“La época de Al-Andalus fue terrorífica”
Natalia Vaquero. Epipress 27.07.2015 | 02:30
«Hoy en día nadie, ni los historiadores arabistas, creen
que Al-Andalus fue un crisol; fue una época terrorífica», argumenta con
vehemencia Serafín Fanjul (Madrid, 1945), catedrático de Literatura árabe, miembro
de la Real Academia
de la Historia
y látigo de los intelectuales complacientes con el Islam y con los
nacionalismos periféricos españoles. Fanjul desmonta con sus estudios la
idealización de la armonía de las Tres Culturas durante la época de convivencia
en la Península
de moros, judíos y cristianos.
«Los que defienden esa majadería no han leído nada», responde sin
contemplaciones antes de enfilar a Juan Goytisolo, «un señorito que ha vivido
de creerse un escritor maldito» que no ha superado las teorías de Américo
Castro. Exmilitante del PCE, Fanjul desgrana severas descalificaciones hacia
Podemos en esta entrevista en exclusiva con Epipress porque considera a este
partido «algo poco serio que puede dar grandes disgustos». Insta a las
autoridades a que obliguen a los musulmanes residentes en nuestro país a
cumplir las leyes y la
Constitución y recrimina el silencio de las feministas
respecto a la matanza de niñas cristianas en países como Nigeria.
Señor Fanjul, ¿qué tiene que ver el Estado Islámico (EI)
con Al Qaeda y con el asesinato de Bin Laden?
El Estado Islámico y Al Qaeda son rivales aunque ambos sean suníes y son,
sobre todo, antioccidentales. Sin embargo, poca gente presta atención al
movimiento de rechazo a Occidente más peligroso, que es Arabia Saudí. Es de ahí
de donde sale Al Qaeda, Bin Laden y el propio EI que bebe de su ideología y
vive de su financiación. Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Kuwait sustentan a
estos radicales aunque vendan que los persiguen, eso sí, siempre que actúen en
sus territorios.
¿Por qué se produce ahora una escalada de ataques contra
Occidente?
Porque no hay interés en acabar con esos radicalismos con contundencia. Lo
que importa ya no es el petróleo, sino los flujos de capitales que hay entre
Arabia Saudí y Estados Unidos. Hay demasiados intereses financieros manejados
por grandes inversores americanos.
Así que Occidente se queda de brazos cruzados ante esta
barbarie, ¿no?
Los radicales islámicos han visto la debilidad de Occidente y ven, sobre
todo, a Europa acobardada. Yo creo que se equivocan porque Europa sigue siendo
una gran potencia económica y cultural y Estados Unidos una gran potencia
militar y económica.
Yihad significa combate por la fe. ¿Qué tiene que ver esa
guerra santa con el Corán?
En el Corán se exhorta a hacer la guerra por Dios para difundir la fe
musulmana. Yihad significa dos tipos de esfuerzo: uno es el interior y el otro
el del combate físico contra los enemigos del Islam. Para el 90% de los
musulmanes, la yihad tiene que ver con ese combate. Es una obligación de todo
musulmán luchar contra los enemigos del Islam.
¿Qué tenemos que temer entonces los occidentales?
Los occidentales tenemos que temernos a nosotros mismos, a la debilidad que
tenemos y que mostramos. Nuestra sociedad, sobre todo la española, se ha vuelto
muy blandita porque se ha acostumbrado a vivir demasiado bien y no nos
percatamos de que hay otras sociedades que viven mal y que no tienen el
concepto del valor de la vida que tenemos nosotros. Cuando se vive en
situaciones precarias se relativiza mucho lo que se hace, aunque la mayor parte
de los terroristas tan solo cumplen órdenes de dirigentes.
¿Qué tipo de dirigentes?
Personas que no son pobres como ellos, gente acomodada que actúa por
venganza, rencor, revancha y resentimiento personal. Son personas que viven
entre nosotros resentidas con la sociedad y que atisban si no hacen algo un
futuro frustrado y un presente muy feo.
Pero no todos los resentidos se hacen terroristas.
