y UNITA dio lugar a violaciones de los acuerdos por ambas partes.

Fidel Castro criticó los Acuerdos de Lusaka por "inadmisibles e increíbles", una declaración hecha eco por la Unión Soviética. Esta crítica de los dos principales benefactores militares de Angola (MPLA) llevó a una ruptura del tratado. Fue anulado de facto el 16 de mayo de 1985. A continuación se produjo una escalada de hostilidades. 

El acuerdo de Lusaka, y las conversaciones a que dio lugar, son particularmente interesantes por la luz que arrojan sobre dos temas: el nivel de control de los cubanos (y soviéticos) sobre el gobierno de la RPA, y la visión que tenía Pretoria de lo que sería la paz en África sur occidental.

Los angolanos habían concluido el acuerdo de Lusaka sin consultar a los cubanos o a los soviéticos, y sin ni siquiera informarlos por adelantado de lo que iban a firmar. Un mes más tarde una delegación angolana de altísimo nivel, encabezada por el presidente dos Santos, fue a La Habana para conversar con el gobierno cubano.
Estas fueron conversaciones excepcionales. 

De manera pausada, Fidel Castro hizo un breve resumen de la historia de la relación bilateral desde 1975. Les recordó a los visitantes que el papel de las tropas cubanas era proteger a Angola de la agresión extranjera. Y repitió el anhelo de Cuba – que ya había sido expresado por Raúl Castro en abril de 1976: que las tropas cubanas regresaran a su país: "el día que haya paz nosotros podemos retirarnos de Angola, fortalecer considerablemente nuestra defensa, dejamos de hacer un esfuerzo humano muy grande, porque hay que ver lo que significa para un hombre separarse de su familia a miles de kilómetros dos años, más de 200,000 cubanos ya han hecho este sacrificio."

Sin embargo el régimen cubano solo retiraría sus tropas con la anuencia de Angola. "Cuantas veces, en realidad, los norteamericanos han querido negociar con Cuba la cuestión de las tropas en Angola, la cuestión de las tropas en Etiopía, y nosotros hemos dicho que ese problema no lo discutimos... nosotros siempre nos negamos invariablemente a discutir los problemas de Angola con los Estados Unidos, siempre planteamos el principio de que solo se podía discutir única y exclusivamente con Angola. ... Esa ha sido nuestra actitud con Angola en los terrenos militar y civil; pero tenemos la sensación de que los angolanos no han estado igual para con nosotros." 

Señaló que el convenio militar de septiembre de 1978, "que es el convenio que está vigente," establecía que Cuba y Angola "acuerdan mantener contactos sistemáticos en los niveles correspondientes que aseguren un profundo y multilateral análisis de la situación político-militar en las regiones del mundo en las cuales tienen interés ambos países, realizar consultas mutuas antes de tomar decisiones y efectuar medidas en la rama militar." 

Y dijo: "A decir verdad, después de esta fecha, después de los que suscribimos, nunca fuimos consultados ante una decisión que nos afectara de una o de otra manera; casi nunca fuimos informados previamente, casi nunca, y pocas veces fuimos informados ulteriormente de que se hubiera producido contactos con los Estados Unidos. Unas veces nos enterábamos en Europa Occidental a través de nuestro servicio de inteligencia de que se había producido un contacto entre Angola y Sudáfrica, entre Angola y Estados Unidos en que se discutía tales temas; otras veces nos enterábamos por el periódico, por la prensa."
Y así había pasado con el acuerdo de Lusaka "Nosotros nos vemos antes los hechos consumados, los soviéticos igual. A mi juicio no es un procedimiento correcto." Cuba no estaba conforme con lo que se había acordado en Lusaka, pero este no era el punto: "La decisión final la tenían que tomar ustedes, no nosotros, pero por lo menos se habría podido discutir previamente, y entonces tanto nosotros como los soviéticos habríamos podido disentir previamente y no podríamos tener ninguna queja. Tanto nosotros como los soviéticos, los dos aliados principales, los que apoyan a Angola, los que venimos haciendo un enorme esfuerzo en este momento, nos encontramos con los hechos consumados. ... “Quien va a discutir la independencia, si Angola es tan independiente que incluso se toma la libertad de maltratar a sus mejores aliados, si incluso se toma la libertad de incumplir los convenios que tiene?” Porque en realidad la decisión la toma Angola, pero si hubiera hecho la consulta previa, hubiéramos estado en concordancia con los convenios. El convenio nos da derechos a nosotros también." Y concluyó, con sutil ironía, "No se si los compañeros angolanos últimamente le han echado una ojeada a estos convenios." 
Piero Gleijeses

Nota de Mario Riva Morales
De manera que, si leyendo entre líneas, analizamos todo lo dicho anteriormente, podemos llegar a la conclusión de que la renuencia a participar en las ofensivas realizadas por las FAPLA en el oriente angolano (Operación “Saludando Octubre” y anteriores), además de ser estériles (debido a lo alejado de la región y la carencia de objetivos estratégicos) también tenían un componente de rechazo a la parte angolana. 
Los angolanos venían realizando conversaciones, a espalda de los cubanos, en las cuales se manifestaba abiertamente el no apoyo del MPLA a las SWAPO y la retirada del contingente militar cubano, a cambio de la aplicación de la resolución 435 de N.U. y la promesa de Africa del Sur de no continuar apoyando a la UNITA.

En el este de Angola, donde se desarrolló la “Operación Saludando Octubre”, era el lugar escogido por el gobierno de Pretoria para que se dislocara el PLAN (SWAPO), a sabiendas que en aquella región no se encontraban las poblaciones nabimianas de las cuales se nutrían las SWAPO. Sin embargo, esa región era donde la UNITA se había hecho fuerte desde el ano 1975. 


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Epílogo

La historia de la intervención de Fidel Castro en la guerra de Angola es más complejo de lo que apare...