Por Rolando Pupo Carralero
El pasado 10
de abril el dictador venezolano Nicolás Maduro celebró otro aniversario del
programa Barrio Adentro fundado por Hugo Chávez para llevar médicos cubanos a
zonas populares de Venezuela. Maduro afirmó que el gasto de este programa
durante 13 años había sido superior a “los 250 mil millones de dólares
invertidos en la salud del pueblo”. La aritmética dice que 250 mil
millones en 13 años son un promedio de 19 mil 230 millones de dólares anuales.
En salud
pública los mayores gastos son los pagos al personal médico, y los equipos,
instrumentos e insumos especializados (rayos X, microscopios, laboratorios,
reactivos para muestras y análisis, somatón) y Maduro aclaró que una buena
parte de ese dinero habían sido salarios para los médicos cubanos. Si los
pagos de Venezuela al régimen castrista por el personal médico cubano
fueron el 40% de los gastos, los de equipos e insumos el 50%, y el 10% restante
mantenimiento constructivo y nuevos “ambulatorios” (así llaman en Venezuela a
los consultorios de barrio), y pensemos que el 10% de equipos, instrumentos e
insumos especializados Venezuela los compró a Cuba.
Del gasto
anual de 19 mil 230 millones de Venezuela, el 40% por pagos a Cuba de personal
médico, son 7 mil 692 millones. El 50% gastado en equipos e insumos son 9 mil
615 millones anuales, y si el 10% de esa cifra se pagó por productos médicos
comprados a Cuba, serían 961 millones anuales. Sumando ingresos por personal
médico y por venta de productos médicos, es un total de 8 mil 653 millones de
dólares anuales entrando a Cuba solamente desde Venezuela durante 13 años. O
sea una verdadera estafa a Venezuela porque en esos 13 años estos ingresos
suman 112 mil 468 millones de dólares. De hecho el vicepresidente de la
dictadura castrista Marino Murillo dijo que en 2014 los ingresos que Cuba
tendría en solo ese año por la venta de servicios médicos serian de más de 8
mil 200 millones de dólares.
Nunca la Unión Soviética
subsidió a Cuba como ha hecho Venezuela solamente por colaboración médica con
8 mil 653 millones anuales. Comparen con el turismo a Cuba, que deja
un poco más de 2 mil millones anuales, o las remesas del exterior, unos 2
mil 500 millones de dólares anuales.
¿A dónde fueron
a parar los 112 mil 468 millones de dólares que recibió el
castrismo? Para que se tenga una idea de lo que esto representa, la
monumental ampliación del Canal de Panamá que ha durado siete años, tiene un
costo de 5 mil 200 millones de dólares y la planta hidroeléctrica más
grande de Centroamérica en el río Reventazón en Costa Rica tiene un costo
de mil 379 millones de dólares y generará electricidad renovable a más de medio
millón de personas.
Con el
dinero sustraído a Venezuela por el castrismo: ¿Cuántos alimentos importaron
para mejorar la alimentación del pueblo y vender productos a precios
alcanzables? ¿Cuántos materiales de construcción para reconstruir casas
destruidas por huracanes? ¿Cuántos ómnibuses para mejorar el transporte?
¿Cuánta ropa y calzado para vestir mejor a los cubanos? ¿Cuántos juguetes para
los niños? Los responsables de esta estafa merecen el repudio de los cubanos.
¡Y también merecen la cárcel!
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