No, pero sí que vemos que se unen a partidos como Podemos que critican al
sistema, algo que por cierto, ya hacían los neonazis.
¡Oiga, no me compare a los terroristas islámicos con
Podemos!
No. Podemos es una cosa muy poco seria en origen que puede darnos muchos
disgustos en el futuro. ¿Qué se puede esperar de un partido liderado por unos
profesores universitarios de tercer nivel que en vez de estudiar se fueron a
Venezuela?
Algo habrá hecho mal Occidente para que se dé ese
peligroso caldo de cultivo entre los resentidos musulmanes, ¿no cree?
Por supuesto. La retirada colonial de los años 50 dejó un vacío político y
administrativo en los países que se hicieron libres que ocupó el Islam desde
las mezquitas como fuerza de cohesión. Los europeos se replegaron y renunciaron
a su influencia cultural e ideológica en esos países y además la religión
cristiana, eje de las políticas europeas, dio paso a movimientos laicos y nos
quedamos sin retaguardia moral en la que refugiarnos. Las convicciones
religiosas siempre dan seguridad y cohesión a los grupos humanos. A todo esto
hay que unir la eclosión demográfica de los países musulmanes que ha sido
importada como mano de obra por muchos países de Europa. Tras la guerra del Yom
Kippur del 73, muchos países se encontraron con un dinero del petróleo con el
que jamás habían soñado, luego pasaron a los flujos financieros y de inversión
con Suiza, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos y ahora dan la calderilla que
les sobra a los radicales. Para un ejército de desarrapados, el dinero que
recibe de Arabia Saudí es agua de mayo.
¿De dónde viene esa atrocidad de degollar a las víctimas
sin el más mínimo escrúpulo?
De la bestialidad del ser humano. Si no se les diera tanto pábulo en los
medios de comunicación, otro gallo cantaría.
Y ahora está internet. Es cierto. Lo hacen para aterrorizar y someter a la población árabe musulmana que tienen subyugada.
Y ahora está internet. Es cierto. Lo hacen para aterrorizar y someter a la población árabe musulmana que tienen subyugada.
Dicen los expertos que nuestro temor es exagerado, que el
odio a muerte es dentro del propio Islam, entre chiitas y suníes…
Será exagerado en Monforte de Lemos donde apenas hay musulmanes, pero no lo
es en Granada donde ya hay más de 20.000, o en el Raval de Barcelona donde
quieren imponer sus normas. Lo que tenemos que hacer en España es tener cuidado
y dejar claro a los musulmanes que tienen que acatar nuestras leyes y nuestra
Constitución. Eso es lo que no se hace.
¿Se puede hacer peor de lo que hicieron Bush, Blair y
Aznar al liquidar a Sadam Hussein y abrir la caja de Pandora que tantas
desgracias nos ha acarreado?
Con la distancia que da el tiempo se pueden hacer todo tipo de juicios. Creo
que en esa actuación hubo errores de cálculo y errores de información. Aznar
fue víctima de esos errores y los tres actuaron engañados por la CIA. Lo que sí está claro
es que Irak empleó armas de destrucción masiva en algún momento, luego accedió
al desmontaje de esas armas y no le creyeron. Al trío le metieron un gol, como
se lo metieron a Bush el 11-S. Es cierto que Sadam Hussein era una bestia, pero
era nuestra bestia, como se soporta al rey de Marruecos porque la alternativa
es cruda y es el islamismo radical. En Libia pasó lo mismo porque Gadafi era
otra bestia, pero también una pieza clave para la estabilidad en el
Mediterráneo. En Egipto, centro del mundo árabe, estaba otro tirano, Mubarak,
un ladrón y un abusón, pero que daba cierto equilibrio con Israel y Estados
Unidos. En Siria ya vemos lo que está pasando. Bachar al-Asad es otro tirano,
musulmán alauí, que se puede llevar bien con los chiíes de Irán antes que con
los suníes. Todo ese descontrol ha sido aprovechado por los radicales que
dicen: somos musulmanes y vamos a poner el Reino de Alá sobre la Tierra.
Poca solución se ve a semejante lío, ¿verdad?
Tendrá que ser Arabia la que acabe con el califato de EI que tan bien suena
en los oídos de un musulmán. Supongo que en esa confrontación será el EI el que
salga exterminado.
¿Cómo se puede integrar a los islamistas en nuestro suelo
occidental para que acepten las normas de convivencia de los países de acogida?
Obligándoles a cumplir las leyes como las tenemos que cumplir el resto de
mortales. No hay fórmulas mágicas.
Pero es que los terroristas surgen de nuestras escuelas y
universidades. ¿Por qué no se integran con nosotros?
Porque no les da la gana y porque, insisto, no se les obliga a acatar las
leyes. Yo tengo que cumplir las reglas de tráfico y no me siento por ello nada
oprimido.
¿Cómo hay que tomarse la amenaza del islamismo radical
desde aquí, desde Al-Andalus?
Depende de nosotros y de las ganas que tengamos de garantizar la apertura y
la tolerancia de nuestra sociedad que da cabida a todas las religiones. Lo que
no tiene que haber cabida es a la intolerancia.
¿Cómo debe comportarse España con nuestro vecino
Marruecos para evitar los problemas de la inmigración ilegal, el tráfico de
drogas y la reclamación de Ceuta y Melilla que amenazan nuestras relaciones con
el mundo musulmán?
El problema de la inmigración pasa por defender seriamente nuestras
fronteras. Yo no puedo entrar en Nigeria por donde quiera y sin documentación. Hay
que presionar a Marruecos desde la diplomacia porque cuando ayuda en este
problema se ven pronto los resultados. Lo que está claro es que en España se
trata bien a los inmigrantes. Otra cosa es lo que sucede en Ceuta y Melilla. Hay
que hacer ver a Marruecos mediante hechos que son territorios nuestros y eso se
hace con más inversión en esas ciudades e impidiendo que la proporción de
musulmanes crezca como está creciendo. Los gobiernos españoles han demostrado
una gran inopia con este tema. Si no se actúa, la balanza en pocos años puede
estar a favor de Marruecos. Donde sí funcionan las relaciones entre España y
Rabat es en el tema de la seguridad para frenar el islamismo radical.
Usted afirma que España vive un momento histórico grave
porque se están fomentando de forma irresponsable los localismos basados en
inventos pseudo históricos.
Y así es y ¡menos mal que en Andalucía no cuaja de forma seria! Pero ya
hemos visto a los catalanes, a los vascos y a los gallegos. En Andalucía es
ahora el PSOE el que enarbola la bandera de un nacionalismo artificioso y están
como locos buscando hechos diferenciales e incluso los hay independentistas. Hay
filólogos que hasta quieren inventar una lengua andaluza. Blas Infante
encontraba el hecho diferencial andaluz en que en esa tierra estuvieron los
musulmanes.
Juan Goytisolo, flamante premio Cervantes, acaba de escribir que usted ha cambiado de bando y que en las últimas décadas ha puesto su talento al servicio de desmontar el mito de Al-Andalus y dela España de las Tres Culturas.
Juan Goytisolo, flamante premio Cervantes, acaba de escribir que usted ha cambiado de bando y que en las últimas décadas ha puesto su talento al servicio de desmontar el mito de Al-Andalus y de
Esa es la respuesta que ha dado a un artículo que escribí hace unos meses. No
me parece que Goytisolo se merezca el Cervantes. Eso es más bien una majadería
del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, un pepero que quiere
hacerse el progre por lo que pueda pasar en el futuro.
¿Va por usted eso de que quien abandona una fe tiende con
frecuencia a refugiarse en otra y vengarse de su pasado?
Goytisolo nunca ha sido de izquierdas y ha jugado siempre a la ambigüedad. Es
un personaje que se aprovecha de España para lo que le conviene y cuando no le
conviene la desprecia y dice que le da asco. Siempre ha sido un señorito que ha
vivido de hacerse la víctima y de creerse un escritor maldito. ¡No puede darme
lecciones de antifranquismo alguien que se ha pasado la vida viviendo en París
y Marrackech!
Lo que viene a decir es que usted antes atacaba desde la
izquierda y ahora lo hace desde la derecha, ¿no?
Si ser de izquierdas es ponerse tras una pancarta con UGT, CCOO y Podemos,
yo no soy de izquierdas. Fui militante del Partido Comunista y no me arrepiento,
ni me jacto, ni me avergüenzo. ¡Eso sí! Nunca fui progre ni me sumé al PSOE
para buscar una poltrona. No estoy afiliado a ningún partido y resulta que
ahora Goytisolo dice que soy facha porque no me trago su bola árabe y su
retórica majadera de Américo Castro. Goytisolo, que no lee nada, se ha quedado
con Américo Castro y no se entera de nada.
¿Cómo hay que interpretar hoy la afirmación de Américo
Castro de que lo español se formó en el crisol de la proximidad-rechazo de las
tres castas: cristianos judíos y musulmanes?
Le recomendaría a Goytisolo que leyese a Sánchez-Albornoz. Hoy en día,
nadie, ni los historiadores arabistas se creen eso de que Al-Andalus fue un
crisol.
¿No era una especie de paraíso?
Fue una época terrorífica y las pervivencias que quedan de ella en España
son escasísimas. Como digo esto, Goytisolo siente que le rompo el juguete. También
soy crítico con Sánchez-Albornoz porque no creo que lo que somos hoy sea
continuidad de la Cueva
de Altamira.
¿No venció don Pelayo a los moros en Covadonga?
No sé si se produjo la batalla de Covadonga, lo que sí sé es que en el
siglo VIII entraron unos 100.000 árabes en la Península y entre los
años 730 y 740 se dieron unas hambrunas tremendas en las zonas de Asturias y
Galicia que obligaron a los musulmanes que se habían asentado en el Norte a
regresar a su tierra bereber. Fue un éxodo obligado por el hambre más que una
heroica batalla de don Pelayo, que desde luego aprovechó esa huida para
impulsar la monarquía astur-leonesa.
¿Qué opina entonces de la corriente de intelectuales que
idealizan la etapa de Al-Andalus?
Que no saben de lo que hablan. Son los que ponen a Maimónides como
ejemplo de convivencia de las Tres Culturas. A Maimónides y a Averroes y
resulta que los dos fueron personajes perseguidos por los musulmanes. Los que
dicen eso no tienen ni idea, son políticos y escritores aficionados como
Goytisolo. Maimónides era judío y cuando la ocupación almohade se tuvo que
islamizar a la fuerza. Se fue a Marruecos y luego a El Cairo donde vivía como
criptojudío hasta que fue procesado por apóstata. Tuvo la suerte de que un
amigo suyo le ayudase durante el proceso y le absolviesen. Maimónides maldice
en su epístola a los judíos de Yemen al islam y a los cristianos.
¿Hubo armonía o no entre las Tres Culturas?
Nunca hubo armonía, eran tres comunidades yuxtapuestas con intercambios
comerciales, económicos y administrativos. Lo que había eran dos culturas y
tres religiones porque los judíos tendieron a adoptar la cultura romance o la
árabe. Era lo más parecido al Apartheid de Sudáfrica.
Profesor, ¿no se ha pasado usted al decir que si la
ablación, una práctica ancestral del Valle del Nilo de la época de los
faraones, fuera defendida por todos los árabes las feministas
multiculturalistas se apresurarían a calificarla de excelente?
No digo exactamente eso. Lo que creo es que las feministas occidentales
tienden a ser grandes defensoras de otras culturas y por razones políticas
toman o no partido por una cosa u otra. No les veo alzar mucho la voz por las
mujeres cristianas que están matando en Nigeria, pero pronto enarbolan la
bandera de la libertad religiosa si a una musulmana no la dejan entrar en un
espacio público con el pañuelo puesto por razones de seguridad. Son feministas
y progres que tienen una doble vara de medir. ¿Por qué se hace la vista gorda
con las niñas españolas que se llevan a Senegal para mutilarlas? Eso hay que
perseguirlo penalmente. Las feministas son sumamente laxas para unas cosas y
tremendamente intransigentes para otras. En
España hace falta un poco más de objetividad.
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